La historia que voy a relatar me sucedi� hace 1 a�o, tengo 37
a�os y estoy felizmente casada, tengo una hija. Mi nombre es Cleotilde, soy
morena de ojos claros, cuerpo bien formado. Buenas piernas, senos bien moldeados
y un buen trasero como le gusta a los hombres.
Mi vida sexual ha sido m�s que normal y en esa �poca solo
hab�a tenido relaciones con dos personas, mi primera vez a los 17 a�os con mi
novio la cual no fue una experiencia muy agradable, ya que �l se vino muy r�pido
y la frustraci�n fue enorme por la expectativa que yo ten�a de perder mi
virginidad. Despu�s de dos a�os de abstinencia conoc� al que es mi esposo, y
padre de mi hija, quien me fue llevando poco a poco hasta conseguir que me
volviera a reencontrar con el sexo.
Despu�s de un buen comienzo, fue llegando la rutina a
nuestras relaciones hasta que lleg� Lucia. La cual dedico este relato
Cuando mis padre me llamaron, dici�ndome que mi hermano menor, de 21 a�os,
vendr�a a estudiar a la ciudad y quer�a que vivir con nosotros me puse muy
contenta, y se lo comunique a mi hija y esposo, los cuales se pusieron, tambien
contentos, ya que haci habria alguien de edad con Lucia que para en ese entonces
tendr�a 18 a�os y para mi, ya que a pesar de que trabajaba en una boutique, me
encontraba bastante sola ya que mi esposo trabajaba de 7 a 6 de la noche y mi
hija, estudiaba todo el dia y ademas no hab�a hecho buenas amistades en la
ciudad.
A Lucia le dije que hac�a 5 a�os que no lo ve�a, a mi hermano menor, a pedro que
ese es su nombre y no estaba preparada para el cambio espectacular que se hab�a
efectuado en el. De un ni�o desgarbada y poco arreglado a un extraordinaria
adolescente de aspecto muy sexy que sin duda deb�a despertar los instintos
sexuales de cualquier mujer.
Cuando lleg� a casa tra�a puesto un jeans y uncamiseta en la que se notaban sus
pectorales libres bajo la misma; mientras lo ayud�bamos a acomodar sus cosas,
pude notar que todo su guardarropas era en ese estilo: shorts, pantalones que
daban la sensaci�n de ser de tallas m�s peque�os que el que el precisaba y
camisas y buzos m�s que sugestivos.
A los pocos d�as de estar con nosotros empez� a salir con mi hija ( por supuesto
nunca lo sospeche, que la chica con la que estaba saliendo, no era otra mas que
mi hija) que constantemente la llamaba por tel�fono, y cuando sal�a con ella
pon�a especial esmero en su arreglo. Porque a los dos dias se fue a vivir a un
apartamento solo, y solo me quedo su recuerdo de un buen muchacho al cual miraba
cada semana y segui transform�ndose en todo un hombre formal con aires se�orial
y a medidaque pasaba el tiempo me hiba gustando mas, realmente mi hermano menor
enloquecio a mi hija.
Un d�a me dijo que la ayudara ya que ten�a una cita con pedro y quer�a ponerse
algo distinto,
le pregunte a ella, mas o menos asi. Mientras se arreglaba
para salir con pedro su tio, que me dijiera la verdad sobre pedro que si eran
novios, lo cual me respondio que si,
. "�Todav�a eres virgen?" le pregunt�, a lo que ella contest�
que si con la cabeza, agregando, "me parece que me da un poco de miedo el
acostarme con �l". "Bueno, pero �te gusta �l o no?" le pregunt� a lo que ella
respondi� "si, much�simo, es muy simp�tico y encantador, y yo lo deseo con
locura, no se como me contengo para no dejarlo que me coja, s�lo que me da miedo
la primera vez".
"No te preocupes, no tengas miedo, si lo haces con una
persona de experiencia, como creo que pedro, lo vas a disfrutar mucho, me
intranquilizar�a si fuera alg�n joven de tu edad porque ellos no saben manejar
esas cosas y se va a encontrar igual de nervioso a usted lo que podr�a ser
frustrante, como me sucedi� a mi la primera vez", le dije tratando de darle poca
importancia a su miedo, yo aconsejando a mi hija, empuj�ndola, hacia los brazos
de pedro, pero ella dijo: "Mis nervios es porque la tiene muy grande y gruesa,
por eso es que lo masturbo, para tratar de calmarlo".
Me asombr� que mi hija me hablara de ese modo tan crudo, y
m�s ese comentario de "lo masturbo" y le pregunt� medio titubeando "�qu� es lo
que le haces?", y agreg� "ya sabes, lo acaricio y se la chupo. De esa forma lo
voy postergando". Cuando escuch� ese comentario un escalofr�o me recorri�, la
espalda y sent� que me excitaba al imagin�rmela a ella cupando la verga de su
novio ( de mi hermano, en mi propia casa) y no supe que decir.
Y ella murmur� "no se cuanto tiempo m�s voy a aguantar sin
hacerlo, �l es muy ardiente y le encanta que se la chupe, incluso me acaba en la
boca y yo me trago el semen" agreg� con un tono algo excitado, "no sabes lo
grande que la tiene, casi no me cabe en la boca". Yo a esa altura tambi�n estaba
excitada y pude ver en sus ojos un brillo extra�o y su respiraci�n agitada.
Termin� de elegir la ropa que iba a usar y se fue a vestir.
Al poco rato son� el timbre y cuando fui a abrir me encontr� a pedro que acababa
de alquilar un auto y una muchacha lo acompa�aba, pedro daba la idea de que no
era parte de mi familia, de ser mi hermano menor, era todo un ejemplar de
hombre, realmente atractivo, que me pregunt� si estaba Lucia lista para salir,
agregando, pedro, ven quiero preguntarte algo, me atraia mi hermano, con ese
aire se�orial y se me mojaba mi concha, Lo hice entrar y al pasar a mi lado
sent� que me desnudaba con la mirada. Realmente no me extra�aba lo que Lucia
sent�a por ese hombre. Su tio Era un tipo capaz de lograr que cualquier mujer
hiciese lo que �l quisiera.
Esa noche estuve m�s que necesitada de sexo y busqu� a mi
marido, pero el sexo con �l era pura rutina.
En realidad nunca se le hab�a ocurrido acabarme en la boca,
como me hab�a dicho Lucia que le hac�a su novio-tio y cuando me chupaba �l a m�
tampoco me hac�a acabar porque era s�lo por algunos segundos, s�lo como
preparaci�n.
Al d�a siguiente solo trabaj� por la ma�ana porque ten�a que
hacer algunas cosas. Al regresar a casa m�s o menos a las dos de la tarde me fui
a mi cuarto a cambiarme de ropa. Cuando ya me hab�a quitado el vestido sent� que
la puerta de calle se abr�a y entraban Lucia y Pedro y se iban al cuarto de
ella. Me extra�� que a esa hora estuviesen en casa, pero m�s me extra�� que ella
lo llevase al cuarto.
De inmediato escuch� que se empezaban a besar y acariciar.
A los pocos segundos sent� gemir a Pedro y no pude resistir
la tentaci�n, por lo que me acerqu� hasta la puerta de su cuarto, que hab�an
dejado abierta, seguramente para sentir si alguien llegaba a casa, pero lo que
menos se esperaban era que yo ya estuviese.
Al asomarme al cuarto vi a Pedro acostado en la cama, con los
pantalones bajos y a ella sac�ndose la ropa mientras su cabeza estaba sobre la
ingle de �l.
Por los movimientos que ella hac�a era evidente que se la
estaba chupando, y los gemidos de �l indicaban que ella sab�a bien como se deb�a
hacer. Me qued� petrificada ante esa imagen, ya que si bien hab�a visto dos o
tres pel�culas porno, nunca hab�a visto a dos personas hacer el amor "en vivo" y
a mi lado.
Lucia, mi hija chupaba y chupaba el miembro de Pedro y en
determinado momento se movi� y pude ver lo que ten�a en la boca. Realmente era
muy grande, por lo menos cinco o siete cent�metros m�s largo que el de mi marido
y mucho m�s grueso. Yo ve�a ese gran miembro desaparecer pr�cticamente todo en
la boca de mi hija y volver a aparecer, para que ella lo soltase y le pasase la
lengua con un placer para ambos que era dif�cil de describir.
Despu�s de cuatro o cinco minutos de estar chupando, �l le
tom� la cabeza y la gui� hacia arriba dici�ndole "esta vez no voy a acabar en tu
boca, ya es tiempo de hacer otra cosa". Ella un poco temerosa dijo: "Mejor otro
d�a, tengo miedo", pero �l se mostr� inflexible: "no, lo vamos a hacer ahora" y
la fue empujando suavemente sobre la cama termin�ndole de sacar el sujetador y
la braguita, dejando ver el pubis poblado de vellos negros, rizados, hacia donde
se dirigi� y la empez� a chupar a ella.
Empez� por sus labios vaginales, recorri�ndolos de arriba a
bajo con su lengua, siguiendo con su cl�toris el cual tom� en sus labios y lo
halaba hac�a si produci�ndole a Lina un placer inmenso, su cabeza giraba de un
lado a otro y su gemidos eran cada vez m�s fuertes; de verdad que estaba gozando
y yo tambi�n.
Despu�s de un rato se detuvo al tiempo que dec�a "esta vez no
vas a acabar en mi boca, vas a acabar con mi verga adentro". Al o�r esto sent�
un calor que me sub�a desde la entrepierna y me excit� tremendamente, con una
leve culpabilidad de excitarme mientras espiaba a mi hija y a mi hermano,
especialmente en el momento en que ella iba a ser desvirgada. Nunca pens� que
ver desvirgar a una mujer, mi hija, me fuera a producir tanto placer, y ver esa
verga enorme y gruesa, enhiesta como un asta, apuntar hac�a esa fr�gil vagina de
mi hija, me produjo un escalofr�o en todo mi cuerpo e instintivamente mi mano
fue a dar a mi sexo.
Ella gem�a de excitaci�n mientras �l le iba apoyando su
miembro erecto en su entrepierna, mientras mi hija se abr�a para recibirlo,
aunque ped�a "por favor, despacio, tengo miedo, despacio", a lo que �l respond�a
"no te preocupes, rel�jate, s�lo te va a doler un poquito al entrar y despu�s la
vas a gozar como loca".
Pedro tom� su sexo con una mano y con la otra fue abriendo
los labios virginales, introduciendo muy despacio su enorme glande; una vez los
labios arroparon la cabeza del pene y �ste lleg� al himen de mi hija, ella lanz�
un corto grito pero �l sigui� de largo rompi�ndolo por completo, mi hija jade�
algunos segundos como si se estuviera ahogando, y de inmediato comenz� a gemir,
pero no de dolor, sino de placer, mientras �l empez� unos movimientos suaves
pero firmes hasta introducirle tremenda verga por completo. Una vez estuvo a
tope inici� unas embestidas fabulosas que la hicieron gritar de placer
llev�ndola a levantar m�s sus piernas y a cruzarlas encima de su espalda, como
no queriendo que se fuera a salir lo que ten�a adentro, aunque era evidente que
esa cosa no ten�a la intenci�n de salirse. Comenz� a jadear cada vez m�s fuerte,
mientras gritaba de placer en el evidente inicio de un orgasmo, el primero
provocado por un pene dentro de ella. Cada vez se mov�a m�s r�pido, al ritmo que
le imprim�a Pedro en la penetraci�n.
La visi�n era m�s que espectacular, desde donde yo estaba
pod�a observar como esa peque�a vagina engull�a totalmente tremenda verga y era
muy excitante ver como los test�culos rebotaban sobre las nalgas de Lucia a cada
embestida de Pedro.
El tambi�n se empez� a acercar al orgasmo y apresur� sus
movimientos cada vez m�s, lo que hizo que ambos llegaran al orgasmo al mismo
tiempo. La visi�n era extraordinaria, ver a mi hija clavada hasta el tope por
esa tremenda verga, hizo que mis dedos se aceleran tambi�n hasta llegar al
cl�max, lanzando un gritito de placer.
En ese momento Pedro volvi� la cara hacia la puerta y me vio parada all�,
recostada sobre el marco, totalmente excitada y mojada por lo que acababa de
ver, vestida s�lo con sujetador y bragas,.
Era tal el gozo recibido que mi hija que no se percat� de mi
presencia, Pedro me gui�o un ojo, mientras se mov�a para ocultarme de la vista
de mi hija y permitir que ella saliera de debajo quedando ella de costado, de
espaldas a la puerta y �l de frente mir�ndome sonriente. Yo me retir�
r�pidamente hac�a el dormitorio totalmente excitada y con las im�genes frescas
en mi memoria, y desnud�ndome completamente me met� a la ducha, esperando calmar
esa ansiedad que me invad�a.
Mi hija y Pedro se retiraron r�pidamente y yo me qued� en la
tina como una hora tratando de olvidar lo que hab�a pasado, hasta que escuch� el
timbre de la puerta, sal� r�pidamente, pensando que mi esposo hab�a regresado
muy temprano y con extra�eza, pues �l ten�a llaves, me coloqu� una salidera de
ba�o y fui a abrir.
Cual fue mi sorpresa cuando me encontr� de frente con mi
hermano Pedro, estaba apoyado sobre el marco de la puerta con una botella de
vino en la mano y sonriente me dijo: "vengo a terminar lo que quedo iniciado".
Me quede petrificada, no pod�a creer tanto cinismo, acababa
de cogerse a mi mi hija , la hab�a desvirgado y ahora ven�a por mi, claro que yo
hab�a dado pie para todo esto y no estaba arrepentida, as� que de la sorpresa
pas� a la acci�n, lo tom� del brazo, lo jal� hac�a adentro y cerr� la puerta;
eran las tres y treinta de la tarde, mi esposo y mi hija llegaban a las seis y
treinta del trabajoy del estudio as� que ten�a tres horas para calmar esa
picaz�n que me empez� a recorrer por todo el cuerpo.
El sigui� directamente hasta la alacena y con una seguridad
pasmosa tom� dos copas, destap� el vino y las sirvi�, yo me encontraba en el
centro de la sala se acerc� a mi y me ofreci� la copa, la agarr� en mis manos y
tom� un sorbo largo y el efecto fue inmediato, un calor invadi� todo mi cuerpo,
baj� desde mi cara hasta los pies pasando por mi sexo. Pedro lo not� de
inmediato, termin� su copa y acerc�ndose a mi me bes� en la boca, por lo que
pude sentir el gusto del vino en sus labios. Luego, me abri� la salidera de ba�o
y comenz� a acariciar los senos y chupar los pezones lo que me hizo calentar m�s
todav�a, al mismo tiempo que descend�a por mi cuerpo con sus labios, alcanzando
mi sexo mientras yo me recostaba en el sof�. Me chup� la sexo con una pasi�n que
nunca hab�a puesto mi marido, abri�ndome los labios con su lengua y recorriendo
toda la zona desde el ano hasta el cl�toris, tom�ndolo en su boca y lami�ndolo
hasta que me hizo llegar al orgasmo en medio de grandes gemidos.
Luego de esta primera sesi�n, me tom� del brazo y me llev� hasta mi cuarto
completamente desnuda, all� lentamente le quit� la ropa y me dediqu� a darle la
mejor mamada que �l hubiera recibido.
Me apoy� la mano en su miembro y me pregunt� "�te parece que
es grande?" Yo, sin voz, le contest� que si con la cabeza, al tiempo que cerraba
mi mano en torno a su miembro. Pedro, mi hermanito menor, se acomod� en la cama
y me atrajo hacia �l empuj�ndome la cabeza hacia su miembro al tiempo que
susurraba "ch�pamela".
Yo me fui acercando lentamente, guiada por la mano de �l en
mi nuca y abr� la boca al acercarme a su verga.
Me introduje la cabeza de a poco, y realmente como dijo mi
hija, era enorme y tuve que abrir bien la boca para que entrara,.
Sent� como si una brasa caliente me quemara la boca y empec�
a succionar esa cabeza mientras mi lengua la recorr�a, el placer era enorme, mi
cabeza estallaba en mil pedazos.
Trat� de introducirme esa vergota hasta la garganta, pero era
muy grande y solamente entr� hasta la mitad, por lo que empec� a mover la cabeza
hac�a arriba y hac�a abajo apretando mis labios alrededor de ella lo que le
produjo a Pedro gemidos de placer.
Al poco tiempo sent� que se iba a venir, yo no sab�a que
hacer y la saqu� de mi boca, pero �l me dijo "siga, h�galo acabar y vas a ver
que divino es", ante lo cual yo me volv� a meter en la boca esa tremenda verga,
dura y palpitante, y mov� mi cabeza hacia arriba y hacia abajo, meti�ndola y
sac�ndola de mi boca, lamiendo la cabeza con mi lengua y sintiendo que se pon�a
m�s y m�s dura, para lograr, al cabo de poco m�s de un minuto, que Pedro se
arqueara y se viniera dentro de mi boca, lleg�ndome hasta la garganta con su
leche.
Al mismo tiempo que esa c�lida corriente se derramaba en mi
boca, me dec�a: "�tr�gatela, hermana...tr�gatela!" ante lo cual yo tragu� su
semen
Luego de un peque�o descanso inici� de nuevo mis caricias hasta ponerlo a punto
y ante su gran excitaci�n me tom� por los hombros, me recost� al borde de la
cama, tom� mis piernas y las subi� a sus hombros quedando al descubierto mi sexo
palpitante que recibi� lo que hab�a estado esperando con ansiedad y tal era su
grosor y tama�o que me llen� totalmente. Sus movimientos r�tmicos de mete y saca
se acompasaron r�pidamente a los de mis caderas que se mov�an en c�rculos
alrededor de su verga, perdiendo la noci�n del tiempo y desencadenando una serie
de orgasmos que me dejaron medio muerta, y �l al ver mi gozo y placer demor� a
su antojo su eyaculaci�n permiti�ndome disfrutar a lo m�ximo. Nunca antes nadie
me hab�a cogido como ese d�a, fue algo fabuloso, fui hasta el cielo y volv�.
As� nos pasamos las tres horas, gozando de una forma incre�ble, era insaciable.
Al final quer�a mi ano que no hab�a sido utilizado nunca pero
por la premura del tiempo, ya que mi esposo llegar�a en cualquier momento y
Pedro ten�a que ir a recoger a mi hija a la universidad quedamos que la pr�xima
vez iniciar�amos por ah�
Pronto le cuento el estreno de mi otro oyo.