Relato: Primero la madre y luego la hija
Yo vivo en una urbanizaci�n en Madrid, me llamo Gast�n, soy argentino, tengo 29 a�os y vivo solo, hago mucho deporte y se que tengo alg�n atractivo con las mujeres, sin llegar a ser irresistible, jajajaja, pegado a mi departamento se mudo una se�ora peruana, de las t�picas "cholitas", como les dicen, una se�ora de metro cincuenta, mas o menos, su piel color canela, bastante oscuro, sus piernas medio arqueadas, unas enormes tetas que le colgaban y que ning�n sujetador pod�a hacer el milagro de que le queden medio levantadas, con su hija, que se parec�a mucho a su madre, las dos con sus pelos muy lacios y siempre recogidos en una coleta. La se�ora tendr�a sus 50 a�os, mas o menos y la chica no pasaba de 12. Al principio, apenas nos salud�bamos, ellas eran muy reacias para hablar con nadie y ellas en su casa y yo en la m�a. Abra pasado una semana, que la ni�a golpeo mi puerta y cuando la atiendo, me dice que dec�a su madre si ten�a algunas herramientas, "haber ni�a, vamos a ver que precisa tu madre", le dije yendo a su casa, me hace pasar y veo que casi ni ten�a muebles, apenas lo necesario, la se�ora me dijo que quer�a poner una lampara en el techo, yo me ofrec� y se la puse, as� fue como empezamos a saludarnos y a hacernos amigos. La se�ora se llama Gisella y la ni�a Delia, un s�bado a la tarde las invito a comer a casa y desde ah� ellas me invitaban a mi, y habl�bamos, la se�ora entro en confianza conmigo, y lo que me llamo la atenci�n, era como le gustaba beber cerveza, una tarde de domingo, Gisella me llama a su casa, "y Delia?", le pregunte, "no esta pues, se fue a la casa de una amiga", me dijo, nos sentamos a tomar cerveza y vi que ella ya hac�a rato estaba tomando, ten�a los ojos turbios y la voz pastosa, me empez� a contar su historia, de como hab�a quedado embarazada y de como el novio la hab�a dejado, que despu�s hab�a salido con otro hombre, todos de su pa�s y que ese hombre solo buscaba sexo con ella y que lo dejo, y mas segu�a tomando, "pues f�jate Gast�n, yo soy una mujer, tengo necesidades, estoy siempre sola", y conversando as� ella se iba acercando mas a mi, yo la mira y sac�ndole el vaso de su mano, la atraje mas a mi d�ndole un beso en la boca y agarrando una de sus tremendas tetas, ella se peg� mas a mi dejando que le manosee sus tetas a mi gusto, y dej�ndose besar, "hay Gast�n, que ganas tengo pues", me dijo metiendo su mano y acariciando mi pija, yo apart�ndome un poco, me bajo el pantal�n, y ella al ver mi pija se la meti� en la boca chup�ndola como desesperada, mientras ella me chupaba la pija me fui sacando mi ropa y le dije que se quite la de ella, que en menos que nada estaba tan desnuda como yo y sigui� chup�ndola, "Gisella, vamos a tu habitaci�n", le dije poni�ndome de pie, lo mismo que ella, sus tetas le colgaban casi hasta el ombligo, su concha era una mara�a de pelos y sus nalgas estaban ca�das, y con mucha celulitis, nos fuimos a su habitaci�n, dejando nuestra ropa tirada en el sal�n de su casa, yo me acost� en su cama y ella sigui� chupando mi pija, se fue poniendo sobre mi acomodando mi pija contra su concha haciendo que le baya entrando despacio, dando quejidos de placer a medida que mi pija le iba entrando, "hay Gast�n, no te imaginas cuanto hace que nadie me cacha", me dec�a ella meti�ndose toda mi pija en su concha que estaba muy mojada, estaba disfrutando, sus enorme tetas se mov�an para todos lados, "hay Gastoncito, que ganas tengo de cachar", me dec�a sin dejar de mover su peque�o pero gordo cuerpo, "Gisella, date la vuelta que te la voy a meter en el culo", le dije, ella me miro, y sin decir palabra se bajo de encima mio, y se puso en el borde de la cama abriendo sus nalgas dej�ndome ver un ano tan peludo y negro como su concha, me puse detr�s de ella y se la empec� a meter, Gisella se quejaba, disfrutaba sintiendo como mi pija le entraba en su culo, lo que no nos dimos cuenta fue de cerrar la puerta de su casa y dejar la llave puesta, ya que hab�a vuelto la hija de Gisella y no nos dimos cuenta, ella entra en el dormitorio, donde estaba su madre en cuatro patas dejando que yo la cogiera por el culo, "que haces mami", dijo Delia entrando y sent�ndose en el borde de la cama, "no ves que me est�n cachando el culo pues", le dijo su madre sin intentar ni siquiera disimular lo que hac�amos, "puedo mirar?", dijo la ni�a, acercando su cabeza a las nalgas de su madre, que no dejaba de abrirlas con sus manos, "Gisella, dej�la que mire", le dije, sacando mi pija del culo de su madre y agarrando la cabeza de Delia, se la met� en la boca, "bueno, que este con nosotros, si a su edad yo ya cachaba tambi�n", dijo su madre viendo como me estaba haciendo chupar la pija con su hija, "desnud�te Delia", le dije sacando mi pija de su boca y meti�ndola de nuevo en el culo de su madre, que suspir� de placer, la ni�a no sab�a que hacer, "desn�date pues", le dijo su madre sin soltar sus nalgas, Delia mir�ndome se desnudo, se notaba que estaba asustada, pero cuando la vi desnuda, a esa ni�a si que la quer�a coger por todos lados, la quer�a chupar toda, que hermosa estaba la ni�a, "oye, deja de mirar a mi hija y sigue cachando mi culo", me dijo la peruana, yo le volv� a sacar la pija del culo a la madre y se la volv� a meter a la ni�a en la boca mientras mis manos la acariciaban toda, sus peque�as tetas, sus nalgas, como le met�a mano, y ella muy torpemente me chupaba la pija, "oye, termina de cachar mi culo, y despu�s te la cachas a ella", me dijo Gisella un poco molesta, "Gisella, pon�te boca arriba, as� tu hija ve como te lleno la concha de leche", le dije, haciendo que se de vuelta y ella levanto sus piernas dejando verle a su hija como le entraba toda mi pija en su concha y como ten�a abierto el ojete, "hay hija, mira como me est�n cachando despu�s de tanto tiempo", le dec�a a su hija, que sentada en el borde de la cama ve�a como le llenaba la concha de leche a su madre.