DESPU�S DE UNA NOCHE DE COPAS
Aquella noche de viernes, recib� el llamado de Vicky (la
madurita que se parece a Piru) en mi tel�fono m�vil. Su marido hab�a salido
desde el d�a anterior y regresaba hasta la semana pr�xima; as� que ten�amos todo
el fin de semana para nosotros y para dos de sus amigas �ntimas. Ellas quer�an
salir a bailar un poco y a tomarse la copas, as� que me propuso ser el gu�a de
todas ellas. Esta acci�n me excitaba, ya que Vicky les hab�a comentado acerca de
nuestra aventura .
Salimos de la ciudad, era obvio que all� no pod�amos
"reventarnos", por ser peque�a y todas ellas son casadas, as� que las llev� a
una ciudad a 100 km de all�, y por cierto, donde una de ellas (Rossy) ten�a una
casa en la playa.
En el trayecto a esa peque�a ciudad, compramos cervezas y
botanas, as� que la traves�a se hizo amena, y en consecuencia fuimos calentando
motores, yo iba manejando y no me cansaba de verle las piernas por el espejo
retrovisor a Rossy, aunque Beatriz (la otra amiga madura de Vicky) ten�a unas
tetas de ensue�o (casi como las de Piru).
Fuimos a un bar donde tocan m�sica tropical en vivo y disco
en los intermedios. De inmediato entramos en ambiente, yo me sent� en medio de
Vicky y de Rossy. Sent�a la dureza de las piernas regordetas pero a�n duras y
calientes de Rossy. Charlamos de todo y como la festejada en teor�a era Rossy,
las dos casi me obligaban a que bailara con ella. La m�sica tropical es muy
cachonda y yo disfrutaba cada tallada de nuestros pubis, se pon�a de espaldas a
m�, y aprovech�ndonos de la semioscuridad del lugar y de los efectos de la
cerveza, restregaba las nalgas grandes y duras contra mi verga.
Debo admitirlo, me provoc� una terrible erecci�n que la
manifest� contra ese culo. Ella debi� notar la dureza de mi verga sobre su culo,
pero no dijo nada, al contrario, mov�a la cadera en forma salvaje.
Cada vez que nos sent�bamos, la otras dos iban al tocador y
ya descaradamente yo aprovechaba para tocarle las piernas a Vicky mientras ella
frotaba mi verga dur�sima con una de sus manos. Por un instante casi me provoca
una eyaculaci�n.
A medida que avanzaba la noche, las idas al tocador de las
otras dos maduras se hac�a mas tardado, as� que esos instantes eran aprovechados
por m�, met�a mi mano derecha entre las piernotas hasta tocarle la ropa interior
de encaje que tra�a, toqu� la suavidad de sus vellos p�bicos y en un descuido le
introduje el dedo medio hasta el fondo, estaba empapad�sima de sus propios
jugos.
Abr�a las piernas m�s y m�s, mientras en movimiento r�tmico
de mis dedos en su vagina se hac�a mas acelerado. Explor� cada mil�metro de su
empapada panocha, iba a introducir un dedo en su culito cuando la presencia en
la puerta del tocador, de Vicky y su otra amiga impidieron este acto. Yo estaba
bien caliente y ya quer�a cogerme a Rossy, se lo murmur� al o�do, y ella, al
escuchar esto, sonri� sin darme siquiera una esperanza.
Nos fuimos hasta que cerraron el bar. La m�s tomada era
Beatriz. Nos ibamos a quedar en la casa de playa de Rossy, as� que hacia ese
lugar nos dirigimos. Me llam� la atenci�n de que Vicky parec�a ignorar todo lo
que hab�a pasado con Rossy en el bar. Al llegar a la casa y con el pretexto de
que solo hab�a una habitaci�n disponible limpia, los cuatro nos introducimos en
ella. Decidimos ba�arnos para quitarnos la pesadez de las cervezas y las tres se
cambiaron de ropa; Rossy se coloc� unos jeans, que le resaltaba su culo gordo.
En ese momento fue cuando Vicky al ver mi c�mara digital, propuso tomarnos a m�
y a Rossy una serie de fotos como en esas antiguas fotonovelas, que le�a en mi
adolescencia.
Por supuesto que yo acept�, y empez� la sesi�n fotogr�fica,
mientras tomaban ya no cerveza, sino refrescos de cola. Rossy sali� de la
habitaci�n y volvi� a entrar como si fuera la cl�sica vecina que pide az�car o
algo por el estilo.
Le abr� la puerta y empec� a jugar su juego.
E inici� el "faje real", me le acerqu� a sus nalgas y empec�
a frot�rselas con ganas, pronto mi verga se endureci�, de reojo vi a Beatriz que
empezaba a frotarse las piernas con sus propias manos y se sacaba una teta.
Estaba sentada sobre el piso, con falda corta, as� que era relativamente f�cil
verle las piernas.
Empec� pas�ndole mi lengua por el l�bulo de la oreja, Rossy
cerraba los ojos y se dejaba querer, mientras mov�a sus nalgotas gordas, segu�
con el tratamiento ahora sobre su cuello y espalda. Empec� a desnudarla
sac�ndole primero el jeans ajustado, le vi las bragas de color negro, al perecer
era su color favorito, luego ella misma se quit� la blusa.
Me inclin� un poco de manera que pudiera besarle las
nalgotas, ella segu�a de pie. Le explor� el culo, reci�n aseado y con olor a
crema. Con mis manos le abr� un poco las nalgas y empec� a darle peque�os sorbos
y a introducirle la lengua en el culito, que pronto se humedeci�.
Ella mismo se volte� quedando su vagina ya h�meda frente a mi
boca, entend� esta acci�n, as� que ahora la zona "castigada" eran sus labios
mayores y menores, su Monte de Venus y en general toda su �rea p�bica.
Mientras tanto Beatr�z disfruta esa escena, d�ndole duro a su
vagina con unos de sus dedos, ten�a la pantaleta casi a las rodillas y estaba
m�s abierta que nunca- Vicky segu� tomando las im�genes con una mano y con la
otra se tocaba la vagina, no tra�a ropa interior.
Suger� a Rossy que me mamara la verga, pero argument� que
nunca lo hab�a hecho y que no se sent�a segura, as� que no insist� m�s, supe
comprender. Estas mujeres siempre hab�an estado atadas a cuestiones morales
anticuadas y a�n m�s viviendo en la provincia. La religi�n era prioridad en
ellas. As� que estos momentos era el destrampe de estas mujeres maduras.
Segu�a con mi tratamiento especial en la vagina de Rossy, de
vez en cuando alzaba la mirada para observarle el rostro excitado. Hasta que
lleg� un momento en que no soport� m�s y en una mezcla de gemidos y sollozos
suplico: "ya.....gordito..ya..m�teme esa preciosidad de verga.....ya ..ya la
quiero aqu� en mi cosita"
No dude ni un segundo y me acost� de espaldas en la cama,
Rossy no esper� a que me acomodara bien y ya estaba arriba de mi
verga.......solo le supliqu� que me espera un segundo....y le ped� el favor a
Vicky que me colocara un preservartivo.
Rossy se introdujo mi verga de un solo movimiento, se le fue
hasta el fondo, empez� la cabalgata, mis test�culos chocaban con sus nalgas,
mientras mis manos jugueteaban con sus tetas maduras. Parec�a conformarse con
esta posici�n y as� estuvimos largo rato.
Beatriz segu�a masturb�ndose como si con esta acci�n anulara
todas aquellas veces que dese� tocarse a escondidas y explorarse la pepita, pero
que en su adolescencia en esos colegios religiosos eran un pecado mortal.
Vicky, por momentos dejaba en paz la c�mara y se dedicaba al
arte de la masturbaci�n.
Cuando present� que el pulso de Rossy se aceleraba
notablemente y que sus gemidos se intensificaban, la puse en posici�n de "a
perrito" y la penetr� suavemente . mis movimientos de cadera se fueron
intensificando. De pronto el estallido final, sent� como Rossy contra�a las
nalgas y mientras dec�a: "me vengo, me vengo papito..as� c�geme rico, cogem� as�
rico....dame esa verga rica, as� papito", sent� las contracciones de su h�meda
vagina. Hab�a obtenido un orgasmo maravilloso..segu� bombeando, quer�a venirme
ya, estaba realmente excitado y la imagen de las otras dos maduras masturb�ndose
y obteniendo un orgasmo me pon�a mas cachondo.
Cuando present� que estaba por venirme, saqu� mi verga de
Rossy y las convoqu� a una reuni�n, me quit� r�pidamente el preservativo, y
vaci� chorros de semen sobre las tres, en sus caras. Restregaba mi verga sobre
cada una de ellas, en sus tetas, mientras el semen vertido se escurr�a dejando
unas huella de ensue�os.
Nos quedamos dormidos los cuatro, era ya de madrugada . M�s
tarde comprend� todo, en boca de Vicky. En realidad esa noche celebraban el
cumplea�os numero 48 de Rossy, as� que una leve sospecha cruz� mi cabeza: todo
hab�a sido planeado para que ella la "pasara bien".
As� que me sent� orgulloso de haber contribuido en esa noble
acci�n. El s�bado nos levantamos a medio d�a, cocinaron un rico desayuno..nos
ba�amos en la playa. Todo lo que quedaba del s�bado y del domingo se lo dediqu�
a Vicky, despu�s de todo yo era su amante oficial; aunque por mi cabeza no
descartaba la idea de cogerme a Beatriz. Ser�a en otra ocasi�n...quiz�s?.
Como recuerdo de esta aventura me quedan las fotos, que
conservo celosamente, no vayan a caer en malas manos. Regresamos a nuestra
ciudad el domingo por la noche, al d�a siguiente las tres damitas, continuar�an
con sus vidas de amas de casa abnegadas y madres de familia resignadas al hogar
y yo, so�ando con cogerme a Piru, a trav�s de Vicky y de las tetas de Beatriz.