Hola mi nombre es Danae, tengo 19 a�os y esta es mi historia y comienza asi, Un amigo de mi hermano mayor, Ramiro, trabaja para una empresa cervecera muy conocida en el pa�s, aqu� en la ciudad. �l necesitaba una edec�n de esta cerveza para promocionarla en un billar muy conocido en la ciudad. Pasaron d�as cuando el me hablo por tel�fono, pidi�ndome de favor si pod�a ser su edec�n en dicho billar por solo 2 semanas, y que me pagar�a muy bien. Para ese entonces est�bamos de vacaciones en la escuela y mi novio estaba de vacaciones con su familia en otra ciudad del estado, as� que no vi ning�n problema en aceptar esa propuesta, pues ya lo conoc�a y sab�a que la propuesta era en serio.

Me entreviste con Ramiro en su oficina y me dijo todos los detalles: trabajar�a de mi�rcoles a s�bado, de 8 de la noche hasta el cierre, 2 de la ma�ana y dijo como seria mi sueldo, nada mal por cierto. Mi uniforme era un conjunto de pantal�n pegado a una blusa, todo el conjunto amarrillo con rayitas blancas y con la marca de la cerveza, muy ajustado, con un coqueto escote al frente y atr�s. Pues bien, mi trabajo era atender y promocionar esa cerveza a las personas que pidieran la cerveza que yo promocionaba mientras jugaban. Desde el primer d�a note que muchas miradas se clavaban en m�, pues aunque hab�a algunas meseras, muy atractivas, por cierto, su uniforme no era tan llamativo ni tan ajustado al m�o, que era jeans azules y camiseta negra con el logotipo del local. Esto, mas aparte de tener ese uniforme ajustado, usaba debajo una tanga con un hilo dental muy delgado y no usaba sost�n, pues la tela del uniforme era grueso y no se notaria que no tra�a; aparte yo era la �nica edec�n en el lugar y era otro motivo para llamar la atenci�n. As� paso una semana, en que varios chicos me sonre�an y yo les correspond�a igual mientras los atend�a. El fin de semana de mi primer semana ah�, un s�bado, me toco atender a 3 hombres, los 3 entre 35 y 40 a�os, no eran guapos pero tampoco eran feos, y se notaban que eran de dinero por su forma de vestir, y era la primera vez que los ve�a en la semana..

Cuando llegue a atenderlos los 3 me miraban con ojos que parec�a que me quer�an desnudar con la vista, a lo que yo no le di importancia, pues ya estaba acostumbrada y, no lo niego, me gusta que me miren as�. Le pidieron a una de las meseras una cubeta de la cerveza que estaba yo promocionando, solo por el hecho de que la edec�n (yo) era una mujer muy hermosa. Re� por sus comentarios y agradec�, retir�ndome para seguir atendiendo a las dem�s personas. Al rato regrese con ellos, para preguntarles si todo estaba bien; me dijeron que si, que todo estaba bien ahora que hab�a regresado con ellos. Los tres pararon de jugar y se presentaron: se llamaban Manuel, Ernesto y Oscar. Me empezaron a preguntar que como me llamaba, mi edad. No vi problema en contestarles sonriente, luego me preguntaron si ya tenia tiempo trabajando como edec�n ah� en el billar; les dije que era mi primera semana y que estar�a otra semana m�s. Me dijeron que entonces vendr�an toda la pr�xima semana a jugar aqu� para conocerme mejor y para que les siguiera atendiendo. Re� y les dije que no hab�a problema. De nuevo me retire y fui a otras mesas para promocionar y atender a quienes beb�an la cerveza que promocionaba. Todos los hombres volteaban a verme, de pies a cabeza, y yo me sent�a realmente contenta de que me voltearan a ver. Pasaron las horas hasta que llego la hora de irme, ya pasaban de las 2 de la ma�ana, y estaba contenta por las miradas que hab�a recibido y la buena propina que hab�amos tenido. Las meseras hac�an bromas de c�mo me miraban los tipos, a lo que re�mos. Entre a cambiarme de ropa y me puse unos jeans y una blusa blanca. Me desped� y me retire para mi casa.

Volv� el siguiente mi�rcoles y efectivamente, estaban estos 3 hombres que hab�an dicho que ir�an al billar solo para verme. Los volv� a atender y me saludaron cordialmente, me dijeron de nuevo que hermosa me ve�a y que si los iba a atender de nuevo. Les conteste que solo si ped�an la cerveza que estaba promocionando. Rieron y le pidieron a una mesera de nuevo una cubeta de esa cerveza. Una vez que la pidieron me retire para seguir atendiendo a otras personas. Sus miradas se clavaban en la parte trasera de mi cuerpo, al igual que varios hombres que estaban ah� jugando. Cada vez que iba con estos 3 hombres me sacaban pl�tica, por lo que duraba unos 2 minutos platicando con ellos, hasta que me retiraba a seguir con mi trabajo. Pues bien, todo esto sigui� pasando jueves y viernes hasta que el s�bado solo vi a uno de ellos, Manuel, con otro tipo que no hab�a visto.

Cuando llegue con �l me presento a su amigo, se llama Gabriel, de unos 40 a�os, muy atractivo. No pregunte por los dem�s, solo pidieron una cubeta de cerveza. Me desped� y empec� a atender a los dem�s. Debo mencionar que ese d�a por la tarde iba a llegar ya mi novio Andres de sus vacaciones, por lo que estaba contenta de volverlo a ver. Me hab�a hablado en la ma�ana y quedo en pasar por m� a la hora de mi salida, por lo que ese d�a no lleve mi carro. Estaba atendiendo a las personas, deseosa de que pasara el tiempo r�pido para ver a mi novio otra vez. Las miradas de los hombres segu�an vi�ndome todo el cuerpo. A veces para provocarlos un poco m�s, al atenderlos, me apoyaba de manos sobre la mesa del billar, empin�ndome un poco hacia delante, para que los dem�s vieran la parte trasera de mi cuerpo. Escuchaba unos chiflidos muy bajos a mi espalda, y me gustaba. Manuel y su otro amigo me sacaban platica y me ped�an si les pod�a llevar otra cubeta, contenta les dec�a que si, pues era mas comisi�n para mi. Pasaron las horas entre atender a los clientes y de recibir piropos y algunos silbidos hasta que llego mi hora de salida. Me fui a cambiar y me puse una minifalda de mezclilla, que llegaba poco mas arriba de medio muslo, y una blusa roja, sin tirantes, y un escote que dejaba ver el nacimiento de mis pechos. Encima me puse una chamarra tambi�n de mezclilla, y debajo solo tanga de hilo dental.

Sal� y me desped� de todos, pues fue mi �ltimo d�a de trabajo; todos me agradecieron y me desearon suerte. Agradec� y les desee lo mismo. Y sal� a la puerta a esperar a mi novio. Pasaron unos 2 minutos cuando son� mi celular. Era Andres: se notaba un poco tomado y me dijo que no iba a poder recogerme, pues una familia le hab�a organizado una cena, pero no le cre�, pues se escuchaba a unos amigos suyos cantando, a los que reconoc� por sus voces, y tambi�n escuchaba voces de mujeres. Le dije molesta que como era posible que me dejara aqu� por una fiesta, me dijo que lo lamentaba pero que no pudo negarse. Le conteste que si solo estaba festejando o estaba haciendo algo m�s con las chicas; tartamudeo y dijo que no, solo bailar y divirti�ndose. La verdad me dio coraje que me hubiera dejado plantada por una fiesta con otras chicas, as� que corte la llamada y lo apague. Cerr� los ojos para que se me pasara el coraje, para despu�s ya encaminarme a un sitio de taxis que estaba a dos cuadras de ah�. Empec� a caminar cuando escucho pasos fuertes a mis espaldas. Volteo y era Manuel.

MANUEL: �A d�nde vas preciosa?

YO: A tomar un taxi, me dejaron plantada y pues voy a mi casa.

MANUEL: Si quieres nosotros te podemos llevar.

YO: �Nosotros?

MANUEL: Si, mira Oscar y Ernesto no vinieron porque ten�an compromiso, pero ya vinieron por m�. Somos primos y con gusto te podemos llevar. Vine con un amigo, el que te presente, pero ya se fue.

Mire a sus espaldas y efectivamente, estaban ah� sus 2 primos esper�ndonos en su carro, muy lujoso por cierto.

MANUEL: Adem�s ya nos conoces, no somos unos desconocidos para ti �o si?

Estaba un poco molesta por lo de Andres que creo que eso hizo querer desquitarme un poco, as� que acepte.

YO- Cierto, los conozco poco.

MANUEL: Ah� esta, ven con nosotros, as� nos conocemos mas y platicamos un rato para alegrarte, porque parece que no estas muy contenta �verdad?

Parec�a adivino, pero era verdad. Estaba molesta, y supuse que un rato de pl�tica no me caer�a mal.

YO: Muy bien, tienes raz�n. La noche es joven. Un poco de pl�tica y de copas no es malo.

Manuel sonri� al escuchar que aceptaba y tom�ndome de hombro nos dirigimos al auto, subi�ndonos ambos nos subimos en la parte trasera del carro y arrancamos. Durante el camino �bamos platicando, mientras los 3, de vez en cuando, miraban mis piernas, las cuales tra�a cruzadas, pero no me importaba que me las vieran. Manuel aprovecho para preguntarme quien me hab�a dejado plantada; mientras le contestaba vi de reojo que los otros 2 se dec�an algo en voz baja. Luego Oscar se dirigi� a m�.

OSCAR: Oye nenita, �no te gustar�a ir un rato a nuestro departamento?, la noche aun es joven y es s�bado, as� que podemos tomar unas copitas y platicar.

YO: �Ahorita? �me sorprendi� su propuesta.

ERNESTO: Si, adem�s nosotros andamos aqu� de negocios, somos de otra ciudad y nos vamos ma�ana en la tarde, por eso queremos conocerte m�s, �Qu� dices?

YO: Mmm, bueno, esta bien. Tienen raz�n, la noche es joven, unas copas no hacen mal a nadie.

Cambiaron de rumbo y nos dirigimos a su departamento, que se encontraba en el centro de la ciudad. Llegamos y bajamos para dirigirnos a los elevadores. Ah� los 4 platicando y ellos mir�ndome de pies a cabeza.

OSCAR: �Sabes? Con tu uniforme te ves hermosa, pero as� vestida te ves mejor.

YO: �Ah s?

OSCAR: Si, as� te ves mas sensual. Y sin que te molestes, pero con esa minifalda podemos ver que tus piernas son muy hermosas.

YO: �Si?, �les gustan? �pregunte coqueta d�ndome una vuelta.

LOS TRES: Sii.

Re�mos. Salimos del elevador y nos dirigimos a su departamento. Era un departamento muy lujoso y grande, que estaba en el �ltimo piso del edificio, con una vista hermosa hacia la ciudad. Me sent� en la sala mientras Oscar me preguntaba que quer�a tomar. Le ped� un vaso de toronja con tequila. Fue a la cocina a preparar mi trago junto con Ernesto, mientras Manuel se sentaba a mi lado derecho, sonri�ndome y sac�ndome pl�tica. A los pocos segundos llega Oscar con mi bebida y tambi�n con la suya, al igual que Ernesto. Los 4 platicando un rato sobre cada uno, hasta que Oscar se levanto y puso m�sica en su aparato modular. Era m�sica de reggeaton. Se sent� de nuevo y seguimos platicando. Con la m�sica me mov�a levemente mientras platic�bamos.

ERNESTO: Se nota que te gusta el reggeaton peque�a.

YO: Si, me gusta.

OSCAR: �Por qu� no nos muestras como se baila?

YO: �Yo?

MANUEL: Si, bebe, vamos �dijo poniendo su mano izquierda en mi rodilla derecha, anim�ndome- anda que no sabemos como se baila.

Los tres empezaron a aplaudirme, anim�ndome a bailar, hasta que lo lograron. Me pare sobre una mesita de madera que estaba en el frente a la sala y empec� a bailar. Hacia movimientos sensuales y algo er�ticos, quit�ndome la chamarra de mezclilla. Por mi mente pasaba que si Andres se divert�a en su fiesta, yo tambi�n podr�a hacerlo en nuestra peque�a fiesta privada.

Los 3 me miraban con los ojos abiertos, aplaudi�ndome y gritando cosas como "wow que sexy", "que bien te ves", etc. Mov�a mis caderas lo mas sensual, hinc�ndome levemente y siguiendo bailando, hasta que acabo la canci�n. Los 3 me aplaudieron y de nuevo me sent� donde estaba. Me dijeron que balaba muy sexy y que me ve�a de maravilla. Agradec� sus comentarios. Unos segundos despu�s Oscar y Ernesto se fueron de nuevo a la cocina, quedando en la sala solo Manuel, sentado a mi lado derecho, y yo. Empez� a decirme que hab�a bailado muy bien y que he de traer a muchos hombres tras de mi. Le dije que no sab�a, que no me fijaba en eso.

Se acerco m�s a m� y puse su mano derecha en mi rodilla derecha, pues ten�a esa pierna sobre mi pierna izquierda. La comenz� a acariciar, haciendo que me riera de nervios. �l sonri� y comenz� a subir su mano por mi muslo, acarici�ndolo maravillosamente. Sorprendida cerr� los ojos y deje que lo hiciera. Y no le era dif�cil, pues entada hacia que mi minifalda se subiera bastante, mostrando casi en su totalidad mis piernas.

YO: Manuel, mira, yo�

MANUEL: �No te gusta como se siente? -me interrumpe.

YO: Si, pero�

MANUEL: Entonces d�jate llevar.

Manuel se acerca y lleva sus labios a los m�os, bes�ndome con ternura y pasi�n. Mi mente me dice que no, pero mi cuerpo me grita que continu�. Correspondo su beso, tom�ndolo de la cabeza. Su mano sigue en mi muslo, meti�ndola apenas debajo de mi ajustada minifalda. Su lengua acaricia mis labios, mi lengua, para chuparla suavemente. Me dejo llevar por ese momento varios segundos; sus besos y sus caricias pueden m�s que mi mente. Abro mis ojos y veo a Oscar sentado en la mesa de centro, frente a nosotros, y a Ernesto sentado a mi lado izquierdo, quienes me miran sonriendo y yo les correspondo con una leve sonrisa, mientras Manuel besa parte de mi cuello ahora. Por el beso no sent� cuando hab�an llegado. Ahora es Ernesto quien me toma del rostro y me acerca al suyo para besarme. Este beso es mas apasionado, con su lengua dentro de mi boca tratando de llegar lo mas dentro, mientras ahora con su mano Manuel acaricia mi pecho derecho, masaje�ndolo suavemente sobre el escote, y Oscar con sus manos en mis muslos, baja mi pierna derecha y la junta con la izquierda, para acariciarme los costados de mis muslos. Sus manos se meten por debajo de mi minifalda, mientras Ernesto sigue devorando el interior de mi boca con su lengua. Tal vez por la bebida y lo molesta que estaba con Andres permit� que esto pasara, y la verdad me estaba gustando, pues era mi primera experiencia de este tipo. Despu�s de unos segundos, ahora es Oscar quien toma su turno; sin dejar de acariciarme los muslos se cerca y me besa, abraz�ndome a �l de su cabeza. Ahora la mano izquierda de Ernesto se une a la de Manuel y me acaricia el otro seno, baj�ndome los dos mi escote y quedando mis pechos al aire; los siguen acariciando y pellizcan mis pezones, jal�ndolos y retorci�ndolos suavemente, poni�ndomelos muy duros y erectos. Me hacen gemir suavemente y ahora yo soy quien le chupa la lengua a Oscar, quien parece que se enciende con eso y tomando mi minifalda con sus manos, la jala hacia las rodillas.

Luego Oscar se endereza y termina de jalarme la minifalda junto con mi tanga hasta los pies, levant�ndolos para quitarme las prendas, mientras que Oscar y Ernesto toman mi blusita de la parte baja y me la levantan, levantando tambi�n mis brazos, para quit�rmela. Pero antes de que me la quiten de mi mano izquierda, Ernesto toma mis manos y me las amarra con mi blusita, quedando con mis manos atadas en mi espalda.

ERNESTO: �Te gusta sentirte as�, sometida?

YO: Si� -pude decir en voz baja y ya bastante excitada por el momento.

MANUEL: Rel�jate, no te vamos hacer da�o, solo vamos hacer que disfrutes, y nosotros te vamos a disfrutar.

Con mis manos atadas en la espalda, Oscar toma mis caderas y las jala, haciendo que queden sobre la orilla de la sala, mientras quedo recostada sobre el respaldo. Oscar abre mis piernas y lame y besa la parte interna de mis muslos, mirando mi sexo con los ojos abiertos.

OSCAR: Mmm, que linda mocosita, depiladita. As� disfrutaras m�s.

Los otros 2 r�en por ese comentario, mientras miro a Oscar acercar su rostro a mi sexo, deseando que empezara a com�rselo. No tarda en hacerlo: poniendo sus manos en mis muslos, las abre y acerca sus labios a mi sexo y comienza a lamerlo, sobretodo mi vulva y mi cl�toris, acompa�ado de succiones y besos. Por su parte, Manuel y Ernesto se agachan hacia a mi y comienza a chupar y lamer mis pechos, Manuel el derecho y Ernesto el izquierdo. Sus lenguas comienzan a lamer mis pezones, que muy duros y excitados disfrutan de esas lenguas, de sus caricias, Mi cuerpo comienza a excitarse. De mi boca comienzan a salir gemidos, sintiendo mis pezones en sus bocas y mi cl�toris en la boca de Oscar, quien se daba gusto lamiendo r�pidamente mi cl�toris, chup�ndolo y jal�ndolo levemente con sus labios, para despu�s soltarlo y darle varias lamidas, meti�ndome ahora 2 dedos de su mano derecha en mi vagina, penetr�ndome r�pida y suavemente, sin deja de lamer y chupar mi cl�toris. Manuel y Ernesto parecen excitarse con mis gemidos, pues ahora ambos comienza a chupar, pero sobretodo, a morder mas fuerte mis pezones, haci�ndome gemir y arquear mi espalda, sintiendo mis pezones ser succionados con mas fuerza por sus labios.

YO- Ah� ayy� duele� ahhhh�..

MANUEL: Aguanta peque�a, veras que lo empezaras a disfrutar.

YO: Ok�

No se como, pero el dolor fue desapareciendo; ahora aunque me succionaban los pezones mas fuerte, me estaba excitando el dolor, mientras Oscar segu�a lamiendo mi cl�toris y sus dedos penetr�ndome mas fuerte, haciendo levantar un poco mis piernas, sintiendo la lengua de Oscar saciarse de mi cl�toris, al cual tambi�n chupaba. Mi espalda tambi�n se arqueaba del placer que estaba recibiendo. Una mano de Manuel acariciaba mi vientre, mientras que una de Ernesto toma el pecho que me lam�a y lo estruje suavemente.

YO: Ahhh �. Ahhhhh�. Ahhhh

ERNESTO: Ya te esta gustando �verdad putita?

YO: Ahhh� ahhh.. si� ahhh�. Mmm�. Ahhhh� si�.ahhh�

MANUEL: As� putita� sigue gozando�.

Sus palabras me calentaban mas, mi cuerpo se estremec�a con eso y con lo que me estaba haciendo Oscar en mi sexo: su lengua chupaba con fuerza mi cl�toris, para darle varias lamidas, y sus dedos entraban hasta el fondo de mi sexo, caus�ndome un gran placer. Sent�a mis pezones ya muy duros e hinchados, por ser lamidos y mordidos varios minutos por dos bocas que se deleitaban con su dureza y con su sensibilidad, d�ndome un placer inigualable. Tambi�n el hecho de estar atada de manos en mi espalda me hacia sentir sometida e indefensa, y eso me estaba causando un gran placer, desconocido para mi hasta ese momento.

Ya despu�s, Oscar se para y se empieza a desvestir, mientras Manuel y Ernesto me enderezan y me desatan las manos. Una vez que Oscar se desnuda por completo me toma de las manos y hace que me hinque frente a �l. Manuel y Ernesto tambi�n comienzan a desvestirse. Mientras empiezo a chuparle a Oscar su pene, el cual ya esta muy parado y grande. Lo tomo con mi mano derecha y me lo meto a mi boca, chup�ndoselo y lami�ndoselo dentro de mi boca varias veces. Ya cuando est�n los 3 totalmente desnudos, Manuel se acuesta sobre el suelo boca arriba detr�s de m�, metiendo su cabeza entre mis piernas, las cuales tengo separadas, y comienza a lamer y chupar mi sexo, en especial mi cl�toris y vulva. Ernesto se para al lado izquierdo de Oscar y con mi otra mano comienzo a masturbar su erecto pene, mientras sigo chupando y lamiendo el pene de Oscar. Chupo y mamo con gran deseo su pene mientras mi mano masturba con rapidez y fuerza el pene de Ernesto, y por su parte, Manuel devora mi cl�toris con lamidas y tremendas succiones que me hacen estremecer y gimo mientras hago sexo oral. Oscar gime cuando meto todo su pene dentro de mi boca y se lo succiono con fuerza varias veces, haciendo que doble un poco sus piernas, mientras Ernesto suspira y sonr�e por la masturbada que le estoy dando. Oscar comienza hacer movimientos con sus caderas levemente, penetrando mi boca con pene, sintiendo que llega hasta mi garganta, haci�ndome atragantar en ocasiones. Segundos despu�s cambio de pene: comienzo a chupar y lamer el pene de Ernesto mientras ahora masturbo con mi mano derecha el pene de Oscar, haci�ndolo gemir. Ernesto con sus manos me toma de la cabeza para marcar los movimientos de mi cabeza en su miembro. Manuel sigue succionando y lamiendo mi vulva y cl�toris y con sus manos, me toma las nalgas y me las acaricia con fuerza. El pene de Ernesto llega a tocar mi garganta, haci�ndome toser algunas veces sin sacarme su pene. Mi mano derecha masturba el pene de Oscar y con mi dedo pulgar le acaricio la punta, haciendo que gima fuerte. Muevo levemente mis caderas, restregando as� mi sexo contra el rostro de Manuel, quien sigue d�ndome un gran placer gracias a las maravillas que me hace con su lengua en mi cl�toris, d�ndome tambi�n varias succiones.

ERNESTO: Ay ni�ita.. ahhh� se ve que tienes experiencia�

OSCAR: D�melo a mi� si que sabe hacerlo bastante bien� esta putita� ahh�

Ri� antes sus comentarios sin dejar de hacer mi trabajo durante varios minutos mas, en los que Manuel ahora met�a su lengua dentro de mi vagina y sent�a como me acariciaba con ella cada rinc�n interno, haci�ndome sobresaltar y arranc�ndome mas gemidos, que se ahogaban en mis estimulaciones orales.

Unos minutos despu�s, entre Ernesto Y Oscar me paran y me ponen en cuatro patas sobre la mesa de centro. Manuel se levanta y se para justo frente a m�, quedando su pene bien parado a escasos cent�metros de mi rostro. Sin pensarlo m�s lo tomo con mis labios y me lo meto a la boca, sin usar mis manos. Comienzo a mover mi cabeza para succionarlo y a la vez chup�rselo varias veces, mientras que de reojo veo que Oscar y Ernesto sacan de sus carteras condones y comienzan a pon�rselos. De nuevo me concentro en Manuel y ahora saco su pene de mi boca y se lo lamo por detr�s, desde la base hasta la punta, la cual lamo varias veces, haci�ndolo gemir. En ese momento Ernesto se para detr�s de mi y comienza acerca su pene a mi trasero, hasta que empieza a penetrarme por la vagina, haci�ndome gemir, pero Manuel no deja que gima tanto y toma mi cabeza y la dirige a su pene, haciendo que me lo meta todo. De nuevo comienzo hacer movimientos con mi cabeza para chup�rselo, mientras mi cuerpo comienza a sacudirse suavemente por la penetraci�n que me da Ernesto, quien me toma de mis caderas. Todo su pene entra y sale de mi vagina r�pidamente, lo que me causa un rico placer. Por su parte, Oscar, quien aun no se pone su cond�n, acerca su pene a mi rostro, y con la punta, me acaricia el lado derecho de mi rostro, moj�ndome con una mezcla de su semen y de mi saliva, mientras sigo haciendo gemir a Manuel con mis lamidas y chupadas.

MANUEL: Ahh� ten�an raz�n� que rico mamas peque�a�.

OSCAR: Te dijimos que as� era.

Ernesto r�e entre gemidos ante esos comentarios mientras acelera m�s sus penetraciones, haciendo que mi cuerpo se estremezca m�s y que mi espalda se arquee, mientras continuo firmemente en mi posici�n de 4 varios minutos mas.

Ahora me toman y me voltean boca arriba sobre la misma mesita. Ahora es Oscar quien se pone el cond�n y se acomoda para penetrarme, mientras Ernesto es quien se acera a m� y, flexionando un poco sus piernas, pone su pene encima de mi rostro. Lo toma con su mano para bajarlo hacia mi boca. Lo atrapo con mis labios y Ernesto comienza a hacer movimientos, penetr�ndome la boca con su pene, mientras Manuel se hinca de mi lado izquierdo y se agacha hacia mi, para de nuevo lamer y chupar ya mis duros y erectos pezones, como ni�o hambriento, succion�ndolos con mucho deseo. Oscar toma mis piernas y las levanta, quedando los talones de mis pies en su torso. Comienza poco a poco a darme con fuerza en mi vagina, sintiendo que me lo abre con su enorme pene gracias a las fuertes embestidas que me da. Gimo con el pene de Ernesto en mi boca, quien empuja mas y me lo me todo, sintiendo esta vez que la punta si llega a meterse mas en mi garganta. Me atraganto un poco y Ernesto saca un poco su pene, para que le lame la cabeza, lo cual hago varias veces, haci�ndolo gemir. Con mi mano derecha tomo a Ernesto de su cintura y con la otra tomo la cabeza de Manuel, quien sigue como bebe chupando y lamiendo mis pezones con gran deseo, mientras mi cuerpo empieza a arquearse y a estremecerse por todo el placer que empiezo a sentir. Oscar gime con m�s fuerza y sus penetraciones van en aumento, haciendo que mi cuerpo se sacuda con fuerza gracias a sus penetraciones. Ernesto gime cada vez m�s mientras todo su pene esta dentro de mi boca, recibiendo mis chupadas y succiones que le doy moviendo mi cabeza varias veces. Los dientes de Manuel toman mis pezones y los jala, para soltarlos y volverlos a succionar. Oscar dice que se ven bien as� mis pezones y continua penetr�ndome con mas rapidez y fuerza, gimiendo fuerte.

Varios segundos despu�s, ellos se acomodan, levant�ndome de la mesa. Manuel se acuesta boca arriba sobre la sala, poni�ndose un cond�n, y hacen que me monte sobre �l, de frente. Su pene entra con facilidad en mi vagina, arranc�ndome un fuerte y agudo gemido, dej�ndome caer sobre �l. Ah� Ernesto se acomoda detr�s de m� y acerca su pene a mi ano, no si antes mojarse sus dedos con su saliva y acarici�rmelo, lubric�ndomelo bastante y meti�ndome un dedo ah�, lo que me hace gemir de nuevo. Ya despu�s, ahora si acerca su pene a mi ano y poco a poco comienza a meterlo, con lentitud, abri�ndose paso por mi conducto anal. Levanto mi cabeza de placer y gimo, aprovechando esto Ernesto para lamer y besar mi pecho y mi cuello. Bastan unos cuantos segundos para que Oscar logre penetrarme el ano con la mayor parte de su pene. Ahora comienza hacer movimientos suaves, para irlo metiendo m�s, haci�ndome gemir m�s. Una vez que logra meterlo, ahora si comienza a penetrarme, lenta y suavemente. Ernesto tambi�n empieza a moverse, penetr�ndome de igual forma mi vagina y d�ndome un rico placer. Un fuerte calor invade mi cuerpo, al sentir doblemente penetrada al mismo tiempo, gimiendo con intensidad, mientras Oscar se para junto a mi, por mi lado izquierdo, y acerca de nuevo su pene a mi, quit�ndose el cond�n. Lo pone en mi boca y entre gemidos, logro tom�rselo y comienzo lamerlo, todo lo que pueda, varias veces, hasta meterme la mitad en la boca y chup�rselo con fuerza, desahogando con ello el placer tan fuerte que me hacen sentir los otros primos. Manuel con sus manos toma mis pechos y los aprieta con fuerza mientras sigue penetr�ndome por la vagina; Ernesto con sus manos me toma las nalgas y las abre lo mas que pueda a la vez que su pene comienza a penetrarme con mas facilidad mi ano, y eso me esta causando un placer muy fuerte. Mis gemidos son fuertes pero se ahogan con las chupadas que le doy al pene de Oscar, que son fuertes, haci�ndolo gemir mientras con su mano derecha me toma del cabello y lo recoge, haci�ndome una coleta y a la vez, presionando mi cabeza con �l.

OSCAR: Asi� asi putita� ahhh� si que lo haces bien�. Bien que te esta gustando esto� �verdad?

Contesto afirmativamente haciendo un sonido en mi boca.

OSCAR: Lo sab�a� que lindura de ni�a� ahhh�

Sus palabras me hac�an encender mas, y supongo que a sus primos tambi�n, pues aceleran mas sus penetraciones, haciendo que mi cuerpo se estremezca y se sacuda de placer y Oscar aumente sus movimientos de cadera, penetr�ndome hasta el fondo de mi boca con su pene, que aunque me atragante, no deja de penetrarme, haci�ndome tambi�n toser un poco. Ya siento mi ano completamente abierto y caliente por las fuertes penetraciones de Ernesto, y mi vagina ya h�meda de mis jugos que salen por la excelente penetraci�n de Manuel.

Minutos despu�s, de nuevo se acomodan y otra vez me ponen de 4 patas sobre la mesa, coloc�ndose ellos a m� alrededor. Manuel se pone detr�s de mi y coloca su pene en mi ano, que ya esta muy abierto. Lo mete con un poco de fuerza, haci�ndome gemir de nuevo y empieza a penetrarme, mientras Ernesto se acomoda frente a mi quit�ndose su cond�n y acercando de nuevo su pene a mi boca, mientras Manuel toma mis manos y me las jala hacia tras, quedando solamente hincada con mis rodillas y el resto de mi cuerpo elevado sobre la mesita.

ERNESTO: Vamos nenita, ch�pamelo de nuevo, me encanta como lo haces.

Toma su pene con su mano y lo acerca a mi boca, la cual abro para que lo meta, y de nuevo comienza a mover sus caderas, penetr�ndome la boca, mientras Oscar mete por debajo de mi cuerpo su cabeza y ahora es �l quien comienza a chupar mis pechos, entreteni�ndose con mis pezones. El pene de Ernesto entra y sale de mi boca, y yo solo chupo y lamo lo que puedo, haciendo ruidos con mi boca cuando lo hago debido a sus movimientos. Manuel me penetra con fuerza y rapidez mi ano, haciendo que mi cuerpo se sacuda con sus embestidas y arranc�ndome gemidos, que se cortan con mis atragantadas que me ocasiona le pene de Ernesto dentro de mi boca. Tambi�n gimo al sentir los dientes de Oscar apoderarse de mis pezones y jalarlos con fuerza, varias veces, para despu�s chuparlos y succionarlos con fuerza.

ERNESTO: Ah si� que rico� es la mejor mamada de mi vida� ahh� ahhhh� -dice entre fuertes gemidos.

Contin�o chup�ndole su pene entre gemidos, mientras Manuel ya tambi�n comienza a gemir fuerte. Oscar saca su cabeza debajo de mi cuerpo y se para, comenzando a masturbarse con fuerza, viendo lo que los otros 2 me est�n haciendo. Ya los 3 comienzan a gemir con m�s fuerza al pasar los segundos, al igual que yo, y mi cuerpo retorci�ndose y estremeci�ndose m�s y m�s.

Hasta que se separan de mi y hacen que me hinque en el suelo, poni�ndose Oscar frente a mi y a su lado derecho Manuel y a la izquierda Ernesto. Comienzan a masturbarse con fuerza, gimiendo.

OSCAR: �Quieres.. que te ba�emos� con nuestro semen putita...??

YO: Aja� -contesto cerrando los ojos y entra abriendo mi boca.

MANUEL: Wow, si que eres una putita�

ERNESTO: Ahh� si que lo es�

Comienzan a gemir m�s hasta que Manuel grita un poco y sale un chorro de semen de su pene, salpic�ndome toda la cara. Le sigui� casi seguido Oscar, quien tambi�n salpica mi cara y parte de su semen entra a mi boca. Ernesto es el ultimo en eyacular, quien mas bien salpica mi pecho, moj�ndome mis pechos. Los tres gimen fuerte cuando se vac�an frente a m�, y sonr�en entre gemidos al verme ba�ada, con su semen, mientras les sonri� gimiendo levemente por sentir su semen en mi y con mis manos me limpio la cara y el pecho de su semen y me lo llevo a mi boca, trag�ndome todo lo que pueda.

OSCAR: Vaya que te gusta la lehe �verdad Danae?

YO: Si, mucho� me fascina. �contesto mientras sigo limpi�ndome y trag�ndome su semen.

MANUEL: Ahh.. wow� que maravillosa eres.

ERNESTO: Asi es brothers, esta ni�a es fant�stica.

Los miro sonriendo mientras sigo trag�ndome el poco semen que queda sobre m�. Ya despu�s me levanto y me comienzo a vestir mientras ellos solo se ponen sus boxers y pantalones y se sientan en la sala, excepto Manuel, quien me ayuda a vestirme.

YO: Ok chicos, gracias por esta fiesta -digo al terminar de vestirme.

ERNESTO: �Te gusto?

YO: Claro, �Por qu� no habr�a de gustarme?

OSCAR: Pues no se, yo creo que nos divertimos mucho contigo.

YO: Si, lo note toda la noche.

Re�mos los 3 mientras Manuel se preparaba para llevarme a casa. Le dije que no, que me iba en taxi. Insisti� en llevarme pero igual yo tambi�n insist� en irme en taxi, hasta que le gane, mientras los dem�s se re�an. Llamo a un sitio de taxis para que me pasen por. Pasaron unos cuantos minutos hasta que llego el taxi por m�, el cual vi por la ventana del departamento. Me desped� de ellos y les desee buen viaje de regreso a su ciudad, me dieron las gracias. Nos despedimos de un besito en los labios y sal� para el elevador. Ya en el elevador me sent�a contenta, pues me la hab�a pasado bien y si Andres estaba con otras chicas �Por qu� yo no puedo estar con otros chicos? Sal� del elevador y me dirig� al taxi. El taxista era un hombre de unos 30, quien al verme vestida como iba (minifalda y chamarra de mezclilla y blusa roja sin tirantes y generoso escote) me mira con los ojos abiertos y me sonr�e. Yo solo le sonri� y cruzo inocentemente mis piernas, las cuales puede ver por el retrovisor. Todo el camino no habl� el taxista, solo me dec�a por el retrovisor, y yo me dejaba ver. Llegamos a mi casa y al acercarme para pagarle note que tenia su mano en su pene; todo el camino fue toc�ndose mientras me ve�a. Le pregunte cuanto era, me dijo que era cortes�a de la casa, que ya con mi presencia estaba saldado el viaje. Le di las gracias y ya me met� a mi casa hasta que el se fue.

Espero les haya gustado mi relato. Hasta la pr�xima, Ciao

comentarios a

Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .