Se lo hicieron a mi mujer sin su consentimiento.
Somos un matrimonio de 32 y 30 a�os, llevamos casados 6 a�os
y nuestra vida sexual goza de buena salud aunque por motivos educativos mi mujer
tiene bastantes contradicciones lo que hace que nuestro sexo sea bastante
limitado y en ocasiones mon�tono y aburrido, aun as� sobrevivimos como pareja.
Vivimos a las afueras de Barcelona en un peque�o chalet de
una zona residencial. Ambos trabajamos y nuestros horarios son bastante
coincidentes excepto en las ma�anas donde yo suelo salir de casa un par de horas
antes que ella.
Era una ma�ana de Agosto, hab�amos dormido los dos solos ya
que como los chicos estaban de vacaciones se hab�an marchado a pasar unos d�as
con sus abuelos. Mi mujer duerme siempre sea invierno o verano semidesnuda tan
solo con una peque�a braguita que a parte de no cubrirla casi nada, le hace un
cuerpo precioso y apetitoso cuando yace dormida sobre la cama.
A las 5,30 de la ma�ana y como cada d�a son� el despertador
para ir al trabajo, me levant�, me ase� y me march� como cada d�a no sin antes
conectar el sistema interno de c�maras que tenemos junto con la alarma por
seguridad, ya que mi mujer no sab�a hacer la programaci�n y se limitaba cuando
sal�a solo a activar la segunda con el llav�n.
Aquel d�a not� algo muy extra�o al salir de casa, hab�a
aparcada en el vial una furgoneta con matricula extranjera y muy mala pinta, al
parecer no se ve�a nadie en su interior aunque la parte trasera era imposible de
ver, pero lo dej� pasar ya que no hab�a signos de actividad y me march�.
A las 15 horas y como siempre fui a recoger a mi mujer a la
puerta de su trabajo pero all� no estaba, que extra�o pens�, pas� y pregunt� a
una de sus compa�eras, la cual me asegur� que no hab�a ido a trabajar ese d�a.
Me sorprendi� mucho ya que ella cuando cambiaba su agenda por alg�n motivo
siempre me llamaba al m�vil para informarme y que estuviera tranquilo. Me sub�
al coche y con el tel�fono m�vil llam� a casa, nadie contestaba, posteriormente
llame a su m�vil, el cual estaba desconectado, as� que decid� antes de ponerme
nervioso ir a casa por si acaso hab�a dejado una nota o algo que explicase esta
situaci�n.
Llegu� a casa y la alarma estaba conectada, la quit� y entr�,
no hab�a nadie en casa pero hab�a una nota sobre la mesa que dec�a "cari�o,
espera en casa, te llamar�". Me qued� algo mas tranquilo pero segu�a pensando
que aquello no era normal y mientras pensaba que podr�a haber ocurrido me acord�
de que exist�a una grabaci�n diaria de las videoc�maras de seguridad y que yo
mismo conectaba cada d�a. As� que me fui al sistema y extraje la cinta, la llev�
al video, la rebobin� y me dispuse a observar lo ocurrido desde que sal� de casa
aquella ma�ana.
La cinta comenzaba con mi salida y el cierre de la puerta,
pero en pocos minutos, tres individuos, dos de raza blanca y rubios,
posiblemente del este y un tercero de raza negra forzaban el resbal�n de la
puerta con una especie de lamina met�lica introduci�ndola por el borde y
entrando aparentemente sin hacer el mas m�nimo ruido, se observaba claramente
que no era la primera vez que lo hac�an. Cambiaba la c�mara por el movimiento, y
la segunda en la entrada interior dejaba ver como sinuosamente se introduc�an y
empezaban a buscar por la casa, dos miraban en la parte de abajo mientras el
tercero sub�a las escaleras hacia la zona de los dormitorios.
Mientras los primeros revolv�an la cocina, despensa, sal�n y
despacho, el otro individuo hac�a lo propio con los dormitorios de los ni�os,
pero al llegar al de matrimonio se sorprende al ver que ella estaba all�,
semidesnuda, dormida de espaldas. De forma inmediata se da la vuelta y baja por
las escaleras a comentarlo con el resto del grupo, estos que claramente no lo
esperaban al pensar que la casa estaba vac�a, dudan entre seguir a delante o
marcharse antes de ser descubiertos. Tras unos segundos, el que parec�a llevar
la voz cantante decide enviar a otro a la furgoneta y de forma inmediata aparece
de nuevo con algo en la mano, con las c�maras no se identificaban claramente los
objetos. Los tres suben la escalera sigilosamente, entran en la habitaci�n y con
una leve se�a del jefe, se abalanzan sobre ella. Sorprendida y aterrorizada por
ese violento despertar, mi mujer queda paralizada y es incapaz ni siquiera de
gritar, lo que aprovechan para amordazarla con un trozo de cinta que pegan en su
boca, la tumbaban sobre la cama forz�ndola y le atan las manos, una a cada lado,
en los barrotes superiores de la cama con unas cinchas pl�sticas de las que se
utilizan para fijar los cables de la luz, y lo mismo hacen con sus piernas,
quedando boca arriba y en cruz. Una vez la ten�an totalmente inmovilizada, se
ponen a continuar su b�squeda por la habitaci�n, ya que era la �ltima que les
quedaba por registrar. Nosotros nunca guardamos dinero en casa por lo que apenas
encontraron alg�n colgante, anillo y pendientes de mi mujer y un precioso reloj
m�o que me cost� casi 1.000 euros, lo que les produjo un enfado monumental.
Entonces el jefe de la banda en un castellano extranjerizado dice al resto del
grupo.
Hoy si hemos echado el d�a, nos la jugamos, apenas
conseguimos cuatro cosas de poco valor y encima nos encontramos un testigo.
Habr� que pensar como resolvemos este problema.
Mi mujer, pensando lo peor y si no estaba ya suficientemente
aterrorizada, comenz� a intentar revolverse y gritar, lo que le fue
pr�cticamente imposible. Sus movimientos, desnuda y atada debieron despertar el
morbo en uno de ellos que comenz� a desabrocharse los pantalones diciendo:
Mientras lo pensamos, al menos voy a divertirme un rato
con esta zorra que no est� nada mal.
No es mala idea (dijo el otro), al menos habr� merecido
la pena llegar hasta aqu�.
El primero que ya se hab�a bajado el pantal�n y el calz�n
hasta los tobillos, de un tir�n le arranc� las peque�as bragas y sin mas
dilaci�n escupi� en su sexo y empez� a comerle las tetas mientas se masajeaba su
miembro que se pon�a erecto, para seguidamente ponerse sobre ella y de un golpe
introduc�rselo hasta el fondo.
�Te gusta verdad zorra?. Nunca te la hab�an metido as�,
pues veras que bien lo vas a pasar hoy, estamos aqu� para que no lo olvides
jam�s.
Mientras este bombeaba salvajemente y ella permanec�a
inmovilizada dando unos acallados gritos por la mordaza, los otros dos se
desnudaban, pero estos de forma integra lo que hacia presagiar que iban a tener
una fiesta completa y el pastel ya estaba sobre la mesa aunque el primero se
hubiese servido un trozo. De pronto y dando un gemido, el primero se corri�
dentro de mi mujer. Esta ya estaba completamente vencida y no realizaba esfuerzo
alguno pero de pronto casi se le salen los ojos de sus orbitas al volver la
cabeza y observar la desnudez del negro, su verga era descomunal, nunca hab�a
visto algo as�, ella entonces empez� a retorcerse m�s que antes y el que se
hab�a dado cuenta, se agach�, la cogi� del pelo y la susurr� al o�do:
Tranquila, esto te lo reservo para el final.
Mientras tanto el otro hab�a sacado aceite corporal de uno de
los armarios y estaba rociando completamente a mi mujer, para posteriormente
subirse sobre ella y restregarse literalmente por ella en principio y
posteriormente su verga por toda su cara muy despacio y se la introdujo en la
boca arranc�ndole de un tir�n la mordaza.
Chupa puta, y si me haces da�o te mato aqu� mismo.
Ella comenz� a dar arcadas y a llorar.
Si gritas o dices una sola palabra lo vas a pasar
realmente mal.
Mientras le pon�a una cincha en el cuello amarrada a una
soga. Despu�s se la sac� de la boca y lentamente se la pase� por las tetas y
continu� bajando hasta so conejo.
Que asco, lo tienes sucio, no te han ense�ado que cuando
te follan despu�s tienes que lavarte. Coge la sabana y l�mpiate bien ese
co�o.
Si (murmur� ella).
Te he dicho que no hables (mientras la soltaba una fuerte
bofetada), cuando yo digo algo, tu te limitas a obedecer, guarra.
Ella se limpio, cada vez estaba mas asustada aunque le hab�an
soltado una mano y le hab�an quitado la mordaza. Este se puso sobre ella y dijo:
Observa bien mi penetraci�n y luego me dices cual te ha
gustado mas, por que aquel que lo haga mejor te dar� como premio una corrida
en tu preciosa cara.
Entonces y de forma brusca se la meti� hasta el fondo y
comenz� su bombeo mientras daba gru�idos con todas sus fuerzas.
Levanta ese co�o que la meta bien, zorra.
Mientras tiraba de la cuerda que ten�a en el cuello, lo que
hacia que ella apoyara las piernas en la cama, levantando la pelvis y
permitiendo una penetraci�n muy profunda. Lo llev� hasta el final, cayendo casi
extenuado sobre ella que ya estaba completamente agotada y no le quedaban
fuerzas casi ni para abrir los ojos. Entonces el negro le empuj� y le dijo:
Quita de ah�, Ahora me toca a m�. Cari�o vas a ver lo que
es bueno.
Era un hombre bastante atl�tico y corpulento, cogi� unas
tijeras y cort� las tres cinchas que quedaban, liber�ndola totalmente. Ella
permanec�a tumbada y con los ojos cerrados, la cogi� por la cintura y como sino
pesase nada la coloc� en el borde de la cama con las rodillas en el suelo, el
vientre apoyado en el borde y echada sobre la cama. El otro hombre se levant� y
refiri�ndose a ella dijo:
No me has o�do antes que debes limpiarte el co�o despu�s
de ser follada para que el siguiente te pueda follar limpia.
No importa, no es necesario (respondi� el negro).
Que pasa, no tienes escr�pulos. Adem�s le he dicho yo que
se lo limpie para el siguiente.
Te he dicho que no es necesario. Me la voy a follar por
el culo que lo tiene bien limpio.
Ella, al o�rlo levant� la cabeza y cuando iba a gritar
diciendo que no, el negro la agarr� por el pelo d�ndole un fuerte tir�n.
No as o�do a mi colega, no queremos ni una palabra, tu
solo obedece por que si lo haces enfadar te vas a arrepentir.
Cogi� el aceite corporal y se lo derram� a chorro por el culo
mientras el otro se lo abr�a con las dos manos.
Ahora nos vamos a divertir, tengo curiosidad por ver como
le metes eso tan grande en un agujero tan peque�o.
Chica rel�jate (dijo el negro) por que as� de tensa te
doler�.
El negro se mene� el aparato descomunal, lo endureci� e
intent� introducirlo. Ella chill� y el jefe la dio una patada en la pierna.
C�llate puta, me estas poniendo enfermo. A ninguna guarra
como tu la he consentido tanto. Metesel� de una puta vez para que sepa lo
que es bueno.
El negro, al ver el trabajo que le costaba met�rselo, se
levant� y se puso a mirar en los cajones que anteriormente hab�an rebuscado.
Ella atemorizada, ni se movi�, la violencia de aquel t�o le hacia temer lo peor.
El negro encontr� una caja de puros de estuche met�lico que son los que a mi me
gusta fumar y cogi� uno. De otro lado sac� un bote de lubricante que utilizamos
nosotros cuando ella tiene alg�n problemilla para mojarse, normalmente despu�s
de la regla. Le volvi� a abrir el culo, le meti� la punta del bote y se lo
enchuf� hasta agotarlo como si fuese un enema, cogi� el puro y se lo introdujo
en el ano pr�cticamente sin esfuerzo, comenz� a moverlo adentro y afuera
mientras lo giraba. Ella gesticulaba muy molesta. Trascurrido unos minutos dijo
el rubio:
Vale ya de caranto�as, te la follas o que pasa.
Le sac� el puro, se cogi� el pene, se lo puso en la entrada
del ano y de un brusco apret�n le introdujo su capullo. Ella se descompuso y
empezaron a caerle l�grimas en su silencio.
Tranquila que ya pas� lo peor.
Parece que te la est�s ligando (dijo el otro), no te
importe hacerle da�o, es lo que desean estas zorras.
El negro sigui� introduci�ndola hasta llegar a los huevos.
Ella lloraba como nunca y yo me excitaba por momentos, mi mujer jam�s me hab�a
dejado hac�rselo por el culo y ve�a como otro hombre se lo estaba haciendo sin
que ella pudiese oponerse. Se puso a bombear ante el gesto de dolor de mi mujer
hasta que aquello se puso duro como una piedra e inundo su ojete de leche. Se la
sac� y qued� impresionado del agujero que dej� mientras le chorreaba por las
piernas, casi cab�a una mano.
Se vistieron los tres y el jefe de la banda la cogi� por el
brazo y la dio un vestido:
Vistet� inmediatamente.
Dejarme por favor (replico ella), ya me hab�is hecho lo
que quer�ais, no dir� nada.
Calla y obedece (dijo el otro rubio mientras la daba un
tir�n se pelo y un empuj�n).
Ella se empez� a vestir mientras buscaba unas bragas y un
sujetador.
Quien te ha dicho que te pongas eso (dijo el jefe), solo
te he dado el vestido, no quiero que te pongas nada mas, la mercanc�a hay
que ense�arla para venderla.
Se puso el vestido y uno la agarr� del brazo para llevarla
hacia la calle, al pasar por la cocina el jefe la dijo:
Ponte ah� y escribe una nota a tu marido dici�ndole que
espere tu llamada.
As� lo hizo y se marcharon. Yo estaba asustado y muy excitado
despu�s de ver aquello, ten�a mi pene como una piedra. No sabia que hacer, si
llamar a la polic�a o esperar, pero de pronto el tel�fono son�. Corriendo me
abalanc� y lo cog�.
D�game.
Al habla el due�o de su esposa.
�C�mo?, mi esposa no tiene due�o.
Ahora si, he pagado 3.000 por una mercanc�a en la que
estaba incluida ella.
No la haga da�o, yo se lo pagar�.
Le voy a dar una direcci�n, venga solo, si hay polic�a
quiz�s no vuelva a verla jam�s, traiga 6.000 euros en efectivo, dispone de
treinta minutos, si no ha llegado no venga, no estaremos. La direcci�n es
c/xxxxxxxxxxxxx piso xxxxxx.
Colg� y no me dej� decir nada m�s. Corr� a por el dinero,
tengo un amigo empresario que me debe muchos favores y al ir hacia Barcelona
pas� por su empresa. Me lo prest� sin problema, yo se lo devolver�a al d�a
siguiente cuando abrieran los bancos.
Fui r�pidamente a la direcci�n, era un callej�n detr�s de la
Diagonal y una casa bastante cutre compartida por viviendas y un hospedaje.
Hab�a un hombre en el portal de raza �rabe que al verme llegar corriendo me par�
y me dijo:
�Vienes solo?.
Si.
Sube al primer piso y llama con tres golpes, solo tres.
Sub� corriendo y llam�. Me abri� un se�or grueso y con traje.
Usted es el marido de mi esclava.
Si se�or.
Venga, le estaba esperando. Si�ntese y tome algo, los
negocios me gustan con tranquilidad y buenas formas.
Donde est� mi mujer.
Tranquilo, la est�n preparando.
�Como que la est�n preparando?.
No se preocupe, ella esta mejor que nunca ya lo ver�. En
cuanto que mis chicas salgan de la habitaci�n ya estar� lista.
�Lista?.
Si claro, yo nunca vendo una mercanc�a sin que el cliente
la haya probado a fondo antes. No acepto devoluciones (dijo en tono
sarc�stico).
A que se refiere con probarla.
Pues ni m�s ni menos que a que haga con ella lo que
quiera, lo que nunca hizo por que ella no quer�a o no le gustaba, vera como
ahora es mucho m�s comprensiva. Y sepa que la mercanc�a desde que est� aqu�
y han pasado poco menos de seis horas, la han probado varios clientes y
todos han quedado satisfechos con la oferta, le hemos dado prioridad a usted
por ser quien es.
Aquel comentario me dej� sorprendido, me estaba vendiendo a
mi propia mujer como si me estuviera haciendo un favor.
De pronto de abri� la puerta de una de las habitaciones y
salieron dos mujeres con �tiles de limpieza.
Ha, ah� est�n, ya debe estar lista. D�me el dinero y
mientras yo lo cuento, usted dispone de media hora.
Se cree usted que yo voy ha hacer eso con mi mujer
despu�s de lo que ha pasado.
Si se�or, es imprescindible, sino no hay trato. Adem�s
ella le guiar�, usted no se preocupe de nada.
Le entregu� el dinero y el me se�al� la habitaci�n. No se, me
daba cosa pasar, no sabia que pod�a encontrar. Empuj� la puerta, la habitaci�n
estaba medio oscura y en un lateral se atisbaba una figura de mujer, entr� y
alguien cerr� la puerta desde fuera. Camin� despacio hacia ella, la toqu� en el
brazo y cuando iba a hablar, ella me puso sus dedos sobre mis labios y chisto
indic�ndome silencio, a continuaci�n comenz� a desnudarme. Cuando me tubo
totalmente desnudo, yo ten�a una erecci�n total despu�s de haber visto la cinta,
se arrodill� y me realiz� una mamada incre�ble, era alucinante, ella siempre
rehu�a el sexo oral y me lo estaba haciendo de motu propio, pero cuando noto que
estaba a tope, par� y se tumb� para que la poseyera, lo cual hice con un deseo
extremo hasta el punto de que necesitaba correrme e inundar su co�o de leche.
Pero lo mejor aun estaba por llegar, me empuj� para que no siguiera.
Que pasa (pregunt�).
Nada (contest� ella), levanta y ponte detr�s de mi.
Se puso a cuatro patas y se dio lubricante en la entrada del
ano. Yo no me lo pod�a creer, ya no pod�a mas, solo con verlo estaba casi
corri�ndome.
Metemel� por el culo (dijo ella), vas a disfrutar como
nunca.
Incre�ble, tenia la polla como una piedra, se la puse en el
ojete y apret� para introduc�rsela hasta los huevos mientras ella mov�a su culo
como nunca lo hab�a hecho. Apenas seis o siete movimientos y estall� en su
interior, no me lo pod�a creer, era un sue�o, el �xtasis, qued� sin fuerzas,
nunca antes en todos los a�os que llevaba haciendo el amor con ella hab�a
sentido nada parecido.
Me levant� y me vest� para salir a terminar el trato con
aquel hombre pero sorpresa la m�a, all� ya no hab�a nadie, ni rastro de nada.
Extra�ado coj� a mi mujer y nos marchamos a casa. Aquello fue una pesadilla de
un d�a que cambi� nuestras vidas de golpe, nuestra relaci�n ha cambiado por
completo, mejorando much�simo y mi mujer ha conseguido que cada d�a est� mas
loco por ella y llegar a casa para ver la sorpresa que me tiene preparada y eso
si tengo que agradec�rselo a aquellos hombres, de haberlo sabido no me hubiera
importado pagar antes esos 6.000 euros.
(Agosto, 2.003. Paco (Barcelona)).