EL CARPINTERO...UNA
NUEVA HISTORIA
�Se cans� del trato
s�til? O simplemente quer�a probar nuevas formas.
Esta historia va
dedicada a dos personas, la una de Panam� y especialmente a ese viejito hermoso
que anda por all�; las dos personas que comentaron mi primer relato.
................................
Pasaron algunos
meses desde aquella vez en el taller con el carpintero. MI nuevo trabajo no me
permit�a verlo ya tan como antes, pero mi mente segu� dand�le vueltas a su
im�gen, m�s por que alguna vez de a r�pido pude verlo y su cabeza hab�a
encanecido m�s lo mismo que sus bigotes, estaba un poco m�s gordito y la barriga
no se diga, hab�a aumentado visiblemente.
En mi trabajo
decid� tomarme tres d�as de vacaciones, los que me correspond�an desde diciembre
y pens� en ir a alguna playa o al bosque, lo que mejor permitiera descanso, sin
embargo y por alguna raz�n que no vale la pena mencionar, no se pudo. EL
primer d�a me la pas� pintando y arregl�ando mi habitaci�n, el segundo camin� un
rato y calles arriba me lo encontr�.
-Que milagro Pedro.
-��� Buenos d�as
Don Jos� ��� �Qu� se hace por ac�?
-Estoy haciendo un
trabajo por aqu� cerca, pero me olvid� del birbiqu�n y voy a por �l. �T� que
tal, qu� hay de nuevo?- Me dec�a y preguntaba un tanto seco y sin �nimo, parec�a
que no le hab�a agradado mucho el haberme encontrado y mi cabeza r�pido di�
vueltas pensando en que era posible que no estuvo bien lo que hicimos aquella
vez o que no le hab�a gustado...no se, pens� muchas cosas pero lo que menos
quer�a era verme.
-Pues mire que ando
de descanso hoy y ma�ana, si quiere le puedo ayudar como antes. Usted dice.
Se qued� pensando
un momento y mir�ndome fijamente me dijo: -�rale pues...ven, camos por el
birbiqu�n.
Regresamos a su
taller un tanto callados y sin la confianza ganada anteriormente, como eran las
9 de la ma�ana me sent� a desayunar con �l, su mujer all� sirviendo como siempre
y una de sus hijas, la m�s chica viendo el televisor. Un: buenos d�as se�ora,
sali� de mis labios y uno por parte de ella peor, parec�a que sab�a que le
quer�a quitar al marido.
Desde el saludo y
con la frialdad no me d� cuenta ni de la ropa ni de nada, solo su rostro que me
gust� mucho m�s, ten�a la misma edad pero se le ve�a cansado y un poco m�s
avejentado...-mejor-, dec�a yo para mis adentros.
Como est�bamos
sentados lo ten�a de perfil y �l de frente a su esposa que no me ve�a por que la
tapaban algunas maderas, yo me recreaba con su cuerpo, la camisa presionada por
esa panza gorda, el pantal�n presionado no mostraba nada...pero algo, algo me
indicaba que ese d�a no ser�a en vano. Su bragueta comenzaba por abrirse,
apenas un poco y cuando se levant� a tomar el refresco del peque�o refrigerador
y volvi� a sentarse, esta se le abri� un poco m�s...suspir�. Sentado ya se le
ve�a un poco la tela blanca del calzoncillo, comenc� a platicarle animado para
lograr que se moviera, y para que moviera su cuerpo gir�ndolo y a la vez sus
piernas le hablaba de algo que pasaba en la televisi�n o preguntaba por alguna
cosa colgada en la pared, y as� muchas veces lo hice girar con todo y las
piernas, la mayor parte solo una y al estirarse m�s se le iba abriendo m�s la
bragueta hasta que casi lleg� al l�mite, eso fu� por casi una hora y me dije que
ese d�a tendr�a para disfrutarlo por lo menos viendo su calzoncillo...
No dur� mucho mi
emoci�n por que al terminar se gir� completamente hac�a m� continuando la
pl�tica, se levant� d�ndo, las gracias y como yo segu�a sentado casi me muero al
ver que por un momento se le sali� el bulto el que enseguida encontr� de regeso
su lugar al pararse por completo. Di� algunos pasos y me gir� r�pidamente para
seguir contemplando discretamente ese lugar de mis sue�os. SU esposa tambi�n se
levant� y yo la segu�; Don Jos� parado frente a nosotros le preguntaba que qu� a
su esposa hasta que cansada de hacer se�as le dijo que se subiera el cierre lo
que hizo r�pido con una sonrisa nerviosa.
Salimos de all� y
decid� que era momento de comenzar a actuar, as� que por momentos y en descuidos
de �l me bajaba yo mismo el zipper, solo un poco por que de verdad es vergonzozo
andar por la calle as�; la idea era que yo solo lo afojar�a para este fuera
bajando poco a poco y al al llegar al destino del trabajo ya estuviera abajo,
as� no andar�a yo mostrando nada...Sucedi� as� y ya dentro comenzamos a
trabajar, �l por su lado y yo por el m�o. Como tra�a yo un pantal�n algo flojo
y viejo, adem�s que nunca me cierro el bot�n de la cintura ayud� mucho a que la
bragueta se abriera a su m�xima capacidad, yo me hac�a pendejo y lo iba a ver
con cualquier excusa, el me ve�a y no dec�a nada y hasta me entreten�a. En una
de esas subi� corriendo un ni�o y yo estaba a punto de cerruchar, el ni�o se
sent� por all� de frente a m�, entr� Don Jos� a la habitaci�n y al inclinar mi
cabeza hice como que me v� la abertura, dije algo como que el p�jaro ya quer�a
volar a buscar su comidita y el ni�o ri�, el carintero tambi�n pero no muy
convencido. Una hora mas tarde me dije que no era justo y volv� a la acci�n,
esta vez baj� el cierre poquito menos pues con la actividad era seguro que
estar�a completamente abierto en ya...y en pocos minutos vov�a a mostrarse mi
boxer...
El carpintero
comenz� a impacientarse y me dijo que nos �bamos, que al otro d�a terminar�amos
ese trabajo, yo le dije que no mamara, que de una buena vez pero �l insisti� y
me dijo que sol terminara de barnizar una ventana. Para la parte de arriba me
sub� en una silla y puse un peque�o bote al lado y tambi�n en la silla para
subir mi pi� y poder descansar mi alta de barniz. No se si me mand� all�
pensando en algo pero el acomodarme as� yo si lo hice pensando en algo, y �l sin
m�s entr� a la habitaci�n y se puso del otro lado de la ventana limpiando lo que
ya estaba terminado y que no necesitaba limpieza, yo de vez en cuando lo miraba
y lo encontraba mirando precisamente all� donde se esconde mi pito. Lo mismo
tres o cuatro veces hasta que sali�. Termin� y antes de cualquier cosa mir� a mi
braguta para ver que tanto hab�a observado �l y me encontr� con que tambi�n mi
boxer estaba abierto, ufffff, el cabr�n me hab�a visto los pelos y un pedazo de
carne...
Nos despedimos de
los due�os y ya en la calle me pregunt� por mi familia, le dije que estaban bien
pero que ahora no estaban, me habl� de la sed que siempre tiene y le dije que
llegando al taller le invitaba una cerveza.
-No Pedro, no
aguanto hasta all� (solo eran como 15 cuadras jejeje), por que no vamos a tu
casa r�pido y all� nos la bebemos.
-Hombre �por qu�
no decirlo antes?- le dije bromeando
Mi casa esta a una
sola calle de donde est�bamos, as� que no tardamos nada, saqu� dos cervezas y
dos vasos, le serv� y di� un sorbo largo, lo mismo yo. Sonri� descansado y me
mir�.
- �Y desde cuando
te gusta la verga Pedro?
- �Ah?- me qued�
mudo, no me esperaba esa pregunta y menos as�. -Pueeessss...suspir�
- �Porqu� no me das
una mamada?
-No mame Don Jos�,
las cosas no son tan as�.
- �Ent�nces c�mo?
Acerc� su silla a
la m�a y se abri� la bragueta, tom� mi mano y la puso all�, yo no se por que
temble porque no era lo que yo esperaba...o si pero no de esa manera tan fr�a.
Pero igual comenc� a frotar por sobre la tela y su pito creci�, lo v� grueso
all� queriendo escapar y sin dudar mucho me agach� entre sus piernas, lo saqu� y
me lo llev� a la boca. El suspiraba fuerte mientras yo como pod�a le
desabrochaba su camisa, �l no hizo nada y si quer�a una mamada yo le dar�a la
mejor de su vida.
Me levant� y me di�
un baso de labios y r�pido, yo quer�a sentir m�s su bigote rodear mi cuello como
aquella vez pero no, �l ten�a prisas o no se bien que quer�a, me dijo qe me
desnudara y �l solo se baj� el pantal�n sin terminar de quitarselo, luego el
calzoncillo y con la camisa abierta.
-Si�ntate orden�
indicando su verga que ya palpitaba dura y m�s gruesa, sus guevos hab�an
desaparecido supuse trabajando r�pido el final.
-As� me va a doler,
necesito distender mi ano Don Jos�- dije un poco tenso.
Ent�nces se levant�
y me puso de cara a la silla inclin�ndome, me dej� llevar pero �l enseguida y
sin m�s puso la punta de su pito gordo en mi oyo y empuj�, yo al instante cerr�
impulsivamente mi agujero.
-Abr�te si no te
dule m�s- me dijo volviendo a empujar con un poco de m�s fuerza.
Supe que no ten�a
otra opci�n y ten�a que participar, sus toscas manos presionaban mis nalgas
enterrando un poco las cortas u�as; abr� y de un solo golpe entr� toda, no fu�
lo largo por que no es tanto, es m�s bien cortita pero lo grueso me perfor� m�s
all� de mi consciencia. Grit� tan fuerte que pens� su esposa me oy� a quince
cuadras de distancia. Se detuvo y se gir� con su tronco enterrado en m� y se
sent� en la silla.
-Mu�vete Pedro.
-Deje que se me
pase un poco el dolor.
-�Quer�as verga
no?...pues es toda tuya. Todo el d�a me estuviste provocando y ahora que la
tienes en las tripas te asustas.
-No, no es eso- y
como pude comence a moverme, primero hacia arriba y abajo muy lento por que de
verdad me dol�a su tranca, luego en c�rculos y despu�s hacia atr�s y a delante.
Por m�s que quer�a
resistir y no emitir sonidos logr� arrancarle algunos suspiros, seguimos un rato
as�, no se cuanto pero despu�s me levant� y volvi� a ponerme a gatas, se inc� y
me la volvi� a enterrar de una sola vez pero ya no sent� tanto dolor, estaba
comenzando a sentir placer cuando comenz� a jadear m�s fuerte, la sac� y me di�
vuelta y me dej� all� con la cabeza recargada en la silla y mi cuerpo en el
suelo, se agarr� el fierro y se masturb� violentamente, su cra hacia el techo y
con mueca de ansiedad y placer grit� cuando el prtimer chorr� brinc� a mi cara,
el segundo en mi pecho y las �ltimas gotas en el �ltimo esfuerzo apenas y
brincaron quedando sobre mi vientre....
Mientras terminaba
de temblar yo levant� la cabeza y le lam� los guevos, los trat� suavemente y le
limpi� su pito a�n gordo pero madio caido ya, bes� sus pelos canosos de la base
de su verga mientras la m�a segu�a palpitando.
Se derrumb� en la
otra silla y yo me recargu� en su pierna derecha mientras mi mano sub�a y bajaba
mi pellejo. Me mir� y ent�nces fu� que regres� el beso esperado, uno largo y
comi�ndonos las lenguas y mas all�.
-No terminaste
Pedro.
-No, pero est�
bien.
-No no est� bien,
anda, s�came los pantalones bien- El se quit� la camisa y yo termin� por
desvestirme mientras me sentaba en su pierna y preguntaba.
-�Porqu� de esa
manera Don Jos�? �Porqu� no como la vez pasada?
Me abraz� y dijo:
-Disc�lpame Pedro,
nunca quise hacerte da�o pero es que estaba tan confundido que pens� que hacerlo
de esa manera me sacar�a de la cabeza que aquella vez me hab�a gustado, que me
gusta, que t� me gustas. No quer�a aceptarlo y pens� que hacerlo un poco
violento me har�a pensar que solo a ti te gustan los hombre y no a m�.
Qued� callado un
rato y sigui�.
-No se lo que me
pas� ni que me pasa pero si se que lo he disfrutado mucho, no se t�, pero tengo
miedo en adelante dfe m�, de que mi esposa se entere, de que me llegue a gustar
tanto que no quiera salir de aqu�...NO se, de verdad no se.
-Mire Don Jos�, si
yo me atrev� aquella vez a actuar fu� por que tambi�n lo v� muchas veces
mir�ndome la verga por encima del pantal�n, muchas de esas veces usted se
agarraba el pito y los guevos no precisamente pasa sacarse alguna comez�n y
muchas de esas veces a mi se me par� y usted se di� cuenta y nunca me dijo nada,
al contrario, le gustaba verme m�s. Por eso me decid�. Solo por eso.
Mientras me
abrasaba y me besaba yo segu�a masturb�ndome ahora con su ayuda, sus dedos
cortos y gruesos y su mano ruda en mi verga era una delicia, yo lo besaba
mientras mi mano buscaba sus bolas gordas tambi�n. Yo estaba tan caliente que
sus manos toscas y sus besos rasposos por el bigote me hicieron estallar
sintiendo su verga crecer y palpitar de nuevo en mi mano.
Eran las cuatro de
la tarde cuando llegamos y a su taller llegamos hasta las ocho de la noche, con
la cara de su mujer desesperada pero m�s enojada. Oviamente llegamos
cansad�simos pues eso no termin� en la silla. Nos metimos a mi habitaci�n y
all� pasamos a otras cosas que no imagin� pero que ser�n contadas en un tercer y
�ltimo relato.
Nos dimos tiempo de
beber dos tragos m�s mientras su esposa acomodaba sus cosas lista para salir.
Lo mismo hicimos
nosotros y hubo oportunidad de un �ltimo beso cuando su esp�sa sali� y di�
algunos pasos, �l apoag� la luz antes de cerrar la cortina y all� me bes�
intenso. Ya en la calle se despidi� no sin antes decir:
-Nos vemos ma�ana
Pedro- dijo mientras me hac�a gui�o con el ojo.
.................................
Quiero pedir
disculpas a las dos personas que comentaron mi relato pero por causas mayores no
me fu� posible revisar la p�gina en estos meses, pero les aclaro que ya les he
enviado respuesta a su correo personal y claro...una disculpa p�blica aqu�
mismo. Gracias por comentar.
Parkko