MI PROFESOR DE "METEMATICAS"
Esto me sucedi� cuando aun no hab�a tenido relaciones de
�ndole sexual con nadie, o sea que fue mi primera experiencia despu�s de la
masturbaci�n.
De entre todos los profesores me centrare en Don Juan, el
profesor de matem�ticas, un hombre de unos cuarenta a�os, muy alto, bien
formado, siempre impecable pelo y min�sculo bigote bien cortados y eso si de un
pelirrojo bien oscuro. El nacimiento de su barba, siempre bien rasurada, se
pod�a detectar tambi�n de un color rojo oscuro.
Muy buen profesor, pero que aterraba a todos por su firmeza y
seriedad, aunque de vez en cuando tambi�n sol�a bromear y con el paso del tiempo
se convirti� para todos en un profesor severo, pero muy comprensivo, con el que
se pod�a hablar.
Por aquel entonces solo nos infund�a terror, y pobre del que
no se supiera lo que le sacara a la pizarra a hacer, o no hubiera completado sus
tareas del d�a anterior, o no se supiera las tablas de multiplicar... Pronto
aprend� que la mejor forma de no ser carne de ca��n era estudiar sus lecciones y
hacer todas las tareas (mal si no las sabia hacer, pero llevarlas hechas).
Por mucho que lo intentara las mates no eran lo m�o y siempre
tenia algo mal. Recuerdo cuando se pon�a a explicar, no pod�a dejar de imaginar
lo enfundado en un traje de cuero, con una fusta en vez de una tiza, como seria
su polla que en tantas ocasiones hab�a vislumbrado bajo su ch�ndal azul, o
marcada en sus vaqueros desgastados y algo ce�idos. Se le notaba un culo prieto
y respingon. Y aquellas manos grandes, con pelos rojos que sub�an por sus
brazos... No me resultaba f�cil atender a lo que dec�a, ya que mi mente se
dedicaba a imaginarlo desnudo.
Un d�a en el que me saco a la pizarra para corregir las
tareas del d�a anterior, no supe hacerlo y cuando me corrigi� me dijo que me
quedar�a despu�s de clase y que me tendr�a haciendo ra�ces cuadradas hasta que
me salieran bien cinco seguidas. Ya era el tercero al que castigaba aquel d�a.
Menuda putada, con las ganas que uno siempre tenia de salir a
las cinco de la tarde, tendr�a que quedarme m�s.
Cuando son� el timbre todos recogieron en silencio como era
costumbre en su clase y aguardaron a que nos diera permiso para salir.
Pod�is salir todos, menos los tres que est�is castigados.
�dijo.
Todos se apresuraron en salir, el se limito a levantarse y
comenzar a copiar en la pizarra varios ejercicios. Yo no dejaba de mirar su culo
y su brazo extendido hacia arriba mientras escrib�a en la pizarra y me imaginaba
cuanto rojo seria el pelo de su polla...
El primero en terminar los ejercicios se los mostr� y tras
correg�rselos se marcho. Yo no dejaba de pensar en lo mismo y mi calentura hizo
que me empalmase, de manera que le pido si puedo ir al servicio, a aquella hora
el colegio se quedaba pr�cticamente vac�o, todos corren a sus casas.
Entro en los servicios y tras comprobar que no hay nadie me
encierro en uno de los retretes y coloco el cerrojo para seguidamente sacarme mi
polla que ya estaba bastante hinchada y empiezo a machac�rmela. Pierdo un poco
la noci�n del tiempo, me parece o�r algo, paro un momento y como no escucho nada
continuo con mi placentero trabajo manual, levanto la cabeza y veo por encima de
la puerta la cara de mi profesor mir�ndome fijamente, paro en el acto, veo como
se despega de la puerta, estoy paralizado por el miedo y no puedo mover un
m�sculo. Entonces de un empuj�n salta el d�bil y peque�o pestillo y en la puerta
y veo a mi profesor con los pantalones desabrochados y una enorme polla se abre
paso de entre sus calzoncillos bajados.
-�Qu� crees que estas haciendo?... no sabes obedecer a tu
profesor... ahora vas ha aprender modales ni�o...
Entra, cerrando la puerta tras de si, yo sigo sentado en el
inodoro, tratando de cubrir mi polla con mis manos. Mi profesor se me acerca mas
y deja ante mi cara aquel trozo de carne, rodeado en la base por gran cantidad
de pelo muy rojo, no era muy gorda, pero si alargada y con prepucio y sus bolas,
que no colgaban, parec�an estar pegadas totalmente a la base del pene.
En ese momento me agarra la cabeza por ambos lados y me la
acerca a la cara, en lo que yo aprovecho para metermela de inmediato en la boca
y comenzar a chuparsela.
Chupala carb�n, haz que me corra en tu boca.- me dice.
Yo le hago caso y sin cesar de chuparsela me sigo pelando la
m�a hasta que comienzo a soltar chorros de semen de los cuales algunos caen
sobre sus pantalones y sus calzoncillos.
Entonces me agarra por un brazo y me obliga a levantarme del
retrete, y bruscamente me da la vuelta. Yo me apoyo sobre la taza del bate y
noto como el introduce un dedo humedecido en mi culo que se abre a duras penas.
Cuando ha metido varios dedos a la vez noto como se agacha y me escupe en el
culo varias veces, se levanta de nuevo y apoya su verga en mi culo para meterla
de un empuj�n. Aquello es una pasada, siento dolor y placer por partes iguales y
en poco tiempo noto como varios chorros de liquido bien caliente bullen dentro
de mi culo, cada uno de ellos acompa�ado por un quejido ahogado y seco de mi
deseado y por fin tenido profesor...
Se subi� los pantalones y antes de salir del servicio de
ordena que valla a la clase y recoja mis cosas y que pod�a marcharme.
Cuando salgo no hay ni rastro de el, ni en la clase tampoco.
Lo recojo todo y me marcho a casa mas feliz que si hubiera aprobado la
asignatura.
En las siguientes clases fue menos severo conmigo y no me
saca tanto a la pizarra.
Desde entonces tengo una gran debilidad por los pelirrojos
que me recuerdan a mi profesor preferido.