Mi esposa, yo y un perro gigante
Hace 10 a�os que nos casamos con mi esposa, y lo primero que
hicimos en nuestra luna de miel, fue, compatibilizar todos nuestros deseos,
criterios y ambiciones. En una de estas, incre�blemente compatibilizamos en el
�mbito sexual, y lo curioso que era es que ambos dese�bamos tener una fantas�a
er�tica zoofilica.
En una ocasi�n hab�amos intentado hacerlo yo, ella y un
perro, pero que lamentablemente, no nos dio resultado, por motivo que el perro
no tomaba atenci�n a lo que le insinu�bamos, pese a todo el esfuerzo que hicimos
por motivarlo; y �l, solo se iba de aqu�, para all�, dentro del dormitorio en
donde est�bamos. Frustrado nuestra fantas�a, nos dijimos que nunca lo har�amos,
porque cre�mos que todo eso solo era un invento, y que entre el hombre y los
animales, nunca podr�a haber nada.
Pasado el tiempo, pr�cticamente en estas fechas, es que
casualmente le� un relato con respecto a una mujer que hab�a logrado tener un
contacto perruno, por medio del uso de los l�quidos obtenidos de una perra
hembra, los que se los hab�a friccionado en sus genitales, y que le hab�a dado
�ptimos resultados; esto pues se lo comente a mi esposa, y ella me dijo: �Crees
que resultar�a? Y yo le dije: No s�, pero �crees que valdr�a la pena intentarlo?
Y ella me respondi�: Porque no, hag�moslo. De esto yo me quede fascinado de
ella, yo cre�a que ella, ya hab�a perdido el inter�s en esta fantas�a, pero no
era as�, porque segu�a su inter�s por ello, aun cuando hab�a pasado mas de diez
a�os. Luego, de esto, buscamos la oportunidad para hacerlo, y no lo hab�a; ya
que en casa mis hijos que ya son un tanto grandecitos y que sus habitaciones
quedan muy cerca a las nuestras; no nos atrevi�bamos a hacerlo, por temor a
ocasionar alg�n esc�ndalo � ruidos que levantar�an alguna sospecha extra�a con
los animales; por esto, es que tampoco lo intentamos.
Pero, toda espera paciente y con calma, la vida siempre nos
la d�; y esto se presento para nosotros hace un mes atr�s; cuando un t�o
nuestro, tuvo que cerrar su panificadora y dar de vacaciones a sus empleados,
por motivo, que una de mis primas, se encontraba sumamente grave en otra ciudad
muy lejana del pa�s, por lo que necesariamente, ellos, optaron por viajar hasta
all�, con la finalidad de acudirla en sus necesidades elementales; Por esto,
ellos acudieron a nosotros, con el prop�sito de que pudi�ramos cuidarle la casa
y todo su local de elaboraci�n de panes, el cual no lo negamos, porque creemos,
que a la familia siempre se debe de acudir en los momentos de dificultades.
Cuando acudimos a la casa por las dos semanas que nos hab�an
solicitado, nos presentamos ante mis t�os que ya se iban al viaje; nos
entregaron las llaves de todas las puertas de calle y las habitaciones; y fue
grande nuestra sorpresa, al encontrar en el patio a un perro sumamente gigante,
esto debido a que este animal consum�a masa con levadura en forma cruda � seg�n
la explicaci�n que nos dio el t�o -, adem�s que no nos dar�a ninguna molestia
porque era sumamente manso y d�cil, y era cierto, porque no nos ladro ni dio
indicios que querernos atacar.
As� pasaron los dos primeros d�as, y en la zona donde vivo
precisamente en eso empezaba el periodo de celo de estos animales; y en eso
vimos desde la azotea de la casa mientras lav�bamos ropa, como un perrito lo
venia cruzando a una perrita en plena calle; y en eso, nos despert� la
curiosidad con mi esposa, y mirando al perro gigante, que se encontraba
durmiendo precisamente en la misma azotea; nos dijimos, Bueno, porque no
intentarlo, y ver que resultados nos da. As� fue que terminamos de lavar la ropa
en forma precipitada y ella se fue inmediatamente a la casa donde se encontraban
mis hijos al cuidado de sus abuelos � ya que no pod�amos llevarlos a ellos a la
casa que ven�amos cuidando, por la inmensa distancia que hab�a con respecto a
sus centros de estudios � donde tenemos una perrita hembra, que supusimos que
tambi�n deb�a estar en celo por ser su temporada; por tanto ella fue a sacarle
un poco de l�quidos de celo de sus genitales, en una toalla higi�nica femenina;
tal como lo hab�amos le�do en un relato.
De regreso ella en horas de la noche, luego de haber cenado;
acomodamos el dormitorio con un colch�n en el piso, y preparamos todo lo que nos
fuera necesario; luego, hicimos pasar al perro gigant�n a la habitaci�n, al
principio no quiso entrar, pero d�ndole manojitos de pan con miel, lo pudimos
atraer hasta el dormitorio, donde lo esper�bamos; y, ya estando el perro junto a
nosotros, inmediatamente nos empezamos a desvestir toda nuestra ropa; despu�s,
muy cuidadosamente nos fuimos acercando al perro, yo lo hac�a alcanz�ndole un
poco de miel en mis manos, y mientras que mi esposa lo iba acariciando la
espalda, la panza finalmente tocarle suavemente su pene, que era muy grande; y
as�, fuimos entrando en calor, en donde ella, pudo alcanzar ponerle la boca y
chaparle suavemente, y parec�a que le gustaba, porque no se mov�a, sino que
recostaba su cabeza en el piso, e incluso ya no quer�a la miel que le alcanzaba
en mi mano; situaci�n que aproveche, para acercarme a ella por detr�s, e ir
d�ndole una mojadita su conchita tambi�n, con la posibilidad de que estuviera
lista para cualquier situaci�n.
En seguida, me levante cuidadosamente, y fui hasta una caja
donde hab�amos guardado la toalla higi�nica, lo saque y lo lleve, y curiosamente
mientras me acercaba hacia el perro y mi esposa donde le iba masturbando y
chupadole; el perro, levant� bruscamente su cabeza, y empez� a olfatear por todo
lado, por ello, tuve que esconder en mis espaldas, pero el perro se levanto del
piso par�ndose y buscando de donde venia el olor que supongo que el lo sent�a;
pero yo, con un movimiento r�pido, pude frotarle la toalla higi�nica en la parte
de la vagina de mi esposa, y retirarme inmediatamente, y guardarlo nuevamente en
su bolsa y caja; cuando retorn�, ya el perro estuvo olfateando la conchita de mi
querida esposa que se encontraba con la espalda al piso, moviendo la cola de un
lado para otro � parec�a que esto iba dar resultado realmente � repentinamente
empez� a dar unos leng�etazos en la concha, casi metiendole la lengua a una
peque�a profundidad, el cual lo hac�a gemir inmensamente a ella ; as� que los
deje por unos cinco minutos.
Inmediatamente luego, le dije que se pusiera en cuatro patas
como las perritas, para ver cual ser�a la reacci�n del perro, tan pronto como se
puso ella as�, raudamente se subi� sobre ella, como queri�ndolo atravesarlo como
a una perra; pero no lo alcanzaba, a pesar de que ella empez� a acomodarse, pero
no lo pod�a hacer; por lo que, tuve que acercarme para ayudar, el cual,
tom�ndole el pene se lo acerque hasta la misma altura de la concha, el cual sin
ninguna dificultad y de un solo tiro se lo meti� todo, haci�ndole dar un salto y
un gemido que ni conmigo lo hab�a tenido; fue entonces as�, que el perro empez�
a moverse fren�ticamente en ella, y ella, empezaba a gozarlo, porque lo ve�a la
cara de sonrisa con la que me miraba y por el movimiento que ella misma le
llevaba al perro, que era sumamente r�pido, pero el perro parec�a incansable,
porque, ya eran mas de 15 minutos y no se vaciaba nada; por lo que opte decirle
suavemente al o�do, �Te gustar�a que te penetr�ramos en doble? Y ella,
movi�ndome la cabeza, me dijo: Que s�... As� que le dije entonces, que tratara
de zafarse del perro con un movimiento r�pido, para que se hiciera soltar,
porque el perro lo ten�a sumamente apretado con sus brazos; por tanto, en los
dos primeros intentos no lo logro; pero en el tercero si lo hizo, por el que el
perro quer�a agarrarlo nuevamente; pero en un movimiento r�pido ella logr�
ponerse sobre mi en forma de caballito, porque yo ya me encontraba a lado de
ellos en posici�n de cubito dorsal � mirando el techo � as� que luego, ella
sent�ndose en mi se atraves� el co�o con mi pene, en seguida, levantando un
tanto el culo el perro, se acomodo para que el tambi�n lo atravesar�, pero esta
vez por el ano; pero no le daba; por lo que opte separarme de ella, e
introducirme un poco mas debajo de ella, para alcanzar el pene del perro y
coloc�rselo cerca de su orificio anal; el cual, dio resultado, porque nuevamente
de un solo golpe se lo meti� todito y era sumamente grande, aun el doble del m�o
que es de un tama�o com�n entre todos los hombres; as� que ella, sinti� el
golpeteo, con un gran alarido, el cual lo dejo inerte sin movimiento por un
instante; pero mientras yo me iba colocando en mi posici�n, ella iniciaba a
moverse cuidadosamente, luego trate de alcanzarse la concha para penetrarlo
cuidadosamente, sin tratar de que se zafara del perro que le iba atravesando el
culo; habi�ndolo logrado penetrar su concha, entonces, hombre y animal,
iniciamos a taladrar aquella mujer ardorosamente, aunque yo lo hac�a un tanto
lento, con la finalidad como digo de no zafarnos.
Mientras, yo me encontraba debajo de ella, ve�a el rostro de
ella de c�mo lo disfrutaba delirantemente, casi babeando en mi rostro, por
momentos perdiendo la conciencia por los ojos exorbitantes que mostraba y
tambi�n por las muestras en sus besos apasionados que me daba, y que por
momentos me las succionaba tan fuerte que por poco me arranca la lengua. En eso,
repentinamente se qued� quita con un gesto de dolor en la cara y apret�ndome los
hombros con sus manos me dijo: Me rompe, me rompe, me rompe el maldito....
aaaahhh; yo al mismo tiempo tambi�n, sent� como algo totalmente descomunal le
penetro toda su profundidad anal, porque yo estaba penetr�ndole la vagina, y
sent� que mi pene quedo completamente apretado en ella; luego el perro, se movi�
con mas brusquedad todav�a, y ella, al parecer que a pesar del dolor lo
disfrutaba plenamente, porque dec�a: Eso, eso, eso... vamos hazlo con todo
amorcito.
Despu�s de un instante, me dijo: ooohhh, este infeliz se esta
vaci�ndose en mi ooohhh noooo; yo tambi�n, desde la vagina sent�a como le
soltaba cantidad de l�quidos, como de una manguera; tan pronto como dejo de
soltar sus l�quidos, el perro cruzo su pata izquierda y se puso culo con culo
con mi esposa, quedando �ntegramente abotonados como perro y perra; en eso, yo
lo aproveche para hacer mis movimiento en su vagina con mas facilidad, haciendo
inclusive mis movimientos mas bruscos con lo que ella tambi�n lo disfrutaba a
pesar de lo cansada que ya estaba; pero mi resistencia ya no daba para m�s, por
lo que en no mas de diez minutos, me solt� todo los jugos que ten�a por dentro;
por lo que ella, me pago con un tremendo beso de cari�o.
Por consiguiente, me zafe cuidadosamente de ellos que todav�a
estaban abotonados, con el fin de no hacerles un movimiento brusco que pudiera
ocasionarles un jal�n; y luego de una espera de casi 15 minutos se lograron
desabotonar; llegando a ella, chorrearle inmensa cantidad de semen de perro, y
�l, arrastrando su pene, que por lo menos ser�a de unos 35 a 40 cent�metros, y
ella, vi�ndolo dec�a: Todo eso me entr�?, yo simplemente me atinaba a decirle:
Bueno, te estas volviendo a partir de hoy una perra glotona... y ella solo se
quedaba riendo a carcajadas. Finalmente, sacamos al perro de la habitaci�n, y
nos dimos un ba�o tibio, d�ndonos la proposici�n de volverlo a hacer nuevamente;
el cual seguro que se los contare en otra ocasi�n.
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