Relato: Cubana que cas� con viejito mexicano

Me llamo Nidia soy cubana tengo 28 a�os mido 1.73 m peso 68 kg soy morena y tengo el pelo negro, lacio y largo hasta media espalda. No se si esto sea un relato er�tico, pero les voy a contar como me cas� con un mexicano y me vine a vivir a M�xico. Cuando a�n viv�a en Cuba contact� a trav�s de "amistarium" a un mexicano, nos estuvimos comunicando por internet durante casi 1 a�o, en ese tiempo �l me dijo que era un se�or de 65 a�os, se llamaba Manuel, med�a 1.60 m de estatura y 90 kg de peso, que estaba divorciado y andaba en busca de una mujer joven que lo hiciera sentir de nuevo la emoci�n de poseer a una mujer, me envi� varias fotos suyas y yo correspond� de la misma manera, le di mis datos generales, le dije que no me importaba la diferencia de edad, lo que quer�a era a un hombre sincero, cari�oso, apasionado y leal conmigo, tambi�n le envi� varias fotos mias. Como a los 6 meses de estarnos escribiendo me pidi� unas fotos de pie y de cuerpo entero con una minifalda y unas sandalias de tac�n alto porque me dijo quer�a apreciarme las piernas ya que esa era la parte del cuerpo de una mujer que lo volv�a loco, yo le di gusto, me tom� esas fotos y se las envi� y despu�s me escribi� dici�ndome si me gustar�a que me enviara una foto de su verga bien parada. Yo al principio me qued� sin saber que contestar, pero me gan� la curiosidad y le dije que si, que me enviara esa foto de su verga y as� lo hizo, me lleg� el correo con la foto donde se apreciaba su �rgano erecto. Despu�s de eso me pidi� una foto tomada desde abajo donde se apreciaran mis piernas abiertas y mis pantaletas debajo de mi falda, le di gusto tambi�n en esto y le envi� la foto. En lugar de contestarme por correo me llam� a mi casa, hizo una larga distancia a Cuba para hablar conmigo, me dijo "negrita me encantas, tus piernas me vuelven loco y me muero de ganas por estar entre tus piernas y dentro de tu pepa y se que la �nica forma de lograrlo es cas�ndome contigo, as� es que te env�o mis papeles ya sellados por Gobernaci�n, por Relaciones Exteriores y por la Embajada de Cuba en M�xico para que inicies los tr�mites del matrimonio. Estaba que no cab�a de gusto, Manuel quer�a hacerme su esposa, as� es que inici� los tr�mites. El matrimonio se efectu� a distancia, porque los papeles una vez firmados por mi y por el juez los tuve que enviar a M�xico ya sellados y aprobados para que Manuel los firmara y luego regresaran a Cuba, cuando esto sucedi� prepar� mi viaje a M�xico. Le escrib� a Manuel para decirle cuando llegaba, �l me pidi� que por ning�n motivo me tapara las piernas, que me vistiera con una minifalda o con un vestido cortito y unas sandalias de tac�n alto de aguja, pues lo primero que quer�a hacer en cuanto me viera era acariciarme las piernas. Yo le di gusto y me puse para el viaje un traje sastre de minifalda y saco negro con unas sandalias de tac�n alto de aguja negras y me dej� las piernas sin medias. Al llegar lo busqu� con la mirada y de repente vi a un hombre ya mayor con un cartel en la mano que ten�a mi nombre, entend� que ese era Manuel, cuando me tuvo frente a �l me rode� por la cintura, se me recarg� y me bes� en la boca, luego me abraz� muy fuerte. Nos encaminamos hacia el estacionamiento donde ten�a su coche, al llegar el abri� la escotilla trasera para guardar mi maleta y me tom� por atr�s recargando su verga entre mis nalgas y metiendo sus manos por debajo de mi falda me acarici� las piernas, me dijo "Nidia mi negrita ya eres mi esposa, ya eres mi mujer, ya eres mi hembra, ya eres mia, as� es que d�jate mamita, d�jame hacerte todo lo que yo quiera" y continu� recarg�ndome su verga entre mis nalgas y acarici�ndome las piernas, yo lo dej� que me hiciera todo lo que quisiera, despu�s de todo ya era mi marido y ten�a ese derecho y yo ten�a la obligaci�n de esposa de dejarme. Despu�s de disfrutarme un rato entramos en el coche y de inmediato me agarr� las piernas y me las fue acariciando todo el camino hasta su casa. Cuando llegamos me dijo "negrita a partir de ahora esta es tu casa y t� eres mi hembra", me tom� de la mano y me llev� a la rec�mara, ah� me cogi� por detr�s para recargarme su verga entre mis nalgas y acariciarme las piernas, sent�a como levantaba mi falda hasta que sus dedos sobaban mi concha. Luego me dio vuelta y me rasp� mi vientre con su verga y me bes� en la boca ardientemente mientras sus manos se met�an por debajo de mi falda acariciando mis piernas y levantando mi falda hasta agarrarme mis nalgas. Luego me record� la foto que le envi� donde la c�mara miraba por debajo de mi falda y me pidi� que le ense�ara las piernas as�. Le ped� que se tendiera en el piso boca arriba y luego me par� arriba de �l con mis piernas abiertas, cuando estuvo entre mis piernas y debajo de mi falda me dijo "que hermosas piernas tienes mi negra y que a toda madre se te ven tus pantaletas desde aqu�" y acarici� mis piernas en toda su longitud por adelante y por detr�s una y otra vez. Despu�s de esto me tendi� en la cama, me levant� la falda y me baj� las pantaletas, se sac� su verga y me dijo "�te acuerdas de la foto que te envi�? pues aqu� tienes mi verga en vivo y a todo color" y dicho esto se coloc� entre mis piernas y me enterr� su verga en mi concha hasta adentro, comenz� a frotarse suavemente dentro de mi pero conforme pasaban los segundos se fue frotando cada vez m�s fuerte haciendo crujir la cama donde est�bamos, se frot� largo rato dentro de mi hasta que finalmente estall� en una venida arrojando varios chorros de semen espeso y caliente dentro de mi concha. Yo qued� muy complacida al confirmar que la edad no tiene importancia, nunca se la di a la diferencia de edad de 37 a�os que hay entre Manuel y yo, �l est� viejito es cierto pero es muy cari�oso y apasionado conmigo, aunque debo confesar que tambi�n es muy libinidoso, lujurioso y morboso, pero a mi me gusta mucho mi viejito mexicano de 65 a�os y lo disfruto mucho cuando lo tengo entre mis piernas y su verga de 65 a�os est� toda dentro de mi concha de 28 a�os frot�ndose fren�ticamente dentro de mi y m�s lo disfruto cuando siento sus chorros de semen de macho viejo espeso y caliente inundando mi concha.

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