(Calentura y
oportunidad igual a desvirgue)
Pues est�bamos en la
misma cama, acostados uno al lado del otro y con toda la ansiedad de saber qu�
pasar�a. Raulito con sus 9 a�itos y yo con mis 11 y� sab�amos qu� significaba
tener el �Ah-Ah�y ahora era el momento de devolverle parte de los
�conocimientos� que me hab�a compartido anteriormente.
Si bien �l ya se
masturbaba antes que yo, estaba menos desarrollado que yo. La prueba hab�a sido
que yo hab�a eyaculado � con todo y p�blico � y �l todav�a no ten�a leche en sus
huevos. Las diferencias no acababan all�, tambi�n estaba el tama�o de mi verga y
el de la de �l, al igual que los vellos y el grosor de mis huevos. Todo eso
estaba en mi mente en ese momento, porque si el me hab�a penetrado con su
infantil pirringa, lo hab�a disfrutado mucho, aunque confundido, me preguntaba
ahora si podr�a meterle mi verga en su reducidito culito...
Me dijo que quer�a
masrturbarse, y como debajo de las s�banas est�bamos ya a punto de desnudarnos,
no se me hac�a dif�cil que lo hici�ramos.
Tambi�n me desnud�
al igual que �l, procurando no moverme mucho para no hacer ruido en la cama, que
por cualquier cosa cruj�a. ya una vez desnudos, mi mano comenz� a explorar el
pecho de mi primo, porque su calor me atrajo r�pidamente, y cuando le toqu� sus
tetillas con la yema de mis dedos, no dijo nada. Lo interpret� como que le
gustaba, as� que comenc� a acariciarlo con m�s libertad, sus tetillas estaban
como duritas, como erizadas, y me dieron ganas de chup�rselas, me acerqu� m�s a
�l, ahora Raulito era quien se quedaba quietecito y no se atrev�a ni a
moverse...
�l estaba
acarici�ndose su pene, ahora suavemente, no como lo hab�a visto antes, como que
tambi�n hab�a aprendido algo conmigo; sub�a y bajaba su pu�o a todo lo largo de
su diminuta verga, pero que ahora s� parec�a m�s dura y viva que antes. Mientras
yo ya me hab�a puesto a chuparle las tetillas una a una, con leng�etazos
parecidos a los que le daba al helado, as� que le estaba dejando todo ensalivado
el pecho, entre que iba a una y otra tetilla... Su respiraci�n se hac�a cada vez
m�s pesada y debajo de las s�banas el calor sub�a y sub�a. No s� cu�nto tiempo
estuvimos as�, pero pronto yo hab�a tomado su verga con mis dedos y lo
masturbaba suavemente, mientras Rauilito me acariciaba por la nuca con mucha
ternura, porque hasta me daba de vez en cuando besitos en la frente. Si �ya lo
hab�a besado en las tetillas, no me import� mucho el acercar mis labios a la
punta de su verguita. Cuando le di el primer beso, Rauilito me dijo con un grito
suspirante: -�Qu� haces? -Tu d�jate.... �Te d� pena? -No, s�guele, s�guele...
Y le segu� chupando
como si fuera una paletita, su sabor era un poco salado, pero fuera de eso, no
le identificaba ning�n otro. Raulito dej� de acariciarme la cabeza y trataba de
alcanzar mi verga, pero por la posici�n que ten�amos no hab�a manera que me la
alcanzara, y no ten�a ganas de que me la intentara arrancar como �l acostumbraba
masturbarse, as� que segu� en mi empe�o de chupar y chupar, que al fin y al cabo
no me iba a hechar nada en la boca, porque y� lo sab�a.
No pas� mucho tiempo
hasta que Raulito me marcaba el ritmo de la mamada subiendo y bajando mi cabeza
con sus manos mientras yo chupaba con cuidado de no morder ni lastimar con mis
dientes... En ese momento comenc� a sentir que su verga lat�a en mis labios y
que los suspiros de Raulito eran cada vez m�s sonoros, era la se�al inequ�voca
de que estaba teniendo el �Ah-Ah�, y con una fuerza que hasta mordi� sus dedos
para no gritar, porque en el momento en que m�s le lat�a su verga en mi boca, se
me ocurri� darle unos leng�etazos en los diminutos huevos, y entonces sucedi� lo
inesperado: Dos gotitas de un l�quido transparentozo y parecido al pip� me
fueron a caer en mi ojo derecho, inmediatamente me engull� sus huevos y su pene
juntos y segu� leng�eteando todo el bulto dentro de mi boca... -Ahhh... Ahhh...
Uhhh...- Raulito gritaba tratando de que su gruito no despertara a todos en la
casa...
Ya pasada la
tormentosa venida de Raulito, suspiraba complacido a mi lado y me acariciaba con
sus yemas de los dedos mis tetillas como antes le hab�a hecho. -�Qu� te hago
ahora? -M�mala y cuando vaya a venirme el �Ah-Ah� te sientas en ella para que te
la meta en el culo como me lo hiciste antes...
-�Qu�! �Est�s loco?
-Bueno pues m�mala...
Y comenz� a mamar
con torpeza, yo no le dije nada, porque pens� que as� lo habr�a hecho yo antes,
pero cada besito y chupete que me hac�a, me daba mucho placer, me hac�a sentir
muchas cosquillas en todo el cuerpo comenzando desde mi verga. Leng�ete� mis
pelos, chup�ndolos como si fueran espaguetis, seg�n dijo, y mientras se pon�a de
costado, se me ocurri� la idea de meterle el dedo en el culo, porque as� sabr�a
si pudiera entrar mi verga, y Raulito arrodillado de costado sobre mi verga, me
qued� a la medida justa para que le acariciara el culo, con lo que repet� el
ritmo anterior que con sus tetillas, suavemente con paciencia, sin andar de
acelerado como antes, as� que mis yemas acariciaron lo fruncidito de su culo,
mientras que tambi�n acariciaba sus nalguitas, con ternura, con suavidad,
disfrutando que sus mamadas eran cada vez m�s expertas, con mas cuavidad y con
leng�eteos m�s bastos que antes...
Sent�a que y� me
ven�a la leche, as� que lo atr�je hacia m� para poder penetrarlo, y con toda la
saliva que me hab�a dejado en la verga, descubr� que s� hab�a oportunidad de que
se la metiera... Atraje a Raulito con suavidad, con cuidado, no quer�a, pero con
tantos ruegos y promesas de que no le doler�a y que se sent�a rico, fu�
venciendo su resistencia y se puso de cuclillas encima de mi, poniendo el ojete
del culo en la punta de mi verga, y comenz� a bajar con sumo cuidado... Puso
cara de dolor, y casi se arrepiende meterla, pero le cog� las caderas y lo jal�
hacia m�...
-Aghhh...
Comenz� a patalear
intentando safarse, pero me qued� quieto y le rogaba que se callara, no fuera
que despert�ramos a todos. Por un momento casi lloraba, pero Raulito se aguant�
�como los meros machos� y guard� la compostura lo m�s que pudo... Mientras
comenzaba a sentir que mi verga estaba en el mejor lugar del mundo, calientito,
rugocito, rico, y comenc� a moverme, lo m�s suavemente posible... Raulito me
pegaba con los pu�os en el pecho, dici�ndome que no quer�a m�s, que quer�a
zafarse de una vez... Pero mientras me movia suavemente, sus golpes fueron m�s
d�biles y temin� apoy�ndose en mi mecho acompa�ando la culeada... No pas� mucho
y revent� en la mejor venida de mi vida, sent�a que nunca iba a acabar, abrac� a
Raulito hacia mi pecho y lo bes� en la boca, como nunca lo hab�a hecho, le met�
la lengua en la boca y le aguarr� las nalgas mientras lo penetraba m�s y m�s....
-Toma, toma, toma... �Quieres m�s verga?... Toma, toma, toma...
Mi verga se redujo a
su tama�o normal, pero sobrevino una desagradable sorpresa: �Raulito se cag� en
mi verga! Apenas la hab�a sacado, un par de buenos mojones me cayeron enzima de
la verga y los huevos...
Fue todo un circo el
que me fuera a lavar al ba�o la verga y los huevos con agua helada, y que
Raulito limpiara lo m�s posible las s�banas...
Pero al amanecer,
nos despertamos con un delicioso beso de leng�itas y mientras nos abraz�bamos,
nos met�amos el dedo en el culo mutuamente, las vergas se saludaban muy
calientes y duras frot�ndose una a la otra...