Me llamo Andrea, tengo 38 a�os, y voy a contarles mi
historia. Estaba casada con Rafa, y tenemos un hijo, Pablo, que tiene ahora 18
a�os.
El comienzo de la historia tiene lugar 7 a�os atr�s, cuando
ven�an los amiguitos de mi hijo a jugar a casa...
Estaba una vez sentada c�modamente en el sof�, hojeando una
revista, mientras
Pablo y su amigo Javi estaban viendo la tele sentados en el
piso. Yo estaba con un vestido mas bien corto, y muy tranquila, cuando sin
querer advert� la mirada de Javi en mis piernas, que se encontraban
completamente abiertas. Era obvio que lo que lo ten�a prendado era la visi�n de
mis bragas, f�cilmente divisables desde su posici�n...
Acomod� mis piernas para terminar disimuladamente con la
situaci�n, pero algo de eso me hab�a intrigado. Ver a un chico mirarme de ese
modo me hab�a puesto muy cachonda, pero no pas� nada m�s...
La siguiente vez que estuvo Javi en casa, volv� a ponerme en
una pose similar, para permitirle ver mi entrepierna cubierta por mi braguita
celeste. �l enseguida se dio cuenta porque no me quit� los ojos de encima. Como
esa noche se quedaba a dormir en casa, fui a la habitaci�n de mi hijo antes que
se duerman para desearles las buenas noches. Claro est� que s�lo llevaba un
camis�n corto y casi transparente, que dejaba entrever mi ropa interior. Me
sent� en la cama de Javi, medio despatarrada, y comenc� a darles charla, para
quedarme un rato m�s.
Ya estaba en mi habitaci�n, cuando por el pasillo vi pasar a
Javi rumbo al ba�o. �l no se hab�a percatado de que lo hab�a visto, entonces
decid� darle una sorpresa. Me quit� el camis�n, quedando en bragas y sost�n, y
me fui as� para el ba�o. Abr� la puerta como si no hubiera nadie, y all� estaba
�l, sentadito, toc�ndose la polla...
Al verme se qued� mudo...
- Perd�name, no sab�a que estabas aqu�, le dije, sin intentar
irme...
Me mir� avergonzado, lo que me apen� mucho. Le expliqu� que
eso era normal a su edad, que todos lo hac�an. Tom� un trozo de papel y limpi�
de su polla los restos de semen, mientras me miraba en silencio. Le di un besito
en la mejilla, lo que lo ruboriz� a�n m�s. Lo abrac�, para darle coraje, y fue
en ese momento cuando deposit� la palma de su mano en mi culito...
- Epa..., �qu� est�s haciendo, Javi?
- Me muero por tocarla...
- Pero est�s loco...
- S�lo una vez, por favor...
- Bueno, lo har�s una vez, pero nadie se enterar�, �si?...
Sigui� manoseando mi culo, jug� con la tirita de las bragas,
y luego apoy� su mano en mis tetas...
Yo estaba muy caliente, y no quer�a que parara. Entonces le
tom� su mano, y la apoy� sobre mi vagina, por sobre la tela de las bragas.
Tras eso, le dije que volviera a la habitaci�n, no sin antes
darle una �ltima agarrada a su miembro.
A los pocos d�as, estaba Javi de nuevo en casa. Fui al ba�o,
y al rato, me abren la puerta y era �l. Yo estaba haciendo pis, �l entr�, y se
qued� parado frente a m�. Yo me qued� mir�ndolo sin decir palabra. Cuando
termin� mis necesidades, con las cuales continu� a�n en su presencia, me limpi�,
y me qued� sentada. Ten�a mis bragas por las rodillas, por lo cual �l no sacaba
sus ojos de mi entrepierna. Abr� mis piernas, como invit�ndolo a tocarme, lo
cual hizo de inmediato. Me acarici� la vagina, sin llegar a introducir sus
dedos...
Luego, me quit� las bragas y se las obsequi�, para que
guardara un recuerdo de mis jugos y olores, que quedaban en ese trozo de tela...
Unos meses m�s tarde, el curso de mi hijo deb�a hacer un
viaje al interior, con motivo de finalizar el a�o lectivo. Pablo estudia en un
colegio t�cnico, por lo que son todos varones. Como ten�a que viajar un
acompa�ante, adem�s del profesor a cargo, fui elegida en una votaci�n entre las
otras madres.
En el hotel, los chicos, que eran 12, se dividieron en cuatro
habitaciones de tres personas, mientras el profesor y yo, tomamos una simple
para cada uno.
Hab�a un chico, Juan, que era un poco atrasado para su edad.
Sus compa�eros lo hac�an blanco de todas las bromas, y la primer noche no fue la
excepci�n. El chico golpe� a mi puerta a la mitad de la noche, llorando. Lo hice
pasar y le ofrec� que se quedara conmigo. No tard� mucho en calmarse. Es que
estaba vestida s�lo con una camiseta corta y bragas, por lo que el chico me
estaba admirando casi desnuda. Como no hab�a sitio disponible, debimos compartir
la cama. Nos acostamos de inmediato, cuando al rato me despert�, estaba
abrazando al chico, con mi cabeza en su pecho, y una de sus piernas entre las
m�as, apoyando su muslo contra mi entrepierna.
Era l�gico, era la primera vez que dorm�a con alguien que no
fuera mi marido, y la costumbre me habr�a llevado a eso. Sin embargo, no cambi�
mi postura...
Por el contrario, comenc� a acariciar su rostro y a darle
besitos, que como segu�a dormido, no notaba. Como no se despertaba, me anim� a
bajar hasta su pene, le baj� el slip, y comenc� a manose�rselo. Empec� a
masturbarlo, y fue cuando se despert�, con los ojos bien abiertos y cara de
placer. Le di un beso en la boca, que no se anim� a devolverme, seguramente por
timidez. Me quit� la camiseta, y qued� en bragas y tetas, las cuales manose�
suavemente. Me arrodill� sobre su rostro, refreg�ndole mi vagina cubierta por la
h�meda tela.
Me quit� las bragas, y me met� su pene en mi co�o, y empec� a
moverme salvajemente, lo que hizo que el chico se corriera casi enseguida,
debido a su corta experiencia...
Luego fue tiempo de seguir durmiendo, a lo que el chico
decidi� tomar mi vagina como almohada, pasando recostado sobre ella el resto de
la noche.
Al otro d�a, nos despert� un llamado a la puerta. Era Mauro,
el profesor de deportes, que hac�a las veces de coordinador de los chicos. Mauro
era hermoso, grandote y simp�tico, ten�a 23 a�os, y nos buscaba para almorzar.
Le contest� que sal�amos enseguida. Me puse un vestidito
amplio, cortito, de esos de verano, y fuimos para all�.
Yo sab�a que le gustaba a Mauro, porque se le iban los ojos
conmigo.
Terminado el almuerzo, Mauro puso algo de m�sica para que los
chicos se diviertan mientras jugaban. Entonces me agarr� de la mano y me sac� a
bailar, algo que siempre me encant�...
Nos mov�amos de un lado a otro, cuando me di cuenta que los
chicos hab�an echo un c�rculo alrededor nuestro, para observarnos. La raz�n era
obvia, mis movimientos eran tan bruscos, que mi vestidito, al volar, hac�a que
los chicos disfrutaran con la visi�n de mis braguitas.
Mauro bailaba de maravilla, yo me divert�a como una loca, �l
me mov�a a su antojo, y yo lo dejaba hacer...
Tras esto, ya por la tarde, era la hora del deporte. Mauro
junt� a los chicos para organizar un partido de rugby. �l ser�a el �rbitro, y me
eligi� como una de las capitanas para elegir jugadores. Esto significaba que
jugar�a, lo que me sorprendi� porque jam�s hab�a o�do de ese deporte. Pens� que
ser�a como el f�tbol, o algo as�...
Ni bien comenz� el partido, mi hijo me tir� la pelota, la que
agarr� con esfuerzo, y de inmediato el resto de los chicos se me tir� encima.
Qued� bajo ellos, sintiendo sus manos y sus cuerpos sobre el m�o. Algunos vivos
aprovecharon para meterme alguna que otra mano, ya que mi culo y mi vagina
recibieron algunas caricias...
Mauro son� el silbato, y me liberaron: mi vestido casi tapaba
mi cara, estaba all� tirada, con las braguitas a la vista de todos. Me levant�
enojada, y�ndome hacia las habitaciones. Mauro les dijo que siguieran jugando, y
me sigui�...
Al llegar al sector de habitaciones me alcanz�, y se dio
cuenta que estaba llorando. Me abraz� fuerte, y yo le correspond�...
Al instante est�bamos bes�ndonos, llev�ndome r�pidamente a su
habitaci�n, para que nadie nos viera. Empez� por curarme las lastimaduras, que
me ard�an mucho, me levant� el vestido, y se sonri� cuando not� que mis bragas
estaban rotas por el entusiasmo de los chicos...
Me sent� sobre sus piernas, para pasarme el desinfectante,
mientras yo estaba que volaba, regocijada en semejante cuerpazo.
No resist� mucho tiempo hasta que lo bes�, y puse mi mano
sobre su bulto, que a esa altura estaba inmenso. Me quit� el vestido y el
sost�n, mientras lo despojaba de su camisa y sus shorts...
Su pene emerg�a desafiante ante mi lasciva mirada, me acost�
retorci�ndome y acercando mi vagina a su espada, �l termin� de romper mis
bragas...
Me penetr� con una fuerza impresionante, me hac�a sentir lo
bien que lo hacen los chicos...
Estuvo bombeando un buen rato, tras el cual me levant�, me
dio vuelta, y dej� mi culito ante �l...
Lo que sigui� fue un dolor impresionante, y un grito, ya que
era virgen de all�, pero le tom� el gustito de inmediato. Acab� dej�ndome toda
su leche en mi orificio, sent� el calor que me invad�a y puedo asegurar que fue
de lo mejor que me pas�...
Empec� a escuchar el regreso de los chicos, por lo que me
puse el vestido, y fui para mi habitaci�n...
Me di una ducha, y como no pensaba salir de all� hasta la
cena, me puse una peque�a camiseta, y unas braguitas blancas de encaje...
Enseguida golpearon a la puerta, y era Juan, a quien dej�
pasar de inmediato.
Se acost� junto a m�, y comenz� a tocar la telita de mis
bragas, y los pelitos que asomaban de ella, con lo que se divirti� un buen rato.
Me coment� que hab�a visto a Mauro, junto a mi hijo y otros tres chicos, yendo a
pescar algo para comer por la noche, por lo que yo estaba a cargo del resto de
los chicos...
Mi sorpresa lleg� cuando alguien golpe� la puerta nuevamente.
Le dije a Juan que atendiera, ya que yo estaba acostada leyendo, cuando veo que
empiezan a entrar el resto de los chicos, unos 12, que me empezaron a mirar de
una forma natural para gente de esa edad: ten�an frente a ellos a la madre de su
compa�erito en ropa interior, y lo estaban disfrutando... Ingenuamente les
pregunt� que buscaban, tap�ndome levemente con la s�bana, y me contestaron que
la misma atenci�n que le daba a Juan. Eso me sorprendi�, primero porque supuse
que nadie se hab�a enterado, y segundo, por la habilidad que ten�an para
plantearme eso.
Me chantajearon dici�ndome que si no les daba el gusto, mi
hijo se enterar�a de todo, algo que yo buscaba evitar a toda costa.
Se fueron desvistiendo, y me fueron acariciando toda, sent�a
sus manos por todo mi cuerpo, lo que no tard� en excitarme, y empec� a mojar mis
bragas, cosa que notaron de inmediato. Ya me hab�a sacado la camiseta, por lo
que mis tetas eran magreadas por todos, cuando dos o tres de ellos me quitaron
las braguitas, dej�ndome toda desnuda...
Estaba gozando como una pose�da, que era en realidad como
quer�a estar.
Uno a uno, fui indic�ndoles como penetrarme, como moverse,
como tocarme y besarme...
Fui cogida por mas de 10 chicos en un rato, lo cual me hizo
sentir una puta, pero la puta mas feliz del planeta.
Al otro d�a emprendimos el regreso.
Debo decirles que hasta el d�a de hoy, cada vez que viene
alg�n amiguito de mi hijo, le brindo la atenci�n que se merece...
Al a�o siguiente, Rafa se fue en uno de sus viajes, y nunca
regres�. Dijo que hab�a conocido a alguien, y fue suficiente para olvidarnos.
Pablo quer�a hacer un intercambio escolar, y le propusieron irse a Argentina.
Yo ten�a que aceptar un chico de all� en mi casa, cosa que
hice para placer de mi hijo.
Mariano ten�a 16 a�os, y era un chico muy guapo. Congeniamos
enseguida, porque era muy servicial, me ayudaba en las tareas de la casa, y esas
cosas. Nos hicimos muy compinches, era muy carism�tico. Parec�a muy maduro para
su edad, siempre habl�bamos de todo, y cuando le contaba de Rafa, se volv�a muy
tierno conmigo. Varias veces me tom� de la mano y me sent� en sus piernas, me
abrazaba, y secaba mis l�grimas con sus manos. Poco a poco, me fui volviendo
loca por �l, por ese chico, que sab�a como manejarme.
Pero a pesar de provocarlo constantemente, nunca intent� nada
conmigo. No fue hasta que le ped� de hablar para confesarle que estaba enamorada
de �l, que me abraz� y me bes�. Yo me derret�a en sus brazos, quer�a entregarme
por completo a �l.
�l me levant� la camiseta, y chup� mis tetas con inter�s. Yo
sab�a que �l hab�a tenido sus experiencias anteriores, no era un inexperto. Baj�
mis shorts de jean, y s�lo quedaban mis braguitas celestes. Las corri� con
cuidado, y le dedic� una buena mamada a mi co�o. Luego se puso en guardia,
dej�ndome descubrir su poderosa herramienta. Nunca hab�a visto algo igual.
Me cogi� como 5 veces a lo largo de la noche...
Ese fue el comienzo de una especie de noviazgo entre
nosotros, claro est� que puertas adentro, porque la diferencia de edad pod�a
traernos algunos problemas.
Yo no pod�a creer como un chico a quien doblaba en edad me
tra�a tan loquita, pero comprend� que s�lo era una mujer en busca de cari�o.
Pero mi gran error fue creer que �l pensaba de la misma forma, que me quer�a de
verdad...
�l se hab�a hecho de algunos amigos en Espa�a, sobre todo
gente que estaba de intercambio como �l. En una ocasi�n invit� a 3 chicos a
casa, ya que era amplia y pod�an divertirse sin gastar mucho dinero. Aunque por
ese entonces yo no lo notaba, Mariano me ven�a tratando muy mal, como si fuera
su sierva, aprovechando que no pod�a negarme a sus exigencias.
Estos tres chicos eran otro argentino, un boliviano y un
espa�ol. Un rato antes que llegaran, me confes� que los otros estaban al tanto
de nuestra situaci�n, lo cual me horroriz�. Not� en ellos una mirada extra�a
cuando me present�.
Pasa que Mariano me hab�a obligado a ponerme un vestidito
negro muy corto, sin sost�n, y unas bragas peque�as de encaje, color blanco.
Quer�a mostrarse ante sus amigos como un macho, creo yo, porque empez� a pedirme
que les trajera bebidas y esas cosas, para divertirse. Yo le obedec�a, para
darle el gusto.
Cada vez que pasaba a su lado, me met�a la mano por debajo
del vestido y tiraba de mis braguitas, que produc�an un l�gico ruidito al chocar
contra mi piel. Me sent� con ellos a ver la tele, hasta que tuve ganas de ir al
ba�o. Le coment� al o�do a Mariano que me estaba haciendo pis, a lo que
respondi� haci�ndome unas cosquillas tremendas, que me har�an avergonzarme hasta
lo mas �ntimo, ya que no pude retener el l�quido, me�ndome sobre el sof�, y
mojando a uno de los chicos. Los cuatro empezaron a re�rse burl�ndose de m�, lo
cual hizo que empezaran a caer algunas l�grimas en mi rostro...
En ese momento se serenaron, y empezaron a acariciarme,
diciendo que no me preocupara, que era algo normal. Uno de los chicos fue al
ba�o y trajo una toalla, me levant� el vestido, dejando ante la vista de todos
mis braguitas mojadas y sucias.
Me las quitaron, y empezaron a pasar la toalla por mi vagina,
que ya estaba lanzando sus juguitos debido a la excitaci�n que estaba pasando.
El chico que me limpi�, me acarici� el rostro, muy cari�osamente, a lo que
respond� con un besito en la mejilla. No quer�a que la situaci�n pasara a
mayores, ya que por primera vez en mucho tiempo estaba enamorada de alguien, y
no quer�a echarlo a perder. Por eso cort� en parte el clima, y seguimos mirando
la tele. Claro est� que cada tanto sent�a alguna mano meti�ndose bajo mi
vestido, acariciando mis desnudas partes. No le di mayor importancia, hasta que
al fin se fueron.
Con Mariano ni hablamos del tema.
Esa noche quise invitarlo a bailar, lo cual acept� de
inmediato, con la �nica condici�n de dejarlo elegir mi vestuario.
Me hizo poner una minifalda negra, muy corta, y una camisa
blanca transparente, que dejaba ver claramente mi sost�n de encaje. La falda era
tan corta que al menor movimiento, mis bragas quedaban a la vista de todos.
Fuimos a un lugar d�nde suelen parar los chicos de su edad,
que se sorprendieron de ver a una "veterana", que podr�a ser su madre,
movi�ndose con ellos.
De repente tres chicos se nos acercaron, y tras saludar a
Mariano, me los present�. Eran amigos del colegio, no tendr�an m�s de 15 a�os.
Empezamos a bailar los cinco, abrazados, y enseguida mis braguitas comenzaron a
delatar mi excitaci�n. Sent�a esos brazos j�venes rodeando mi cuerpo, y no pod�a
dejar de mojarme.
Uno de los chicos comenz� a besarme los o�dos, lo que hizo
que mis flujos salieran como cataratas. El paso siguiente fue entregarme
completamente a sus brazos, todos me besaban, me tocaban, me magreaban...
Un rato despu�s me encontraba bailando en medio de la pista,
copada por quincea�eros, s�lo cubierta por mis bragas blancas de encaje y mi
sost�n. El hecho de que todos los chicos del boliche pudieran verme as� me pon�a
como loca.
Debido a la calentura que llevaba, no me percat� que mis
bragas estaban completamente empapadas, cosa que cualquier persona que mirase un
poco hacia all� (que no eran pocos, por cierto) pod�a notar.
Fue en ese momento que se me acerc� un chico, Pedro, que
hab�a sido muy amigo de mi hijo. Me emocion� al verlo, lo abrac� y le cont�
sobre �l. Me di cuenta que no me soltaba, me ten�a tomada por la cintura, con
sus manos abiertas que palpaban mis bragas con insistencia. Me puse a bailar con
�l, que no dud� en agarrarme fuertemente el culo con sus manos, lo que me hizo
estremecer. Me empuj� hacia �l, y nos besamos apasionadamente...
Me llev� de la mano al sector reservado, donde hab�a muchos
sillones. Me acost� en uno de ellos, y se me abalanz� encima. Me quit� la ropa
interior, y me clav� con furia. Me hizo gozar como loca, no daba cr�dito a lo
que estaba pasando, sobre todo cuando ca� en la cuenta que ten�amos como a
quince chicos observando nuestra exhibici�n.
Cuando terminamos con el show, se acerc� Mariano, me tom� de
la mano y nos fuimos a casa...
Lo mas atrevido que he hecho sucedi� unos d�as despu�s. Ten�a
unos vecinos muy amables, que ten�an un hijo de unos 12 a�os, el cual estaba
encantado con Mariano, que le explicaba cosas de f�tbol y todo ese rollo.
Una ma�ana, Mariano lleg� del colegio y me dijo que en un
rato vendr�a Juli, el hijo de los vecinos, con su primo a ver unas revistas
suyas. Yo no le di mayor importancia, y segu� en mis tareas tal como estaba,
vestida con vestidito muy corto, que s�lo agacharme dejaba ver mis prendas
�ntimas.
Llegaron los ni�os, y se sentaron en el comedor a mirar las
fotos de los futbolistas, hasta que encontraron cosas m�s interesantes que ver.
Yo estaba buscando unos papeles de la tarjeta de cr�dito en unos cajones, cuando
en un momento dado veo a los dos pillos acostados mirando hacia arriba de mis
piernas. Disimulaban con una revista en sus manos, por lo que yo me hice la
tonta y los dej� hacer.
Haci�ndome la tonta, me sent� junto a ellos. Lo hice
colocando las piernas como en pose de meditaci�n, lo que provoc� que el vestido
se subiera casi a la altura de la cintura, dejando ante sus ojos mis bragas
celestes para su regocijo. Comenc� a charlar con ellos, notando que estaban
excit�ndose m�s y m�s, y aprovechando que Mariano hab�a salido a comprar unas
cosas.
Los estaba volviendo locos, porque me mov�a de forma que cada
vez pudieran verme m�s, y ya casi ni disimulaban. Les pregunt� si quer�an jugar
a algo, ya que me encontraba aburrida.
Casi a coro me contestaron que quer�an jugar al doctor.
Aguant� mi sonrisa, y me acost� en el sof�. Juli comenz� a
desabrochar mi vestido, mientras Tony me masajeaba las piernas. Estaba acostada
s�lo con mi conjunto de encaje celeste de bragas y sost�n, ante esos chiquitos
que no paraban de meterme mano. Mis tetas y mi vagina eran sus fetiches, siempre
por encima de la ropa interior.
Les dije que me dol�a abajo, que se fijaran si hab�a algo, a
lo que respondieron que parec�a como que me hab�a hecho pis.
Les dije que tendr�an que revisar all�, entonces. Tony tom�
las bragas y las fue bajando lentamente. Mi bosque qued� ante ellos, y empezaron
a acariciarlo.
Lo mismo hicieron con el sost�n y mis tetas. Llegado un
momento, empec� a retorcerme de placer...
Los hice desvestir, y les hice una buena mamada a cada uno.
Luego puse a Tony encima m�o, tome su pene y lo introduje en mi rajita. Yo hac�a
el movimiento, y debo confesar que el ni�o no estaba nada mal. Acab� enseguida,
y segu� con Juli, que dur� un poco m�s, por haber visto como ven�a la cosa...
Luego de este hecho, no hab�a d�a que el par de pillos
faltaran a mi casa. Les encantaba verme haciendo las tareas de la casa s�lo
vestida con mis braguitas y una peque�a camiseta...
A todo esto, todas las noches ten�amos sexo con Mariano,
quien ya hab�a convencido a sus padres de quedarse a estudiar aqu�...
El problema fue cuando a fin de ese mes regres� Pablo del
intercambio. No le gust� nada ver a su madre durmiendo con un chiquillo, pero al
final entendi� mi posici�n, y que estaba enamorada de �l.
Hasta el d�a de hoy, he tenido sexo con muchos amigos de
ellos, pero sigo conviviendo con Mariano, mientras Pablo se fue a vivir con una
chica de su edad...