Relato: Mi entrenador y yo
Todo comenz� como un d�a cualquiera de entrenamiento... pero no acab� como siempre. Ah� me di cuenta que me gustan los chicos m�s mayores que yo y que el placer se encuentra en cualquier sitio.
Pues bien, para que os pong�is un poco en situaci�n: Mi nombre es Ariadna, tengo 18 a�itos aunque esta historia ocurri� hace dos a�os. No he podido olvidarla y quiero compartirla con para que la disfrut�is un poquito de todo lo que he disfrutado yo. Mi cabello es marr�n clarito. Mis ojos son claro, mi boquita es peque�a, mi lengua juguetona...Mi cuerpo es menudo, lo cierto es que tengo cuerpo y cara de ni�a, incluida mi voz. Mis pechos son peque�os, mi culo redondito y suave, de vientre plano... y se me notan un poco los huesos de la cadera. Pero he aprendido a sacar ventaja de lo que antes consideraba un inconveniente.
Todo comienza con una lesi�n en un partido medianamente importante. Una chica m�s grande que yo me empuj� para que no llegara a coger el bal�n , y ca� al suelo lesion�ndome la rodilla. Pararon el partido, pitaron falta y como no pod�a seguir jugando mi entrenador me llev� al banquillo. Tras ir al m�dico al final del partido, inform� a mi entrenador y �ste me dijo que si no era molestia para mi, siguiera yendo a los entrenamientos para ver las jugadas y con el tiempo ir recuper�ndome mediante ejercicios. Y as� fue. Al cabo de una semana empec� con ejercicios de estiramiento y movilidad. Sacaba una esterilla, me la dejaba en una sala al lado del pabell�n, y me iba diciendo qu� ejercicios hacer. Y ah� estaba yo, acostada sobre la esterilla, en pantal�n corto, descalza y con una camiseta de manga corta. Y �l deb�a de tener 40 a�os pero a pesar de no ser muy atractivo hab�a algo en el que siempre me llamara la atenci�n. Ten�a algunas canas, era peludo en todo su cuerpo, pero siempre sonre�a. Quiz�s era eso lo que me llamaba la atenci�n. Ricardo me cogi�, de la pierna no lesionada con una mano toc�ndome el muslo de la pierna por dentro y con la otra el tobillo, abri�ndome las piernas un poco. Sus manos se dirigieron a mi otro tobillo y empez� a estirarlo hacia atr�s. Como me dol�a fue a por una crema. Cuando lleg�, se arrodill� en frente m�a, me remang� el pantal�n (Bastante... para tener lesionada la rodilla.)Parec�a que estaba en braguitas. Empez� a echarme la crema y a masajearme el muslo ya que algo tambi�n me dol�a, pero los masajes, la mayor parte del tiempo siempre eran en el muslo. Siempre me sub�a mucho el pantal�n. Quiz�s fueran paranoias m�as. Pero dejaron de serlo, cuando en un "descuido" su dedo roz� con mi cosita.. Abr� m�s los ojos, sorprendida, pero no dije nada. No quer�a crear un momento inc�modo. Fueron dos o tres veces m�s que me roz� ah�... Y ya solo con la impresi�n me empez� a latir m�s r�pido el coraz�n. Luego empezaron los estiramientos y �l se pon�a de rodillas en frente, subi�ndome la pierna poco a poco, no deb�a doblarla pero no consegu�a estirarla del todo sin que me doliera. Me dijo que quer�a ver mi flexibilidad con la otra pierna para que comparara con la lesionada. Y lo cierto es que soy bastante el�stica. As� que cogi� mi pierna derecha, la dej� en su hombro izquierdo y con una mano me agarraba la pierna, s�per cerca de mi cosita y con la otra mi rodilla para que no la flexionara. Poco a poco se iba echando para delante, hacia mi. Con todo su cuerpo pegado a mi pierna. Notando el roce de su mano con mi cosita. Mi coraz�n segu�a latiendo con fuerza. Me dec�a que respirara hondo y me relajara para que siguiera estirando la pierna. Pero lleg� un punto que no pod�a m�s por la otra pierna ( y por el calor que empezaba a tener). � Estaba muy salida yo o a caso �l se estaba propasando? Hicimos unos cuantos estiramientos m�s: que si ponerme a cuatro patas e intentar estirar la pierna lisiada, hacer la "bicicleta" en el suelo, ponerme de pie y mientras �l estaba detr�s m�a agarr�ndome de la cintura por si ca�a mientras yo me agachaba con el objetivo de tocar la punta del pie...
Al terminar mis compa�eras y yo el entrenamiento, fuimos a las duchas. Como son individuales y solo hay tres tuvimos que hacer turnos para las que se duchaban all�. Yo como era muy lenta, y m�s lesionada, prefer� ducharme de �ltima. Poco a poco se iban yendo, y quedamos yo y mi torpeza duch�ndonos. Cuando ya estaba terminando, se fue la �ltima que quedaba a parte de mi. Estaba terminando de enjaguarme y... genial. Apagaron las luces. Pensaron que no hab�a nadie y se olvidaron de mi. Y no me qued� otra que gritar:
-eeeeeeeeeh!! Que todav�a quedo yoo joliiin!!- Nadie me escuchaba. -Ricaaaaaaaaaaardoooooooo!!!!!- grit� a pulm�n abierto. Justo escuche unos pasos acerc�ndose al vestuario, quise alcanzar la toalla para secarme e irme r�pido pero resbal� y ca�. La rodilla a penas me doli� pero mi culo se llev� todo el golpe. Qu� gran d�a estaba teniendo... pens� para m� con iron�a. Y justo entr� mi entrenador mirando si hab�a alguien con cara de desconcierto. Y en el mismo suelo estaba yo, desnuda y con la toalla medio tap�ndome.
-Ari!! oh dios est�s bien?
- Riicaar! - le mir� haciendo un gesto para que no me mirara
-Perd�n!! - me dijo mientras se dio la vuelta. -� Necesitas que te ayude a levantarte?
-am.. espera. - Primero me tap� con la toalla que estaba bastante mojada por tocar el suelo, me la enrolle y trat� de levantarme. Pero entre el suelo mojado y la rodilla no consegu�a levantarme. -Puff.. que verg�enza Ricardo! Ay�dame por fa, pero no me mires... - le dije sonrojada. �l se dio la vuelta y vino hacia m�. Me cogi� en brazos y me levant�. Me dijo adem�s que ya no quedaba nadie, que iba a llevarme a enfermer�a a vendarme la rodilla por si acaso y a darme otra toalla. Le di las gracias mientras me tocaba el culo tratando de taparme con la toalla. Me puso sobre la camilla pero al dejarme en �sta se desprendi� la toalla y r�pidamente fui a taparme. Lo primero que pens� fue: Menos mal que estoy depilada. Ambos nos miramos sorprendidos y sonrojados. Yo no sab�a si me lleg� a ver, por lo que no paraba de mirarle al pantal�n del ch�ndal por si notaba un bulto que me lo confirmara. �l fue a buscarme la toalla, se dio la vuelta tras entreg�rmela y hice el cambiazo. Yo me puse de lado y �l me not� molesta. Me pregunt� qu� pasaba y le dije que me hice da�o al caerme. Se ofreci� a masajearme y yo de nuevo le mir� sorprendida y enrojecida:
-Ricardo! Me golpe� en el culo.. y aunque me duele.. no s�- dije mordi�ndome los labios y aprovechando para mirarle su cosita por si se la notaba.
- A mi no me causa problema, anda date la vuelta.
Yo me di la vuelta despacio, no quer�a que se me viera nada. Pero estaba impactada. Se le notaba su cosita y era bastante grande. Empec� a notar mi cosita algo h�meda por lo que cerr� las piernas, como tratando de que no se notara. �l me empez� a masajear con la toalla puesta y tapada a pesar de que no era muy grande y cubr�a lo justo y necesario. Empez� a tocarme, una mano en cada nalga, a hacer circulos... Yo notaba como se abr�a y cerraba mi culo. Al poco, not� sus dedos pulgares tocando mi piel, parte de mis nalgas, como si la toalla se subiera un poco. �l bajo las manos un poco m�s, estaban justo en el l�mite de mis nalgas, tocando ya mis piernas y haciendo el mismo gesto de abrir y cerrar. Mientras, yo me agarraba a la camilla, ya ni me dol�an, estaba excitada y muy avergonzada. Ricardo me separ� un poco las piernas y empez� a masajearme una pierna justo donde empezaba mi culo. Pero sus dedos rozaban mi cosita y me empezaba a poner nerviosa. Quer�a que me tocara ah�, pero a su vez sab�a que no era apropiado. Sin pensarlo, me mov� un poco para ponerme m�s c�moda y de paso girar la cabeza hacia el lado que estaba �l. De este modo, la toalla se subi� otro poco y yo creo que se me ve�a m�s que suficiente mis partes intimas. �l no dijo nada. Sigui� masaje�ndome, toc�ndome ya el culo desnudo. Yo me qued� pasmada para su cosita.. �era tan notoria..que se me hac�a la boca agua! �l me mir� justo cuando estaba mirando para su pene erecto y cuando me di cuenta, le mir� a �l. Sorprendida y avergonzada mir� para otro lado, mordi�ndome de nuevo los labios. Cerr� un poco las piernas pero �l en seguida se me las abri� un poco m�s. Sigui� masaje�ndome demasiado cerca de mi cosita, roz�ndola a cada rato con sus dedos mientras yo quedaba paralizada.
Al rato me dijo que me diera la vuelta. Lo hice despacio, pendiente de taparme un poco, -hab�a un silencio absoluto, solo hab�a luz en la enfermer�a, el resto de luces estaban apagadas, me sent�a inc�moda por la situaci�n pero a su vez muy excitada- Ricard sigui� masaje�ndome los muslos aunque fuera la zona que menos me doliera, siempre aproxim�ndose a mi cosita.. que ya estaba h�meda. Yo me llev� el dedo a la boca y mientras me tocaba el labio lo mir� con cara de inocente. Como me avergonzaba que pudiera notar que estaba mojandome cerr� cuanto pude mis piernas. �l quiso abrirme de nuevo ya que no le dejaba espacio para poner sus manos en mi pierna pero yo hac�a fuerza para no abrirlas mientras miraba sonrojada hacia otro lado.
-Abre un poco las piernas Ari, sino no puedo masajearte. - me dijo. Yo me negu� con la cabeza mientras evitaba su mirada en mi. - �Qu� pasa? �Est�s bien?
-S�! Creo que ya me encuentro mucho mejor, gracias!- Le respond� r�pido debido a lo nerviosa que estaba y en seguida me sent� poni�ndome en frente de �l. Fui a levantarme esperando que �l se echara hacia atr�s y me dejara irme, pero se qued� quieto y, al levantarme, a parte de que le pis� sin querer, quedamos muy muy pegados. Tanto que notaba su erecci�n y el calor que desprend�a �sta. -uh.. perd�n por pisarte- Al momento me ech� hacia atr�s apoy�ndome en la camilla, ambos nos quedamos mir�ndonos hasta que rompi� el hielo.
- No pasa nada, pero �Por qu� tanta prisa ahora? � Est�s bien? � Te hice da�o? - Me dijo. Y tras insistir un rato, le acab� diciendo, a�n no s� c�mo, que me sent�a mojada. �l al momento me pregunt� si sab�a a qu� se deb�a eso y le dije que s�. De repente, tom� el atrevimiento de preguntarme si quer�a toc�rsela. Yo dije que no avergonzada y �l cogi� mi mano y se la llev� a su gran bulto. Al momento quit� la mano, sonrojada. Y �l me dijo "no tengas miedo" y me la volvi� a llevar a su pene, agarraba mi mano y me la apretaba, de tal forma que era mi mano la que estaba apretando su pene. Solt� sin querer un peque�o gemido. �l suspir� y bes�. Me qued� inm�vil hasta que su lengua entr� en mi boca y comenz� a jugar con la m�a. Me excit� tanto... Me apartaba el pelo con una mano mientras que con la otra me rodeaba la cintura y me acercaba a su cuerpo. Me besaba el cuello y yo cerraba los ojos dej�ndome llevar. Me gustaba tanto que me agarraba fuerte a �l, y en un impulso me cogi� en el colo y me sent� en la camilla abri�ndome las piernas. Nos besamos efusivamente, le mord� el labio, y comenzamos a respirar m�s fuerte. Se quit� la camiseta y volvi� a besarme alocadamente. Estaba desenfrenado y eso solo provocaba que me calentara m�s. Una de sus manos bajaba recorriendo mi cuerpo, rozaba un pecho, lo tocaba con fuerza y sigui� bajando. Llego hasta mi cosita donde empez� a masturbarme, haciendo c�rculos en mi cl�toris. Yo abr�a la boca, caliente y sorprendida, excitada. Y no me qued� otra que hacer lo mismo, as� que le baj� los pantalones como pude mientras le miraba en silencio. Empec� a toc�rsela por fuera del pantal�n. A moverla al mismo ritmo que �l me lo hac�a a m�. De vez en cuando paraba y cerraba los ojos, me estaba gustando demasiado. Mov�a mi cadera inconscientemente y soltaba peque�os gemidos que a mi entrenador le excitaban much�simo. A continuaci�n, fue un segundo a por la camilla de repuesto que estaba en una esquina de la habitaci�n, la junto con la m�a, se baj� y quit� los calzoncillos, y me dijo que me acostara. Una vez lo hice �l se puso encima m�a, me quito la toalla mientras nos besabamos y empez� a jugar con mis pezones. Son peque�os pero muy sensibles, por lo que cada vez que los rozaba me excitaba. Se dio cuenta y empez� a besarlos y a chuparlos. No pod�a evitar gemir, me mov�a y estaba inquieta. Me agarr� fuerte y me tap� la boca. En un principio me asust�, pero en cuanto empez� a moverse encima m�a, rozando su pene con mi cosita, sintiendo ese deseo que le devoraba... no pude dejar de gemir. Gem�a como una ni�a peque�a avergonzada. Luego, se cogi� su erecto pene y a punto hacia mi vagina, jug� un poco en la entrada. Me encantaba sentirla tan cerca. Sentir su deseo, su respiraci�n en mi oreja...Empez� a met�rmela poco a poco, pero me dol�a. Era muy grande para mi estrecha vagina por lo que cerraba los ojos fuerte y me agarraba muy fuerte a �l esperando que me la metiera toda y dejara de dolerme. Sus jadeos me excitaron todav�a m�s, y eso ayud� a que me relajara y pudiera hac�rmelo m�s r�pido. Me agarr� con una mano la nuca y me empez� a penetrar fuerte, sent�a sus huevos golpear mis nalgas. Cada vez gem�a m�s fuerte, el trataba de taparme la boca y yo le agarraba lo m�s fuerte que pod�a. Despu�s de estar as� un rato, se separ� y se acost� a mi lado, me mand� ponerme encima de �l, pero como me dol�a un poco la rodilla no se me ocurri� otra cosa que sentarme de espaldas a �l. Me dijo que no era as� como �l me dec�a pero le vali� igual, y cuando me la meti�, empez� a tocarme las nalgas, a abr�rmelas y a mover sus caderas meti�ndomela toda. Parece ser que hasta entonces no me la hab�a metido entera porque cuando lo hizo de un golpe no pude evitar gritar, me doli�. Pero de ese dolor... sentir placer. �l volv�a a gemir, y con esa voz de hombre... me excitaba un mont�n. Parece que cog� confianza y le dije que esperara, quer�a intentar moverme yo. Me puse muy despacio de rodillas, haciendo peso en mis manos que estaban apoyadas en las camillas. Me dol�a la rodilla pero quer�a probar qu� se sent�a. As� que empec� a mover mi cadera, de arriba a abajo despacio, cada vez m�s r�pido. �l me dec�a: "uf... Ari.. aah". No pude evitar mirarle con una sonrisa picarona. Segu� movi�ndome haciendo diferentes movimientos. Hasta que no pudo m�s, se ergui�, me agarr� de las tetas y me ech� hacia atr�s. Quedamos los dos boca arriba, me agarraba de la cintura mientras me penetraba. Apart� mi pelo hacia un lado y comenc� a besarle. Despu�s de un par de minutos me puso de lado, con sus manos por delante de mi cuerpo agarr�ndome de los hombros hacia abajo. Apenas pod�a moverme. Con su polla me penetraba fuerte y con ambos brazos me sujetaba y me llevaba hacia abajo. Empec� a sentir un cosquilleo, algo muy raro dentro de m� que me puso mucho y me volv�a inquieta. En cuanto bajo un poco el ritmo, con una mano le agarr� de su cintura y le empujaba hacia m�. Quer�a m�s, no pod�a parar ahora. Y �l me la met�a y me la sacaba cada vez m�s lento, sinti�ndola toda, mientras yo me desesperaba. La quer�a dentro, toda dentro de m�... "M�temela todo entrenador.. por favor" - le dije con una voz aguda. "No puedo m�as..."- a�ad�. A lo que me contest� "est� bien"- mientras sonre�a. Yo me qued� algo desconcertada hasta que poco despu�s lo entend�. Al momento me dio la vuelta y me puso boca abajo con las piernas casi cerradas, �l se coloc� detr�s m�a y comenz� a penetrarme. En seguida se me abrieron los ojos como platos y no pude evitar soltar un largo gemido. Se notaba todo tanto... estaba tan caliente, tan mojado.. tan apretadito... Y cuando empez� a penetrarme fuerte, mi culo se mov�a inconscientemente. Me agarr� fuerte a la camilla y hacia fuerza intentando aguantar. Sin querer tambi�n apret� mi vagina lo que puso como loco a mi entrenador. Sigui� haci�ndolo r�pido y con una mano tocaba mi cl�toris. Mi respiraci�n se volvi� entre cortada, mis gemidos eran ma�s largos... cerr� fuerte los ojos y sent� como una especie de escalofr�o por todo mi cuerpo. Mis piernas se estiraron, comenc� a moverme, agarr� muy fuerte el pelo de Ricardo y en unos segundos... llegu� al orgasmo. Una vez termin�, �l se la sac� y se puso de rodillas encima de la cabeza, me agarr� del pelo y me meti� su pene en la boca. Sinceramente me encant�. La chupaba con todas mis ganas, hasta que se me ocurri� chuparla aspir�ndola, mis mejillas se contra�an hacia dentro y �l comenz� a gemir "ooh... oh.. as� as�..Ari muy bien... aaah". Yo lo miraba como se excitaba, y me la met� todo cuanto cab�a en mi boca. A los pocos segundos me agarr� m�s fuerte del pelo, sent� como se hinchaba su pene en mi boca y empec� a notar peque�as convulsiones. Salieron de mi peque�os quejidos que provoc� que saliera su semen disparado. Lo not� al fondo de mi boca y no tuve otra que tragarmelo. Intent� echarme para atr�s pero �l cogi� sus dos manos mi cabeza para mantenerla al fondo de mi garganta. Su sabor esa como salado..y lo not� muy pastoso. Cuando termin� de tragarla toda mi entrenador se limpi� el sudor con la toalla que me hab�a dejado. Al terminar me dijo que ya era muy tarde y que me llevaba �l en el coche si quer�a. Y as� fue. Jam�s pens� que pudiera suceder algo as�, y menos con mi entrenador... pero fue fant�stico!