Relato: MI PERRO ME SEDUJO
Era una tarde de verano, cumpl�a mis 13 a�os y mis padres me regalaron un peque�o Spaniel. Siempre quise uno, no precisamente de esa raza, pero me gustaban los perros.
A pesar de que mis amigos llevaban tiempo hablando de sexo, pajas y dem�s temas, yo era un chico bastante ingenuo e ignoraba esas conversaciones por que b�sicamente no las entend�a, por tanto no me interesaban.
Mi nuevo amigo canino no era un cachorro, de hecho ten�a unos 3 a�os y al principio ten�amos un poco de miedo en cuanto a su comportamiento en su nueva familia. Pens�bamos que pudiera portarse de forma agresiva o algo por el estilo, pero para nuestra sorpresa no fue as�. Desde un inicio se sinti� como en casa e hicimos una bonita amistad que paso de ser una relaci�n due�o � mascota, a miembro integro de la familia.
Randy (as� se llamaba) comenz� a acercarse cada vez m�s a m�. Parec�a una personita� En las fr�as noches de invierno se sub�a a mi cama y se dorm�a a mi lado. Durante el d�a me persegu�a a todas partes�
Un d�a sucedi� que en su rutina de persecuci�n entro conmigo al ba�o pues hab�a olvidado cerrar la puerta. Para cuando me di cuenta que estaba a mi lado, ya era tarde, yo hab�a sacado mi pene y estaba a punto de orinar. Todos saben que una vez que sueltas el primer chorro, es casi imposible parar. Pues ah� estaba yo sin poder hacer m�s que terminar lo que hab�a comenzado, de lo que Randy se aprovecho y comenz� a darle leng�etazos a m� orina. Al principio no entend�a, pero deb�a primero salir de esa situaci�n.
Luego en frio pens�, �es una cosa de animales, entre ellos se huelen, se lamen y se identifican�� Nada, ya esta, cosa de una vez�
Pasaron los d�as y volvi� a suceder. Esta vez me hab�a sentado en el inodoro pues estaba con una de esas erecciones matutinas que no te dejan mear y tuve que tratar de buscar un �ngulo que me permitiera realizar mi acometido. El muy desgraciado entro detr�s de m� y esta vez fue directo a mi pene. Me dio una lamida que me elevo al cielo. Por supuesto que no aguante y me orine fuera. Aquello era toda una escena, Randy pas�ndome la lengua, yo orinando hacia arriba y sin fuerzas, ni deseos de alejarlo de m�
As� comenz� mi viaje hacia la curiosidad� Fue tan rica esa sensaci�n de su lengua, que quer�a que me lamiera a cada rato, por lo que nuestros �encuentros� se volvieron una rutina. Como mis padres trabajaban y nunca estaban en casa, yo aprovechaba. Llagaba de la escuela, sacaba a mi amigo a pasear y por el camino pensaba en el momento de entrar a casa y comenzar nuestra secci�n.
Lo que comenz� por unas lamidas fue poco a poco llev�ndome a conocer cosas indescriptibles. Randy pasaba su lengua por todo mi sexo y en ocasiones bajaba hasta m�s all� de mis test�culos, por lo que en m�s de una oportunidad me roso el ano. Ah� comprend� que quer�a seguir experimentando y me empec� a colocar de formas m�s c�modas para ambos.
Siempre terminaba en unas corridas sensacionales e indescriptibles, a lo que �l siempre respond�a con otras lamidas y me limpiaba el miembro.
En una ocasi�n me coloque en posici�n perrito para que se sintiera un poco m�s familiarizado y quiz� en esa postura le gustar�a m�s. A m�, por otro lado, me hizo sentir un poco puta� Aunque hasta el d�a de hoy no me considero gay, s� que tengo un mont�n de fetiches bien depravados (por llamarlos de alguna forma).
Randy, perro al fin, despu�s de unas ricas lamidas decidi� probar suerte y se me encaramo encima. Yo enloquec�, lo rega�e y lo baje� Claro, yo estaba pensando siempre en mi morbo, en mis deseos y por completo obvie que estaba jugando y provocando a un animal. Por miedo a lo que hab�a sucedido decid� suspender aquello inmediatamente y sal� a la calle.
Estuve caminando toda la tarde sin dejar de pensar en lo ocurrido. Me estaba dando morbo, quiz� no el hecho de que me quer�a coger, sino la situaci�n que me imaginaba� Ese d�a trate de no coincidir mas con Randy, pero por la noche el deseo de ver que habr� �m�s all� de esas puertas� no me dejaba dormir. Estuve despierto imaginando toda clase de cosas y deseando que llegara el d�a para quedarme a solas con �l.
Mis padres se fueron para sus trabajos y yo decid� no ir a la escuela. Sab�a que no aguantar�a la espera. Desde temprano hice algunas cosas, incluso tome un ba�o para relajarme, pues estaba muy alterado y luego de pasearlo me lo lleve a la habitaci�n.
Como siempre comenzamos a jugar con las t�picas lamidas, no sab�a que, ni como pasar�a luego, pero ya estaba en camino y quer�a llegar lo m�s r�pido posible al mismo. Randy me lamia el pene, los huevos y deslizaba su rica lengua por mi ano, como pidi�ndome que me virara, pues ese era el objetivo. Quer�a satisfacernos a ambos, mi curiosidad y sus deseos. Una vez me libre de toda prenda, me coloque en 4 y mi perrito no dudo en lubricarme un poco m�s la entrada que usar�a luego para su antojo.
Pasar�an no m�s de 2 minutos cuando de pronto deja de lamerme y comienza a caminar como nervioso alrededor m�o. Es como si no supiera que hacer y cada vez que pasaba por delante de m�, le ve�a aquella punta roja asom�ndose. No lo pod�a creer, estaba a punto de dejarme coger por mi mascota. Era algo incorrecto, pero quien escucha a su conciencia en un momento como ese? Quer�a esa cosa dentro de m�, quer�a lam�rsela como mismo �l me lo hac�a a mi� quer�a tantas cosas y el pobre no sab�a que hacer.
Para ese entonces estaba tan excitado y ansioso que le hablaba como si �l me entendiera. �no seas bobo, ven, por aqu�, s�bete�� y me daba palmaditas en las nalgas, mientras mi pene me ped�a a gritos ayuda. De �l brotaba un abundante liquido preseminal al punto de verse colgando casi hasta el suelo. No pod�a mas, lo quer�a ya�
Mientras me apoyaba en mis cuatro puntos y le mostraba al perro lo que deb�a hacer, me desesperaba y alcanzaba con una de mis manos aquel liquido que iba soltando y me lo llevaba a la boca, me lo pasaba por los labios y luego me lo tragaba. Me sab�a a gloria, pero quer�a m�s�
Al fin Randy se decidi� y brinco por un costado. �No es por ah�, bobo�� Mientras le dec�a casi en tono enfadado ve�a como cada vez m�s se asomaba ese �crey�n� rojo que deseaba tener, ya no sab�a si mas en mi culo o en mi boca� El muy tonto se bajo, me dio otra vuelta, mientras yo hacia lo imposible por seguirle la rima y encontrarle su camino. De haber tenido experiencia, lo cual hice en otras ocasiones, lo habr�a guiado agarr�ndolo de las patas, pero no se me ocurr�a para ese entonces.
Pero ese juego no lo estaba soportando m�s. Casi estaba a punto de renunciar cuando el muy cabr�n se me encaramo por detr�s y comenz� a realizar movimientos desenfrenados de bombeo. Aun no atinaba y me daba puntazos en los alrededores de la entrada. Era nuevo en eso y me sent�a incomodo, pero ya estaba cerca de lo que hab�a deseado, pod�a aguantar un poco m�s.
Imag�nense un muchacho, ya para ese entonces, de casi 14 a�os, de estatura media � baja en posici�n de perrito y un Cocker Spaniel mont�ndolo, o al menos tratando. No sabr�a decirles si era el muy peque�o o yo, a pesar de mi corta estatura, muy alto para �l. Lo cierto es que me abr� m�s de piernas, lo que hizo que me acomodara y en eso comienzo a sentir sus puntazos en los bordes de mi ano. Eso era lo que nos faltaba, ajustarnos un poco.
La desesperaci�n de Randy era tal que ya me hab�a llenado la entrada del culo con sus l�quidos y en uno de tantos intentos, siento como su miembro filoso entra ocasionalmente en mi ano sin llegar a penetrarme completamente. Ten�a que acercarme m�s o empujarlo por detr�s. Prefer� lo segundo y con una mano lo agarre como pude por su cola e intente el movimiento.
�Ahhhhh!!!� Me hab�a clavado mi perro� Entre el dolor que me causo y la sorpresa por la sensaci�n que nunca antes hab�a tenido, perd� la fuerza de la mano que aun ten�a en el suelo y ca� de cara al piso.
De pronto mi perro ya no era aquel amigo con el que yo jugaba, no se portaba d�cil, ni mucho menos cari�oso. Se hab�a convertido en un animal desenfrenado montando a su perra, posey�ndola como bestia que era. Me dol�a bastante el culo, pero estaba bien lubricado por la cantidad de l�quidos que ya hab�a derramado Randy en el. En m�s de un momento pens� sac�rmelo, pero aquel dolor se iba convirtiendo en placer y mis manos hac�an lo que pod�an para ir acomodando mi cuerpo a la situaci�n.
Por una inercia ajena a m�, tome mi pene y comenc� a pajearme. Pronto sent� como mas placer invad�a mi cuerpo. Ya no distingu�a el dolor causado por la fricci�n y mi reci�n perdida virginidad. Solo sab�a que aquel pene, cuyo tama�o aun desconoc�a, crec�a cada vez m�s dentro de m� y todo lo que estaba ocurriendo me ten�a perdido.
Solo le ped�a que no parase� �Si Randy, as� c�geme mi ni�o� hazme tuya�. No s� porque hablaba de m� en femenino, pero me sent�a realmente bien perra. �As� nene, m�temela� eres mi perro� y yo tu puta�� Era incre�ble lo que estaba sucediendo y lo estaba disfrutando al m�ximo. Ya sab�a lo que era el sexo, quiz� no con humanos, mucho menos heterosexual, pero estaba en las nubes y no era momento para arrepentimientos. �Estoy a punto de venirme, machi� ll�name el culo de tu lechita� Ese hoyito es tuyo para que te lo cojas cada vez que se te antoje� Cl�vame Randy, cl�vame��
Estaba a punto de explotar por lo que decid� soltar mi, totalmente erecto, pene. El liquido preseminal hacia un peque�o charco debajo de m�. Mientras lo alcanzaba para saborearlo, pues no quer�a desperdiciar nada, comenc� a sentir como que Randy empujaba m�s fuerte y yo le dec�a �suave nene que ya no hay mas nada que meter�. Lleve mi mano hasta la entrada y sent� una enorme bola. Eso no me lo puede meter porque es inmenso. Lo trataba de calmar y aguantar a la vez. Yo s� que no me cabe, pero �l no entiende esas cosas. Solo quer�a, deseaba, se mor�a por pre�ar a su perra�
Logre evitar que me partiera aun m�s el culo, quiz� para la pr�xima, pens�. Mientras, mi perro disminu�a el ritmo y comenc� a sentir como me llenaba, el l�quido que no encontraba cabida me sal�a, me corr�a por las piernas� Se estaba viniendo en m�
Me jale el pene con furia, quer�a acabar para cuando mi ni�o se quedase completamente vac�o. Sent�a como mi leche recorr�a todo el conducto hasta la salida mientras mi primer orgasmo, estando clavado por mi perro, se produjo. Qu� cantidad de semen� disparaba como sin parar. Uno, dos, tres� hasta cinco abundantes chorros hab�a soltado antes de comenzar a sentir unos espasmos y temblores en mi cuerpo.
Al mismo tiempo Randy se hab�a venido en todas mis entra�as, me hab�a llenado de �l para quedarse quieto un rato como se�al de posesi�n� Pasado el minuto se bajo con expresi�n de cansancio.
�Dios!!! Que grande la tienes nene�� le dije al fijarme, era una cosa bastante impresionante, roja, tirando para morada, llena de venitas. Adem�s, estaba gorda y tendr�a unos 15 -16 cms de largo. No sab�a si era normal, pues no tenia puntos de comparaci�n, pero lo cierto es que aquella cosa hab�a esta dentro de m�. Me hab�a entrado y partido, para luego hincharse hasta ese nivel.
Me tumbe en el suelo, me toque el hoyo� lo ten�a abierto y soltando una cantidad de leche que no pod�a imaginar. No ten�a ni fuerzas para mirarme, solo ve�a a Randy tirado a mi lado lami�ndose aquel trozo de carne. Eso s�, me arrastre unos cent�metros para poder saborearlo y, quiz�, devolverle el �favor� que me hab�a acabado de hacer.
Era toda un paleta sabor a sexo� el no sab�a si seguir o que. Su instinto le ped�a que se limpiara, pero su �perra� quer�a hacerlo por el�
�Mira nene, mira la cantidad de leche que me regalaste� y mira la que solt� yo�� Fueron mis �ltimas palabras antes de caer rendido.
Quedamos as� unas horas, despert� de un profundo sue�o pasadas las dos de la tarde. No hab�a descansado casi en toda la noche esperando el d�a para saber que ser�a de mi fantas�a, tuve una intensa sesi�n de sexo y estaba exhausto, pero satisfecho.
Pase unos d�as con dolores en el ano por lo que tuve que disimular algo y acostumbrarme. Pero les aseguro que vali� la pena.
Randy segu�a persigui�ndome, pero no pod�a responderle sino hasta que me sintiera aliviado del todo.
Pero esas son otras historias que les contare despu�s. Espero les haya gustado mi experiencia. Si�ntanse libres de escribirme, comentar� Agradecer� cualquier intervenci�n.
Saludos�