Relato: El vagabundo I Os cuento una historia que hizo mi vida un poco mas feliz y ten�a algo m�s por lo que entretenerme.
Mi nombre es Rafa, tengo 37 a�os. Vivo en la calle, entre cartones, trapos. Un d�a duermo en una cera, otro en un banco, en un portal... Muy triste.
Voy a ir al grano y mas adelante hablar� mas de m� y de la mujer que conoc�.
Me follo casi todos los d�as a una mujer de 29 a�os, casada y con 2 hijos. Follamos en una casa abandonada a las afueras del pueblo. Un pueblo de 11000 habitantes.
Se deja hacer lo que me da la gana y me pide cosas que nunca cre�a que llegar�a hacer. A veces pienso que est� enferma, es ninfomana o es que su marido en toda su vida no le ha dado lo que necesitaba.
Algo habitual, ella llega a la casa, entra y sube a la habitaci�n de arriba, ella sabe que dejar� de hacer lo que est� haciendo en ese momento que la mayoria de las veces es beber cerveza, fumar tabaco, porros o incluso meterme coca, estar desnudo tocandome, estar acostado... Ella viene siempre con un vestido o falda, es lo mas facil.
Subo con ella, ni cruzamos ninguna palabra muchas veces, vamos a lo que vamos. La habitaci�n a la que va es donde duermo, est� toda llena de trapos en el suelo. Se sienta en el suelo y abre completamente sus piernas. A medida que mas abre las piernas, la falda tienda a ir mas hacia su cintura y puedo observar que no lleva bragas, nunca lleva bragas. Cada totalmente al descubierto su co�o totalmente depilado. Me agacho y olfateo su co�o durante unos segundos, ese dulce olor hace que mis pantalones vayan a reventar. Comienzo a chupar, lamer y comerme el co�o, mientras ella se retuerce de placer. Pasado unos minutos me levanto me bajo los pantalones y dejo al descubierto mi polla, estiro todo el pellejo hacia atras hasta dejar en el aire el capullo que me da una buena bofetada de olor a polla sucia, es una polla de reserva, olor fuerte a no lavarse en muchisimo tiempo, la pongo delante de ella y le de digo que empiece a comerme la polla. Ella sin escrupulos me la lame y la chupa hasta quitarle todo el olor y dejarla totalmente limpia. Cojo su cabeza y le follo la boca fuerte, ella se queja, tose y se aoga. Le digo que se ponga a 4 patas, lo hace y le azoto el culo un par de veces fuerte, ella gime. La cojo por la cintura y le digo: Zorra te voy a folla como nunca antes lo han echo, te voy a follar como nunca antes lo han echo hija de puta, tu marido es maricon y no sabe darte lo que necesitas! Se la meto entera fuerte del tiron y me la follo fuerte sin parar. Ella no para de gritar de placer y de decirme que le encanta sentirse asi de puta y de sucia que no pare...
CONTINUAR�
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Relato: El vagabundo I
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