Hola a todos me llamo Marco, soy de Argentina y lo que me propongo a narrar a continuación
fue, sin duda alguna una de las experiencias más gratificante de mi vida
de joven y de ser humano.
Primero
que todo tengo 18 años, mido 1.80, soy robusto, ojos miel y pelo con bastantes
entradas (maldita calvicie hereditaria). Y mi experiencia sucedió hace
un año más o menos, en mi gira a la ciudad de San Carlos de Bariloche
(sin dudas uno de los lugares más paradisíacos del planeta).
Recuerdo
que ese mes de agosto estábamos preparando todo para el viaje, ropa, abrigo,
y como no pueden faltar las bebidas para entretenernos en el viaje (el viaje desde
mi ciudad hasta Bariloche dura aproximadamente 36 h.)
Bueno
estaba todo listo y partimos, en uno de los tres colectivos que viajaba (todos
de mi colegio) estábamos mis compañeros y compañeras divirtiéndonos,
tomando y cantando y por ahí como decimos los argentinos haciendo el "chamullo"
(la conquista) con alguna compañerita.
Yo
venia dándole duro a la bebida y fantaseando con las mujeres de Bariloche
(para que conozcan - toda la juventud de Argentina hace su gira de curso a Bariloche
y en los boliches se encuentran todos y todas- y yo venía planeando alguna
forma de deshacerme de mi virginidad y en lo posible con un hermosísisima
mujer y no con una cualquiera). A fin de cuentas llegó la noche al colectivo
y todavía seguíamos todos cantando y tomando (algunos ya muy machados)
pero yo, ni lento ni perezoso, me aventuré a charlar con una compañera
que hace tiempo veníamos hablando. Tratando de concretar algo. me senté
a su lado y le dije:
-Hola Carito
(Carolina es su nombre, es una de las mujeres más perfectas de la faz terrestre,
tiene pelo castaño claro-rubio. Ojos café, una carita hermosa, un
cuerpo infartante con unas piernas hermosas, una cola que si bien no es pequeña
es muy bien formada, y la mejor parte, unos pechos... ¡¡¡por
favor!!! ¡ENORMES!
Además
es alta, muy buena muy lista y en fin me dejé llevar un poco (la verdad
es que estoy enamorado de esa mujer). Bueno les decía... :
Hola
Carito, ¿qué tal la estas pasando?
Ella me miró y me
dijo: - ¡Muy bien re divertida!
Y ¿ya estás pensando qué
vas a hacer cuando llegues allá? Le dije
Ella dijo: Y sí... pero
depende de vos. Cuando ella dijo eso yo casi me caí para el suelo. No sabía
si era efecto del alcohol, pero la verdad la respuesta me shockeo.
¡¡Ah
bueno!!! Respondí yo... :- Mas vale que allá no te hagas la tonta
porque mira que te mato... y ella dijo: No, sé muy bien lo que dije...
Yo ya quería estar allí.
Llegamos
a Bariloche luego de un viaje agotador, pero la idea de Caro me ponía a
diez mil. Nos instalamos en el hotel y con mis amigos salimos a tomar unas cervezas
y unos vinos (somos muy borrachines) Y cuando llego la primera noche de la hermosa
ciudad nos fuimos al boliche "GRISU", donde yo la esperé a ella
en la puerta, y cuando la vi, me quedé observándola unos instantes,
era bella.
Vestía una remera
corta ajustada que dejaba ver cómo se juntaban esos hermosos pechos que
sólo ella tiene, y una falda con ,unos zapatos altos, la verdad una diosa.
La llamé y le pregunté si quería tomar algo a lo que me respondió
que claro.
Fuimos hasta la barra
del boliche y le pedí un balde (un cócktel muy grande con diversas
bebidas blancas y otros atributos que está muy buena) y nos sentamos a
disfrutarlo solo los dos.
Primero le pregunté si le hacia frío
así vestida y me dijo muy tranquila que no, yo por mi parte con sólo
verla la sangre me hervía por las venas.
Seguimos
trago a trago hablando de nada y de todo (la verdad es que con ella además
me una amistad única ya que sabe muchísimo de mí como yo
que ella y generalmente nuestras miradas o gestos dicen mucho más que palabras).
Y estábamos allí haciéndonos caritas y sonrisas, y con el
tiempo el alcohol ya nos estaba haciendo efecto y le pregunté si quería
bailar, afortunadamente ella respondió afirmativamente.
Bailamos
muy juntos, yo no aguantaba las ganas de besarla, me mordía la boca y no
podía dejar de ver sus labios, ella hablaba y yo no la escuchaba sólo
veía su sensual boca moverse sin emitir sonido alguno. Yo acerqué
más mi cara y comenzamos los roces de labios y los contactos entre los
cuerpos al bailar el Potro Rodrigo (Perdón, pero AGUANTE EL CUARTETO) cuando
yo, desesperado (para ese entonces mi pene ya estaba que reventaba) le recordé
sus palabras del colectivo y le decía que yo, de esa noche no la dejaba
pasar y ella se reía y me decía:
-Yo
ya te lo dije, está en vos. Y yo ya casi sin paciencia le rocé una
vez más los labios y muy hábilmente le robé lo que sería
el primero de muchos besos de esa noche, pero como cualquier primer beso con una
mujer es muy especial. Rápidamente nuestras lenguas se juntaron y nuestra
saliva comenzó a mezclarse, yo solo atiné a cerrar mis ojos y a
acariciar su espalda subiendo hasta sus cabellos , y ella replicaba de igual manera.
Luego de minutos de apasionados besos , yo comencé a besar su cuello ,
mientras ella lo disfrutaba haciendo su cabeza hacia atrás permitiéndome
besar su bello y largo cuello. Proseguí en besar su lóbulo de la
oreja y sucesivas caricias tratando de encender en ella la misma pasión
que ya me abordaba a mí por el sólo hecho de tenerla a mi amada
"amiga" entre mis brazos. Ella quiso replicarme su pasión y comenzó
a besar mi pecho, luego de haber abierto previamente el botón superior
de mi camisa. Esto me puso a mil por hora , e inconscientemente le dije al oído
si quería que salgamos del boliche y nos vayamos para el hotel donde nos
alojábamos a lo que ella respondió con una voz de lujuria y pasión
que... sí.
Salimos abrazados,
besándonos y yo paré un taxi , le abrí la puerta y nos ubicamos
en el asiento trasero, le dije al maestro que manejaba que nos lleve al hotel
(Aguas de Sur, hab. 213, para ser exactos ) a lo cual él me afirmó
con la cabeza y a través del retrovisor me hizo un guiño con el
ojo. Volviendo a la acción yo proseguí a besarla y en ese momento
accidentalmente ( por ser el lugar) le toqué una de sus hermosas tetas
y ella extrañada me miró y me dijo : - Acá no, espera hasta
el hotel. El camino se me hizo eterno y eso que sólo estábamos a
unas cuadras. Al llegar recuerdo de la calentura que tenía ni escuché
el monto del viaje, sólo le tire diez pesos ( diez dólares) al taxista,
cerré la puerta y corrí a abrazar a Caro, empujé la puerta
del hotel, me acerqué a recepción, pedí la llave de mi habitación
y nos dirigimos al ascensor. En el elevador, comenzamos ( o mejor dicho) continuamos
besándonos y abrazándonos , cuando ella tocó mi pene a través
del pantalón, a lo cual se rió y me dijo : - No perdés el
tiempo. Yo sólo le respondí con un beso.
Llegamos
a mi habitación, abrí la puerta y la tendí en la cama mientras
la besaba (por suerte ese día mis amigos no llegaron machados y no nos
interrumpieron) . Yo comencé a bajarle el cierre de la pollera y ella me
lo impidió, se incorporó de la cama y comenzó a desabotonar
mi camisa mientras nos besábamos , Yo ni lento ni perezoso, comencé
a levantarle su remera y quedaron ante mí los pechos más grandes
que vi en mi vida. Automáticamente comencé a masajearlos a través
de su brassier y ella sólo respondía con gemidos que a mí
me excitaban aún más.
Dada
mi poca experiencia , no encontraba la forma de desprenderlos sin ver los ganchillos
(estábamos enfrentados) y ella cariñosamente me ayudó. Al
verlos caer sin su sostén se cumplió el sueño de mi vida.
Instantáneamente me llevé uno de sus pezones a mi boca , y con la
otra mano libre acariciaba su otro pezón, ella gemía y me decía:
por favor, más...así. Y sus palabras me ponían más
ardiente. Su perfume corporal era magnifico y muy afrodisíaco. Yo comencé
a bajarme los pantalones y ella hacía lo suyo con su pollera. Quedamos
sólo en interiores y ella, tímidamente me preguntó si podía
tocar mi miembro, a lo cual yo gustosamente accedí . Ella bajó mi
slip , y tomó mi erecto miembro en sus manos, lo miraba y lo examinaba,
mientras también lo sobaba , para mí era un placer único,
ver su cara angelical e imaginar que en momentos más sería mía
, sólo mía.
La tomé
de las manos la incorporé, y comencé a besarla y a masajearle los
pechos mientras la deslizaba en la cama. Yo me ubiqué entre sus piernas
y comencé a besar su ombligo luego bajando hasta el borde de su tanga.
Comencé a lamer su exterior y su contorno, el olor y el verle mojado me
excitaba aún más. No podía escuchar sus palabras de piedad,
para mí era lo más hermoso del mundo. Comencé a bajarla muy
lentamente , mientras besaba cada centímetro de su selva, perfectamente
contorneada. Luego (toda mi "experiencia" se debía a relatos
leídos y lo que había aprendido en la web) me armé de valor
y le pedí que abriera sus piernas para que pudiera apreciar su vagina,
ella ya fuera de sí por el éxtasis abrió sus piernas y yo
comencé a experimentar en esa nueva zona para mí.
Comencé
por abrirla lentamente y ver su vello color rosado y sus ya mojadas paredes ,
luego la besé apasionadamente y ella dio un pequeño chirrido de
placer. Yo proseguí con mi investigación y utilizando mi inexperta
lengua comencé a entrar en sus fauces de placer. Yo sólo sentía
el sabor de sus jugos de placer en mi boca y al rito de sus jadeos tuvo su primer
orgasmo mientras yo alejaba mi cara de sus pliegues y me preparaba insertar mi
pene. Antes ella abrió sus ojos y me dijo que me colocara un preservativo
a lo cual yo accedí inmediatamente, y ella en un acto de dulzura se ofreció
a colocármelo, pero yo pensé que ante su menor experiencia podría
llegar a ser riesgoso, así que terminé por colocármelo yo.
Reincorporándome
a la situación, ella abrió sus piernas cediéndome paso a
su abertura y yo guiando mi pene , apoyé la punta en su entrada... y ella
dijo: - Por favor haceló con amor y despacio que también, como vos
sabés, es mi primera vez... Yo sólo dije, Te amo y que la iba a
cuidar y si le dolía en cualquier momento paraba, ella respondió,
Te amo.
Al oír esto comencé
lentamente a presionar ante su estrecha vagina y vi en sus ojos unas pequeñas
lágrimas, pero ella me decía que siga. Yo arremetí nuevamente
y comenzó a entrar nuevamente hasta que me topé contra la resistencia,
en ese momento lo saqué nuevamente, y le dije: - Dame la mano y por favor
decime si te duele, ella tomó mi mano y la apretó con fuerza, esa
era su manera de decirme que prosiguiera. Tomé fuerzas y le introduje mi
miembro un poco más fuerte , oí un sonido y presioné con
fuerza, ella soltó un gritillo mezcla de placer y dolor, y me dijo, que
estaba bien. Yo ya estaba dentro de ella, la sensación era maravillosa,
tan cálido y placentero que no lo podía creer. Comenzamos a movernos
armónicamente al comienzo con un vaivén de placer, yo no pensaba
en lo que hacía porque no quería acabar muy deprisa, y ella gemía
y me decía:
Sí, ahhh.
Más, mmmff, ...Marco te amo y me besaba, yo sólo atinaba a gemir
y besarla en la boca y en sus pechos. Al cabo de unos minutos (creo, para mí
el tiempo se detuvo) ya acababa y ella me dijo: Por favor acabemos juntos. Yo
hice lo que pude y seguí mi movimiento hasta que no pude más y solté
todo mi reprimido esperma en una de las explosiones más grandes de mi vida,
mientras ella a su vez tenía su segundo orgasmo de la noche. Al terminar
caí fundido sobre ella ( la verdad, nunca imaginé que el sexo cansara
tanto) y nos abrazamos. Al cabo de unos momentos ella se levantó para ir
al baño y yo prendí la luz de la mesilla, vi las sabanas todas manchadas
( al sacarme el preservativo derramé semen en ella) y además un
fino hilo de sangre, lo cual no me asustó, pero al regreso de Caro le pregunté
cómo estaba ella, a lo cual me dijo que un poco adolorida, pero que muy
enamorada. Se acostó a mi lado, nos abrazamos y dormimos como dos verdaderos
amantes.
Al otro día, ella
no estaba en mi cuarto , mis amigos comenzaron a acribillarme a preguntas a las
cual yo (por ser mis amigos de toda la vida) respondí mientras me vestía,
tomé las sabanas, las metí en una bolsa, y salí rumbo a su
habitación ( ella dormía en la hab. 412) al llegar, toqué
la puerta y salió nuestra amiga llamada María Silvia, (le decimos
Mari) que me miró y dejó salir una risita picarona, luego me abrazó
(ella sabía de mis sentimientos por Caro) y luego llamó a Carolina.
Ella asomó su figura, bella como siempre, se paró frente a mí,
me dio un hermoso beso, y me dijo: Buen día dormilón, ¿por
qué no fuiste a comer?. Yo sorprendido vi mi reloj y eran las 15:20 h.
Y le dije que no había tenido noción del tiempo. Ella me preguntó
a dónde iba ahora y le respondí a la lavandería a lavar las
sabanas, ella me pellizcó y me dijo, vamos te acompaño. Camino a
la lavandería, me armé de valor y le dije lo que ella significaba
para mí y lo que yo anhelaba de ella, le propuse sin dudarlo si quería
ser mi novia, a lo cual ella, haciéndome de ese momento en adelante y hasta
el día de hoy ,el hombre más feliz del mundo, y espero que por mucho
más, que sí.
FIN
Espero
que les haya gustado, cualquier comentario hacerlo a :
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Gracias
y hasta la próxima