... Despert� sin saber bien donde estaba, �l desnudo miraba
por la ventana desde donde aun se ve�a la noche cerrada, no s� cuanto tiempo
transcurri� desde que me qued� dormida...
Sus nalgas tan redondas eran estupendas, ten�a un buen
desnudo, record� lo tirante y pegajoso que ten�a mi sexo antes de dormirme, mov�
las piernas para ver que sensaci�n me provocaba y descubr� que se hallaba
perfectamente terso y suave, mientras tocaba esa delicada piel con mi mano �l se
gir� al escuchar el ligero sonido que hicieron las s�banas al incorporar mi
torso...
Ya estas lista para m�s nena?... no te he querido
despertar, se te ve�a preciosa desnuda sobre mi cama... � se sent� en
el borde- a que te he dejado muy suavecita reina?- puso su mano sobre
la m�a mientras reposaba sobre mi monte de venus...
Que hora es?- pregunt�
Shsss... no hay prisa no?...- me dijo susurrante al
lado de mi orejita mientras introduc�a su dedo coraz�n dentro de mi
vagina...
Le not� mucho, no estaba muy lubricada en esos momentos...
tambi�n me sent� algo alertada e inquieta, si en muchos momentos pens� que
sexualmente �ramos seres muy parecidos, en esos momentos sent� algo de temor...
me pareci� un ser algo obsesionado con el tema y esa c�lida mirada que siempre
le defini� ahora parec�a m�s fria y perversa...
Le observ� mientras me met�a su moreno dedo y lo mov�a, el
sujetaba mi cara para poderla ver bien con la otra mano, mi vulva poquito a poco
y bajo sus acertados movimientos comenz� a presentar los primeros signos que
mostrar�a un hielo expuesto a los c�lidos rayos del sol, que estando duro, fr�o,
r�gido y lleno de aridez, poco a poco va cambiando su forma, su volumen y
empieza a transformarse de cuerpo s�lido a liquido, escapando entre nuestros
dedos en forma de agua, al igual que mi excitaci�n lo hacia entre los de �l...
Cuando ya estaba en el punto que �l deseaba, mirando sus
dilatadas pupilas mientras me hac�a retorcerme con sus precisos roces, sus
labios se aproximaron a los m�os y me beso como ninguna de las otras veces lo
hab�a hecho, como queri�ndome arrancar de las entra�as toda la pasi�n que mi
cuerpo pudiera generar... no s� que pasaba por su mente pero ese beso en el cual
su lengua acariciaba cada parte de mi boca, palpando mi paladar, investigando
las enc�as, entrelaz�ndose con la m�a... sal�a para buscar mis labios y
introduc�rselos en su interior donde los frotaba y mordisqueaba... quedaron m�s
rosas e inflamados que nunca, sent�a un hormigueo en ellos... me sent�
pr�cticamente engullida por su lascivia y ansiedad.
Mientras sus besos me inundaban, sus manos como si llegaran
tarde a una cita correteaban desordenadas por mi tronco, pellizcando mis pezones
como si fuera el timbre que hay que tocar... los apretaba con intensidad, me
hac�a da�o... pero por primera vez descubr�a el er�tico placer del dolor...
Con mis ojos abiertos vi como su sexo volv�a al estado en el
que para mi era m�s familiar, poderoso y con autoridad, convirti�ndose en objeto
del deseo...
La luz de la lamparita de al lado ambientaba la habitaci�n
sin privar a nuestras vistas del placer de este sentido y a la vez dotando al
lugar cierta oscuridad que contribu�a a hacer de su dormitorio el mejor lugar
para desatar nuestras pasiones...
Mis manos por primera vez fueron participes de la rueda de
reconocimiento, jadeante, con la respiraci�n entrecortada consegu�a liberarme de
sus besos para poder ver su pecho sentado junto a mi, y pasar mi mano por �l,
poblado de poco vello, que se expand�a a lo ancho como territorio virgen a punto
de ser conquistado... mis manos como un ejercito intentaban abarcarlo dejando
sus marcas de conquista conseguida con lo fuerte que pod�a llegar amarrarlo.
Sentados el uno frente al otro nos sent�amos invadidos por
una pasi�n desatada... me ayud� a que me sentara sobre sus piernas, con la mano
de nuevo agarrando su polla la acerc� a mi sexo abierto, frotando el glande
contra mi cl�toris con mucha ma�a... ese movimiento me parec�a delicioso, me
masturbaba con su propio sexo, con la punta de �ste parec�a esparcir su l�quido
por cada pedacito de carne, sin dejar ni un solo espacio libre de su roce...
cada vez la ten�a m�s dura y sus venas parec�an a punto de explotar de la
congesti�n experimentada... la imagen de la berenjena volvi� a mi mente...
Me cogi� con su brazo y me devolvi� a la cama, tumb�ndome en
ella bocabajo... sus besos recorr�an mi cuello, mis hombros, la espalda hasta su
final donde tengo dos hoyitos, uno a cada lado, antes de comenzar mis dos
redondas nalgas... me las cubri� de besos y de mordiscos... su lengua parec�a
saborearlo con total veneraci�n... la introdujo entre mis dos nalgas... eso
produjo en mi una excitante situaci�n.
Resbalaba con facilidad, parec�a que mientras yo hab�a
dormido el con tes�n y delicadeza hab�a limpiado mi cuerpo, sent� como sus manos
se ayudaban para abrirse paso, abr�a mis dos gl�teos y su lengua hac�a
circulitos alrededor de mi ano con gran velocidad y desparpajo produci�ndome una
sensaci�n muy agradable...
A intervalos humedec�a mi ano y alzaba la vista para
observarlo... hundida su cabeza en �l una de sus inquietas y traviesas manos se
acercaba hacia mi sexo de nuevo, buscando nuevos sonidos que resbalaran por mi
boca..., mientras uno de sus deditos giraba sin cesar el bot�n de mi m�ximo
placer el otro, aprovechando las dilataciones propias que experimentaba mi ano
por mi incipiente excitaci�n, iba lentamente introduciendose intentando agrandar
ese min�sculo espacio...
Yo sent�a gran placer, casi en este caso m�s mental que
f�sico... pod�a salirme de mi cuerpo para intentar observar ese recorte de mi
vida como si fuera un tercero a ella, desde arriba divisaba a esa jovencita
mujer desnuda, bocabajo con sus piernas abiertas hasta lo m�ximo que ella pod�a
permitir, con su cadera contone�ndose, mientras �l totalmente desnudo tiene un
dedo entre su empapada rajita y el otro por primera vez para �l intentando
abrirse paso en tan estrecho orificio, cerrado como si siempre hubiera sido
virgen, sus dientes simult�neamente mordisqueando el interior del muslo que casi
puede confundirse con su vulva...
Que perverso que es el sexo que a veces casi puede excitarte
m�s salirte de tu propio cuerpo para observar, que disfrutar de los placeres
f�sicos que te aporta...
Mis jadeos eran crecientes, su dedo ya estaba dentro, sent�a
un cierto escozor, con dolor, pero su dedo no paraba de explotar al m�ximo la
mina de mi vulva, esa mezcla de las dos sensaciones hac�a que moviera mi cadera
para provocar que ese dedo que me ocupaba desde atr�s adquiriera una actitud
din�mica. �l, para no hacerme excesivo da�o, lo hab�a dejado quieto, y era yo la
que me encargaba de subir , bajar y contonear las caderas para obtener mayor
placer...
Mmmm... princesa... me encanta verte mover,
desesperada, como zorrita ser�as una joya nena... veo que te gusta y
que te desinhibe por completo... sabes todo lo que me encantas y lo
bruto que me pones?
Sus palabras eran el reflejo de la excitaci�n que manten�a en
su cuerpo, quit� las manos de mi co�o y con cuidado y lentamente intento meter
el segundo dedo... di un grito de dolor... mis pechos ca�an hacia abajo en mi
posici�n de cas� a cuatro, sus dedos a la vez que chillaba suavemente me
pellizcaban mis irritados pezones por los que parec�a sentir devoci�n... era un
dolor placentero, en el cual no ser�a capaz de separar que porcentaje de cada
sensaci�n sent�a... solo s� que la una sin la otra no me habr�an llevado a ese
punto...
Con lentitud y aprovechando las contracciones naturales de mi
esf�nter fue sacando los dedos, se levant� y abri� un caj�n, de ah� vi como
sacaba un bote de lubricante que deb�a emplear habitualmente con su novia y a
saber cuantas m�s... de reojo pude ver su polla, estaba tan dura y tiesa, tan
hinchada... que sent� p�nico de pensar como iba a entrar eso por mi peque�o
agujero... pero a la vez y de nuevo me excito una barbaridad imaginarme como se
mover�a y que sensaci�n experimentar�a cuando me dejara regada de su esperma...
de nuevo mi lubricaci�n era maravillosa...
Te acuerdas lo que te dije eh? Recuerdas mi
mensaje? Cuanto m�s dulce la lengua... m�s afilado el diente...- su
tono era perverso pero muy muy morboso y excitante...
Abri� el tap�n, puso la crema sobre la yema de tres de sus
dedos, y con mis nalgas bien abiertas la extendi� por el agujerito metiendo un
poco el dedo y resbal�ndolo por las paredes interiores, se notaba fr�a... con mi
cabeza girada vi como embadurnaba su punta con esa brillante y aceitosa
sustancia sin ning�n olor aparente..
Desde atr�s, meti� su brazo por mi pelvis alz�ndome la cadera
un poco m�s... lleno todo mi vientre con las almohadas y almohadones de la
estancia, anticip�ndose de nuevo a que posiblemente por agotaci�n, dolor o
placer pudiera dejar mi cuerpo caer...
Como si en el practicante estuviera, me encontraba frente a
�l con todo mi culo en pompa, sobre el cual desataba algunos cachetes cari�osos,
mientras me jadeaba todo lo bonito que le resultaba mi trasero... esa posici�n
sumisa no dejaba de contribuir positivamente a mi estado de ansiedad, escuchaba
como mientras lo hac�a me iba relat�ndome lo que iba a hacer con mi culito.
Sent� como sus muslos rozaban a los m�os y la punta de su
sexo reposaba sobre mi esf�nter, respir� hondo, pero antes de metermela, sus
dedos se colaron dentro de mi vagina arrastrando parte de mi excitaci�n hacia mi
ano...
Supon�a que la imagen que tendr�a desde atr�s deb�a ser
espectacular, estaba totalmente entregada a que me propinara unas buenas
embestidas...
Su glande empez� a presionar, deb�a haber extendido una buena
cantidad del aceite en ambos sitios porque la punta entr� pr�cticamente sin
dificultad, fue a partir de ah� cuando empec� a notar el dolor... con lentitud
se iba abriendo camino por mi recto... ese hinchado sexo se estaba haciendo con
su propio lugar... mientras escuchaba como me dec�a que ten�a que relajarme para
disfrutar... a la vez que esto ocurr�a sent�a toda mi vulvita libre, abierta,
h�meda con palpitaciones en total soledad..
Un brusco �ltimo empuj�n me sobresalt�, ya estaba entera
dentro, contra� mis m�sculos y el jadeo muy fuerte, al repetirlo una segunda vez
pude observar y sacar la conclusi�n de que esa sensaci�n le embriagaba
produciendo fuertes gemidos... cuando a la quinta o sexta vez repet� la
operaci�n mi culito ya se hab�a acostumbrado a su tama�o y el comenz� ese
movimiento constante y repetido de entrada y salida... que me produc�a una
irritaci�n que a la vez me gustaba...
Se agarraba a la carne prieta de mis nalgas para que me
entrara todo su sexo entero, hasta que sent�a en el comienzo de mi h�medo co�ito
como golpeaban sus test�culos, se escuchaba el choque de nuestras carnes, y �l
entre jadeos balbuceaba palabras totalmente inteligibles.... lleg� a adquirir
tal velocidad que mi vista se torno nublosa y sent� que me estaba haciendo da�o,
por suerte esta parte fue en la que estaba a punto de irse dentro de mi...
Durante toda la penetraci�n anal me pareci� sentir que mi
cl�toris se inflaba como un enorme globo de los que hay en las ferias de barrio,
cuando el aire lo rozaba sent�a ya el placer. Empec� a sentir como llegaban los
espasmos a su polla se estaba corriendo en mi interior, si antes dejo su leche
reposando sobre mi sexo... ahora llenaba mi ano con ella y yo sent�a como �sta
rebosaba hacia el exterior cayendo por mis muslos.
En el momento del orgasmo, busc� de nuevo mi co�ito para
meter los dedos, sus movimientos dentro de esas hinchadas paredes fueron
bruscos, llenos de tensi�n, como su cuerpo se encontraba antes de estallar en el
climax... corvando esos deditos estimulo esa zona que en mi genera un placer
inmediato...
Mientras sent�a como mis muslos se tintaban de chorretones
blancos... de nuevo ve�a estrellas, sent�a cosquillas por mi vientre y ca�a
desplomada, abandonando mi cuerpo f�sico para sentir como me elevaba hacia otro
lugar....
En medio de mi orgasmo la saco para hacerme el menor da�o
posible... se dio cuenta que ya era demasiado tarde... dejo caer su cuerpo sobre
el mio, beso mi cuello y se aproximo a mi cara...
No quise hacerte da�o cielo... perd�name...dame un
ratito y te juro que te compenso...- me llenaba de besos a la vez..
No pasa nada tranquilo- dije entre jadeos- no ha
sido tanto, he sentido un placer que no puedo describir... por cierto
como que un ratito?- re�, yo ya no puedo m�s, de ver�s que no...
Deja que pase un ratito y te prometo que no te
arrepentir�s... ser� la guinda del pastel... probablemente todo esto
no se vuelva a repetir... pero no es hora de hablar de est�... deja
que te cuide, descansa... shsss...