Relato: MANIPULADOR (PARTE III)
MANIPULADOR (PARTE III)
- Por supuesto! � contest� airosa
- Y lo amas?
- Con todo mi coraz�n � volv� a responder con suficiencia
- Le has sido fiel, por supuesto, no? � pregunt� dando como descontada la respuesta
- Por qu� preguntas? � devolv� la pregunta con otra pregunta
- Por nada, curiosidad� y le ser�as infiel?
- Por qu� habr�a de serlo? � volv� a preguntar sobre una pregunta
Viendo que no encontraba lugar por donde flanquear mis defensas dial�cticas, Gustavo hizo una pausa para llenar nuestras copas nuevamente y replantear su estrategia
- Fue tu �nico hombre, cierto?
- No s� a d�nde apuntas� - reclam� a su pregunta con una nueva evasiva
- Debo tomar eso como un s�?
- Si, Marito fue mi �nico hombre, el �nico con el que me acost�, si eso quieres saber�
- Y apostar�a que fue al �nico que has besado, cierto?
- Y por qu� supones tantas cosas? � la conversaci�n comenzaba a molestarme y a salirse de curso
- Bueno, ya hace un tiempo que nos conocemos, en alguna oportunidad me contaste que te hab�as casado muy joven, me contaste tambi�n de tu inclinaci�n religiosa, lo de tu padre, y hasta que te casaste embarazada, recuerdas? Yo solo ato cabos�
Ya no ten�a ganas de responder, por lo que llev� la charla hacia otro lado
- Por qu� mejor no me cuentas algo de tu vida, de tu pareja, sigues enamorado de la doctora Mar�a Jos� Gorostiaga? � como queriendo resaltar el nombre de su esposa
- Ja! ja! � rio en forma llamativa - Mar�a Jos� Gorostiaga� - mencion� acariciando con el dedo �ndice el contorno de su copa, con la vista perdida en el l�quido contenido
- Si, la amas? � repregunt� por si quedaban dudas
- Se ve que hacemos un buen trabajo vendiendo la imagen de matrimonio perfecto� ver�s jovencita, no mucha gente sabe esto, por lo cual confiar� en tu discreci�n�
Gustavo hizo una pausa para luego explayarse
- No somos lo que aparentamos, hoy en d�a solo somos socios, como habr�s notado Mar�a Jos� es una excelente abogada, de las mejores, y no puedo perderla, y bueno, ella a su vez necesita un tipo de negocios como yo, pero hace a�os que nuestro amor muri�, ella ten�a m�s o menos tu edad cuando la encontr� en mi propia cama con otro tipo, pero no me quejo, yo tambi�n ten�a mis aventuras por ah�. Decidimos montar esta f�bula que t� conoces, pero matrimonio? no queda nada� cada uno tiene su vida, de hecho cada uno duerme en su cuarto, no hay nada de nada entre nosotros�
Escuchaba con atenci�n mientras el �ltimo bocado de salm�n se enfriaba en el tenedor, entonces pregunt� volviendo a la carga
- Y que tal es en la cama?
- Perd�n? � como no queriendo entender su pregunta
- Tu sabes� que tan bien te hace el amor?
- Qu� preguntas son esas? � dije nerviosa por el punto al que nos dirig�amos
- Qu� tiene de malo mi pregunta? te acabo de confesar un importante secreto de mi vida�
- Si! es muy bueno, demasiado bueno! � respond� orgullosa y segura de mi misma y de mi esposo
- Ok, pero� con que lo comparas?
- C�mo con que lo comparo?
- Claro, es el �nico con el que te has acostado� entonces, como sabes que �tan bueno� es?
- S� que es muy bueno y punto � asever� como no queriendo entrar en detalles y cerrar el tema, entonces tom� la copa y meciendo el vino de un lado a otro dijo
- Mira Nora, ves este vino? Es un �cabernet sauvignon�, y yo puedo asegurar que para m� paladar es realmente el mejor, y sabes por qu�? porque he probado un �malbec�, y tambi�n un �sirah�, y otros, entonces, tengo patrones para comparar y no solo �es muy bueno y punto�, comprendes de que hablo?
- A m� no me hace falta comparar, digas lo que digas�
- No se� tal vez� sabes, dicen que los hombres somos como el vino, cuanto m�s a�ejo, mejor�
Empezaba a sentirme ahogada, acosada y acorralada por ese hombre, me daba cuenta a qu� lado llevaba la conversaci�n y la cosa no pintaba bien, tuve que poner un freno, y en realidad necesitaba pasar por el ba�o a orinar, as� que se lo hice saber, de paso, le dije que me pidiera una copa helada, de vainilla y frutilla si fuera posible.
Me incorpor� y comprob� que el vino se me hab�a subido un tanto a la cabeza, acomod� la minifalda y enfil� hacia los ba�os, fui derecho a sentarme al inodoro y mientras orinaba solo me repet�a que deb�a pensar lo que estaba haciendo y los pasos que estaba dando, mir� mi tanga y estaba empapada con mis propios jugos por lo caliente de la conversaci�n, en el momento lo pas� por alto, pero ahora que pensaba con calma deb�a reconocer que me hab�an excitado demasiado las preguntas de Gustavo, como contrapartida, asum� que el seguramente debi� sufrir una terrible erecci�n bajo la mesa, me sent� fatal y avergonzada.
Sal� del cubicle y fui hasta los lavabos, mir� la hora, era casi media noche, tom� el celular y llam� a mam� para asegurarme que todo estaba bien y advertirle que no llegar�a en un tiempo, ella estaba a punto de irse a dormir y me asegur� que Romina ya descansaba.
Mientras hablaba, de casualidad me descubr� mir�ndome a los espejos del sanitario, hac�a tiempo que no me vest�a as�, me ve�a algo puta, me ve�a puta, bah� me ve�a muy puta� esa falda era demasiado corta y me hac�a una cola grandiosa, y los pechos no pasaban desapercibidos bajo el brillo de la tela, volv� a la mesa a tomar mi lugar donde mi copa helada empezaba a derretirse.
Gustavo tom� la palabra nuevamente
- Nora, quiero confesarte algo
- Si?
- Te observ� detenidamente cuando ibas al ba�o�
- Y? � contest� esperando no escuchar lo que sab�a que iba a escuchar
- Tienes un culo perfecto!!!
- Qu�??? � pregunt� enojada y halagada a la vez
- Vamos nena, no te hagas la que no lo sabes, esa cola, esas piernas, esos pechos, esa cintura� seguro los hombres mueren por ti�
- Basta Gustavo! � lo ret� con una inapropiada sonrisa que no pod�a evitar, con el rostro incendiado en verg�enza por sus palabras que me llegaban profundo, pero para el solo fue abrir una puerta para seguir buscando
- Dime, te masturbas?
- Pero qu� te pasa? � exclam� con ojos desorbitados�
- Si quieres cambiamos de tema, pero me gustar�a saberlo, te masturbas? � sab�a que deb�a detener la charla, sab�a que no era conveniente seguir, tal vez el alcohol en mi sangre me animaba a seguir, pero no pod�a detenerme, pis� en falso con mi respuesta�
- Si, algunas veces� - queriendo dejarlo satisfecho para dar por terminado el tema, pero solo sirvi� para que monologara�
- Te tengo! sab�a que no me equivocaba! en resumen, sabes que tu esposo es �el mejor�, pero no tienes con quien comparar porque nunca te has acostado con otro hombre, y apuesto que ni siquiera has besado, pero si te masturbas, quiere decir que tienes fantas�as y adivino que en tus fantas�as est�s con otros hombres�
- Basta Gustavo! es mis fantas�as solo est� mi hombre!
Pero Gustavo solo rio ante la evidencia de quedar expuesta, que no fantaseara con otros hombres era algo que ni yo misma pod�a creerme, en silencio segu� comiendo mi crema helada, casi sin mirarlo a los ojos por temor a no saber qu� hacer, o que decir, mis pezones estaban duros bajo mi sost�n, y no pod�a saber con certeza si era por la baja temperatura de la crema que inger�a o por la excitaci�n de esta charla de sexo, desinhibida y abierta que estaba teniendo con mi jefe, y que por cierto, no quer�a averiguar.
Gustavo no dejaba de sorprenderme, odiaba darle la raz�n, porque era mi jefe, y sobre todo porque era hombre, pero me acorralaba a cada tiro, y sea como sea lograba ponerme en evidencia.
Como fuera, su dial�ctica y su forma de razonar despertaban en m� un raro sentimiento, mezcla de admiraci�n y por qu� no un tanto de excitaci�n.
Gustavo pidi� la cuenta, y felicit� al garz�n por el trato, mezclando castellano con franc�s, cosa que volvi� a causarme gracia.
Sac� su billetera que not� rebalsando dinero con sus tarjetas de todos colores, tom� una al azar y se la entreg� al mozo.
Quise desviar la conversaci�n, no quer�a sonar �monotem�tica�, y menos desnudar poco a poco mi alma, comenc� a platicarle cosas acerca de Mario, de su trabajo, cosas que en definitiva ni yo entend�a muy bien, pero el en un evidente gesto de que no me prestaba atenci�n y que solo ten�a una idea en la cabeza volvi� a la carga con una llamativa crudeza
- Se la chupas? te tragas su leche?
- Si qu�? � repregunt� nuevamente incr�dula mientras un fr�o recorr�a mi cuerpo
- Tu sabes� si le practicas sexo oral� - notando que hab�a sido demasiado directo, busc� una forma m�s natural de preguntar a una dama
- No voy a contestar a esa pregunta!
- Por qu� no? es algo natural, no te parece?
- Repito, no es algo de tu incumbencia�
- Ok, tomar� eso como un �si�
- Yo no he dicho que �si��
- Tampoco has dicho que �no�
- Bueno, que te propones?
- Es f�cil, si realmente no lo haces me hubieras dicho �que no�, aunque igual lo hubiera dudado, si realmente lo haces, me hubieras dicho �que si�, pero quedar�as muy puta, por lo que tu respuesta �no voy a contestar a esa pregunta� es la forma correcta de decir �lo hago pero no quiero confes�rtelo�
Para mi suerte, la llegada del mozo con el comprobante y la tarjeta salvaron mi autoestima de una humillaci�n, que pretend�a Gustavo? soy mujer, me gusta hacerlo, a quien no? no soy una monja de convento, pero lo que hac�a con mi esposo quedaba entre cuatro paredes, nada de andar contando intimidades.
Mientras firmaba el comprobante y desped�a al mozo con una cuantiosa propina, conclu� que era demasiado tarde y estaba un tanto alcoholizada y excitada para no decir caliente por la velada transcurrida, as� que me apresur� a decir antes que el retome el tema anterior
- Es tarde Gustavo, te agradezco la velada, me llevas a casa?
CONTINUARA