Al verle, se dio cuenta que ya se hab�a fijado en �l, le llev� a su casa en coche porque la lluvia era intensa y �l le invit� amablemente a subir y tomar una copa.
La voz de un hombre me excit� de tal modo, que fue imposible resistir el llamado interior a buscarlo y sentirlo dentro de mi. Fue un encuentro lleno de una loca pasi�n. El cual sucedi� en realidad.