Relato: Mi vida La ma�ana del Domingo transcurr�a en la paz del campo , a lo
lejos el gran puente que une la provincia con las islas del delta, se ve
desdibujado en su imagen por la evaporaci�n que ese incentivante sol produce al
posarse sobre los cultivos.
Mis padres y hermana estaban en el pueblo como todos esos
d�as llegar�an entrada la tarde como era la costumbre familiar , en esa ocasi�n
no cumplida por mi indolencia juvenil, simple rebeld�a o cansancio por la fiesta
que el d�a anterior tuvimos en casa de Annabella, mis quince a�os, recib�an ese
verano con la ebullici�n hormonal que mov�an mis ojos a los muchachos al sexo y
ganas de sentir como en las pel�culas, propagandas y en los escarceos de mi
hermana con su novio, un chico que mov�a mis estanter�as y la de mis amigas, 22
a�os , al cual mi hermana Clara (19) utilizaba a pleno desde hace por lo menos
dos a�os, mis labios vaginales se llenaron de flujos de solo recordar las
sacudidas que se dan juntos, como podr�a olvidarme mis primeras masturbaciones
recordando la primera vez que los espi� , en la soledad del garage sobre el auto
del abuelo, en ausencia de nuestros padres, lo mov�an en un trajinar que pon�a a
prueba la resistencia, de gomas y amortiguadores.
Su mirada buscaba siempre mis partes p�dicas las cuales
marcaba `por mi parte con la ropa apropiada , en una oportunidad un simple cruce
sobre el pasillo de la cocina me hizo sentir su sexo apoyado en mis nalgas las
cuales pegandos� a su cuerpo le dieron indicaciones que esa ma�ana produjeron el
efecto buscado.
Su llegada a la pileta no ocasiono ning�n revuelo entre los
perros, si en mi interior, la oportunidad estaba a nuestro alcance ni hizo falta
que grit�ramos, solo al acercarse a un beso siempre familiar con la naturalidad
en ambos fue a nuestros mutuos labios, sus caricias en mi cuerpo extendido en la
reposera me hicieron asumir que estar�amos unidos tal cual lo hac�a con a mi
hermana, intentando distinguirme se me ocurri� la idea de llevarlo a la ducha
del patio, su malla cedi� al un�sono de la m�a entre nuestras manos, sus dedos
jugaron en mis jugosos labios de cachonda cueva, sabiendo que no estaba en mi
periodo fertil (hac�a dos d�as que se me hab�a retirado la menstruaci�n) , le
ped� que lo hiciera sin preservativo , el jab�n sensualizaba m�s nuestra piel,
era un paso importante hac�a el abismo tan comentado con mis amigas, nunca pens�
como variar�a mi vida, la penetraci�n al coro de su garganta dici�ndome !puta!
!reputa! me permitieron recibir ese mi primer polvo con el novio de mi hermana.
El goce de ese d�a, no solo fue la satisfacci�n de sentirme
mujer, fue el primer paso en la b�squeda de momentos similares, todo ese verano,
mi cuerpo se entrego entero a sus caprichos, en los momentos que el quisiera,
con el titulo de ser su amante . Reci�n a fines del verano me inicie en
aventuras con otros chicos en la semana de vacaciones que me fui con mis padres,
excusas, reuniones, llamadas, aprendidas en esa relaci�n prohibida me
permitieron tomar conciencia que la inocente chica que miraba el puente ese
Domingo, se hab�a transformado en una puta, que buscaba enfriar su cuerpo con
barras de carne que en definitiva la llevaban en un circulo vicioso de b�squeda
, sexo y goce .
Las clases empezaron, a la semana conformaba situaciones con
mi cu�ado, mientras mi hermana estudiaba en Buenos Aires, sentada en la escalera
con sus amigas vio al profesor del cual se contaban historias de sexo, el saludo
cordial fue tomado por todas como una incitaci�n, , en calentura constante, ese
mismo d�a iniciado el periodo de poses diferentes, sus pensamientos otrora
hacedores de su actual evoluci�n en puta, fueron tomando formas e im�genes, en
una fantas�a , hora con cu�ado, hora con sus amantes, hora con el "novio" de una
fiesta , formaron el deseo de poseerlo, en el arte de la seducci�n encontr� el
camino de obtener ese cuerpo.
Sus miradas se apoyaba en sus partes, en sus ojos, otra vez
sent� el puntapi� como en mi relaci�n con mi cu�ado , me introduje en la sala de
profesores donde el esperaba su hora de ingreso, avanzando sobre el, tome su
falo con mi mano mientras besaba sus labios, ante la sorpresa le agregue que si
dec�a algo lo iba a acusar de que era el qui�n me atacaba.
De sus labios salieron esas s�labas que no me ha abandonado
hasta hoy !Pu Ta! separando mi cuerpo me pidi� calma , le ped� una reuni�n ,
sonriendo me dijo que fuera a su casa a la tarde, cuando llegu� lo hice
utilizando" una reuni�n con el taller de gesti�n", solo en su casa, me desnude
ante sus ojos imp�vidos, sin inmutarse me llevo a contarle toda mi vida sexual,
mis intenciones, mi escena de la ma�ana, mientras en cada instante me
tranquilizaba, que todav�a estaba a tiempo para rehacer mi vida, que no ser�a mi
amante, que entendiera el compromiso en calidad de profesor, que todav�a no
discern�a, que esa categorizaci�n de !puta! que hac�a de mi misma era
degradante, que mi cuerpo y alma merec�a algo m�s, que mi cu�ado era un
aprovechado, que bajara el v�rtigo, su tono paternal me hizo vestir, su charla
envolvente en razones me hizo dar verg�enza.
Al salir de esa casa, sus ultimas palabras me hicieron
entender todo, en el obscuro zagu�n me beso en los labios y me pidi� , c�lmate,
goza , cuando dejes el colegio si te siguen las ganas ll�mame.
Segu� mi vida de trampas hasta que hoy a un a�o de egresar, a
dos del casamiento de mi hermana, recuerdo la noche del viernes pasado donde mi
cu�ado una vez m�s termino el recorrido de las poses, con una cabalgata sobre su
hermoso falo.
Esto de ser puta, lleva tiempo y esfuerzo.
Hoy reunidos vi junto al profesor el video que esa tarde
hizo, ahora el me desnudo y mi entrega experimentada, en verdad nos hizo gozar a
pleno, arrodillada mame su falo, erecto me sent� sobre el , galopando mi cuerpo
recib�a la satisfacci�n buscada y de sus labios como al principio de todo
escuche gemidos y aprobaci�n de mi condici�n !Pu Ta!
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Relato: Mi vida
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