Hace unos a�os, vino a la ciudad donde viv�a con mi madre un
nuevo ginec�logo. Un hombre joven que acababa de terminar la carrera de
medicina. Mi madre era viuda desde poco antes de nacer yo y en aquel entonces
viv�a con sus padres. Fueron muchas las veces que acompa�� a mi madre al
ginec�logo. Yo me quedaba en la sala y ella entraba dentro. Cuando yo ten�a once
a�os, murieron mis abuelos y durante la recepci�n que se hizo en casa, me llev�
una sorpresa. En una ocasi�n que quer�a preguntarle algo a mi madre, no la
encontraba. Sub� a su habitaci�n y o� unos gemidos. Pens� que estaba llorando y
quise consolarla. La puerta no estaba cerrada del todo y al asomarme, vi a mam�
tumbada sobre la cama teniendo a un hombre encima. Era el ginec�logo. Los dos
estaban desnudos y hac�an unos movimientos raros. Por un momento cre� que estaba
haciendo da�o a mam�, pero entonces la o� gemir diciendo:
--Sigue cari�o, me gusta... f�llame m�s fuerte, dame tu
leche, s�iiiiiiiii, as�..... m�telo hasta el fondo, as�.... hazme un hijo, dame
tu leche...
Al ver que a mam� le estaba gustando lo que hac�an sent� un
raro cosquilleo por mi cuerpo. Y me propuse indagar qu� era aquello. Poco a
poco, empec� a hacer preguntas a mam�. Marcos que as� se llamaba el m�dico, vino
varias veces a cenar a casa y cuando ya me cre�an dormida, se met�an en la
habitaci�n para hacer sus cosas. Hab�a veces en que no cerraban la puerta y
entonces pod�a ver todo lo que hac�an.
As� pasaron tres a�os m�s. Ten�a problemas con la regla y
decidimos que Marcos me echara un vistazo. Me acompa�� a su consulta y me qued�
sola ya que mam� ten�a que hacer un trabajo en otra ciudad y no pod�a
cancelarla. Como ya le conoc�a no me import�. Cuando me llam�, vio que quedaban
tres personas. Entonces, me hizo pasar a su apartamento, dici�ndome que esperara
viendo la tele o una de las muchas pel�culas que ten�a por all� y que me
atender�a m�s tranquilamente cuando se fueran todas las pacientes, y que despu�s
me llevar�a a casa.
En la televisi�n no hab�a nada interesante y decid� poner una
pel�cula. Hab�a varias que no ten�an nombre y cog� una de ellas. Enseguida vi de
qu� iba la cosa. Me estaba gustando mucho. Al poco, sent� que Marcos terminaba
con su �ltima paciente. Apagu� el video y enseguida vino Marcos. Empezamos a
hablar y me hizo varias preguntas relacionadas con mi problema. Despu�s me dijo
que me iba a examinar y que me desnudara por completo.
--�Tengo que pasar a la consulta?
--No hace falta. En ese sof� estar�s mucho m�s c�moda. �Te
importar�a desnudarte delante de m�? Ya s� que nos has visto varias veces
haciendo el amor a tu madre y a m�.
Yo no sab�a que hab�a sido descubierta. Roja como la grana,
le pregunt�:
--�Desde cu�ndo lo sabes? �Lo sabe mam�?
--Desde hace un a�o y medio m�s o menos. Y s�, tu madre lo
sabe y no le importa. �Has aprendido algo?
--Creo que s�.
Antes de empezar a hacer nada, son� el tel�fono. Era mam�,
diciendo que el avi�n que iba a traer a la persona con la que se iba a
entrevistar ven�a con dos horas de retraso y que tendr�a que pasar la noche en
esa ciudad, por lo que tendr�a que pasar la noche sola. Colgu� el tel�fono y
cuando le dije lo que pasaba, me contest�:
--Tengo una habitaci�n que no uso, la cama est� hecha y si
quieres, te dejo una camiseta y duermes aqu�. Acept� porque no me apetec�a nada
ir sola a casa.
Cuando iba a empezar a desnudarme, Marcos cambi� de opini�n y
me dijo que �l iba a quitarme la ropa. Estaba muy nerviosa y no acertaba a decir
nada aunque asent� con la cabeza. Entonces, Marcos se acerc� y empez� a soltarme
los botones, despacio. Yo estaba muerta de verg�enza y entonces Marcos me
susurr� que si quer�a, pod�a desnudarle para que los dos estuvi�ramos en
igualdad de condiciones. Me lo pens� un instante y asent� con la cabeza. Empec�
por desabrocharle la bata. Entonces, �l me quit� la segunda prenda y esper� a
que yo le quitara la camisa. Poco a poco nos fuimos quitando todas las prendas
una por una hasta quedarnos en cueros. Desde el momento en que empezamos a
desnudarnos, notaba c�mo le iba creciendo el bulto de la entrepierna.
Hizo que me tumbara en el sof� y primero me examin�
concienzudamente. Me palp� las tetas, luego meti� un dedo por mi orificio.
--F�sicamente, est�s bien, no tienes ninguna obstrucci�n. Te
recetar� unas pastillas y con eso se te corregir�.
Aunque oficialmente hab�a terminado la exploraci�n, no hab�a
dejado de tocarme. Yo sent�a un cosquilleo por mi interior que se concentraba
entre las piernas.
--�Desde cu�ndo sabes lo nuestro? �me pregunt�.
--Desde que murieron los abuelos. Quer�a preguntar algo a
mam� y al no encontrarla, sub� arriba. Me imaginaba que estar�a en su
habitaci�n. O� unos gemidos y pens� que estaba llorando. Quise consolarla y
entonces o� c�mo te dec�a que siguieras as�... y os vi. Al principio cre� que
estabas haciendo da�o a mam�, pero cuando o� eso... me qued� intrigada y no
pod�a dejar de miraros.
--�Sientes algo al vernos follar?
--Si, un cosquilleo entre las piernas, como ahora y alguna
vez incluso algo de humedad. La primera vez pensaba que me hab�a orinado, pero
le� en una revista que no es orina, que es un l�quido que sale cuando una
persona se excita. Cada vez ten�a m�s ganas de probar lo que tanto le gusta a
mam�.
Marcos estaba sonriendo.
--Mmmmm, con que un cosquilleo, como ahora... �dijo
intensificando sus caricias.
--�Y este pene tan grande entra en el agujerito de mam�? No
creo que entre en el m�o �dije con la voz m�s agitada por el placer que estaba
sintiendo.
--Te aseguro que en la cueva de mam� entra perfectamente y no
siente nada de dolor. Casi todas las mujeres sienten el dolor la primera vez que
son penetradas, pero te aseguro que luego se les pasa r�pidamente.
--�Y el semen? Cuando foll�is ya s� que se queda dentro de su
cuerpo, pero cuando tienes el pene en su boca, �no te corres?
Marcos se ech� a re�r.
--Por supuesto que me corro, pero se traga todo el semen y es
una cosa que le gusta mucho. De hecho nos gusta a los dos. A todos los hombres
nos gusta que la mujer con la que estamos se trague nuestro semen y te aseguro
que a las mujeres tambi�n les encanta. �Quieres acariciarlo?
Asent� y lo agarr� con las manos. Era muy suave, grande y
estaba duro, muy duro. Acero envuelto en seda. Sujet�ndolo con una mano, empec�
a pasarle un dedo suavemente, de arriba abajo, y fue creciendo m�s y poni�ndose
m�s duro. Entonces, como una vez hab�a visto hacer a mam�, me inclin� sobre �l y
le di un beso. Luego, me met� el garrote a la boca y empec� a chuparlo y a
lamerlo.
--Muy bien mi ni�a, como si fuera una golosina, as�... �me
dec�a Marcos cada vez m�s excitado-. Acar�ciame tambi�n los huevos, cari�o...
�l no dejaba de acariciar mi cuerpo y entonces me hizo parar
un momento. Me hizo levantar un momento del sof�, se tumb� �l y me hizo tumbarme
encima de �l.
--Vamos a hacer un 69. No es justo que s�lo disfrutes t� �me
dijo.
Volv� a engancharme a su pene y cuando sent� su boca en mi
co�o, me sent� arder. Su lengua meti�ndose en mi vagina, sus labios y dientes
acariciando mis labios y cuando su lengua encontr� el botoncito... explot�.
Entonces, su semen empez� a salir de su pene y empec� a trag�rmelo. Me sab�a muy
raro, pero al final me gust�. Luego, me hizo darme la vuelta y me abraz�.
--�Dios m�o, eres incre�ble!�Qu� mamada! �Hab�as mamado
alguna vez una polla?
--No. Esta es la primera vez que lo hago, de veras. He visto
hacer en pel�culas, he le�do novelas y he visto en internet, y os lo he visto
hacer a vosotros, pero esta es la primera vez que tengo una polla tan cerca.
--�Y nunca has hecho nada? �No has estado con ning�n chico
con lo preciosa que eres?
--Bueno, estar con alg�n chico, s� que he estado, y algunos
besos nos hemos dado. Lo m�ximo que he hecho ha sido acariciar su pene por
encima de su pantal�n y que �l me tocara las tetas por encima de la ropa.
Marcos me hab�a colocado encima de �l de forma que su pene
estuviera atrapado entre mis piernas y notaba que empezaba a crecer.
--�Quieres aprender a hacer de todo conmigo? �O te parezco
muy viejo?
--No lo s�. �Mam� no se enfadar� con nosotros si se entera de
lo que hemos hecho? Ya s� que sabe que os veo, pero esto...
Marcos me apret� fuertemente contra �l y me dijo que no.
--No, cielo. Hemos hablado de este tema varias veces y tu
madre preferir�a que perdieras la virginidad conmigo o con un hombre maduro.
Pero la decisi�n es enteramente tuya. Algunas chicas pierden la virginidad con
j�venes de m�s o menos su edad y otras con personas bastante mayores que ellas
que tienen mucha m�s experiencia y paciencia que los chicos y eso ayuda a las
jovencitas.
--Me qued� pensativa y entonces dije:
--Aparte de ti, apenas conozco a ning�n hombre maduro como
para que me apetezca hacerlo con ellos. Los �nicos, mis profesores y el vecino
de la casa de al lado, pero no me gusta ninguno. Y de los chicos de m�s o menos
mi edad, algunos no est�n preparados todav�a para follar y el chico con el que
m�s me acerqu� al sexo, me dijo que quer�a hacerlo con una chica que no fuera
virgen. Adem�s, me ha gustado mucho lo que hemos hecho los dos, por lo tanto,
s�, quiero que seas t� quien me ense�e a hacer el amor.
Y ya en broma, le dije p�caramente.
--Y mam� y t� podr�ais casaros y as�, viviendo los tres en la
misma casa, podr�as tenernos a las dos, cuando quisieras.
--Uuuffff... antes de un a�o estar�a bajo tierra �dijo
bromeando y poniendo los ojos en blanco.
Por la mirada que le vi en un instante, supe que no le
disgustaba la idea. Ten�a ocho a�os menos que mi madre pero no les importaba.
Entonces, sent� un dedo por el agujerito de mi ano, tratando
de meterse dentro. Empez� a meter y a sacar el dedo mientras me besaba en la
boca. Luego, agach� la cabeza para besar y lamer mis pechos. Los lam�a por todo
pero sin llegar a tocar el pez�n que cada vez estaba m�s duro. Al final cuando
su lengua empez� a juguetear con los botones de los pezones, explot� en un
inmenso orgasmo. Yo, que estaba encima de �l, no hab�a dejado de moverme y su
enorme polla estaba completamente dura y se rozaba contra mi cl�toris. Cuando
tuve el orgasmo, me apret� contra �l y con lo mojada que estaba la polla se
meti� dentro de mi vagina hasta encontrar la barrera natural. Entonces me
susurr� que me levantase un poquito, pero sin que llegara a salir su verga de mi
cueva. �l tambi�n cogi� impulso y entonces me dijo que bajara con fuerza. Not�
el desgarr�n interior y grit�. Se par� un instante, baj� la otra mano por entre
nuestros cuerpos hasta el cl�toris y empez� a acariciarme al tiempo que empezaba
a moverse despacio, muy despacio. Empec� a seguirle el ritmo y al poco se me
pas� el dolor. Poco a poco fuimos aumentando el ritmo.
--S�, peque�a, as�, mu�vete al ritmo cari�o, lo haces muy
bien preciosa, as�, mmmmm, aaahhhh, quiero llenarte de leche, me vengo, me
vengo... �gritaba.
--Aaaahhhhh, mmmmm, s�iiiiii, m�s fuerte, dame m�s, ll�name
toda, as�, ll�name con tu rica leche, m�s, me vengo, me vengo....
As�, sin salir su polla de mi vagina, lo hicimos tres veces
durante esas largas horas. Ya de madrugada, nos fuimos a la cama. Apenas ten�a
fuerzas y me qued� dormida entre sus brazos. No s� cu�nto tiempo llevaba dormida
cuando me despertaron unas deliciosas lamidas en mi co�o. Volvimos a hacer un 69
y entonces me dijo que quer�a penetrarme por detr�s. Fue muy dif�cil. Me doli�
tremendamente, pero al final consegu� tener placer.
Al d�a siguiente, cuando sal� del colegio, mi madre ya estaba
en casa. Me pregunt� c�mo hab�a ido la consulta con Marcos el d�a anterior y le
dije que me hab�a recetado unas pastillas. Entonces, empezamos a hablar y sali�
el tema del sexo. Me confes� lo que me hab�a contado Marcos el d�a anterior, que
preferir�a que me desvirgara alg�n hombre mayor, preferentemente Marcos.
--Mam�... eh... ya no soy virgen y ha sido Marcos quien me ha
desvirgado.
--�Ayer?
--S�.
--�En tu cama o en la m�a?
--En ninguna de las dos. Cuando llamaste para decir que no
pod�as venir, Marcos me propuso quedarme en su casa, en la habitaci�n de
invitados que no la he visto siquiera. La cosa empez� en la sala y al final ha
terminado en su habitaci�n. Ha sido una tarde-noche incre�ble. Y por cierto,
podr�ais casaros y vivir los tres en la misma casa. As�, a veces una y a veces
otra, le dar�amos placer
--�Desde cu�ndo sabes lo nuestro? �me pregunt�.
--Desde que murieron los abuelos �le contest� y le cont� c�mo
lo hab�a descubierto.
Aquella noche, cuando Marcos vino a cenar, le recibimos las
dos con un gran beso. Yo todav�a estaba muy dolorida, y �l me propuso un par de
d�as de descanso de sexo. Mientras cen�bamos, le dije a Marcos lo que le hab�a
propuesto a mam�, que tambi�n se lo hab�a dicho a �l. La boda.
--Por m� encantado, pero no tiene por qu� haber boda tampoco.
Con vivir los tres en la misma casa, me conformar�a.
--Me encantar�a casarme. Pero, �est�s seguro? Soy m�s vieja
que t�. Quiz� encuentres alguna chica de m�s o menos tu edad...
Marcos se levant� como un resorte. La abraz� con fuerza y le
dijo que fuera boba. Que estaba buen�sima y que todav�a estaba como para volver
a tener un hijo.
--Lo del hijo ya veremos m�s adelante, pero el intentarlo...
--Vamos a recoger la mesa entre los tres y nos vamos t� y yo
a la cama �le dijo a mam�. Y mir�ndome a m�, me dijo-: �T� tienes que descansar
de esto un par de d�as y si te portas bien, te prometo que esta misma semana
tendr�s otra noche para gozar.
A los dos meses se casaron discretamente. La casa donde
viv�amos era demasiado vieja y el apartamento de Marcos muy peque�o. Compraron
una casa a las afueras de la ciudad y en el bajo, Marcos puso su consulta. Era
m�s grande que la que ten�a hasta ese momento. Al cabo de un mes, Marcos recibi�
una llamada de tel�fono. Su hermana que viv�a en otra ciudad bastante lejana de
la nuestra muri� en un accidente de tr�fico. Ella y su marido estaban esperando
en la parada de un autob�s y un conductor borracho atropell� a varias personas
matando a cinco de ellas. Ten�an un hijo de mi edad y Marcos era su �nico
pariente. Decidimos que se viniera a vivir con nosotros.
Ped� unos d�as de permiso en el colegio y los tres nos fuimos
a la otra ciudad para los funerales y encargarnos de todo lo que se pod�a hacer.
Alex, que as� se llamaba su sobrino, estaba hecho polvo. Marcos y mam� se
encargaron de todo y esa noche, lo o� llorar. Fui a su habitaci�n y trat� de
consolarle. Al final nos pasamos toda la noche abrazados y hablando. No hubo
nada de sexo.
Se guardaron algunas pertenencias de sus padres. Alex, que
seg�n dijo ten�a la habitaci�n nueva, reci�n puesta y como en nuestra casa hab�a
un par de habitaciones todav�a vac�as, dejamos una para el chaval y trajeron
todos los muebles de su habitaci�n.
Una vez en la ciudad, mam� y Marcos hablaron en el colegio
para poder seguir Alex con los estudios sin perder el curso. En el otro colegio
les hab�an dado todos los informes y aqu� no hubo ning�n problema. Adem�s era
buen estudiante y se puso enseguida al nivel de los dem�s.
Pocos d�as m�s tarde, una noche, mam� y Marcos estaban
haciendo el amor y se les o�a gemir y gritar. A los pocos instantes, llamaron a
mi puerta y era Alex. Le dije que entrara.
--�Siempre hacen tanto ruido cuando hacen el amor? �me
pregunt�.
--S�, y a veces m�s. Yo tambi�n soy muy ruidosa en esos
momentos.
--�Has hecho ya todo eso?
--S�, y fue tu t�o quien me ense�� todo. Es un fiera. �Tus
padres no hac�an nada de ruido?
--Que yo recuerde ni siquiera hac�an el amor. Estaban a punto
de separarse. Cada uno ten�a un amante y los he visto a los dos con sus amantes,
y con ellos era muy curioso. El amante de mam� era tan estirado que no s� si
mam� sent�a algo de placer, ni siquiera s� si le gustaba el sexo. Era un
imb�cil. La amante de pap�, era incre�ble para el sexo seg�n palabras de pap� y
me llevaba bastante bien con ella. Al venir a esta habitaci�n he visto que mi
t�o y tu madre ten�an la puerta entreabierta.
--�Quieres verlos?
--�No se enfadar�n si nos cazan?
--Yo los he visto durante a�os y hasta hace unos meses no
ten�a ni idea de que ellos sab�an que yo les ve�a. Me lo dijo primero Marcos y
luego mam�. Esa noche fue cuando me desvirg� tu t�o y fue inmenso.
--�No es muy viejo para ti? �me pregunt� y le not� un
liger�simo tono de celos.
--Qu� va, aunque es el �nico hombre mayor con el que he hecho
algo, es incre�ble y adem�s, todav�a no he conocido a nadie de m�s o menos mi
edad que me guste como para poder hacer algo, aunque no me importar�a hacerlo
contigo. �Lo has hecho alguna vez?
--No �me confes�-. Aunque s� que bes� a una chica de la
vecindad donde viv�amos. Era unos a�os mayor que yo y pude mamar sus tetas y
tocarle el co�o que estaba h�medo. y ella me mam� mi garrote.
Me levant� de la cama y fuimos en silencio hasta la
habitaci�n de nuestros padres. Volv�an a empezar otra vez y pudimos verles hasta
que se durmieron. Luego, cog� a Alex de la mano y lo llev� a mi habitaci�n.
Estaba muy excitada y notaba que el pene de Alex, tambi�n estaba tieso.
--�Quieres probar? �le susurr�.
--S�.
--Vamos a desnudarnos el uno al otro. Qu�tame una prenda y
luego yo te quitar� otra.
As� lo hicimos, aunque tampoco hab�a mucho que quitar. Nos
tumbamos en la cama y le ense�� el 69. Se notaba que era inexperto y enseguida
nos corrimos. Luego, despu�s de unos minutos empec� a masturbarlo otra vez y
cuando ya lo ten�a tieso, le hice meterse dentro de m�. Para ser tan joven lo
ten�a bastante grande y seg�n creciera ten�a pinta de que se le iba a hacer
enorme. Follamos varias veces esa noche. A la ma�ana siguiente, mam� ya se hab�a
marchado cuando nos levantamos y cuando sal�a de la ducha, o� a Marcos dando
unos consejos a Alex de c�mo satisfacer al m�ximo a una chica. Le dijo que a la
tarde no ten�a consulta y que si quer�a podr�a ser espectador de primera fila y
ver c�mo me llevar�a a la cima del placer.
Esa tarde, fue incre�ble. Marcos me llev� a un estado
indescriptible Y Alex no se perdi� detalle. Luego, cuando estaba mamando
alternativamente las pollas de los dos, lleg� mam�. Entonces, se desnud� y los
chicos nos follaron como locos. Tambi�n mam� foll� con Alex. Al mes, las dos
est�bamos embarazadas. Por supuesto, Marcos nos atendi� a las dos y llevamos un
embarazo muy bueno con una buena sorpresa para las dos: las dos esper�bamos
gemelos. Y los cuatro nacieron el mismo d�a. Alicia y Amanda, mis hermanas y
Pablo y Alberto, mis hijos.
Han pasado seis a�os desde entonces. Alex y yo nos casamos
hace un a�o aunque hace dos tuvimos otro ni�o, Juan. Todos seguimos viviendo en
la misma casa y excepto los ni�os que son peque�os, los mayores, todos follamos
con todos.