Esto me ocurri� en uno de mis viajes.
Estando en un pais de centroam�rica fui detenido y encerrado
en una c�rcel. No se porqu� la verdad. Nadie nunca me dijo nada. Yo soy delgado
y tengo aspecto de ni�a. Eso dicen de mi. Por lo que creo que fue eso lo que me
hizo pasar lo que sucedi� dentro y que me marcar�a para el resto de mi vida.
Al llegar a la prisi�n nos pusieron a todos en fila en las
duchas y nos dijeron que nos desnudaramos. Asi hice. Me qued� desnudo en es fila
mientras entr�bamos uno a uno a la ducha. Una vez dentro, dos guardias nos
mojaban con una manguera a presi�n. Cosa que no me hizo gracia. Despu�s de esto
pasamos a por nuestra ropa de preso.
Nuestra ropa de civil hab�a desaparecido y desnudos �bamos a
por la ropa que llevar�amos durante mucho tiempo. En otra fila esper� mi turno
hasta que lleg�. Un guardia me dio una ropa bastante �spera y desagradable de
color gris. Con �l hab�a mas guardias y un hombre con traje que se me qued�
mirando. Me vest� y me llevaron a mi celda.
Compart�a mi celda con otro hombre, bastante mas grande que
yo, que me mir� de forma extra�a. Era ya la hora de dormir cuando de repente un
guardia abri� la puerta de mi celda y me dijo que saliera. Me llev� a una
habitaci�n, era en realidad un cuarto de ba�o con dos puertas, por la que hab�a
entrado y otra. En �l hab�a ropa de chica y maquillaje y el guardia me dijo que
me pusiera es ropa y que pasara a la otra habitaci�n. Le dije que porqu� iba a
ponerme esa ropa, pero no termin� de dec�rselo y me golpe� en el est�mago
dej�ndome muy claro lo que deb�a hacer. El guardia sali� y me dej� all� solo. Oi
c�mo cerro la puerta de entrada por fuera. Me recompuse como pude y despu�s de
pensarmelo mucho me puse la ropa. Eran una minifalda roja abierta por los lados
casi hasta la cintura, un top negro de tirantes y un tanga negro. Tambi�n hab�a
unos zapatos de tac�n. Me vest� pero no me maquill�.
En ese momento recordaba las fotos que hab�a visto por
internet de travestis, esas con las que tantas veces me hab�a masturbado
mir�ndolas. Parecia toda una mujercita. No entend�a qu� hac�a yo as� vestido,
pero me lo imaginaba.
Abr� la puerta. Hab�a un pasillo y al final una puerta.
Recorr� el pasillo, sosteni�ndome como pude ya que nunca hab�a llevado zapatos
de tac�n. Abr� la puerta y me encontr� con la persona que estaba vestida de
traje cuando recog� mi ropa de presidiario. En el centro de la habitaci�n hab�a
una mesa con dos sillas. Me dijo que me sentara y que cenara con �l. Era un
hombre de unos treinta y pocis a�os. Yo en ese momento ten�a veinticuatro. Me
dijo que le hab�a caido bien al verme, por eso yo ser�a su "favorita" si no
quer�a tener un final bastante malo. En esto se levant� de su silla y se puso
detr�s de mi. Yo estaba asustado al oir eso, inmovil. Puso mi mano sobre mis
hombros y me empez� a acariciar mientras me dec�a que ten�a la piel muy suave,
baj� sus manos hasta mi pecho mientras me susurr� al oido lo "guapa" que estar�a
con el pelo mas largo y "maquillada". No se de d�nde, sac� una peluca negra y me
la puso y me dijo que no me la quitara. Despu�s se sent� y termin� de cenar. Yo
ya no pude comer mas, al menos no pude comer mas comida.
Ech� hacia atr�s la silla, se levant� y se sent� en un sof
que hab�a detr�s de �l. Se recost� y me dijo que fuera. Me levant� y fui hacia
�l y me dijo.
- Tenemos que ponerte un nombre. Sheila me gusta. Dime, �cu�l
es tu nombre?
Yo le respond�
- Qu�!!!!
- Que cu�l es tu nombre -me dijo enfadado y con mucha
autoridad-.
- Sheila -le respond�-.
- Bien Sheila. Ahora quiero correrme en tu boca. -y de su
bolsillo sac� una pistola.
No hab�a mas preguntas. Me acerqu� a �l y me agach�. Con mi
mano le desabroch� el pantal�n y saqu� su polla algo gorda, pero todav�a
fl�cida. Le masturb� un poco. Arriba y abajo, intentando recordar las fotos de
mi ordenador, de travestis, algunas de ellas preciosas y pens� que quiz�s no
fuera tan malo. Asi que, empez� a pasarle mi lengua sobre la punta despacio,
casi por intuici�n me la met� entera en mi boca, chup�ndola despacio. Empez� a
notar c�mo crec�a en cada mamada hasta que estuvo muy dura. Deb�a medir unos
dieciocho cent�metros o as�, no estaba seguro de ello. Lo que si estaba claro es
que comparada con la m�a era enorme. La mia es de unos doce cent�metros. Sigo
chup�ndosela, paje�ndole al tiempo, noto sus huevos duros. De repente me doy
cuenta de que a mi se me ha puesto dura y que me est empezando a gustar.
La saco de mi boca y le miro a �l. Est con los ojos cerrados y la cabeza
hacia atr�s, disfrutando casi como yo.
Sigo masturb�ndole mientras paso mi lengua por sus huevos,
bien duros. En esto que me coge de la cabeza y me gu�a hacia su polla para
segu�r chup�ndosela. De repente noto un l�quido salir en una de mis comidas.
L�quido preseminal era. En menos de un segundo pens� a qu� sabr�a aquello. As�
que le pas� la lengua sobre su capullo y sabore� aquello. Era excitante, yo
nunca hab�a hecho nada similar. A veces, cuando me masturbaba pensaba en que
estaba con una travesti brasile�a y que hac�amos un 69, era una idea que me
excitaba bastante. Segu� arriba y abajo durante poco mas, hasta que de repente,
not� un chorro en mi boca. Por instinto, cerr� la boca, no dejando escapar ni
una gota y traganco como pude, casi los primeros chorros entraron directos, casi
sin tragar. Al final me qued� con un poco en mi boca, saboreando aquello. Me
toqu� mi polla, y not� que ten�a unas gotitas, las mismas que hab�a probado
hac�a un poco con mi lengua. Me tragu� toda su leche y la verdad es que me
gust�.
Aqu�l hombre se irgui� y al ver que estaba totalmente limpia,
se guard� su miembro, que empezaba a disminuir de tama�o. Se levant�. Yo tambi�n
lo hice y me dijo.
- �Cu�l es tu nombre?
- Sheila -respond� yo.
- Bien Sheila puedes retirarte y ya nos veremos. Veo que te
ha gustado por el bulto de tu falda.
No recordaba que yo la ten�a muy dura y que se notaba con
aquellas faldas.
Sal� por la puerta recorriendo el pasillo y volviendo al
ba�o. Todav�a la ten�a dura de pensar en lo que hab�a hecho. Hab�a pasado de ser
el que ve fotos de shemales a ser una de ellas. Y eso me puso mas caliente. Una
vez en el ba�o me masturb� antes de cambiarme recordando lo sucecido. Ni que
decir tiene que no dej� ni una gota de mis fluidos. A partir de ese d�a me
encantan. Me puse mi ropa gris de presidiario y sal� de aquel ba�o. El guardia
que me llev� hasta all� me devolvi� a mi celda. Esa noche la dorm� seguida. La
verdad es que mi primera noche en la c�rcel no fue como esperaba.
Qui�n me iba a decir a mi que esa iba a ser una de las pocas
noches que dormir�a en mi celda. Pero eso ya os lo contar�.
Espero vuestas fotos de vuestros miembros depu�s de leer mi
relato. Mand�dmelas a POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO.
Un saludo a