Al decirle esto, Bianca solt� mi pene y se levant�. Se aliso el cabello y me dijo: amor� quiero que me vuelvas a coger por detr�s. Pero antes quiero darte una mamada a tu verga que no quiero que olvides jam�s. Ese ser� tu otro regalo.
La hermosa Nati sab�a lo que le iba a pasar. Sab�a lo que Salim le iba a hacer, pero a�n as� no peleaba, no pataleaba, sent�a un poco de miedo, pero a la vez, su excitante curiosidad la arrastraba lenta e irremediablemente hacia el abismo de los placeres prohibidos.
Me dijo: �Quieres que te d� el �regalo� que te hab�a prometido? Le dije que s�..!! Su �regalo� era que iba a ser el primero en poseer su ano. Ya que siempre hab�a sido su fantas�a m�s deseada en querer realizar.
Ver�nica era, (o aun ser�?), una chica desprejuiciada, bastante, lanzada, para decirlo de una forma que se entienda, era de esas que viv�a diciendo en el colegio secundario...
Larga melena cobriza, cuerpo bronceado, ojos pardos, rostro ani�ado, sonrisa dulce... mientras la ve�a bailar sobre la gogotera lo vi claro: ese ser�a el culo que yo me iba a degustar.
El placer intenso que se siente cuando a tu verga le encierra un guante apretado lubridado y caliente de terciopelo m�s muchas cosas de lo m�s morbosas que te hacen eyacular como un caballo.... por litros.