MARY se mud� al barrio donde viv�an mis abuelos, exactamente
enfrente, cruzando la calle. Ella era divorciada y sin hijos y yo por aquel
entonces estaba saliendo con una chica desde hac�a un a�o, todos la hab�an
aceptado en casa y ya era como de la familia, as� que mi novia pasaba muchas
tardes hablando con mi abuela mientras esperaba que yo regresara de la escuela.
Por otro lado, MARY enseguida hizo amistad con mi mam� y mi
abuela sol�a venir a casa a tomar cafe. Al poco tiempo se hicieron buenas amigas
y hasta se asociaron para vender ropa en el garaje de la casa de MARY que estaba
desocupado. Trabajaron mucho hasta dejarlo en condiciones y en un lindo local.
MARY era una mujer muy llamativa, alta, de medidas perfectas,
armoniosa y adorablemente simp�tica de 41 a�os de edad. Cuando la vi por primera
vez casi se me sali� el coraz�n. Yo ten�a entonces 17 a�os y como dije antes
estaba saliendo con Ana, a la que hasta ese momento pensaba que la amaba, pero
con el correr del tiempo MARY empez� a ser el motivo central de todos mis
pensamientos.
A los pocos meses, MARY tuvo que arreglar el ba�o, despu�s de
llamar a un plomero vecino, est� le dijo que las tuber�as eran muy antiguas y
que ten�an que cambiar toda la instalaci�n de agua. La casa era muy vieja y no
le qued� otro remedio que aceptar la opini�n del plomero, as� que por unos d�as,
mientras durara el trabajo, mam� le propuso que se viniera a casa de mi abuela
ya que cont�bamos con el cuarto que habia sido de mi tio hasta que se caso.
Por supuesto que MARY no tuvo m�s remedio que aceptar y se
mud� a casa de mi abuela. Y ah� empez� mi infierno, MARY con sus camisas
cortitAs y sus batas de seda, son sus pechos asom�ndose casi, me torturaba y yo
ten�a siempre una erecci�n hasta que ella se vest�a o se iba a dormir. Cada vez
que me descubr�a mirando lo que pod�a de sus pechos, me sonre�a. Yo andaba con
una calentura padre y despu�s no me quedaba m�s remedio que desahogarme con Ana,
aunque lo que yo deseaba era hacer el amor con MARY.
Lleg� el domingo y fui a visitar a Ana como de costumbre.
Recuerdo que regres� bien tarde por la noche y me encontr� con abuela y MARY
mirando TV, todos los dem�s estaban durmiendo: me acerqu� y me qued� con ellas a
ver la pel�cula que miraban. Ten�a escenas er�ticas algo fuertes y yo ten�a una
endemoniada erecci�n que de s�lo ver a MARY moverse.
A las dos de la ma�ana mi madre se fue a dormir, entonces
MARY se dirigi� a la cocina y subi� a un banquito para buscar un jarro nuevo de
caf� que mi mam� le hab�a dicho donde encontrarlo. Yo la segu�, ella perdi� el
equilibrio y corr� a sostenerla, terminamos los dos al piso y ella arriba m�o:
Le pregunt� si estaba bien al ayudarla a levantarse. Ella se r�o y me dijo que
s�, pero que no pensaba que yo lo estuviera. Lo dijo como si yo tuviera un gran
problema. Me re� y le dije que los mismo pensaba yo. Ella comprend�a a qu� me
refer�a.
MARY dijo que ten�a a esa altura una idea, sugerida por todas
las veces que me hab�a visto contempl�ndola. Me confes� que no pod�a imaginar
c�mo yo pod�a sentir eso por ella si ten�a casi la edad de mi tia. Le expliqu�
que tendr�a la edad de mi tia, pero tambi�n el cuerpo m�s hermoso que vi en mi
vida. Ella se acerc� muy despacio y me dijo que todo era una locura, no aguant�
m�s y le agarr� la mano llev�ndola justo sobre mi miembro, pens� que me
rechazar�a pero me la apret� muy suavemente y su cuerpo se peg� al m�o, su boca
busc� la m�a y nos fundimos en un beso, luego abri� su boca y succion� mi lengua
hasta la mitad. Despu�s de unos minutos de besos y de sentir su mano sobre mi
sexo, le dije que si no se deten�a un poco acabar�a all� mismo, ella se r�o y me
dijo que si hab�a estado sin sexo tanto tiempo como ella ten�a que estar super
caliente.
Le suger� que fu�ramos a mi cuarto para hablar del tema m�s
tranquilos, ella dud� unos segundos pero como yo dorm�a arriba solo en el cuarto
que estaba pegado a la terraza, era bastante dif�cil que alguien subiera. Ella
se dirigi� al comedor, apago la TV y subimos las escaleras tomados de la mano.
Una vez en mi cuarto cerr� la puerta con llave, ella prendi�
la luz y se qued� de pie junto a la cama y ah� mismo me acerqu� para besarla
despu�s de haber so�ado tanto con ese momento. Despu�s de un rato ella me separa
de m� y me pregunta otra vez si realmente estaba seguro de querer hacerlo con
ella, una mujer mayor. Le dije que s�, que hab�a pensado y so�ado con ese
momento muchas veces. Le desat� el nudo de su bata y vi como se deslizaba por
sus hermosos hombros y cayo a sus pies. La bes� la parte alta de los pechos
antes de terminar de sacarle lo que le quedaba de ropa interior. Cuando vi su
cuerpo desnudo no pod�a creerlo, era m�s bella que en mis sue�os. Ten�a los
pezones erectos y sobresal�an, me inclin� y bes� uno, luego el otro muy
despacio, humedeci�ndolos con mi lengua. Le dije que me parec�a mucho m�s
fant�stica de lo que hab�a so�ado. Me sonri� y dijo que esperaba que as� fuera,
me dijo que siempre hab�a estado muy orgullosa de su cuerpo.
Abr� la cama y la hice sentar en el borde. Me ubiqu� entre
sus piernas y muy despacio separ� sus piernas, levant� una pierna y atrap� su
pie desnudo, muy despacio fui acariciando sus dedos y despu�s me los met� en mi
boca, bes� sus piernas y segu� subiendo con mi boca hasta mi nariz quedo entre
los labios de su vagina. Ol�a tan lindo que hubiera podido quedarme toda mi
vida. Ella cay� de espaldas y le separ� los labios con los pulgares y comenc� a
lamer desde el ano hasta la vagina. Cada vez que sacaba la lengua, la tenia
cubierta por sus jugos, Ten�a un sabor tan rico que cre� que nunca me parecer�a
suficiente el poder saborearlos, le met� uno de mis dedos y muy despacio comenc�
a moverlo en c�rculos muy despacio mientras que mi lengua hab�a alcanzado el
cl�toris, atrap�ndolo entre mis labios y succion�ndolo, no creo que la haya
estado lamiendo y comiendo por m�s de 5 minutos cuando sent� que ella me tomaba
del pelo con ambas manos hundiendo m�s mi boca dentro suyo y lleg� al cl�max. Se
qued� acostada temblando y gimiendo, le chup� todos sus jugos y le lam� muy bien
el cl�toris, me par� y fui a acostarme a su lado, recostando mi cabeza sobre su
pecho.
Ella me miro y dijo que no pod�a ser que todav�a estuviera
con mis pantalones, me levant� y dej� caerlos a mis pies junto con mi ropa
interior, quedando totalmente desnudo, ten�a el miembro tan duro que pens� que
iba a estallar en ese mismo momento, ella me llam� para que me acueste otra vez
a su lado y comenz� a besar mi cara. Me dijo que hac�a tanto tiempo que nadie la
acariciaba as�, que hab�a olvidado lo bueno que era. Comenz� a besarme de a poco
hasta llegara mi entrepierna, tom� mi pinga entre sus manos y la frot� contra su
rostro, luego abri� la boca y se devor� el glande, comenz� a correr su lengua
por la cabecita y despu�s de un par de segundos introdujo una porci�n mayor
dentro de su boca, yo me levant� un poco sobre la almohada para poder
observarla, sent� c�mo la punta de mi verga tocaba el fondo de su garganta y su
lengua jugaba con todo mi tronco, abri� los ojos y me dirigi� una mirada muy
excitante, su cabeza comenz� a subir y bajar, dejando que mi miembro resbalara
hacia arriba y abajo, sent� una sensaci�n maravillosa, todo lo que deseaba era
quedarme all� y dejar que ella me chupara eternamente, pero estaba muy caliente
y sab�a que no podr�a contenerme mucho tiempo m�s. En un instante mi eyaculaci�n
pareci� estallar en el fondo de su garganta, ella gimi� y se la trag� toda,
chupando con entusiasmo y evidente placer, no dej�ndome ni una gota de leche,
luego retir� su boca de mi miembro y se relami� sus labios, subi� muy despacio
por mi cuerpo d�ndome peque�os mordiscos, la sostuve entre mis brazos y le dije
que nunca me la hab�an chupado tan bien.
Comenc� a besar y chupar sus grandes pechos y no pas� mucho
tiempo hasta que mi miembro volvi� a endurecerse, ella se coloc� sobre m� y
rode� mi pinga con sus pechos. Yo comenc� a meterlo hacia delante y luego a
retroceder. Ella lam�a el glande cuando lo metia, al rato le dije que me mor�a
de ganas de penetrarla, quer�a sentir el calor interno de su cuerpo, ella se
levant� sobre su espalda y se arrodill� sobre la cama, me deslic� debajo de su
cuerpo y antes que yo guiara mi verga hacia su vagina, ella la tom� y la puso
entre sus labios para que despu�s sentarse muy despacio sobre m�, sent�a como
entraba mi verga dentro de ella y el calor de su cuerpo, cuando hab�a
introducido la verga entera, entraron en acci�n sus m�sculos vaginales, que me
la apretaron con fuerza, no pod�a creer lo que estaba sintiendo, comenzamos a
movernos muy despacio hasta alcanzar mayor velocidad, cambiamos de posici�n y
ahora estaba debajo de m�, separ� bien las piernas y pod�a ver su concha hermosa
y h�meda, me acerqu� muy despacio y de una sola embestida se la met� bien hasta
el fondo, sus piernas envolv�an mi cintura, ella encontraba en los avances de su
pelvis cada una de mis acometidas, comenzamos lentamente, pero de a poco fuimos
aumentando la velocidad de nuestros movimientos hasta que realmente se hicieron
veloces, ten�a una vagina tan estrecha que pod�a haber llegado inmediatamente si
ella no me hubiera chupada tan bien antes.
Despu�s de unos cinco minutos, ambos transpir�bamos
profusamente, yo goteaba mi sudor sobre ella y el de ambos corr�a por su piel.
Despu�s de un rato m�s MARY empez� a llegar, luego sent� que ya me era imposible
evitar el orgasmo y ced� a la presi�n de mis test�culos, me hund�a hasta el
fondo y mis jugos comenzaron a inundarla, los m�sculos de su vagina me orde�aron
hasta dejarme totalmente seco, ambos jade�bamos, yo me coloqu� a su lado, para
que ambos pudi�semos recuperar el aliento. La abrac� muy fuerte y le bes� todo
el hermoso rostro, en especial detr�s de su oreja y cuello.
Quedamos juntos un buen rato hasta que me dorm�, cuando los
rayos del sol entraron por la ventana de mi cuarto, busqu� a MARY pero ya no
estaba, baj� a tomar el desayuno y la encontr� en la cocina, me confes� que no
pod�a creer que hubi�ramos hecho el amor, me habl� de la diferencia de edad, de
que todo hab�a sido una locura, que ella se hab�a dado cuenta de la forma en que
yo la miraba pero que nunca hubiera imaginado que iba a suceder algo entre
nosotros. Se echaba toda la culpa porque no hab�a hecho nada para evitarlo y que
s� yo cuantas otras cosas m�s.
La tranquilic� y le dije que la amaba desde hacia mucho
tiempo y que s�lo quer�a estar con ella, le tom� una mano y ella se electriz�
toda.
Trat� de esquivarme toda la semana hasta que terminaron de
refaccionar su casa y se mud� nuevamente a su casa, nunca m�s respondi� mis
llamados o saludos y evitaba a toda costa estar a solas conmigo.
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