Esta historia sucede cuando mis padres deciden mandarme a un
instituto interno aqu� en Espa�a, pero donde s�lo se habla ingl�s. Daba la
casualidad de que yo ya hab�a visitado las instalaciones de ese colegio, ya que
mi hermano fue a estudiar all� tambi�n y nos invit� el d�a de visitas.
El primer d�a llegu� y lo primero que hice fue dirigirme a la
residencia, un edificio aparte del instituto. Cuando llegu� a mi habitaci�n ya
hab�a un chico esperando a que abriera la puerta el conserje, que estaba al
final del pasillo.
Hola! Qu� tal? Eres nuevo?
S�, reci�n llegado.
Soy Alberto y ese que viene por all� es Felipe.
Al terminar de pronunciar la frase Felipe lleg� y me estrech�
la mano y tambi�n Alberto.
Soy Juan, dije yo.
Encantado! �dijeron los dos a la vez-
La vista entonces ya fue impresionante, a primeros de
septiembre todav�a hac�a calor y Alberto llevaba una camiseta blanca de tirantes
que dejaba al aire sus musculosos brazos y marcaba sus pectorales y sus pezones
y Felipe llevaba unos pantalones de ch�ndal que le hac�an un culo impresionante.
A ver si no arm�is mucho este a�o, eh? �dijo el conserje.
Alberto y Felipe sonrieron y agacharon la cabeza.
No quiero ni imaginarme por qu� ha dicho eso el conserje
�dije yo.
Ya nos toc� juntos el a�o pasado y no les dejamos
precisamente dormir a las habitaciones de al lado.
No dijimos nada m�s durante nuestra instalaci�n en la
habitaci�n, donde hab�an tres camas individuales en el suelo dos escritorios,
dos armarios, un ba�o y un ordenador.
Alberto y Felipe juntaron sus camas quitando la mesita del
medio.
Dorm�s juntos? �les pregunt�.
No, es para ocultar en medio las revistas porno �dijo
Alberto, como si fuera lo m�s normal del mundo, sin prestarle atenci�n.
Cada uno sac� entonces de sus bolsos unas 4 � 5 revistas
porno. No s� si ser�a mi imaginaci�n y las vistas que ten�a directas entonces al
culo de Felipe, pero me pareci� que sacaba una revista de t�os. Y lo m�s
sorprendente: un tarro de vaselina sin olor, que pude ver claramente. Decid� no
darle m�s vueltas a ese tema y saqu� yo mis cosas.
Ese primer d�a fuimos a las clases de presentaci�n del tutor
y de los profesores, ninguno me llam� la atenci�n excepto el profesor de
gimnasia, reci�n graduado, era su primer a�o en un instituto y: 26 a�os, rubio,
melenita corta y cuerpo genial, ya sudado porque ya hab�a dado clase con los
mayores.
Terminadas las presentaciones me di una vuelta por las
instalaciones hasta la hora de cenar. Era un complejo enorme, con gimnasio,
piscina, conservatorio, sauna, 3 laboratorios y un mont�n de aulas auxiliares
para distintas �reas de FP. La nuestra era la residencia de las clases de ingl�s
y visit� el edificio correspondiente a nuestras aulas. Estaba muy bien.
Despu�s de cenar nos fuimos a dormir y despu�s de un rato en
la habitaci�n llegaron Felipe y Alberto juntos.
Ya has visto todo?
No, no me ha dado tiempo a verlo entero.
Tranquilo, ya te iremos ense�ando nosotros todo.
El ordenador tiene conexi�n a internet o es el cable del
tel�fono?
Tenemos ADSL del normal en cada habitaci�n �dijo Felipe.
Lo malo es que cada a�o formatean los ordenadores y no hice
copia de seguridad el a�o pasado �dijo Alberto.
Perdiste trabajos? �pregunt�.
No, todas las fotos porno y un mont�n de pelis.
T� eres un salido! �dije yo de broma.
T� tienes pinta de eso tambi�n �dijo Felipe.
Simplemente me limit� a sonre�r.
Durante esa noche no pude hacer otra cosa que pensar en mis
compa�eros de habitaci�n en el vestuario del gimnasio conmigo, lo que produjo
una notable erecci�n que en situaciones normales me hubiera dedicado a masajear,
pero que no era plan en la primera noche juntos.
Al d�a siguiente (pasamos directamente a la 5� hora) al
terminar la hora de gimnasia, el profesor dijo que quien quisiera se pod�a
duchar en los vestuarios, pero que a�n no hab�a agua caliente, as� que pod�amos
usar las duchas de la habitaci�n.
Felipe y Alberto se fueron a la habitaci�n mientras yo
prefer� quedarme en los vestuarios. Poca gente se qued� conmigo, pero la
suficiente para hacerme una idea de lo bien que lo iba a pasar en las clases de
gimnasia.
Cuando volv� a la habitaci�n abr� la puerta y pas� a mi cama,
puse la ropa de gimnasia en el cesto y me quit� la camiseta. No o� ruido
procedente de la ducha y me extra��, as� que pas� a echar un vistazo, pero sin
avisar. La escena fue la siguiente:
Felipe y Alberto, a�n sin duchar estaban en la taza del
v�ter. Felipe sentado y Alberto encima, entend�is no? Las manos de Felipe
recorr�an todo el cuerpo de Alberto mientras este con los ojos cerrados
masajeaba su propia polla mientras la de su compa�ero entraba y sal�a de su culo
sudado y dilatado ya lo suficiente. Ninguno de los dos se dio cuenta hasta que
Felipe apart� su vista de los labios de Alberto que estaban babeando y me mir�.
No has avisado de que te quer�as unir a la fiesta �dijo
Alberto, a�n con los ojos de lujuria.
Ya te dec�a que ten�a cara de salido �dijo Felipe.
Yo... pensaba que no hab�a nadie y...
Ya, y por eso llevas ah� un rato vi�ndonos. Y �c�mo
explicas lo de ese bulto en tu pantal�n?
Entonces me di cuenta de que mi polla hab�a crecido hasta
l�mites insospechables. Sin saber lo que decir, abandon� el cuarto de ba�o.
�D�nde vas? �dijo Felipe- est�s a puntito, cari��n, ven
aqu�.
Sin pens�rmelo y sin saber por qu� acced� mudo a la
proposici�n. Alberto se levant� de encima de Felipe y se puso a 4 patas.
Sabor�alo.
Yo no le penetr� directamente, si no que mi lengua se decidi�
a buscar su ano sudado y con el sabor de la polla de Felipe, que ahora estaba
descansando de haber penetrado a Alberto. Mi lengua se hundi� en el culo de
Alberto y sabore� de todo mientras mi polla estaba m�s y m�s dura y Felipe
estaba quit�ndome los pantalones y los boxers.
Para de degustar, p�dete el men� completo.
Entend� a la perfecci�n la sugerencia y mi polla se encar�
directamente hacia el precioso y mojado culo de Alberto. Mientras tanto, Felipe
se estaba colocando delante para que Alberto le diera una clase de lenguaje.
Alberto parec�a ponerse m�s y m�s cachondo a cada penetraci�n y la polla de
Felipe entraba m�s profunda cada vez dentro de la boca de Alberto. Entonces
salimos a la habitaci�n y yo me sent� en la cama esperando la reacci�n de alguno
de los dos. Me abr� much�simo de piernas y Alberto que pareci� no haber tenido
suficiente se sent� encima de mi, de cara, con lo que pod�a masajear su cuerpo
igual que antes Felipe que ahora estaba casc�ndosela solo.
Mis manos recorrieron todo el cuerpo de Alberto,
especialmente el culo, en el que me detuve y pasee un buen rato. Despu�s mi mano
derecha cogi� su polla mientras mi mano izquierda subi� a sus labios. Juguete�
un buen rato con mis dedos en los labios y la lengua de Alberto. �l chupaba con
�nfasis todos y cada uno de mis dedos que hab�an estado en su culito.
Felipe avis� y lleg� donde est�bamos nosotros. Sin darme
tiempo a que se la chupara un poquito, se corri� en nosotros dos.
Fue una sensaci�n indescriptible, que me puso muy, muy
cachondo.
Dos o tres trancazos despu�s, me corr� entero en el culo de
Alberto, al que pareci� gustarle much�simo que lo hiciera. Entonces se levant� y
goteando por su culo, me lo se�al�. Todo el semen de la zona exterior de su culo
fue recogido por mi deseosa lengua. S�lo faltaba Alberto por correrse. Yo no me
lo pens�, mientras Felipe se terminaba de limpiar, sent� a Alberto en la cama,
lo abr� de piernas y empec� a jugar con mi mano en su polla mientras mi lengua
recorr�a toda su pierna, sus ingles, sus huevos, sin llegar a tocar la polla.
Sin previo aviso, se corri�, derramando dos o tres chorros
potent�simos de leche en el cesto de la ropa sucia que hab�a justo al lado.
Tampoco pude saborear la polla de Alberto. Pero estoy seguro
de que muy pronto suceder�.