Creo, a pesar del titulo, que debo sentirme avergonzado de lo
que voy a contar porque he abusado de la amiga de mi mujer cuando estaba
completamente borracha. Pero co�o que polvo!!!

Todo empez� en Gabana, una de las discotecas de moda de la
noche madrile�a. Yo y mi mujer �bamos con unos amigos extranjeros, la verdad es
que aunque nos caen muy bien son un poco aburridos y como quer�amos que la noche
fuese muy animada, llamamos tambi�n a dos amigas de mi mujer que sab�amos
estaban sin maridos y que de siempre son muy cachondas y divertidas. Lo que no
sab�amos era que llegar�an tan contentas. Bueno, decir contentas era poco,
estaban super contestas, cenando se hab�an bebido dos botellas de vino, y s�lo
eran tres, ya que iban acompa�adas del hermano soltero de una ellas. En fin, os
pongo en detalle.

Yo tengo casi cuarenta y como Sabina, por mi mujer dar�a la
vida entera pero un ratito cada d�a la enga�ar�a con cualquiera. S� que a las
amigas de mi mujer les caigo bien, doy la talla de marido cari�oso y las pocas
aventuras que tengo las guardo muy en secreto. Como el resto del grupo no viene
a cuento, me centrare en Sonia, que as� se llama la v�ctima, m�s joven que yo o
puede que no, yo la echo treinta y cinco, m�ximo cuarenta pero cuarentona
perfecta, uno sesenta y cinco, unos kilitos de m�s para tener donde tocar a
gusto, de tetas y de culo lo que quieras y unos labios que uno solo piensa en
como tienen que comer pollas. No se corta con nada. Es enfermera y me da morbo
pensar que en el trabajo se lo monta bien, pero con los amigos y sobre todo con
su grupo de amigas, siempre aparenta ser la eterna esposa enamorada.

Llegaron a eso de las dos. Levante la mano para llamarlas y
enseguida me vieron, a esa hora a�n no hab�a mucha gente.

Las amigas de mi mujer son mi debilidad, lo confieso me dan
mucho morbo. Siempre van muy monas, escotaditas, ajustadas, pintaditas,.... Me
encanta sentir sus perfumes y tratar de adivinarlos.

Y hago como que me acerco de nuevo decidido a oler por todos
los lados, pero me controlo. Ese d�a iba muy de sport, con camiseta por encima
del ombligo y dos botones abiertos que dejaban ver la separaci�n de sus tetitas
pidiendo guerra. Llevaba sujetador pero liso (en eso iba un poco de estrecha
porque esa camiseta era para llevarla a pelo), cazadora de cuero roja corta y
unos pantalones vaqueros muy ajustados a los que les faltaba un palmo para
llegar a su cintura. Vamos que se hab�a tenido que recortar los polos del co�o
para que no se le vieran. La cazadora hac�a el juego de ahora se me ve la
barriguita ahora no y por detr�s, al agacharse, lo mismo y no hab�a que ser un
lince para verle el final del tanga y lo que ya no era tanga.

Hablamos de cosas verdes. A m� me pone a cien hablar de cosas
verdes con las amigas de mi mujer.

Gu�o a Sonia con mi dedo para que acerque su o�do a mi boca.
Noto su perfume. Que polvo tienes guapa, pienso, pero digo:

Y m�s y m�s guarradas mientras un whisky y otro whisky y
luego un gin tonic.

No me atrev� a seguir porque ya estaba muy borracha, pero me
encantaba como se atrev�a con todo.

Cuando nos dieron las cinco, no se ten�a en pie y iba sola
ten�a que conducir su coche. Mi mujer se ofreci� para llevarla a casa. El
aparcacoches coloc� su coche bien aparcado y nos montamos los tres en el m�o. Mi
mujer, a mi lado, que tambi�n iba muy cargada y ella detr�s, entre los dos
asientos, con las piernas abiertas. Los vaqueros se le marcaban sobre su co�o,
separando los labios vaginales a uno y otro lado, el ombligo se mov�a con cada
una de sus risas. Se re�a por todo. El camino hacia su casa pasaba por la
nuestra.

Y eso fue lo �ltimo que dijo. Se le cayo la cabeza entre los
dos asientos y mi mujer tubo que colocarla hac�a atr�s.

Tuve suerte y entre a la primera. Mi coche tiene solo dos
puertas. Intente despertarla, pero era imposible. Busque las llaves en su bolso,
abr� la puerta del jard�n y luego la de su casa. Me dispuse a subirla. No s� si
os hab�is visto en este l�o alguna vez, pero es bastante dif�cil levantar a una
t�a llenita. Primero tire un poco de las piernas, pero el culo lo ten�a hundido
en el asiento y se me vinieron los pantalones. �co�o! Llevaba una tanga negra y
seguro que estaba bien depilada porque por arriba no se escapaba ni un pelito.
Me vino el primer mal pensamiento �Ser� rubia de verdad? Ella siempre dec�a que
era casi rubia pero que se tintaba el pelo solo un poco para igualar.

Me siento junto ella y antes de colocarle los pantalones
levanto la tanga para verle los pelillos. La luz del coche no es suficiente.
Acerco la cara, me llega el olor a co�o, la muy puta se ha calentado pero sigo
sin ver los pelillos. Me doy cuenta de que alguien puede vernos y vuelvo a
concentrarme en subirla a su casa. Por fin consigo ech�rmela a la espalda,
sujet�ndola por las piernas y por el culo. Entro y cierro la puerta detr�s de
m�. Dudo si dejarla en el sof� pero decido subirla hasta su habitaci�n.

Las habitaciones ajenas tienen un olor muy especial, sobre
todo cuando la due�a esta buena. Yo en esto creo en la qu�mica, el olor de las
mujeres que me gustan me excita muchisimo, Sof�a me gusta y me excita todo lo
suyo. Sof�a y su marido tienen una cama enorme, las luces son todas indirectas.
Hay mucho tejido y todos los ruidos suenan suave. La dejo caer sobre la cama.

De nuevo con los meneillos se le han descolocado los
pantalones. Intento despertarla para despedirme, es imposible. Con el esfuerzo
se me ha subido el alcohol a la cabeza. Se me ocurre una locura y sin pensarla
la hago: Me bajo los pantalones y los calzoncillos y le ponga mi polla en los
labios. La tengo fl�cida pero enseguida nota el contacto c�lido de su piel y se
pone gorda. La presi�n de mi polla le abre los dientes ligeramente.

Sus grueso labios rodean toda mi polla. No puedo evitarlo y
le voy metiendo m�s y m�s polla dentro de la boca. Ahora la tengo super dura,
pero tiene la boca muy seca y no me atrevo a met�rsela toda para que no se
atragante. Le saco la polla y le beso. Le sabe la boca a polla y a g�isqui. Le
pongo de lado y le vuelvo a meter la polla en la boca. Ahora puedo hacer mejor
el movimiento. Pero sigue teniendo la boca muy seca. Levanto su camiseta y el
sujetador. �Joder que tetas! Perfectas, la muy zorra esta operada, noto la
silicona. Pellizco sus pezones. Da un grito pero s�lo cambia de posici�n, se
tumba boca abajo y sigue dormida. Tiene las piernas separadas. Bajo sus
pantalones hasta por debajo del culo. Me coloco encima sin tocarla e intento
meter mi polla. El co�o tambi�n lo tiene seco. A duras penas le meto la polla
pero el mete saca no es bueno.

Pero co�o, ponte un preservativo a ver si no toma nada y la
l�as. Busco en el caj�n de la mesilla y bingo, hay preservativos. Tambi�n hay
vaselina. Tenemos de todo. En un momento de lucidez apago el tel�fono, mi mujer
podr�a llamar en lo mejor. Abro sus piernas todo lo que dan de si los
pantalones, separo bien la tanga de la raja de su culo y empiezo a poner
vaselina. Llego f�cilmente a su botoncito y noto como el co�o empieza a
lubricarse solo. Sigo y sigo, meto un dedo en su co�o, luego dos. Ahora chorrea
bien. Me subo encima y meto mi polla. Intento no apoyarme en ella. Ahora entra
demasiado bien, se esta corriendo, su respiraci�n se hace m�s r�pida. Grita y me
desconcentra.

El alcohol no me deja correrme r�pido. Estos son los polvos
que m�s me gustan pero co�o ahora tengo prisa!!! Un nuevo impulso sin pensar.
�Joder que agujerito del culo! Le doy vaselina para excitarme. Sigo con la polla
en su co�o pero me entran dos dedos en su culo y ahora si que se esta corriendo.
Balbucea palabras, el nombre de su marida o quiz�s el de su amante Saco los
dedos y de un golpe meto mi polla en su culo. Estoy en el cielo, uno, dos, tres
golpes y por fin me corro, me dura la corrida una infinidad, mi polla sigue
dando sacudidas durante veinte segundos, se me hace eterno. Saco la polla.
Coloco su tanga y subo sus pantalones lo m�s que puedo. La tapo con la colcha.
Hago una r�pida visi�n del lugar del crimen. Caj�n de la mesilla cerrado,
vaselina en su sitio, un preservativo m�s o menos no se nota. �Las tetas! La
giro y meto sus tetas dentro de las copas del sujetador. S�. est�n operadas me
repito y vuelvo a notar las bolas de silicona �pero que tetas! Co�o si sigo me
vuelvo a calentar. Todo en su sitio. Cierro y salgo.

Enciendo el m�vil. Suena.

Cuelgo, co�o he dicho no me corro!!!! Joder espero que no lo
haya notado, quer�a decir no corro. �Y los pelos, joder no le he visto los pelos
del co�o!!!

++++

sejolu

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