Relato: Beatriz, mi profesora de sexo. La primera vez que la vi en traje de ba�o ya estaba un poco mas grandecito y con el agua al cuello y sin quitar mis ojos de su figura, me hice una de las mas memorables pajas de mi vida. Ella solia llevar a todo el grupo de chiquilllos a la playa en la epoca de verano.
Si la fuera a describir ahora y de forma imparcial les diria que Beatriz era de una complexion compacta, no era muy alta aunque los altos tacones que siempre usaba la hicieran parecer asi. No era bonita en realidad, pero si se destacaba en su cara una boca grande con unos labios pulposos que me enloquecian. Tenia un par de tetas grandes, bien definidas y no caidas, no tenia marcada su cintura, tal vez por haber ya procreado, pero si sobresalian sus anchas caderas y su espalda terminaba en unas voluminosas nalgas. Un par de muslos fuertes con un ligero comienzo de celulitis y unas piernas torneadas y amplias que completaban aquel conjunto de carne femenina que se llamaba Beatriz y que me enloquecia de solo oir su voz. Para mi no habia nada mejor y la describiria al cabo de los a�os, como una se�ora hermosa con la que cualquiera pasaria un buen rato. Calculo que tendria unos treinta largos o cuarenta anos cuando sucedio lo que les cuento.
Siempre pense que era algo imposible.. Era seria, imponente y su trabajo de profesora la convertia en algo inalcanzable, ademas de ser la tia de un amigo y la madre de una amiga tambien, como ya les dije, ademas de ser toda una se�ora y yo un ni�o.
El esposo de Beatriz era un tipo bastante desagradable. Medico de profesion y metido en asuntos de politica, semejaba mas un mafioso que un galeno y solia abrirse el saco para mostrar un pistolon que llevaba siempre a mano. No tenia buena fama el tio y desde siempre oi comentarios de que no le daba realmente una buena vida a su esposa, que era autoritario y despota y que tenia otras mujeres por ahi. Buena ficha.
Recuerdo una vez que en su casa, celebrabamos el cumplea�os de Beatriz un grupito de amigos de su hija y otras personas. Se aparecio justo cuando estabamos por picar el pastel y luego del momento de las felicitaciones, tomo a Beatriz por la cintura y delante de todos la beso en la boca con gran aspaviento en un intento burdo de lucir apasionado. Fue un beso feo y que me hizo morirme de envidia.
A mis casi 17 a�os, era un chico no muy alto y delgado, vestido siempre a la moda de la epoca y con pelo largo. Mi madre se desesperaba porque no crecia mucho y procuro que me inyectaran unas hormonas. Resultado de esto fue que no creci mucho, pero si mi pija crecio bastante y aunque un poco flaca tambien en aquel entonces, ya casi llegaba a los 20 centimetros mas o menos cuandos se paraba. Siempre agradecere aquella preocupacion de madre.
La verdadera historia comienza cuando le presto unos discos de The Beatles que yo tenia a la hija de Beatriz. Un sabado casi a medio dia decidi ir a buscarlos porque los necesitaria en una fiesta esa noche. Llegue a la casa de dos pisos en que vivian, que estaba bastante retirada, un poco sudado por la caminata bajo el sol desde donde me dejo el autobus. Toque la puerta un par de veces y no obtuve respuesta; la tercera vez oi una voz que me pedia esperar y asi lo hice. Al ratito se abrio la puerta y para mi deleite y sorpresa era Beatriz quien abrio y me dedico una gran sonrisa para mi solo. Llevaba puesta una ligera bata de casa cerrada con botones adelante y que dejaba ver hasta un poco por encima de sus rodillas. Ademas era evidente que no tenia brasier y sus tetas se movian libremente debajo de la tela. Me saludo con afecto y me dejo pasar. Le dije a lo que venia y me respondio que su hija no estaba, pero que podiamos buscar los discos pero la busqueda quedo sin resultado. Ella decidio llamar a su hija por telefono y resulto que tenia los discos con ella.
� �No te preocupes�, me dijo,��en un momento me doy una ducha y te llevo en el auto a buscar lo que necesitas, pero dejame ofrecerte algo de tomar porque con el calor y tu viaje hasta aca, necesitas algo frio�� Realmente lo que necesitaba era una ducha fria o masturbarme, porque tenerla alli frente a mi me tenia completamente alterado.
Mientras tomaba una soda en su cocina, estuvo preguntandome cosas sin aparente importancia y yo le seguia la conversacion, que como me divertia, que si tenia muchas novias y veinte boberias mas. En realidad me estaba sondeando, entendi luego.
Me dijo:�� bueno voy a ducharme, pero no voy a dejarte aqui solo, vamos alla ariba conmigo�� y empezo a caminar delante de mi. Al empezar ella a subir las escaleras hacia su habitacion, al mismo ritmo comenzo a crecer mi polla ante la vision de aquellas piernas frente a mi. Cuando avanzo unos cuantos escalones la corta bata ya dejaba ver la mitad de sus recios muslos y el bulto en mi pantalon era evidente. Llegamos a su cuarto y me invito a pasar. Habia un peque�o sillon y me dijo que me sentara mientras se duchaba. Camino una puerta que imagine fuera el ba�o la que dejo semicerrada, sintiendo al momento el ruido del agua al caer. Imaginense como estaria aquel muchachito que aun no llegaba a 17 a�os, sentado en el cuarto de la mujer que habia llenado sus fantasias sexuales por mucho tiempo, a solo pasos de donde ella se estaba duchando, desnuda, deliciosa�.se me hacia incomodo estar alli sentado con la tremenda ereccion que tenia y no veia la hora de tener oportunidad de masturbarme una vez mas pensando en Beatriz.
Al rato dejo de caer el agua y aparecio ella en la puerta. Alli estaba envuelta en una gran toalla blanca y secandose la cabeza con otra mas peque�a. No era mucho lo que se veia, pero si la desnudez que adivinaba yo. Camino hacia un tocador y frente al espejo cepillo un poco su pelo. Cuando se sento en la cama fue que me miro y me dijo:..� oye pareces asustado, Nunca has visto a una mujer asi con poca ropa ?�.. y me dedico una enorme sonrisa que yo no supe contestar.
�� no creo que nunca hayas visto a una mujer sin ropa�� y yo solo movi mi cabeza. Entonces se volvio a poner de pie y se paro frente a mi. Su mano comenzo a revolver mi pelo, como queriendo peinarme, pero que cada vez se volvia mas una caricia. Poco a poco se fue resbalando aquella toalla inmensa y empezo a aparecer el cuerpo que tanto deseaba. Me agarro de una mano y me llevo a sentarme en su cama. Cuando ella lo hizo a mi lado ya estaba desnuda.
Yo no podia hablar, estaba nervioso y asustado hasta el limite y empece a sentir que la ereccion comenzaba a bajar y lo unico que pude decirle fue;�� Beatriz, mire que si viene su esposo��.� Mira, mi esposo anda en uno de sus viajes de politica y no regresa hasta el lunes. Quiero que me hagas lo que tu quieras�� y tomando una de mis manos la deposito sobre unos de sus muslos enormes y comenzo a hacer presion para que la acariciara,
Mi record hasta ese momento se conformaba por una cantidad de buenos calentones con noviecitas, alguna que otra tocadita de una conchita tierna, masturbaciones y tal vez un par de culitos. De eso, a tener una mujer de verdad, desnuda y dispuesta a todo frente a mi, la diferencia era enorme. Comence a besarla en la boca,esa fue mi primera movida y apenas juntamos los labios comence a sentir su lengua entrando en mi boca y sus labios cubriendo mi boca. Mis manos fueron a tocar aquellas tetas grandes que terminaban en una roseta oscura y con unos pezones largos y duros por su exitacion. Me hizo poner de pie y comenzo a desvestirme. Me quito la camisa y beso mi pecho flaco en camino a desabrochar mis pantalones. Cuando los bajo, mi pija salia de los calzones a su maxima potencia y ella se quedo mirando con gusto mientras la acariciaba y yo me moria del gusto. Me comento que no se imaginaba que la tuviera tan larga y de inmediato comenzo a darme una mamada magistral. Su lengua corria a todo lo largo de mi polla de arriba a abajo combinando este movimiento con presiones de sus labios como si fuera a morderme y cada vez que la metia en su boca la tragaba poco a poco hasta metersela toda hasta la base.
Finalmente me quito todo los calzones y se acosto en la cama mientras me atraia hacia ella acomodando mi cuerpo sobre ella. Volvimos a besarnos en la boca por largo rato y poco a poco fui relajandome y dejandome llevar mas por el instinto que por mi inexistente experiencia practica, dejaba que mis manos recorrieran toda aquella incalculable cantidad de hembra que tenia debajo. Chupe sus tetas grandisimas y jugue con sus pezones parados con mi lengua y mis labios. Entonces me pidio que se la metiera. Yo nunca lo habia hecho y no tenia nocion exacta del punto de entrada, pero nuevamente por instinto, mi pija comenzo a empujar alli en su enorme concha hasta que poco a poco fue entrando en aquel lugar humedo y lleno de placer que yo desconocia. Sabiendo que habia que moverse, inicie un timido movimiento de caderas que ella secundo de inmediato moviendo sus anchisimas caderas, pero eso ya fue demasiado para mi, los chorros de semen salian incontenibles y yo medio asustado la saque de golpe mientras me corria regandose toda la esperma por entre sus piernas y la parte baja del ombligo.
Un poco enojada y un poco risue�a me dijo que por que me habia venido tan rapido y por que la habia sacado y yo no supe que decir. Como toda una maestra me lleno entonces de besos y me dijo:��caramba ya casi me olvidaba de que este machito es primerizo�.ven que yo te voy a ense�ar a hacer el amor �� y levantandose de la cama me llevo por la mano hasta el ba�o haciendome entrar en la ducha en la que se metio junto conmigo�� te voy a refrescar y vamos a aprender un poco�yo te voy a convertir en un hombre ni�o��
Alli en la ducha me enjabono y de inmediato mi pija alcanzo de nuevo su tama�o que en mi cuerpo flaco se veia inmensa. Alli me di cuenta de algo en que no habia reparado antes: Beatriz no era en realidad tan alta, tenia mi misma estatura y solo lucia altisima por los tacones que siempre usaba. Me seco y regresamos a la habitacion. Frente a la cama nos dimos un largo beso en la boca y en el que las lenguas jugaron de lo lindo, luego comenzo por decirme que un hombre no se viene hasta que la mujer llegara al orgasmo, (palabra que conocia, pero me sonaba rara), y me dio una serie de explicaciones medio cientificas pero en un lenguaje caliente de como hacer el amor y lo que una mujer necesitaba. De nuevo besos en la boca que terminaron de nuevo con los dos en la cama. Esta vez , me dijo, yo haria lo que ella me decia y asi empezo todo un juego en que ella me indicaba donde besarla, donde acariciarla y como hasta que el recorrido de mi boca por su cuerpo llego a sus muslos.
Estoy seguro que mi casi fetichismo por los muslos de las mujeres se debe a Beatriz, a las veces que la vi en la playa, a las veces que mire cuando cruzaba sus piernas y dejaba ver algo de sus muslos hermosisimos. Cuando comence a besar sus muslos enormes me volvi casi loco. La inmensa curvatura que tenian en su parte frontal los hacian romper la linea de su cuerpo al proyectarse hacia delante y poco a poco fue dirigiendo mi cabeza con sus manos hasta llegar a su entrepierna, a solo unos centimetros de su concha que despedia un olor delicioso. Estamos hablando en epoca, de finales de los a�os 60, donde las mujeres solo afeitaban sus piernas y sus axilas, dejando al natural lo que llevaban entre las piernas. Beatriz tenia su concha bien cubierta por un pelo negrisimo como ondulado sin llegar a ser rizado y alli fue donde fue a parar mi cara y donde mi lengua instintiva comenzo a apartar aquellos pelos pubicos para llegar a lo desconocido. Esta vez no tuvo que darme muchas explicaciones porque ya mi lengua lamia las paredes de aquella roja entrada al paraiso y ella con sus dos manos dirigia mis embates a la vez que acariciaba mis cabellos, fue guiandome hasta que choque con su clitoris duro y desafiente, enorme literalmente y como no he vuelto a ver ninguno.
Me explico que ese era el punto que hacia que las mujeres se rindieran y alli desarrolle mi mejor mamada para sentir al rato como todo aquel cuerpazo comenzaba a contorsionarse al tiempo que ella jadeaba y casi se quejaba con unos gritos sordos y guturales que sonaban a gloria. Fue la primera vez que provoque un orgasmo en ella y el espectaculo que me dio fue inolvidable.
Cuando se calmo un poco fue a buscar mi pija que reventaba dandome otra suculenta mamada para luego indicarme como tenia que penetrarla. Lo hicimos en una posicion convencional y que hasta hoy es la que mas uso para comenzar la penetracion. Ella estaba acostada bocarriba con sus piernotas abiertas y yo arrodillado de de frente a ella pero con mis piernas tambien entre abiertas de modo que ella acomodo sus nalgas contra mis rodillas y subio las piernas que se apoyaron en mis hombros. En esa posicion mi polla estaba practicamente en posicion de entrada. Me indico que la moviera de arriba hacia abajo en su concha para que esta se dilatara y facilmente me encontre de nuevo dentro de aquella cueva hermosa, llena de olores, sabores y calor.
Me advirtio que no podia venirme y me explico diferentes cosas que podia hacer para evitarlo:�� si te corres antes que yo no lo hare mas contigo�� fue la sentencia y comenzamos a movernos hasta que cai sobre ella y commence a ver que realmente ella estaba gozando con mi pija que ya se le encajaba completamente mientras mis huevos chocaban con el nacimiento de sus nalgas. Luego hizo que se la sacara y me puso acostado, subiendose ella sobre mi para darme la primera cabalgada de mi vida donde ella tenia el control absoluto de todo movimiento. Se volvia loca subiendo y bajando a veces a una velocidad incredible y luego bien despacio, haciendo rodar mi pija a todo lo largo. Alguna que otra vez se la saco y suavente hacia que mi pija la penetrara de nuevo, juego este que le encantaba y que por supuesto con la edad que tenia mi polla era un mastil erecto que no se doblegaba ante nada y que la clavaba con diligencia.
No se el tiempo que estuvimos cambiando de posiciones y las veces incontables que me advertia que no me corriera, pero eso si, ella repetia sus orgasmos cada vez mas ruidosos a los que le seguian los besos en la boca mas tiernos y las caricias mas ricas hacia mi, para luego tomar fuerzas y seguir moviendose con mi pija adentro. En un punto no pude mas y le dije que ya no podia aguantar y me dijo:�.� Si, mi machito rico correte todo dentro de mi , echamela, llename con tu leche�.� Y sus palabras fueron como siempre ordenes. La venida fue aun mas espectacular que la anterior y la cantidad de semen que salia a chorros de mi polla era incredible, como nunca lo habia sentido.
Termine rendido y ella me abrazo tiernamente por largo rato hasta que di se�ales de recuperacion pues habia perdido el habla, la respiracion y nocion del tiempo creo. Nos besamos en los labios con ternura, ya sin lengua pero muy dulcemente. Entonces comenzo a hablarme. Me explico que su matrimonio estaba fracasado, que su esposo se habia convertido en un ser despotico que apenas se ocupaba de ella y mil cosas mas de ese talante y tratando de justificar el porque lo hacia conmigo, hasta finalmente llegar a conformar lo que fue nuestra relacion por los proximos dos a�os. Me advirtio que nadie podia saber lo que habiamos hecho y que si queria hacerlo de nuevo asi tenia que ser, que me imaginara lo que pasaria si ella le decia a su esposo ( si, chantaje del bueno),o el se enteraba. Me dijo que no la buscara, que ella me buscaria a mi para vernos y delineo todo lo que hariamos en lo adelante. Ademas sin yo pedirlo satisfizo mi curiosidad cuando me conto como desde hacia mucho tiempo se habia dado cuenta de que yo la miraba con deseo y que ella me habia observado y se habia dado cuenta de que yo era un chico reservado y bastante maduro para mi edad.
Despues de que establecio sus reglas del juego,volvimos esa tarde a hacer el amor con una violencia incontrolable de su parte por momentos y cuando me refiero a esto es por los movimientos incontrolados, sus gemidos y jadeos. Finalmente nos vestimos luego de otra ducha, tomamos su auto y fuimos a recoger los discos que me habian llevado a ella.
Paso casi un mes de nuestro primer encuentro, y una tade cuando salia del colegio y caminaba hacia casa, vi acercarse el auto de Beatriz. Solo se detuvo y me indico que subiera. Se puso en marcha de nuevo y comenzo a preguntarme si la habia extra�ado y cosas asi que yo con toda honestidad contestaba para darle gusto esperando que se repitiera la sesion de sexo . Asi fue, entro en un motel apartado y fuimos a una habitacion donde luego de besos en los que su lengua no paraba de recorrerme nos desnudamos e hicimos sexo por mas de dos horas bajo las indicaciones que me daba. Ambos gozabamos.
Aquello se repitio por espacio de dos a�os. Ella me buscaba y me llevaba a distintos lugares donde disfrutabamos de tardes de sexo y pasion o simplemente ibamos en el auto a algun lugar fuera de la ciudad y nos follabamos dentro del coche o sobre la hierba o en cuanto lugar se le ocurria.
Me entreno en las artes del amor y hasta hoy se lo agradezco. Me ayudo mucho en muchas cosas, me dio animo para enamorar a otras chicas y para conquistar a otras se�oras que desde entonces se convirtieron en mi predileccion. Fue mi consejera sexual y mientras otros de mi edad seguian a la casa de chicas de y aun no habian probado lo que era una verdadera hembra, Beatriz me ayudo y mas de una se�ora gozo junto conmigo en posicion horizontal. Me hizo ganar confianza en mi mismo. Tambien le agradezco que me dejara follarla por su delicioso culo que se perdia entre aquellas dos enormes nalgas blancas, duras y sin una marca, suaves y tersas, lo que le encantaba y me decia que su marido nunca le hizo.
Luego me fui a estudiar fuera de la ciudad y regrese en vacaciones. Trate de buscarla y no la pude ver. Casi al fin del verano, cuando empacaba para regresar a la Universidad, nuevamente me intercepto cuando caminaba cerca de mi casa. Manejo un rato y se detuvo en un parque. Luego de los saludos de rigor y preguntarnos cosas, le dije que la extra�aba mucho y que necesitaba de ella. Me dijo que ya no y que queria que la recordara siempre. Solo hubo un ultimo beso en la boca.
Supe despues que finalmente se habia divorciado del esposo y que tenia otra relacion estable y publica. Me imagino que era feliz y no necesitaba mas de mi que ademas estaba lejos.
Beatriz fue mi profesora de sexo y la que me hizo hombre. Gracias.
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Relato: Beatriz, mi profesora de sexo.
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