Relato: Una experiencia inolvidable





Relato: Una experiencia inolvidable

UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE



C�MO ENCONTR� EL AMOR A TRAV�S DE UNA EXPERIENCIA DISTINTA
GRACIAS A INTERNET



Era un d�a viernes por la noche. estaba solo en mi
departamento. No ten�a ning�n programa a la vista ni deseos de salir. Pense
entretenerme una rato en el computador. Lo conect� e ingres� a la red. "Un
poquito de pornograf�a no me vendr� mal, pens�" As� comenc� a buscar algunas
p�ginas con mujeres. Finalmente d� con una que me llam� la atenci�n era una
especie de directorio y ofrec�a una gran cantidad de fotos, debidamente
clasificadas. Mujeres con tetaa grandes y con tetas chicas. Viejas o j�venes.
Paje�ndose o culeando. Rubias o morenas. En fin, hab�a para todos los gustos.
As� comenc� a bajar algunas fotos que estaban bastante buenas por lo dem�s.
Despu�s de una media hora seg�� viendo las p�gina y en una categor�a dec�a
"Shemales". La palabra llam� mi atenci�n, no ten�a idea qu� pudiera significar.
Abr� la galer�a N�1 esper� un poco y apareci� la foto de una hembra rubia
despampanante con una mini ajustada que quitaba la respiraci�n. Unos ojos
inmensos, muy expresivos. Un par de tetas de otro mundo y un culo como para
enterrarse de cabeza. A medida que avanzaban las fotos iba apareciendo con menos
ropa. Finalmente qued� una minitanga roja que le quedaba espectacular. Luego una
de espalda con la tanga hasta las rodillas, lo cual permit�a ver la
majestuosidad de su culo. En la �ltima casi me caigo de espaldas: estaba
totalmente desnuda pero con una pija de miedo en posici�n firme. No pod�a creer.
Un cuerpo que cualquier mujer envidiar�a, pero ese miembro que muchos hombres
desear�an tener desentonaba, pero mirando de nuevo, comenc� a encontrarlo
sugerente, segu�a observando y era como para perder la cabeza.



Hice una carpeta y comenc� a bajar las fotos y guardarlas
celosamente. La verdad que nunca pens� que pudieran ser tan hermosas. Esa
afici�n la comenc� a fomentar casi diariamente, buscando nuevas p�ginas y nuevas
travestis. Mientras las bajaba imaginaba c�mo ser�a estar con una de ellas y
generalmente terminaba masturb�ndome. Ya las fotos de mujeres no me interesaban
para nada, al punto que las borr� todas de mi disco duro y s�lo coleccionaba
fotos de shemales. Comenzaron a obsesionarme hasta el punto que mis fantas�as
rondaban por mi mente la mayor parte del d�a. Deseaba poder estar con una. El
problema es que no sab�a d�nde diablos poder contactarme con una. En las noches
recorr�a diversas calles, pero s�lo encontraba prostitutas. Una noche que iba
camino a la casa, veo a una mujer que se amparaba un poco por las sombras, pero
era claro lo que andaba haciendo. Ya era algo tarde para detenerme, as� que tuve
que seguir y dar vuelta la manzana. Al llegar de nuevo, estaba ella conversando
con un automovilista, apoyada en la ventanilla, su falda costa dejaba ver su
trasero y el el�stico de la tanga metido dentro de su rajita. Sus piernan eran
fabulosas, meniuda pero bien formada, ten�a rasgos de adolescente. Me lament� de
mi mala suerte, pero como no me conformaba di vuelta la manzana nuevamente. La
situaci�n era exactamente la misma. Ya se me hab�a metido en la cabeza. a pesar
de verse muy femenina algunos rasgos evidenciaba de ser lo que tanto estaba
buscando.



Tozudamente di otra vuelta m�s, cuando llueg� al lugar mi
coraz�n dio un respingo. estaba sola. Detuve el auto cerca de ella y abr� la
ventanilla derecha. Ella se acerc� r�pidamente con un caminar muy insinuante, se
apoy� en la ventanilla y con una voz melosa me dijo: -"Hola, amor. �Quieres
pasarlo rico? Solamente con eso y ya mi pija estaba dur�sima, como en los
mejores tiempos. �"Depende de lo que entiendas por pasarlo rico" � le contest�.
Ella sonri� y dijo: "Pasarlo rico, es hacer todo lo que te gusta, mi amor"-
"Mmmm... imagino que eso ser� un poco caro" -"Mira, por ser la primera vez te
cobro barato y as� te haces mi cliente. �Qu� dices? �"La oferta es tentadora" �
contest�. "�Y de cu�nto estamos hablando? � "Bueno, eso depende del tipo de
atenci�n que desees. Una francesita te sale diez mil pesos y un polvito, as�
completo, sin contar el hotel 35.000. Pero te aseguro que lo pasar�s rico,
tranquilito sin que nadie te apure. Mi calentura iba en aumento. �"Bueno" � le
dije, "Podr�amos hoy comenzar con una francesita para conocernos mejor" � "OK"
me dijo y se subi� al auto. Su nombre era Aracely y ten�a 22 a�os. Una figura
espl�ndida. Al sentarse su falda se subi� m�s de la cuenta pero no le importaba
mucho. Pod�a verle una diminuta tanga roja. Para abaratar costos nos fuimos a
una parte solitaria donde seg�n ella no tendr�amos problemas. Mientras nos
dirig�amos al lugar aprovechaba para acariciarle las piernas. Su suavidad era
incre�ble. No pod�a creer que mis fantas�as estaban a punto de cumplirse.
LLegamos al lugar, era bastante sombr�o y solitario. Me estacion� y apagu� las
luces del carro. �"Ya papito" � me dijo. �"Primero me pagas" � Saqu� un billete
de diez y se lo pas�. Ella lo puso a contraluz para observarlo bien y lo guard�
en una carterita. �"Parece que eres algo desconfiada" � le dije. �"En este
trabajo no queda m�s remedio" � contest�. �"No te imaginas a las cosas que nos
exponemos noche tras noche".



Se puso de medio lado, mir�ndome y dijo: -"Ya mi amor, ponte
c�modo. Reclina el asiento" Le obedec�, qued� ligeramente inclinado, ya que
deseaba poder verla cuando hiciera el mam�n. Con mucha facilidad desabroch� mi
cintur�n, el pantal�n y la cremallera. Me pidi� que levantara las caderas un
poquito y me baj� el pantal�n. Luego baj� el slips y tom� mi miembro que ya
estaba algo jugoso. Lo observ� y me dijo: -"Parece que est�s bien calent�n"
�Eres r�pido para acabar? � me pregunt�. �"Eso depende de ti" � le dije. De
entre su sost�n sac� un pa�uelito de papel y sec� totalmente el miembro. Una vez
que hubo terminado se lo llev� a la boca. Innumerables veces me hab�an mamado la
verga, pero siempre con mujeres.Algunas lo hac�an mejor que otra. Pero not� la
diferencia inmediatamente cuando Aracely se lo introdujo en la boca. Lo hizo con
una delicadeza, con un oficio espectacular. Apenas rozaba el miembro con sus
labios, eso me produc�a una suerte de cosquilleo y placer muy intenso, al mismo
tiempo que me provocaba una ansiedad desesperante por querer m�s y m�s. Yo la
miraba extasiado como mi pija entraba y sal�a de su boca. A ratos se arreglaba
el cabello que se le iba hacia delante. Repentinamente cambiaba la t�cnica: se
lo dejaba entero adentro y lo acariciaba con la lengua o solamente dejaba el
glande y lo rozaba ya fuera con los labios o lengua. Tambi�n se lo introduc�a de
a poco, presionando con los labio a medida que iba avanzando. Realamente puso lo
mejor de s�. Tal vez para subyugarme y ganar un nuevo cliente. Eso no lo pod�a
criticar. Cuando not� que ya estaba pr�cticamente listo, comenz� con su
arremetida final, acompa��ndolo de quejidos y suspitos que me pon�an la piel de
gallina. El torrente fue inevitable. Inund� su boca. Ella se qued� quieta
esperando que saliera toda la leche y comenz� a retirarse con los labios
apretado con la finalidad que no se deslizara el semen hacia abajo. Fue un
detalle exquisito de su parte.



Terminada la acci�n abri� la puerta de auto para escupir el
semen que ten�a almacenado en la boca. �"Tienes una buena pija" � dijo
mir�ndome. Luego agreg�: -"Parece que estabas en veda, por la cantidad de semen
que derramaste. Ahora te dej� livianito" Yo la mir�, le acarici� el rostro y le
contest�: -"T� no estuviste nada de mal. Para ser sinceros es la mejor mamada
que me han hecho" Ella sonri� complacida. �"Entonces espero que me vuelvas a
buscar" �"Eso dalo por hecho" � contest�. Me arregl� la ropa, ella antes me
limpi� el miembro con un pa�uelo de papel. Me pidi� un cigarrillo y me pregunt�
si estaba apurado. Le pregunt� por qu�. �"Por nada especial" � me dijo. -"S�lo
para fumar el cigarrillo tranquila y aprovechar de descansar un poco. Cansa
estar tanto de pie y caminar todos los d�as". y se qued� en silencio abstra�da
en sus pensamientos. Al rato agreg�: -"Ojal� me traigas suerte y tenga una buena
noche". �"Vi�ndote lo hermosa y joven que eres no dudo que ser� as�"- le
contest�. Ella sonri� y dijo: -"No est�s tan seguro. Hay mucha competencia y
algunas se venden pr�cticamente por nada" No supe qu� decirle. Pero no pude
evitar sentir cierta simpat�a por ella y unos deseos de poder ayudarla, de
hacerla sentir que no estaba sola.



�Por qu� te dedicas a esto, Aracely? � le pregunt�. Me mir�
entre triste y molesta. �"Te aseguro que no lo hago por gusto. Todo el mundo
cree que somos unas degeneradas, unas viciosas desprovistas de coraz�n y
sentimientos. Nos miran y tratan como a la peste misma. Pero en la noche nos
buscan para saciar sus instintos m�s asquerosos. Es verdad que entre nosotras
hay de todo, como suele suceder en todas partes, hay ladronas y viciosas, pero
no todas somos iguales"



Hablaba con mucho sentimiento y honestidad, me conmovi� y mi
simpat�a hacia ella fue creciendo a medida que la escuchaba. �"Trabajo en esto
porque en este pa�s hay muchos prejuicios y cuesta hacerse una situaci�n de
manera honesta. Todo el mundo te descalifica, te aparta o quiere sacar provecho
de ti. Yo, en la medida que puedo ahorro un poco d lo que gano para poder
independizarme, estudiarl algo y no depender de nadie, tambi�n para salir de
este medio antes que envejezca demasiado. Tal vez encontrar una pareja estable y
tratar de ser feliz".



Jam�s me habr�a imaginado el drama que se escond�a tras esta
jovencita hermosa cuyo �nico pecado era estar en un cuerpo equivocado. Menos a�n
que ten�a sue�os, esperanzas y cre�a en el amor. Not� que tiritaba un poco. Al
parecer ten�a fr�o. No andaba muy abrigada que digamos y aunque la noche no
estaba muy helada tampoco era para descuidarse. �"Espera un poco" � le dije. Me
baj�, abr� la maleta y saqu� una chaleca que ten�a all�. La tom� y la coloqu�
por sobre sus hombros. Me mir� tiernamente y dijo �"Gracias. Eres muy gentil" y
se la acomod�.



La ve�a tan hermosa a la vez que desvalida, terriblemente
sola. Deseaba poder hacer algo por ella. Es cierto, apenas la estaba conociendo,
pero me inspiraba confianza, la encontraba muy honesta en su discurso. La
observ� mejor, si bien es cierto estaba vestida de manera provocativa, sus ropas
eran muy humildes, se notaban arregladas y zurcidas una y mil veces,
reacondicionadas para dejarlas m�s sugerentes, pero los esfuerzos eran vanos. De
lejos pod�a pasar, pero de cerca imposible. me parec�a que estaba llegando a
l�mites peligrosos, que estaba a punto de traspasar ciertas barreras y que no
deb�a hacerlo. Pero a sabiendas de todo ello le dije: "�Me aceptar�as una
invitaci� a tomar un caf�?" �Me mir� sorprendida. �"�Me hablas a m�? � dijo. �Me
est�s convidadandoa tomar un caf�? �Est�s seguro de querer hacerlo? Si me cab�a
alguna inseguridad su pregunta me hizo despejarla inmediatamente. �"Por supuesto
le dije. Si no tuviera la seguridad no estar�a dici�ndolo. Adem�s me sentir�a
orgulloso de estar acompa�ado por una damita hermosa como t�". �"Bueno, si es
as�, acepto" � dijo.



Arranqu� el carro, pensaba d�nde llevarla. Mi temor era que
alg�n conocido pudiera verme. Su manetra de vestir no era la m�s apropiada ni
tampoco en las mejores condiciones. Finalmente la llev� a un local de esos que
tienen atenci�n al auto. Pedimos dos caf�s y dos emparedados. Aracely com�a con
mucha fruici�n. Se notaba que ten�a hambre atrasada. Le pregunt� si quer�a otro,
me mir� con carita de duda, pero finalmente accedi�. �"Gracias" me dijo. �"Desde
ayer que no com�a nada". Fue como si me hubiese dado un martillazo en la cabeza.
�C�mo pod�an suceder estas cosas? �Tan mal est�s? � le pregunt�. �"Tan mal
estoy" �contest�. �"Hace tres d�as que no me levanta nadie y adem�s la polic�a
que molesta mucho y para que nos dejen tranquilas debemos hacerle cierto
favores" Estaba comenzando a conocer un submundo que desconoc�a.



Ella viv�a sola, compart�a su habitaci�n con una compa�era de
trabajo Flaviana. Ambas eran como hermana y se aydaban entre s�. La historia de
ambas muy similar, sus familias las hab�an repudiado, s�lo se ten�an ellas.
Flaviana era menor, ya que ten�a apenas 20 a�os. Me pidi� que la dejara donde la
hab�a encontrado, al llegar me dijo que esperaba verme de nuevo. Me dio un beso
en la mejilla y se baj�, no sin antes agradecerme por mis atenciones y la
chaleca que dej� cuidadosamente doblada en el asiento. Le pregunt� si ten�a
tel�fono. Me dijo que no. Entonces le di el de mi celular y que me llamara para
lo que fuera.. Tom� el papel y lo guard� dentro de su sost�n.



De este acontecimiento pasaron tres semanas en las cuales
ten�a una lucha interna entre ver o no a Aracely. Estaba dudando ya de mi
orientaci�n sexual. �Por qu� me atra�a tanto este tipo de personas?
Especialmente ella. No recordaba que con alguna mujer me hubiese pasado algo
similar. Algo misterioso ten�a que me atra�a de manera irreversible. Trataba de
buscar mil distracciones, pero siempre volv�a a lo mismo. Algunas noches pas�
por aquella esquina, pero jam�s la divis�. Pns� que as� ser�a mejor. Si no la
ve�a y no ten�a como ubicarla no me quedaba m�s remedio que resignarme. Una
noche, como a eso de las diez, me dispon�a a acostarme cuando son� mi celular.
Mir� en el visor no ubicaba el n�mero. Contest� y era Aracely. Su voz estaba
quebrada, se notaba muy asustada. Le pregunt� que le suced�a, pero no me quiso
decir por tel�fono. Me pregunt� si pod�a verme en la miasma esquina donde nos
hab�amos conocido. Le dije que bueno, que en media hora m�s estar�a por all�.
Dijo que me estar�a esperando.



Al llegar la divis� de inmediato. Llevaba un top que dejaba
su ombligo al descubierto y unos jeans muy ce�idos que resaltaban completamente
su armonioso cuerpo. Su cola estaba preciosamente formada. Me detuve y se subi�.
Me salud� con un beso en la mejilla. �"Gracias, Juan Carlos por venir" � dijo.
�"No te preocupes" � contest�. �"Me dejaste muy preocupado. �Qu� te sucede? �
pregunt�. Sus ojos estaban brillantes por las l�grimas. Abr� la guantera saqu�
unos pa�uelos de papel y se los di.



-"Es Flaviana" � me dijo. �"Mi amiga, mi hermana. La polic�a
la detuvo. Todo porque no quiso complacer a uno de ellos. Se la llevaron a la
Comisar�a. Si no se paga la multa la tendr�n detenida m�s de una semana y quiz�s
c�mo la ir�n a tratar" y lloraba amargamente. Yo no ten�a idea qu� pod�a hacer
en un caso as�. Y le pregunt�: -"�Y que se puede hacer en estos casos? -"Solo ir
a la comisar�a y pagar la multa. As� la sueltan inmediatamente. Ese es el favor
que deseaba pedirte, Juan Carlos, perdona lo sinverg�enza que te pueda parecer.
Pero no ten�a a nadie m�s a quien acudir. El dinero no te lo puedo devolver,
pero a cambio podria... �No la dej� terminar. Sab�a lo que me propondr�a. No lo
deseaba. �"Est� bien. Vamos a rescatar a tu amiga. Dame la direcci�n" le dije
en�rgicamente. Me indic� el camino. No quedaba lejos. �Quien dir�a que algunas
vez iba a estar en una comisaria con una travesti para rescatar a otra?



Entramos, me sent�a algo molesto por la situaci�n, pero bueno
si ya estaba en el baile no quedaba m�s que seguir bailando. Hab�a polic�as por
todas partes. Lleno de vagabundos, gente de mal aspecto, prostitutas, en fin el
universo era bastante variado. Nos acercamos al oficial de guardia. Aracely le
explic� la situaci�n. Me pregunt� cu�l era el nombre de la detenida. Mir� a
Aracely con cara de interrogaci�n. �" Luis Fern�ndez Andrade" � dijo. �Y su
alias? � pregunt� el sargento secamente. �"Flaviana" � contest�. El polic�a mir�
unos papeles y dijo: -"Est� detenida por vagancia y ejercer la prostituci�n de
forma ilegal . La multa tiene un valor de cincuenta mil pesos. �La van a
cancelar? Asent� con la cabeza. Saqu� mi billetera, el efectivo no me alcanzaba,
pregunt� si pod�a pagar con un cheque. Me dijo que s�. Lo extend� y se lo pas�.
�"�Cabo P�rez! � grit�. "Tr�igase al maric�n que se hace llamar Flaviana. Sus
amigos vinieron a buscarla" -�A la orden mi sargento" dijo y se fue. al poco
rato volvi� acompa�ada de una morena despampanante, con un rostro hermoso, unos
labios carnosos muy sensuales. Una falda elasticada que le quedaba como una
segunda piel. Su cabello ondulado de un tono levemente cobrizo ca�a
graciosamente sobre sus hombros. No era muy alta, su fpisico muy armonioso. Su
rostro era delicadamente femenino, m�s que el de Aracely. Sus muslos prietos,
muy firmes con unas medias de esas brillantes que realzan m�s sus formas. Su
andar era el de una verdadera gacela, muy elegante, muy felina, muy hembra.



-"�Firme aqu�!" dijo agriamente el sargento. Luego le entreg�
un papel y le dijo: -"Esta citada al Juzgado el pr�ximo mi�rcoles para declarar.
Se puede ir". Nos retiramos r�pidamente. La tensi�n hab�a disminuido bastante.
Aracely se ve�a mucho m�s tranquila. R�pidamente puso al tanto a Flaviana de
qui�n era yo y que ella hab�a salido gracias a m�. Flaviana me agradeci� y
repentinamente me dio un beso en la mejilla que me supo a gloria. �Era much�simo
m�s hermosa que Aracely!



-"Bueno" les dije. �"Ahora que ya pas� el susto las invito a
mi casa para que brindemos por la libertad de Flaviana" � Ambas se alegraron y
aceptaron gustosas. Entramos al departamento, les dije que se sintieran c�modas
y como en su casa. Se sentaron. Las piernas de Flaviana me ten�an inquieto. No
quiero ser exagerado ni reiterativo, pero no las hab�a visto mejores. Y sus
tetas una delicia. Aracely sin ser fea desmerec�a bastante a su lado. Flaviana
era de esas mujeres con glamour que no pasaban inadvertidas aunque se
escondieran. Saqu� del refrigerador una botella de champagne y brindamos por la
libertad de nuestra amiga Flaviana. En un momento en que estaba en la cocina
picando un poco de hielo apareci� Aracely. �"Juan Carlos" � me dijo- "Quiero que
sepas que estoy muy agradecida por tu gesto de hoy, y como trat� de decirte
antes..." -La qued� mirando y puse un dedo sobre su peque�a boquita y le dije:
-"Sssshhh � no tienes nada que agradecerme. Fue un placer ayudarlas,
especialmente porque t� me lo pediste" Ella se qued� mir�ndome fijamente, no era
necesario ser adivino para saber lo que estaba esperando. No pude evitar la
tentaci�n. Sucumb� Me acerqu� a ella y le di un profundo y apasionado beso.
Quedamos un tanto agitados. Disimulamos y nos fuimos junto a Flaviana, que
alegre estaba bailando sola al comp�s de la m�sica. Sus caderas se mov�an con
una gracia que en cualquier discoteca habr�a acaparado las miradas de todo el
mundo.



Se produjo un memento en que quedamos solos. Aracely fue al
ba�o. All� aprovech� Flaviana para decirme: -"Juan Carlos, s� que lo que hiciste
fue motivado por el pedido de Aracely. Pero eso en nada disminuye el
agradecimiento que tengo por tu gesto. Me gustar�a verte alguna vez en privado
para expresarte todo lo que siento." En un papelito le d� mi tel�fono y le dije
�"Ll�mame ma�ana" Ella lo tom� y lo guard� en un gesto de complicidad. Como a
eso de las tres de la ma�ana decidieron que era m�s que prudente irse. Me ofrec�
para ir a dejarlas. Aceptaron pero s�lo hsta la parada del bus. De ah� se ir�an
solas. Nos despedimos de beso en la mejilla y nos separamos.



Pasaron dos d�a, y en la tarde, me llaman al celular. Atend�.
era una voz conocida. Flaviana. �"Hola, c�mo est�s" � me pregunt�. �"Bien " le
contest�. -�Est�s ocupado? . me pregunt�. �"No, no la verdad que no" Ya sab�a
para d�nde iban las preguntas. Pero no estaba seguro de querer quemarme. As� que
r�pidamente agregu�: -"S�lo estoy esperando a unos clientes para finiquitar un
negocio"- -"Ahh" � dijo. Bueno otro d�a te llamo. Era para saludarte. Cuidate.
Adi�s. No sab�a si hab�a hecho bien o no. Por un lado estaba la ternura de
Aracely y por el otro la sensualidad de Flaviana. Las dos eran estupendas en su
estilo. Y las dos amores prohibidos.



Al d�a siguiente, por la noche recorr� la calle aquella. All�
estaba Aracely y para suerte m�a muy solita. �"Hola Cielito" � le dije. �Ella se
alegr� al verme. �"�Juan Carlos! �Qu� haces por aqu�? �"Quer�a ver si estabas"
le dije. Anda. Sube al auto. Andaba con un peto azul, unos jeans a la cadera y
rodeando a �sta un cintur�n ancho, plateado muy brillante, que le daba un
aspecto juvenil y fresco. Se subi�. �"�Quieres atenderte? � me dijo. �"No, no
quiero atenderme" �le dije. S�lo quiero estar un rato contigo y conocerte un
poco m�s. �"Por el dinero no te preocupes, te lo cancelar�" �Mi respuesta le
son� un poco dura. Baj� la vista y dijo: -"No seas ofensivo conmigo, Juan
Carlos. No soy como todas. Ya te lo dije" �Disculpa Aracely, no fue mi intenci�n
molestarte ni ofenderte. Me expres� mal eso es todo. Yo quiero verte Aracely,
pero no com un cliente tuyo, sino como un amigo. No quiero quitarte tu tiempo de
trabajo. Quiero verte en tu tiempo libre, cuando realmente eres Aracely". Le
dije. �"Por ejemplo me gustar�a salir contigo un fin de semana, ir al cine, a
comer, bailar, no s� algo por el estilo." Aracely mir�ndome dijo: -"No sabes
cu�nto me llegan tus palabras, Juan Carlos. Haces que me sienta verdaderamente
una persona y no un mero objeto de placer." Le acarici� el rostro y agregu�:
-"Quiero establecer la diferencia. Que sepas que en el mundo existen tambi�n
otras cosas. Que puedes ser valorada como persona y como mujer. �"Est� bien Juan
Carlos, que as� sea. Pero s�lo quiero pedirte un favor m�s"- La mir� y le dije:
-"El que t� quieras. Solo p�delo" -"Tengo miedo de sufrir y de ilusionarme m�s
de la cuenta. Si est�s jugando conmigo ser� muy doloroso para m�" � "En eso te
equivocas, Aracely. No me gusta jugar con las personas. Siento el deseo extra�o
de estar contigo. No precisamente para sexo y eso es quiz�s lo que debiera
preocuparme, ya que as� se establecen los lazos m�s fuertes y profundos. Por
ahora compartamos, salgamos, divirt�monos, y dejemos que el tiempo decida lo
mejor para nosotros."



Habl� con una amiga muy de mi confianza, es lesbiana, para
que viera la posibilidad de darle un trabajo en su sal�n de belleza. Como me
deb�a algunos favores me dijo que ning�n problema pero que ser�a conveniente que
estudiara algo relacionado con el tema. Me recomend� un Instituto muy bueno, y
que atend�a a mucha gente del ambiente gay donde al cabo de un a�o podr�a
trabajar excelentemente bien. S�lo faltaba que Aracely estuviera de acuerdo. La
proxima vez que nos vi�ramos se lo propondr�a. Una tarde que estaba justamente
en esas cavilaciones suena el cit�fono del departamento. Pregunto qui�n es y una
voz inconfundible me dice: -"Holaaaaaa. Soy Flaviana, te vengo a ver." Esa
sorpresa si que no me la esperaba. Abr� la reja y a los pocos segundos estaba
conmigo. Se notaba que no hab�a dejado ning�n detalle a la suerte. Su cabello
muy bien arreglado. Una falda de l�tex ajustad�sima y muy breve. Arriba un peto
que no pod�a disimular lo exhuberante de sus pechos. Sus pezones se notaban
perfectamente a trav�s del peto. Le ofrec� un vaso de jugo. Me pidi� que pusiera
un poco de m�sica. Me sent� y comenz� a bailar frente a m�. Despu�s extendi� la
mano para levanarme, me puse de pie y me abraz� por el cuello. Estaba
exquisitamente tentadora. Acerc� sus labios, no d� m�s la apretuj� contra mi
cuerpo y nos unimos en un beso que m�s intenso no pod�a ser. Mi sexo se apoyaba
en el suyo. Lo sent�a dur�simo. �"�Te gusta bailar as�? . Me dec�a, y se me
pegaba al cuerpo como si fuera una segunda piel. Sent� que su mano se deslizaba
hacia mi sexo y lo acariciaba, ya estaba a punto de perder la cabeza, cuando se
me vino a la mente el rostro ingenuo de Aracely.



La aparte con firmeza. Y le dije: -"Basta . No cometamos un
error" Flavia mie mir� sorprendida. �"Pe... pero... qu� te sucede? �"Disculpa,
Flavia, no es nada personal, me agradas y me atraes una enormidad, pero no m�s
que eso. Existe otra persona que sin que lo sepa tiene ya gran parte de mi
coraz�n" � Me mir� muy seriamente y dijo: -"Entiendo... es Aracely, verdad?
Asent� con la cabeza. �"Disculpa, entonces, no estaba enterada de nada. No
volver� a suceder" � dijo mientras cog�a sus cosas. � "Flavia, le dije t� eres
como una hermana para Aracely, as� que perfectamente odemos ser muy buenos
amigos. Adem�s te rogar�a que no le dijeras a ella de mis sentimientos. Quiero
gan�rmela de a poco, conquistarla como debe ser con toda mujer" �"Espero que
Aracely sepa la suerte que tiene" � dijo. �"Amala y cuidala mucho, es una buena
chica, como existen pocas" � me dijo. Me dio un beso en la mejilla y desapareci�
para siempre de mi vida. Una semana despu�s, Aracely me contar�a que Flavia
hab�a decidido irse a Brasil, con un amante.



Me sent�a honesto, creo que actu� bien. Flavia siendo lo
voluptuosa que era no correspond�a a mi estilo. No hubi�semos durado m�s de un
a�o. Prefer�a la ternura y la belleza tranquila y reposada de Aracely. El s�bado
como hab�amos acordado lleg� Aracely. Pens�bamos tener una velada tranquila en
casa, comer algo rico, tomar unos tragos, ver alguna pel�cula y por supuesto
conversar. Ella sacrificar�a lo que era su mejor d�a para trabajar, s�lo para
estar conmigo. Esa preferencia me halagaba mucho. Estaba preciosa, se notaba que
hab�a utilizado su mejor guardarropas. Tra�a una mini rosada, plisada, una
blusita blanca, y una casaca cortita haciendo juego con la falda. Unos zoquetes
o medias cortitas del mismo tono de la falda con vuelitos blancos y unos zapatos
muy deportivos y c�modos que hac�an juego con el resto. El cabello se lo hab�a
cortado y lo ten�a as� estilo Pr�ncipe Valiente. Le ven�a muy bien ya que
resaltaba las finas facciones de su rostro. Su maquillaje era muy sobrio, casi
no se notaba, adem�s que tampoco lo necesitaba. Su aspecto era angelical,
vestida de esa forma m{as parecia una colegiala que se hab�a escapado del
colegio. Eso aumentaba a� m�s mi morbo. La mir�, la tom� de ambas manos y le
dije : -Est�s bell�sima. �De qu� colegio te escapaste? Ella se ri� dulcemente .
y me dijo: -"Eres un lisonjero sin remedio"



Le dije que estaba en su casa y que por lo tanto no esperara
que yo tuviera que hacer todo. Asi que las labores ser�an compartidas. Yo hac�a
todo esto para que ella fuera acostumbr�ndose o tuviera una mejor visi�n de lo
que pod�a ser la vida de pareja. Le gust� la idea y dijo que estaba de acuerdo.
Le ayud� a quitarse la casaquita. Su blusita ten�a algunos botenes abiertos y
permit�an ver un poco el borde de sus pechos que sin ser muy generosos se
notaban bien formados y por supuesto turgente. Conversamos como si nos
conoci�ramos de toda la vida. Me gustaba su forma de expresarse y se notaba
ansiosa por ser cada vez mejor. Era una verdadera esponjita para asimilar
conocimientos. Me gustaba mucho su encantadora humildad. Escuchamos m�sica, yo
soy amante de los blues, ella no los conoc�a, le agrad� mucho. Los escuch�bamos
a media luz, en intimidad. As� como esta que les relato tuvimos muchas y muy
parecidas. Nada de sexo. S�lo conversar y conocernos. Aracely ya se daba cuenta
que la vida le estaba cambiando poco a poco, que exist�an otras cosas que pod�an
tornar la existencia mucho m�s agradable, y eso le iba produciendo a la vez un
fastidio y aborrecimiento dif�cil de aguantar por su tipo de trabajo.



Yo no le dec�a nada. De a poco la iba acostumbrando a un
nuevo tipo de vida que evidentemente ella no podr�a tener por s� sola. Pero
quer�a que el tema saliera de ella y no de m�. Primero deb�a tomar conciencia,
asumir que su tipo de vida no era el mejor. As� de a poco le fui quitando m�s y
m�s tiempo de su trabajo. Hasta que un d�a no pudo m�s y me dijo: -"Juan Carlos,
hace tiempo que quiero decirte algo. Estoy dedic�ndote demasiado tiempo y cada
d�a trabajo menos. Eso es malo para m�. No te lo he dicho, pero durante todo
este tiempo he tenido que echar manos a mis ahorros para poder subsistir. Desde
que se march� Flaviana, debo pagar el alquiler completo. As� que ya no podr�
verte con tanta frecuencia, debo trabajar. Odio con toda mi alma tener que
hecerlo, pero comprende que no me queda m�s remedio". Me lo dijo todo de
corrido, as� como vaciando su alma. �Eso era lo que estaba esperando que
hiciera! Hab�a llegado el momento en que podr�a comenzar a hacer algo por su
vida.



-"Aracely" �le dije �"Creo que ha llegado el momento de
decirte algunas cosas que estaban reservadas para ti desde el primer instante,
pero antes deb�as refelxionar y pensar un poco. Con lo que me acabas de decir
siento que ha llegado el instante preciso para que nazcas a una nueva vida."



Segu� hablando, Aracely me escuchaba con atenci�n: �Qu�
dir�as si te dijera que hay un trabajo que desde hace alg�n tiempo est�
esperando por ti? �Qu� dir�as si te dijera que antes de trabajar tendr�s todo un
a�o que estudiar en un Instituto de Belleza? �Qu� dir�as si te dijera que ya no
debes preocuparte del alquiler de tu cuarto porque te vendr�s a vivir conmigo?
�Qu� dir�as si te dijera que tras esa puerta que est� frente a mi cuarto, est�
el tuyo con todo lo que necesitas para sentirte confortable? �Qu� dir�as si te
dijera que mientras estudies prapar�ndote para el trabajo te dar� una
mensualidad que te permitir� cubrir tus gastos m�s esenciales? �Qu� dir�as si te
dijera que todo cuanto te he dicho es la m�s absoluta verdad? �Qu� dir�as si te
dijera que te pido por favor que aceptes lo que ahora te estoy ofreciendo? �Qu�
dir�as si adem�s te dijera que no te pido nada a cambio, s�lo tu amistas y lo
que t� quieras compartir conmigo?" Y guard� silencio.



Parec�a que Aracely hubiese sido fulminada por un rayo. Qued�
callada por un largo momento y despu�s, apenas balbuceando dijo: -"Por favor,
Juan Carlos, dime una cosa: esto es realidad o estoy so�ando?" � "Es realidad,
Aracely, es realidad. No es un sue�o. Si lo aceptas ser� una hermosa realidad"-
contest�. �"Pero.. pero.. por qu� yo... por qu� yo..? �Preguntaba. �"Justamante
por eso" � le dije-"Porque eres t�". Se levant� y se dirigi� a m�, me abraz� y
s�lo llor�. La dej� que se desahogara. Le acariciaba su cabello sin decirle
nada. Una vez que se hubo calmado, le di una vaso con agua para que bebiera y le
entregu� un sobrecito . �"Toma. Es tuyo. Abrelo" � le dije. Lo tom� y abri�,
etra un llaverito con su nombre en letras doradas y un par de llaves. Me mir�
intrigada. �"Son las llaves de tu nueva casa, �sta" � le dije. Como buena mujer
el llanto aflor� nuevamente en sus ojitos. Esper� un poco y le dije: -"Anda a
ver tu cuarto" �como ni�a peque�a se dirigi� a su habitaci�n. Abri� la puerta y
no pudo evitar una exclamaci�n de asombro. �"�ES PRECIOSO! �" exclam�. Una amiga
decoradora de interiores me hab�a ayudado. Le ped� que lo dejara lo m�s femenino
posible a la vez que muy juvenil. Adem�s ten�a su propiocuarto de ba�o,
peque�ito pero le daba privacidad. Si quer�a un ba�o de tina pod�a ocupar el
principal. Se arroj� en la que ser�a su cama y extendiendo sus brazos la
acariciaba. Era un esp�ctaculo hermoso verla. me sent�a muy satisfecho y feliz.



"Entonces s�lo falta un detalle" le dije. �"Vamos a tu ex
hogar por tus cosas. Te quedas a partir de hoy" Me mir� con esa cara tan hermosa
que casi me derreti. �"Vamos" � me dijo. El lugar donde viv�a quedaba bastante
lejos, nos demoramos m�s de una hora. Era un suburbio por las afueras de la
ciudad. Todo el barrio era de muy mala catadura. No me explicaba c�mo aracely en
ese medio no hab�a ca�do en las drogas. En todo caso eso hablaba muy bien de
ella. Respecto a sus sentimientos y manera de ver la vida no ten�a absolutamente
nada que criticarle. Finalmente llegamos, era una casa peque�a y muy humilde. Su
habitaci�n estaba construida en el fondo del patio, independiente a la casa. De
material muy precario y con unas enormes piedras en el recho para evitar que se
volara el zinc con el viento. Aracly entr�, yo la esper� en el auto, como a los
diez minutos sali� con un par de maletines. �"Mis pertenencias no son muchas" �
dijo. �"Espera un poco que ir� donde la due�a para avisarle y despedirme. No
habr� problemas porque le tengo el alquiler cancelado y reci�n estamos a
principios de mes" Volvi� a entrar y como a los cinco minutos sali�. �"Podemos
irnos" �dijo, subi�ndose al carro. Su carita trasuntaba felicidad por la nueva
vida que se le ven�a por delante.



Cuando regresamos le ayud� con los maletines y r�pidamente se
puso a ordenar sus cosas, alguna ropa estaba en muy malas condiciones y le dije:
-"Aracely, debieras deshacerte de alguna ropa que ya est� en mal estado. Ma�ana
vendr� una muy buena amiga y te llevar� de compras para renovar tu guardarropas.
Quiero que seas la envidia de todas las mujeres". �Aracely me abraz� fuertemente
como una colegiala, el contacto de su cuerpo me hac�a vibrar por completo,
tambi�n la abrac� fuertemente. �"Nunca podr� oagarte todo lo que est�s gaciendo
por m�" me dijo al o�do. Yo sonre� y le contest� �"Mejor no hables bobaditas".
Sal� por un momento, fui a mi cuarto tom� un paquete que ten�a guardado en mi
closet lo saqu� y se lo llev� a Aracely. �"Toma" le dje. �"Es para ti. Tu regalo
de bienvenida. Ojal� te guste y te quede bien" Aracely lo tom� y lo iba a abrir,
pero se lo imped�. �"Espera un poco. Hazlo antes de acostarte". Nos fuimos a la
sala, conversamos un poco, nos tomamos un caf� y nos despedimos. Ya era algo
tarde. Cada uno se fue para su cuarto. Me quit� la ropa pensando en todo lo
sucedido. Qued� solamente en slips y me tumb� sobre la cama. Tom� el control
remoto y encend� la tele para ver si encontraba algo interesante.



Esta distra�do en eso cuando siente que llaman a la puerta
del dormitorio. Unos golpecitos muy t�midos. �"�S�? dije. Y me contestan:
-"�Puedo entrar? � "Por supuesto" dije �"Pasa" No me preocupe de cubrirme. Entra
Aracely con su regalo puesto. Casi se me cae la baba al verla. Era una tenida de
cama muy sexy que le hab�a regalado. Una batita muy peque�ita hastya la cintura,
toda transparente que iba atada arriba por unas cintotas quedando abierto el
resto. Una tanguita que no cubr�a practicamente nada. Todo muy coqueto y
femenino, con adornitos y vuelitos.



-"�C�mo me veo" � dijo coquetamente. En realidad era todo un
sue�o. Era una mujer bell�sima, encantadora. Sus tetitas asomaban por sobre la
transparencia. Su tanga se ajustaba perfectamente a su cuerpo con sus tirantitos
rodeando su cintura muy bien delineada. En la parte posterior de su hombro
izquierdo ten�a un peque�o tatuaje, un corazoncito atravesado por una flecha. No
hab�a nombre alguno. Eso le daba una sensualidad mayor. �"�Qu� te puedo decir?
Estoy impresionado por tu belleza" � Ella me mir� y dijo: "Y t� te ves guap�simo
en ropa interior"



Me incorpor� y me acerqu� a ella. Mi sexo ya estaba
dispuesto. La tom� de los cabellos por detr�s de la nuca y lentamente acerqu� su
rostro al m�o. Ella se dej� llevar y sent�a su estremecimiento. Tiritaba como si
tuviera fr�o. A medida que la atra�a hacia m� ella cerr� sus ojos y
provocativamente entreabri� sus labios invit�ndome a besarla. Cuando nuestros
labios se rozaron not� como se eriz� su piel. Estaba totalmente entregada. Mov�
la cabeza de lado a lado para que nuestros labios se conocieran enteros. Tan
fr�gil se ve�a entre mis brazos, tan peque�ita. Me provocaba una serie de
emociones contradictorias, una ternura inmensa, de protegerla y otra de cogerla
violentamente y hacerle m�a sin ning�n miramiento. Despu�s de besarnos coloc� su
rostro al lado del m�o y al o�do me dijo: -"Juan Carlos, nunca pens� que alguna
vez dir�a esto a un hombre: te amo y quiero ser tuya sin ning�n l�mite" Su
declaraci�n caus� una conmoci�n en todo mi ser. Yo tambi�n la amaba. Le carici�
el cabello y le dije: -"creo que no alcanzar�s a usar tu cuarto, porque este
ser� el nuestro. Yo tambi�n te amo".



Nos fuimos a la cama y nos recostamos de lado, frente a
frente, apegamos nuestros cuerpo abrazados coma para impedir que alguien nos
fuera a separar. �"Ten�a temor que me fueras a rechazar" . me dijo casi
t�midamente. Sonre�: -"Tendr�a que estar loco para hacer algo as�. Desde el
primer d�a que te vi te metiste en mi corazoncito. Algo me dec�a que pasar�a
algo as�". �"Yo me hab�a puesto celosa de Flaviana" me dijo. �"Ella es tan
hermosa que pens� la preferir�as � dijo. Y continu� �"Cuando me cont� lo
sucedido contigo al venir a visitarte, supe que realmente me amabas. Por eso
cuando me ped�as estar conmigo no me importaba no trabajar ni nada. Pero lleg�
el momento que no pod�a seguir as�"



-"Lo importante es que estamos juntos, mi amor" le dije y mis
manos coemnzaron a recorrer su cuerpo entero. Su piel era tan suave que me
ambriagaba. Cerraba los ojos mientras la acariciaba pare sentir mejor esa
esxquisita sensaci�. Sus tetas turgentes eran una delicia, mis dedos jugaban con
sus pezones que se volv�an duros. Aracely se dejaba llevar gimiendo suavemente
de placer. Luego mi boca se posesion� de sus tetas. pasaba mi lengua sobre ellas
y presionaba suavemente sus pezones con mis labios. Quer�a que todo fuera lo m�s
maravilloso posible para Aracely, se pod�a decir que era la primera vez que lo
hac�a por amor, por tanto mayor mi responsabilidad. Desanud� el tirante de su
batita que se desliz� hacia los lados dejando al dscubierto el frente de
Aracely, mis manos acariciaban su vientre plano y firme. Ten�a su vello p�bico
al natural, sin rasurar, muy frondosos. eso me excit� m�s a�n. Mis dedos jugaron
con sus vellos mientra mi lengua se paseaba por su suave cuello. Ella mov�a su
cabeza de lado a lado estirando y recogiendo sus piernas. �"C�mo te amo Juan
Carlos, como te amo" � me dec�a. �"Mmmm, sigue as� amor, por favor. Te amo
tanto, tanto tanto.." gem�a. Mi mano se introdujo por debajo de su peque�a tanga
que cedi� f�cilmente. Introduje mi mano y saqu� su miembro que comenz� a
endurecerse r�pidamente. No era muy grande, tendr�a unos 15x 5 pero muy bien
formado, brillante lustroso de buen aspecto. Cuando lo tom� aracel� se
sobresalt� de gusto. Estaba ya en el paroxismo. Comenc� a frotarlo suave y
met�dicamente. Nunca hab�a tenido un miembro en mis manos y me resultaba
agradable. Ten�a algo que atra�a que invitaba a llevarlo al m�ximo. Aracely se
retorc�a de placer. Me volv� m�s audaz. Descend� y me lo llev� a la boca. Su
aroma me gust�. Sentir esa dureza palpitando me daba un placer inaudito. Quer�a
sentir tambi�n el aroma de su semen mientras mis manos la recorr�an entera. Mis
dedos se deslizaron por detr�s de ella buscando su ano y comence a masajearlo,
para luego introducirlo lentamente. Aracely no daba m�s. Luego que introduc�a el
dedo lo quitaba y me lo llevaba a la boca para sentir su aroma. Me sent�a un
verdero canibal, quer�a com�rmela entera. Mientras lo mamaba acariciaba tambien
sus bolita, ella se arqueba y levantaba las caderas para facilitarme la tarea.
La ten�a al borde del orgasmo, la controlaba y la dejaba suspendida haciendola
sufrir placenteramente. La ten�a en mis manos. Ella rogaba, gritaba, pero me
manten�a imperturbable, hasta que le d� rienda suelta y comenc� a trabajarla a
full. Por un momento dej� de respirar, dion un suspiro casi infinito y mi boca
se inund� con su semen joven y vigoroso.



Aracely hizo que ma recostara boca arriba, me quit� el slips,
y comenz� a jugar con mi pija, luego la mam� durante un rato, y despu�s se
coloc� sobre m� a horcajadas, d�ndome la espalda y comenz� a introducir se el
miembro. Yo s�lo ve�a su espalda, su precioso trasero y como su mano tomaba mi
miembro para ubicarlo correctamente. Una vez fijado el objetivo comenz� a
descender presionando con su propio peso. Se quejaba a la vez que exteriorizaba
su plcer, lentamente se fue tragando mi sexo hasta que ya era imposible m�s. Se
mov�a como una verdadera reina, muy suave pero efectivo, apretando su esfinter.
Otras veces se lo sacaba casi entero para luego comenzar a deslizrse nuevamente.
Su ano era muy suave y tibio. No era lo mismo que una vagina. Hab�a mayor roce,
m�s presi�n que lo convert�a en una experiencia muy excitante. Verla desde atr�s
moviendo sus caderas, quej�ndose como una verdadera hembra en celo era algo
maravilloso. Se colocaba las manos en las caderas y se agitaba como toda una
yegua, o se las llevaba a la nuca, tom�ndose el pelo, pero sin dejas jam�s de
moverse como toda una puta experimenteda. No pude soportar m�s y el orgasmo
lleg� en toda su plenitud. El chorro no se hizo esperar, mientras Aracely,
quieta s�lo me presionaba con su esf�nter. As� se qued� un buen rato y yo pod�a
apreciar como por la parte de mi tronco que no estaba dentro de mi hembra,
comenzaba a delizarse unos hilillos blancons de mi propio semen. De m�s est�
decir que esa noche no dormimos. Nos hicimos el amor de todas las formas como e
nos pod�a ocurrir, ten�amos mucho deseo y pasi�n contenida.



Han pasado cuatro a�os de esto. No he vuelto a estar jam�s
con una mujer, Aracely cubre perfectamente todas mis necesidades. Ella no
estudi� ni trabaj�. Se convirti� en la perfecta esposa. Nos fuimos a vivir a
Espa�a donde pod�amos llevar nuestra relaci�n con tranquilidad sin preopuparnos
de qu� dir�. Hoy somos una pareja feliz y que no tiene necesidad de nada y de
nadie m�s. esta es la historia que quer�a relatarles. Si les agrad� o no, me
hustar�a me la hagan saber a mi correo. prometo contestar absolutamente todo.



ANDROGENA.



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