Relato: MI VIDA I iniciado por mi primo Mi nombre es Gabriel, soy de argentina y tengo 18 a�os, lo que relato, son memorias mias, por ende todo lo contado es realidad, espero que les guste.
Mis primeros recuerdos de sexo son m�s o menos de la edad de 7 o 8 a�os, si bien tenia la curiosidad y exploraba mi cuerpo como cualquier chico de esa edad, en esa etapa hermosa de descubrimientos, sucedi� lo que ten�a que suceder.
Mi t�a tenia 2 hijos, Sebasti�n, 6 a�os mayor que yo, y Silvia, 9 a�os mayor que yo, viv�an en una casa grande, mi prima tenia su habitaci�n pegada a la de mis t�os, y mi primo Sebas tenia la habitaci�n mas retira, estaba ubicada en un altillo, al cual rara vez yo sub�a, en realidad no sub�a casi nadie, la escalera era s�per angosta e incomoda, lo cual hacia de la habitaci�n, un verdadero bunker aislado de todo.
Los domingos casi siempre �bamos a almorzar, despu�s de comer no tenia nada que hacer, me aburr�a much�simo, mi prima o sal�a o dorm�a la siesta, mis pap�s y mis t�os hac�an no se que, as� que empec� a subir a la habitaci�n de Sebasti�n a escuchar m�sica o nada, alentado por mis familiares, claro quien pod�a desconfiar de Sebas, alumno s�per aplicado, tranquilo, a �l mucho no le gustaba la idea pero no dec�a nada, conversar no convers�bamos porque no ten�amos nada en com�n, a esa edad, para �l era denigrante estar con un chico de 7 a�os.
A m� me encantaba el cuarto de Sebasti�n, tenia un mural gigante de Levi�s con mujeres semidesnudas y varios posters de playboy, era una habitaci�n chiquita, 4 x 2 metros con la cama al fondo, un escritorio a la ventana y un ropero.
Una tarde Sebas ya estaba en su habitaci�n, pens� mientras sub�a la escalera que talvez estaba durmiendo, porque no se escuchaba nada, solo mis pasos en la escalera de chapa, pasos que �l seguro tambi�n escucho, cuando abr� la puerta, �l estaba sentado en la silla del escritorio, de espaldas a la puerta, me miro y me dijo �pasa, cerr� la puerta�, entre y me dirig� a sentarme en la cama, dado que era el �nico lugar, cerr� y cuando pase al lado de Sebas vi que tenia la pija en sus manos, me shocke� pero segu� caminando y me sent� en la cama, frente a �l, no pod�a quitar la mirada de esa pija hermosa, y enorme, comparada con la m�a,
�Que?, nunca viste una pija?� me dijo, a lo que le dije que no, se sonri� y se paro, se dirigi� hacia m�, pero fue para poner m�sica, en una radio que estaba en un estante en la cabecera de la cama, paseo su pija como a 30 cent�metros de mi cara, y se volvi� a sentar, yo no pod�a sacarle la vista de encima, estaba hipnotizado por esa verga hermosa, me pregunt� si yo me hacia pajas, a lo que de verg�enza le dije que no, me dijo que si quer�a que me ense�aba, que si yo quer�a pod�a sacar la m�a, pero le dije que no, porque me daba verg�enza el tama�o de la m�a, cosa que no le dije.
Mientras habl�bamos esto �l se la segu�a amasando yo segu�a extasiado mir�ndola, con el coraz�n a mil y sin saber que hacer, en silencio, hasta que me dijo �quer�s que te ense�e con la m�a?�, yo sin dudarlo un segundo le dije que si, se paro, fue hacia la puerta y la cerro con llave sin hacer ruido, y se sent� recostado a mi lado en la cama y me dio permiso para acariciarla. Yo tenia la mano toda sudada de los nervios y comenc� a acariciarla con la yema de los dedos, era una pija bastante morocha, con muchas venas, carnosa, caliente, yo hacia movimientos cortitos y sin apretarla por miedo a lastimarle las venas, el tronco estaba s�per duro, de repente se puso de pie, se saco las bermudas y el calzoncillo, con cada movimiento que �l hacia, balanceaba su verga de arriba hacia abajo sabiendo que yo no pod�a dejar de mirarla, se recost� de nuevo a mi lado. Esta vez sin que me dijera nada volv� a tomarle la verga con mis deditos, pero me sac� la mano y me pidi� que me arrodillara delante de �l, yo todav�a nervioso pero algo mas relajado, lo hice de inmediato, abri� las piernas quedando ante m� su verga y sus huevos, y me indic� que la agarrara con toda la mano, me tomo la mano y me mostr� como, me comenz� a mover la mano, que la lleve bien de arriba hacia abajo, apret�ndomela contra la pija, fue ah� cuando se corri� toda la piel y pude ver, la cabeza de su pija, estaba hinchada, hermosa, mojada, entre rosa y morada, brillaba, fue entonces cuando me enamore de las pijas, me pidi� que pusiera saliva en mi mano y al acercarla a mi cara sent� por primera vez el olor a sexo, a excitaci�n.
Mi manito sub�a y bajaba, descubriendo ante m� la cabeza a punto de explotar toda mojada, con movimientos todav�a t�midos, pero m�s r�tmicos sent�a en mis manos la dureza, las venas hinchadas, la babita que cubr�a toda la cabeza y ya mojaba mis dedos.
De repente lo inesperado, Sebas se levanto la remera hasta el pecho, arqueo un poco la espalda y tomo mi mano, con movimientos mas cortos y r�pidos concentro mi manito mas en la cabeza de su verga y comenz� a acabar, cosa que yo jam�s hab�a visto. Dos borbotones de leche espesa y caliente quedaron en mi mano y un tercero vol� hasta cerca de su ombligo, se relajo mientras yo segu�a subiendo y bajando mi manito toda mojada con leche por su verga, que ya empezaba a ponerse fl�ccida, saco de la mesita de luz unos carilinas para limpiarnos, reci�n ah�, le solt� la pija, cosa que realmente no tenia intenci�n de hacer, me hubiera quedado toda la tarde acarici�ndosela.
Me sent� en la silla y me limpie la mano, mientras �l se limpiaba, me sonri� con una mueca maliciosa y pregunto �te gust�?� a lo que le respond� sin pensar �si, me encant�. Y a vos?�, �si mucho� me dijo mientras se pon�a las bermudas y guardaba la verga, que si bien estaba totalmente fl�ccida, segu�a atrayendo mi mirada a m�s no poder. De camino al ba�o, en la escalera fui oliendo ese olor tan peculiar que hab�a dejado el semen en mi mano, me excitaba todo lo que hab�a ocurrido, no con una erecci�n sino en mi cabeza, que ahora, a la distancia comprendo, era un deseo de �quiero m�s�.
Este �ritual� se repiti� lamentablemente solo 5 o 6 veces, a mi me encantaba y a Sebas tambi�n, me ense�o a acariciarle los huevos, y yo cada vez tenia mas practica en pajearlo, en complacerlo, me encantaba verlo acabar y saber que yo era el responsable de que �l hab�a gozado, cosa que se notaba en los borbotones de leche, que yo le hacia escupir de su verga.
Pero llegaron las vacaciones, ellos se fueron un mes a Brasil, y al mes siguiente nosotros viajamos, as� que por dos meses no nos vimos. Al reencontrarnos, fue como si no hubiera pasado nada entre nosotros, charlamos poco y nada de las vacaciones, y nada. Yo por dentro me mor�a por acariciar esa verga que me bah�a tenido so�ando dos meses, si bien en la playa hab�a estado mirando todo bulto que pasara delante m�o e imaginando como serian esas vergas duras, yo so�aba con la verga de Sebas, pero nada de eso paso.
Pasaron los meses, Sebas se hab�a puesto de novio con una compa�era del colegio, as� que los domingos a la tarde desaparec�a..
Una tarde por el mes de septiembre Sebas se quedo despu�s de comer, subi� a su cuarto, yo sub� al rato, pero sin ninguna expectativa, solo a pasar un rato, �l estaba sentado haciendo alguna tarea del colegio, escuchando m�sica, entr�, hablamos dos pavadas y me puse a hojear una revista, rato despu�s se levanta y me dice �me voy a dar un ba�o, �vos te quedas ac�?�, �si�, le dije, mucho para hacer no tenia. Se fue, yo me acost� en la cama y al rato me quede dormido, al despertar lo veo, parado delante del escritorio, completamente desnudo, mir�ndome y amas�ndose la verga, �quer�s jugar?� me dijo cuando vio que estaba despierto, �si! grite por dentro, mientras el coraz�n me explotaba y le respond� �si, si vos quer�s�. Me levante y me sent� en la silla �l se paro delante m�o y se la comenc� a acariciar con las dos manos, le acariciaba los huevos mientras mi otra mano recorr�a todo el tronco y descubr�a la cabeza hinchada, que tanto hab�a extra�ado. ��cerraste?� le pregunt� �si, ya cerr� me contesto, se acerco un pasito y me dijo ��no quer�s darle un beso?� acarici�ndome la oreja y un poco el cuello, sonre� nervioso y le pregunte ��se puede?�, si bien varias veces me hab�a lamido la mano despu�s de secar sus lechazos antes de lav�rmelas, no imaginaba que bes�rsela fuera una practica placentera, pero de algo estaba seguro, estaba haciendo lo imposible para que �l no me �abandonara� nuevamente.
Cerr� los labios, hice trompita y le di un besito en la cabeza que estaba toda al descubierto, mis labios quedaron mojados por la babita que ya mojaba toda la cabeza��as�?� le pregunte, �si, y pasale la lengua como a un helado�, cosa que obedec�, comenc� a pasar mi lengua por la cabeza, saboreando esa baba, en ning�n momento sent� asco o rechazo, al contrario, pasaba mi lengua por el tronco sintiendo lo caliente y lo suave que era esa piel, humedec�a con saliva la lengua y volv�a a pasarla todo a lo largo hasta llegar a la cabeza, hasta que en un momento, tom�ndome de la nuca, me la meti� en la boca, comenz� a mover su cintura, literalmente cogiendome la boca, yo con mi nula experiencia no mov�a ni la lengua ni nada, solo envolv�a su verga con mis labios. En un momento dado me arrodille, para estar m�s a la altura, le tome los muslos por detr�s me moje bien los labios y le entregu� mi boca para que me la cogiera a su placer, as� arrodillado, su verga entraba m�s en mi boca, cosa que un par de veces me dio arcadas, pero Sebas fue muy cuidadoso con eso, por lo menos esa primera vez.
Si bien Sebas tuvo sus novias y sus idas y vueltas, nuestros encuentros duraron tres a�os m�s as�, yo felando y �l gozando, claro que yo tambi�n gozaba a lo loco.
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Relato: MI VIDA I iniciado por mi primo
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