Relato: Marcela: Hija y Sirvienta

Marcela: Hija y sirvienta.



Marcela descubre las actividades de su amiga, la sirvienta de la casa, que
incluyen aventuras ocasionales con su padre.



Todo ocurri� hace solo una semana, Marcela de 16 a�os, morenita de 1:60 de
estatura y cuerpo redondeado por su adolescecia, tenia meses que se habia hecho
muy amiga de Fabiola la sirvienta de la casa, una chica de 17, casi su edad, muy
blanca de piel, contrario a la piel morena de Marcela, pero de cuerpo muy
delgado y bien formado que la hacian parecer mayor y mas madura.



Faby tenia un cuartito en la azotea de la casa a donde por las noches iba
marcela a platicar con ella "cosas de muchachas". Pero una noche Faby se ri� de
Marcela cuando �sta le platic� el "excitante" beso que le habia dado su novio.




Faby se burl� de ella, le dijo que ya no era una ni�a para andar con esas cosas
todavia, que ya era mujer. Marcela en vez de enojarse qued� intrigada, fu�
entonces cuando Faby le comenz� a platicar de su agitada vida sexual, Marcela
qued� espantada y maravillada a la vez de saber que una chica de su edad era tan
liberada y experimentada cuando en su casa ella era solo una ni�a. A partir de
entonces Marcela solo iba a la azotea a escuchar las historias y consejos de su
amiga Faby, sin darse cuenta Marcela se excitaba al escuchar los pasajes mas
candentes de la vida sexual de la chica y al volver a su habitaci�n y recostarse
en su cama se imaginaba protagonista de tales historias.



Una noche que no podia dormir, a Marcela se le hizo f�cil, a pesar de la hora,
ir a despertar a Faby para que le contara mas historias calientes por lo que se
dirigi� a la azotea con mucho cuidado de no tropezarse en la oscuridad de la
noche sin luna. Al acercarse a la ventana la chica vi� luz y se acerc� a tocar
el cristal pero se qued� estupefacta al ver a trav�s del cristal. Un hombre de
anchas espaldas estaba entre las piernas abiertas de Faby, moviendose con
fiereza y penetrandola como un animal. Hasta donde se encontraba Marcela
llegaban los gemidos de la joven sirvienta, eran fuertes y acompasados y era
obvio que estaba disfrutando mucho la cogida. Marcela se comenz� a calentar, se
fijaba en cada detalle de la fuerte espalda del hombre, en sus nalgas que se
movian con fuerza al penetrar a la chica, en sus fuertes brazos, su grueso
cuello. era obvio que era un hombre mucho mayor que Faby, con mucha experiencia
y esto calent� mas la febril mente adolescente de Marcela.



Ella estaba hipnotizada viendo como las nalgas del hombre se movian con fuerza
metiendo y sacando es verga seguramente gruesa del chochito de Faby. Marcela se
recarg� contra una mesa de planchar que estaba cerca de la ventana y comenz� a
frotar su pubis contra el borde de la misma.



En su mente comenz� a fantasear que era la chica que tenia entre las piernas a
ese macho experimentado tan potente. Moviendo sus caderas empujaba su pubis
contra la mesa y se imaginaba siendo penetrada con fuerza. Casi habia olvidado
donde estaba cuando el hombre se separ� de la jovencita sirvienta. Marcela se
sobresalt� y se qued� congelada deseando no ser descubierta y esperando a ver
que hacia esa pareja tan desigual, ese hombre tan fornido al que Marcela
alcanzaba a verle algunas canas en las sienes y Fabiola una chica de 17 a�os, de
cuerpo peque�o y delgado.



El hombre tom� a la joven sirvienta por las caderas y con suma facilidad la
levant� y acomod� en posici�n de perrito, su cabeza apuntando hacia la ventana
donde Marcela se encontraba. Aunque estaba muy oscuro afuera para ser vista,
Marcela se hizo hacia una orilla de la ventana pero sin dejar de ver. La
jovencita se calentaba enormemente con a las imagenes que tenia frente a sus
ojos, tenia una mano entre las piernas y se frotaba viendo la facilidad con la
que el tipo manejaba el cuerpo de su amiga Faby, el contraste de su cuerpo
peque�o con el cuerpazo enorme del tipo y Marcela comenz� a respirar por la boca
cuando el tipo se comenz� a acomodar tras Faby para penetrarla en esa posici�n.




Marcela estaba excitad�sima, creia que iba a alcanzar un orgasmo en ese momento,
el tipo estaba agachado acomodando su verga en la conchita de la jovencita
sirvienta y Marcela comenz� a frotarse con mas fuerza casi alcanzando el
orgasmo. y cuando este lleg� y explot� en su cabeza, el tipo por fin levant� el
rostro y comenz� a bombear su verga en el cuerpo de Faby. entre las oleadas del
orgasmo, entre el placer y la sorpresa, Marcela vi� el rostro de su padre. El
hombre fornido y maduro, el tipo potente y brutal con el que Marcela se habia
excitado tanto era su propio padre.



Entre tropezones en la oscuridad y su conchita escurriendole entre las piernas
Marcela, toda confundida, se dirigi� a su recamara. Muchas cosas se iban
acomodando en su cabeza, el hecho de que era evidente que su padre se cogia la
sirvienta desde hacia tiempo y que Faby lo disfrutaba enormemente. No era raro
que su padre necesitara un desahogo pues Brenda su esposa, y madre de Marcela,
se habia pasado los ultimos meses yendo y viniendo varios d�as a la semana a una
poblaci�n vecina donde vivia su madre para cuidarla pues estaba sola, y como
decia que sus dos hijos ya eran grandecitos para cuidarse solos pues se iba,
pero ahora notaba Marcela que sus padres estaban algo distanciados si no no se
explicaba eso.



El cerebro de Marcela comenz� a bullir de ideas, tratando de alejarse de la
imagen de lo que habia visto se imagin� a su pobre padre solo en su recamara y
si la calentura era hereditaria entonces estaria tan necesitado como ella y
deseando sexo todas las noches, con raz�n termin� seduciendo a Faby. y As�
Marcela sin darse cuenta comenz� a imaginarse de nuevo a su padre en el cuarto
de la azotea cogiendose como un animal a la jovencita sirvienta, su amiga y
confidente. y se comenz� a masturbar descuidadamente de nuevo imaginandose la
escena y �sta comenzo a volverse su fantasia favorita.



En los dias siguiente fantaseaba que a espaldas de su padre dejaba la escuela y
se buscaba un trabajo de sirvienta en una casa lujosa, se excitaba imaginandose
toda clase de maltratos pues siendo de clase acomodada no sabia lo que era eso y
ser tratada como una cualquiera, una sirvienta, se imaginaba siendo observada
con lujuria por los hijos de la casa, ella con ropa sexy y uniforme cortisimo,
pero se excitaba mas al imaginarse al supuesto patr�n de la casa, se lo
imaginaba maduro y fuerte y terminaba fantaseando que ese hombre de sus sue�os
se la cogia en la cocina, el patio, la sala y la recamara de los patrones. Aun
en la escuela mojaba las pantaletas al fantasear.



Dias despues volvi� en la noche a buscar a su amiga Faby, y aunque lo deseaba no
esperaba pero al acercarse ala puerta escuch� los gemidos de la adolescente
sirvienta y el ruido de la cama con el movimiento y forcejeo sexual. Marcela se
recarg� contra la puerta y comenz� a masturbarse escuchando los ruidos del sexo,
los pujidos y gemidos de Faby, y comenz� a escuchar los pujidos y murmullos del
tipo que se la cog�a y que llamaba puta a la chica que penetraba. Marcela se
alent� aun mas con esto, metia sus deditos lo mas que podia en su virgen vagina
e imaginandose que era ella ala que llamaban puta y penetraban con fiereza.
Luego el tipo, por el ruido, pareci� que aument� la intensidad de sus embestidas
y comenz� a levantar la voz poco a poco "As� putita, as� puta!!" le decia,
Marcela ya demasiado excitada para razonar reconoci� que era la voz de su padre.




"Mueve el culo perrita" le decia a Faby su amiga, y Marcela enloquecia de
excitaci�n, era algo que no podia controlar, su cuerpo tomaba el mando. De
alguna manera, a traves de la puerta, se sent�a parte de la acci�n, adentro
sobre la cama estaban disfrutando del sexo desesperado, f�bril y salvaje su
mejor amiga y su padre. sentia que ambos le pertenecian, por amistad y
parentezco y ahora que sabia lo que llevaba adentro su padre lo veia de una
manera distinta.



En el frenes� Marce se masturbaba fuertemente y se tropez� hacia enfrente
volteando una cubeta metalica que hizo mucho ruido. como pudo se escondi� y al
rato sali� su padre por la puerta alarmado pero para sorpresa de Marce, aun
desnudo. Marce sonrojada lo observaba desde su oscuro escondite. respiraba por
la boca excitada por el susto y la adrenalina. No pudo evitar recorrer el cuerpo
desnudo de su padre con la vista, su cuerpo de hombre maduro, sus musculos
suaves pero definidos, su rostro decidido, y sobre todo su vista se qued�
clavada en su verga aun erecta, tan gruesa, tan llena de venas, algo que nunca
antes habia visto, a Marce le pareci� algo hermoso, como si su padre la
blandiera como una espada, orgullosa y dura, a Marce por ser de su padre, le
pareci� mas hermosa aun y se sinti� orgullosa de ser hija de un hombre tan
varonil.



Cuando el volvi� a entrar en el cuartito Marce se apuro a bajar a la cocina y
temblando se sirvi� un vaso de agua para calmar los nervios, pero salt� del
susto y casi deja caer el vaso cuando a su espalda oy� la voz de su padre
autoritaria preguntandole que hacia levantada a esas horas. Marce se di� la
vuelta sonrojada, con la mirada hacia el suelo y le contest� que le di� sed y
que ahora volv�a a la cama. Su padre al verla como apenada y creyendola
adormilada se acerc� a besarle la frente. pero al hacerlo como Marce tenia la
mirada hacia abajo pudo notar la erecci�n que adivinaba en el pijama de su padre
y al abrazarla para besarla esa erecci�n toc� el vientre de Marce que se
estremeci� como nunca en su vida. La verga de un verdadero hombre, una erecci�n
estupenda la habia tocado por primera vez en su vida aunque fuera a traves de la
tela. Marce despues que su padre se retirara practicamente corri� a su recamara
a seguir masturbandose imaginandose a la sirvientita, su amiga Faby y todo lo
que ella disfrutaba a su padre.



Practicamente estuvo en vela toda la noche fantaseando en lo que hacian Faby y
su padre en ese cuartito hasta que agotada se qued� dormida casi al amanecer con
su mano entre las piernas.



A las diez de la ma�ana, aunque era sabado, su padre se preocup� prque aun no se
levantaba y la fu� a buscar, sin tocar entr� y la vi� en ese estado, enrojeci� y
se cohibi� "hija levantate ya es tarde" le dijo y se fu� a su propia recamara de
donde no sali� hasta la hora de comer.



Al sentarse a comer su padre seguia cohibido pero Marce solo se fijaba en la
gran sonrisa de Faby y que brillante se le notaba, seguro por todo lo que
disfrutaba por las noches. Marce la admiraba mas que antes y cuando Faby le
servia el plato al jefe de la casa no pudo evitar imaginarse, en esa cercania,
los besos y caricias prohibidas que se daban en las noches solos en aquel
cuartito, Marce sinti� como se humedecia en cuesti�n de segundos, y dese� para
ella tanto placer que su padre y su amiga y sirvienta compartian.



Esa noche sus fantasias fueron mas intensas, se imaginaba como sirvienta en una
casa pudiente, su fantasia favorita, pero esta vez en su fantas�a, mas que
insinuaciones y miradas todo era plenamente sexual. Marce se masturbaba
furiosamente al imaginarse sirvienta y esclava, como los miembros de la casa
donde trabajaba la tomaban a placer de todas las formas imaginables y luego la
ofrecian a las visitas, todos hombres, que la usaban y disfrutaban como a una
verdadera hembra. Marce sentia que explotaria de deseo esa noche si pronto no
tenia alivio.



El domingo era el d�a libre de Fabiola pero como no tenia nada que hacer en su
casa se qued� en su cuartito, y como el lunes era d�a feriado y no se trabajaba
el padre de Marce sali� por la noche con sus amigos, su hermano mayor se acost�
temprano y en cuanto Marce estuvo segura que se habia dormido subi� al cuarto de
Faby para cuestionarla sobre su vida sexual sin preguntarle nombres, se moria de
la curiosidad de saber que sentia su amiga, casi de la misma edad, al ser cogida
por un hombre como su padre. Al llegar Marce encontr� la puerta abierta y entr�,
sobre el peque�o tocador hab�a una nota, "Se�or Gustavo, de ultima hora decid�
si irme a casa, vuelvo el martes"



Marce se ri� para si misma, "La muy puta todavia le dice se�or muy
respetuosamente al hombre que es su amante y la posee cuando quiere" pens�.
Riendo se dej� caer sobre la cama, ah� se sinti� sensual y se restreg� en las
sabanas pensando en las muchas horas que esa pareja habia pasado ahi disfrutando
de los prohibidos placeres de la carne.



Marce se excitaba solo de imaginarse los gemidos de Faby y los pujidos y bufidos
de su padre. Sumamente caliente Marce se puso de pie y empez� a hurgar en los
cajones de Faby, los esculc� todos, y encontr� lo que queria, la mas caliente
lenceria de la putita de su amiga y algo que no esperaba encontrar, un peque�o
vibrador rosado a baterias.



Marce se desnud� y se prob� los distintos juegos de lenceria, se veia en el
espejo divertida y de vez en cuando ponia su mano entre las piernas y acariciaba
sus senos.



Despues de muchos minutos de hacer esto Marce se decidi� por un ajuar que
consist�a en un bra azul rey de encaje, muy peque�ito, medias negras, liguero
que hacia juego con el bra, zapatillas negras de tac�n alto y nada de bragas. se
sent�a tan puta como su amiga la sirvienta.



Apag� la luz, se acost� en la cama y luego de averiguar como encender el
vibrador comenz� a pasarselo entre las piernas, el solo sonido del zumbido
el�ctrico del aparatito era suficiente para excitarla, pero la vibraci�n que
masajeaba su vulva le llenaba la cabeza de ideas y sensaciones, comenz� a so�ar
de nuevo con su fantas�a favorita, solo que ahora en el escenario ideal, estaba
en el cuartito de la sirvienta, con su ropa, en su cama y con su vibrador entre
las piernas.



Pronto se estaba imaginando que el cuartito estaba en una casa que no era la
suya, y que escuchaba pasos acercarse a la puerta, la puerta se abria y en
pijama entraba un hombre maduro, el patr�n, en su calentura y casi sin darse
cuenta le puso el rostro del pap� de una de sus amigas, el se�or Esquerra, un
hombre fornido y con sienes canosas que a Marce siempre le habia parecido muy
guapo. El se�or de la casa le sonreiria y sin mas preambulo se avalanzaria sobre
ella para besarla de pies a cabeza, dulcemente y sin dejar lugar sin cubrir por
sus labios. Imaginandose esto Marce estuvo a punto de perder su virginidad con
el vibrador, pues en su frenes� masturbatorio casi se lo mete imaginandose que
era la verga del pap� de su amiga. Al darse cuenta de su c�si error sigui�
frotando el vibrador pero solo por encima de su vulva tratando de concentrarse
en sus sensaciones sin perder de vista su co�ito. Pero pronto su imaginaci�n se
apoder� de ella y de nuevo estaba imaginandose el cuerpo desnudo del se�or
Esquerra, su verga probablemente gruesa y algo corta que se meteria en su
caliente y apretado co�ito. La calentura en su cabeza aumentaba a cada segundo y
por fin decidi� febrilmente que si un vibrador le quitara la virginidad seria
algo sin importancia que despues de todo facilitaria y le haria disfrutar mas su
primera relaci�n con una verga de verdad.



Tratando de humedecer completamente el aparatito con sus jugos lo frot� y frot�
sobre su vulva hasta sentir que lo habia logrado. Luego maniobrandolo lo apunt�
hacia su entrada vaginal para empujarlo lenta pero fuertemente, esperando no
sentir dolor. Pero la puerta se abri� de golpe, de la sorpresa la chica dej�
caer el vibrador sobre la cama y luego �ste rod� hasta el suelo. despatarrada
sobre la cama, con cara de estupefacci�n Marce en la oscuridad solo pudo
distinguir dos figuras masculinas paradas en la entrada del cuartito.



-"Te dije que aqui iba a estar todavia la putita!!"- dijo la voz ronca de uno de
ellos evidentemente alcoholizado. Marce se di� cuenta que la luz que entraba por
la puerta iluminaba la parte inferior de su cuerpo y sobre todo sus piernas
abiertas y su vulva h�meda y enrojecida, asustada se encogi� hasta llegar a la
cabecera de la cama donde no llegaba la luz.



-"Vas a ver que putita tan rica"- dijo la misma voz que Marce pareci�
reconocer-"Vamos, soy hombre de palabra, perd� la apuesta y ahora te cedo por
esta noche el pedazo de co�ito que me he venido comiendo"- le decia al otro
animandolo a acercarse a la cama -"Anda Beto no seas pendejo"- le dijo c�si en
un gru�ido.



-"Esta bien compadre, no va a ser la primera vez que me coja a una putita de esa
edad"- contest� el otro riendo. Beto, su t�o Beto, pens� Marce. El t�o Beto era
un amigo de la infancia de su pap� y al que por la costumbre y la familiaridad
llamaban T�o Beto aunque realmente no fuera su pariente. Pero Marce lo adoraba,
desde ni�a siempre la alent� y le daba los mejores regalos.



Ahora ese hombre que era un ejemplo para la chica se agachaba sobre la cama y
tomaba fuertemente a Marce por uno de sus delicados tobillos para arrastrarla
hasta el centro de la cama. Con la otra mano, en cuanto pudo, manose� torpemente
la vulvita de la chica y luego se llev� los dedos a la nariz.



-"Est� bien mojadita, se nota que esta bien caliente esperando verga la putita"-
le dijo al otro.



-"Anda pues compadre y no la hagas esperar, vas a ver que apretada y rica est�"-
Marce, horrorizada, reconoci� por fin la voz del otro como la de su padre,
enronquecida por el alcohol y el deseo. Su propio padre alentando a su t�o Beto
a tomarla y poseerla como le plazca, a su propia hija!!!.



Su t�o Beto, estaba convertido en un animal, con sus fuertes manazas la habia
tomado por la cintura hasta acomodarse encima de ella y luego la tom� por sus
delicadas mu�ecas, separando sus brazos a los lados para luego, con su caliente
aliento y lengua y barbilla rasposa por la barba crecida le empez� a lamer la
cara y el pecho por encima del bra, luego lami� su cuello y subi� a su oreja
donde lamiendo y mordiendo comenz� a murmurarle lo que le iba a hacer sin dejar
de intercalar entre frases la palabra puta -"Te voy a travesar con mi verga
nenita puta"- le decia jadeando -"te voy a meter la verga en ese co�ito tuyo
hasta que chilles y gozes como la putita que eres!!!"- Marce nunca se hubiera
imaginado a su querido t�o hablando asi, pero su pesado cuerpo apresando el de
ella, su boca ardiente recorriendo su cuerpo y sobre todo esas palabras y esa
forma tan brutal de llamarla puta la estaban calentando otra vez, pero esta vez
con mas fuerza, haciendola temblar verdaderamente de excitaci�n, obligandola a
abrir mas las piernas sin el consentimiento de su mente pero la total anuencia
de su excitado cuerpo.



El t�o Beto se di� cuenta de esto y mas excitado comenz� a frotar su erecci�n a
traves de la tela de su pantal�n contra la expuesta vulvita h�meda de la chica.




Marce estaba recibiendo lo que habia fantaseado tanto tiempo, un hombre maduro,
fornido y tosco estaba frotando su erecci�n contra su parte mas �ntima, sus
fuertes y asperas manos la sujetaban y acariciaban torpemente y aun sin saber
quien era ella, la estaba tratando como la puta adolescente que tanto so�aba ser
y en lo que por fin se estaba convirtiendo ante la complacencia de su padre. Su
t�o Beto amasaba y mordizqueaba sus pechitos paraditos y sus pezones tan duros
sin dejar de restregar su cuerpo contra el de ella. Luego levantandose un poco
se abri� la bragueta y se baj� el pantal�n un poco mas abajo de las nalgas.



Marce entr� en p�nico, manote� a su t�o tratando de empujarlo por las caderas y
alejarlo de si, pero en el intento manote� tambien la verga, delgada, larga y
dura y se qued� imp�vida, de esa forma tan torpe y sin querer habia por fin
tocado la primera verga de hombre que se le ofrecia, Marce trat� de encontrarla
de nuevo con sus manos para palparla y saciar su curiosidad, pero antes de que
pudiera hacerlo su t�o Beto la tom� de las mu�ecas y alz� sus brazos por sobre
su cabeza, luego sin dejar de sujetarla se agach� de nuevo sobre su pecho para
morderle y lamerle los duros pezones erectos. -"No por favor no me metas eso"-
gemia Marce retorciendo su cuerpo y tratando evitar lo inevitable



-"Que es una verga mas de las tantas que ya has tenido, pinche gatita Puta?"- le
dijo su t�o Beto y Marce se estremeci� sintiendose verdaderamente una puta, como
si de verdad ella fuera Faby y hubiera disfrutado con todos esos hombres de los
que ella le platic�. En su mente Marce era esa puta y le excitaba pensar que se
merecia el tratamiento que le estaba dando su t�o.



Sin mucho preambulo el t�o Beto tom� su verga con la mano que le quedaba libre y
la dirigi� a la entrada vaginal en el co�ito completamente virgen de la chica,
donde ni siquiera sus dedos se habian atrevido a penetrar. Marce sinti� por
primera vez el contacto de carne con carne, la sensaci�n del glande de su t�o
tocando sus labios vaginales la hacia estremecer de anticipaci�n. La chica
trataba de concentrarse en todas estas nuevas sensaciones, tratando de grabarlas
en su mente cuando de pronto sinti� el primer golpe de verga que choc� contra
una peque�a barrera de carne. Marce se mordi� los labios y apret� los ojos
tratando de no emitir ning�n quejido.



-"Esta puta est� mas apretada de lo que dijiste compadre!!"- le dijo sorprendido
el t�o Beto al padre de Marce, alcoholizado, torpe y brusco, no se daba cuenta
que el inc�lume h�men de la chica lo separaba a�n de la gloria. por lo que
levantando las nalgas se separ� un poco de la chica para que esta vez, de un
golpe mas fuerte, su verga entrara en el co�ito virgen de la chica. El h�men se
rompi� y Marce grit� como desesperada, el dolor tan �ntimo la hizo ver todo rojo
aun en la oscuridad. Mientras su t�o se quedaba quieto manteniendo su verga
dentro de ella para que la vulva de la chica se adaptara a su tama�o, Marce
sinti� como un peque�o chorrillo de sangre corria entre sus piernas.



-"Pinche putita caliente"- le dijo su padre creyendo que se dirigia a Faby
-"Nunca has gritado asi para mi"- La chica sent�a su co�ito palpitar de dolor y
aun as� las palabras de su padre retumbaban en su cabeza como potentes mazasos.




Pronto su t�o Beto la sinti� respirar mas acompasadamente y comenz� a bombear
con fuerza su verga dentro de la vagina nueva sin usar y apretada de Marce. La
adolescente primeriza comenz� a gemir en medio del dolor, el miedo y el placer
de lo prohibido, mas que las sensaciones lo que la estaba excitando era el
saberse usada y tratada brutalmente por machos de los que normalmente esperaria
el trato de una princesita para ella. Pero en medio de la oscuridad y sumidos en
el alcohol y el deseo sin tapujos Marce veia que cualquier mujer, incluso ella,
era una puta en la que cualquier hombre buscaba satisfacerse, sin importar edad
ni parentezco.



El t�o Beto le metia la verga, arremetida tras arremetida, sin tacto ni
compasi�n, y Marce sentia su vaginita primera vez abierta estirandose hasta el
l�mite. El morbo mas que nada, la estaban haciendo llegar a una altura
insospechada para ella, el placer se estaba acumulando como l�quido entre sus
piernas cuando sintio la verga de su t�o detenerse, palpitar y luego sinti� algo
muy caliente y l�quido derramarse en lo profundo de su intimidad. Marce sabia lo
que era eso pues Faby se lo hacia explicado, por lo que al tiempo que sentia el
s�men de su t�o derramarse dentro de su cuerpo un orgasmo estall� entre sus
piernas, invadiendo su vientre, sus brazos, sus piernas, su pecho y tomando por
asalto su cabeza. Marce se agitaba de pies a cabeza, casi saltando sobre la cama
por lo violento del orgasmo. Al volver la cabeza, con la vista casi cegada de
placer, pudo Marce ver a contraluz la figura fornida de su padre sujetando una
botella de tequila en una mano mientras que con la otra se masturbaba observando
la escena. Marce se estremeci� ante la idea, su padre se excitaba y masturbaba
al ver como su hija perd�a su virginidad, la chica en ese momento se sentia
maravillosamente puta!!



-"La llenaste de leche Beto?"- dijo el padre de Marce y su t�o respondi� con una
sonrisa, magreando a la chica para luego levantarse y quitarle la botella de
tequila a su amigo.



-"Me dejaron bien caliente por lo que ahora me toca a mi"- aun en la lasitud del
postcoito Marce se espant� por lo que llegaba en oleadas a su mente, su padre se
disponia a montarla y poseerla, creyendo que era Faby y no su hija.



Pero el cuerpo de Marce no respondia. estaba tan sumida en sus sensaciones
f�sicas, el maravilloso despertar sexual que su t�o le habia dado, que su mente
estaba practicamente nublada de deseo y cuando su propio padre se acomod� sobre
ella su instinto de hembra la traicion� abriendo sus piernas sus piernas y dando
un mejor acceso a su vulva al nuevo amante que se aprestaba a ense�arle para que
le servia el ser hembra y tener un co�ito entre las piernas.



Las manos rudas y gruesas de su padre quemaban la piel de los muslos de Marce,
pero cuando sinti� la cabeza de su verga, cuando su glande se pos� sobre su
vulva sinti� que el miembro de su padre era de fuego, nunca en su vida habia
sentido nada igual, y esta terrible y deliciosa sensaci�n la hacia olvidar todo
y sentir solo su cuerpo y el del hombre que se aprestaba a poseerla.



Su gordo glande, ancho como un hongo se empuj� un poco hacia adentro estirando
su abertura vaginal hasta lo que Marce crey� era su capacidad.



-"Mmm, ser� que estoy muy caliente o muy borracho, pero esta noche te siento muy
rica putita"- le dijo a Marce su padre sin saber siquiera a quien se dirigia, en
su estado alcoholizado bien podria haber estado en un burdel barato estrenando
una puta novata.



Marce se estremeci� con sus palabras burdas y sexuales, groseramente eroticas y
sin miramientos. Le encantaba ese tratamiento, era algo tan nuevo y le llegaba
tan profundamente de su cuerpo las sensaciones que esto le provocaba, que aun
sin estar muy conciente sabia que estaba enviciada a ello de por vida.



De un golpe, sin aviso ni compasi�n, como si solo su placer importara Jorge
arremeti� contra la apretada vaginita de su hija. En un solo impulso se la habia
metido, gruesa y todo, hasta la mitad. Marce contenia el llanto y al mismo
tiempo trataba de gemir, gritar y respirar por la boca. Todas las sensaciones
que emanaban de su vagina, provocadas por esa gruesa verga ardiente y prohibida
estaban aniquilando su yo conciente, el ser de 16 a�os con una vida normal y
decente, todo eso felizmente en su mente estaba muriendo para convertirse en una
putita, la putita de su padre.



-"Ayy, Papii!!!"- grit� Marce ante las arremetidas salvajes del alcoholizado
hombre, con dolor y mucho placer mal contenido, olvidandose de todo que no fuera
su cuerpo y la maravillosa verga de Jorge.



-"Asi, asi Faby, ya sabes como me gusta que me llames"- le decia el hombre sin
dejar de meterle la verga con fuerza. -"Comportate, como mi putita rica, como te
ense��. Dime lo que quiero oir"- Marce sentia una necesidad imperiosa e
incontrolable de complacerlo y al mismo tiempo sabia que al hacerlo se sentiria
deliciosamente mas puta.



-"Si, papi!!! metemela duro, mas fuerte, soy tu puta!!! soy tu hembrita!!!"- La
chica no dejaba de gemir y retorcer su cuerpo, tratando de calmar el ardor de su
vulva y al mismo tiempo renovar y multiplicar las gozosas sensaciones de la
violaci�n que le estaban practicando. -"Papi, que rico me coges!!! no dejes de
metermela!!!"-



Jorge comenz� a bufar como un toro reforzando el impetu de sus arremetidas,
metiendo cada vez mas profundamente su verga al ir venciendo la resistencia de
la virgen vaginita de su hija.



Pronto, debido al alcohol y lo apretado del co�ito de la chica, el padre de
Marce se vino en su interior. Marce se estremeci�, su cuerpo ya reconocia esa
sensaci�n caliente en su vientre, pero su subconciente reconocia tambien que era
su propio padre quien la trataba como puta y la llenaba de su leche prohibida,
lo que la hacia estremecerse aun mas de placer.



Jorge sigui� moviendo su ya menguante verga mientras Marce movia las caderas
tratando de instintivamente exprimirle hasta la �ltima gota de s�men.



-"Asi mi putita, como lo haria mi Marce, mi nenita apretadita!!"- dijo Jorge
casi entre dientes creyendo dirigirse a Faby, pero las palabras que llegaron
apenas a oidos de Marce la hicieron estremecerse peor de lo que lo habia hecho
durante toda esa sesi�n, su orgasmo naci�, creci� y se reprodujo en segundos en
todo su cuerpo, explotando con tal fuerza que no podia controlar el temblor que
le ocasion� por varios segundos interminables. Marce se daba cuenta de lo que
aquellas palabras significaban, que su padre la encontraba atractiva, que su
padre la deseaba y hasta fantaseaba con poseerla. El orgullo de hembra no solo
hinch� el pecho de la chica, sino tambien sus sensaciones las cuales multiplic�
y as� sin mas, sin preparaci�n y sin saber aun lo que era sinti� su primer
orgasmo encadenado, su primer orgasmo multiple y se sinti� una mujer plena.

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