Corría el verano pasado en
el cual yo contaba con 20 años recién cumplidos, no se puede
decir que sea de mala familia y siempre nos han gustado los lujos y el
glamour por eso cuando mi padre se aficionó a jugar al golf, yo
también cogí esa afición, más que nada por
hacer algo de deporte aunque en principio este me pareciese un deporte
de viejos. Además desde el primer día que acompañé
a mi padre al campo de prácticas ver cómo había chicas
de mi edad, de mi misma clase social con bastante nivel y algunas de ellas
eran realmente unas preciosidades. Aparte de que me resultaban bastante
atrayentes el resto de actividades de este club de campo, tenis, paddle,
hípica, Polo, hockey, piscina privada... club social... y demás
actividades lúdicas para el entretenimiento de un fin de semana.
Mi padre me compró un juego
de palos de golf, y poco a poco fui adquiriendo el resto de accesorios
y complementos necesarios para la práctica de este deporte que ya
me estaba empezando a gustar un poquito más . Una mañana
fui con mi padre al campo de practicas, pues los sábados y domingos
me gustaba pasar el día allí lanzando unas bolas o jugando
unos hoyos, y en ocasiones esporádicas jugar al tenis o montar a
caballo con alguna pija amiga de mi edad de buena familia que había
conocido por allí.
Estábamos en la cabina de
tiro cuando vi llegar a una señora de unos 50 años, rubia,
con unas tetas enormes y un culazo de impresión enfundado en unos
pantalones de color blanco cómodos pero que marcaban bien todas
sus curvas y una camiseta que dejaba ver los dos grandes senos que se escondían
detrás de ella . Cerró la puerta de su Mercedes y con una
gorra se puso en la cabina de al lado a lanzar algunas bolas.
Me sorprendí bastante cuando
vi que saludaba a mi padre, por lo visto se conocían de verse por
allí a menudo los fines de semana, no pensé en otra cosa
pues era normal que de coincidir allí se conociesen y hablasen.
Mi padre me la presentó , ella se llamaba Marisa, y tenía
54 años. Le propuso a mi padre ir a jugar unos hoyos pero mi padre
tenía cosas que hacer y no podía .
--- ¿ Te importa que te acompañe
mi hijo ?
--- No, en absoluto. Contesto ella
dedicándome una sonrisa que me turbó sobremanera.
Cogimos las cosas y subimos a la
casa club donde sacamos los tickets y comenzamos a jugar uno a uno los
18 hoyos, charlando, ella era muy abierta y yo me mostré también
muy extrovertido contándole mis gustos sobre mi música, el
cine, la literatura... la conversación se fue haciendo más
amena al paso de los minutos. Incluso me atreví a preguntarle cosas
un poco más personales como si tenía hijos, estaba casada.
Marisa tenía una hija de 25 años pero se encontraba separada
y vivía sola. Su hija estaba ahora estudiando en la universidad
en Francia. Marisa era francesa de padres españoles.
Según fue pasando el tiempo
me iba fijando en sus caderas, su cintura, en cómo se contorneaba
a través de las calles de los hoyos . Y en lo bien que le sentaba
a su melena rubia la gorrita de Lacoste y las gafas de sol . En uno de
los lanzamientos la bola se fue a los árboles así que nos
encaminamos en su busca, no había mucha gente puesto que estábamos
en agosto y la mayoría de la gente estaba de vacaciones en otros
sitios más interesantes. Llevábamos 10 minutos buscando la
dichosa pelotita cuando por fin apareció pegada al tronco de un
árbol .
--- Bueno... desde aquí creo
que va a ser bastante difícil sacarla a green ¿no?
--- Si , la verdad es que sí.
Respondió Marisa.
La verdad es que había pegado
un tiro malísimo, lo cual demostraba que no estoy hecho para este
deporte pero todo era cuestión de práctica. En esto Marisa
se agachó poniendo el culo en pompa para recoger la bola del suelo...
y no lo pude evitar me acerqué a ella, y le planté la mano
en el culo mientras se lo acariciaba, se dio la vuelta sorprendida y le
planté un morreo de impresión, no se lo pensó dos
veces y en cuestión de segundos nuestras lenguas se peleaban entre
ellas y su lengua investigaba todos los rincones de mi boca. Nos fuimos
detrás de unos setos y me desabrochó la camisa de golpe y
el cinturón... para después de darme un mordisco en el cuello
bajar hacia mi entrepierna . Empezó a acariciarme muy sensualmente
mi paquete por encima de mis bóxer negros y mis 18 cm de carne se
pusieron duros al momento.
--- A ver ¿qué tienes
aquí pequeño pitufillo? Me dijo sonriéndome y guiñándome
un ojo .
Mi polla salió erecta al
instante, y enseguida esos labios de carmín oscuro engulleron uno
a uno la longitud de mi miembro, chupeteaba el glande y le daba lametones
a la base hasta que por fin se la metió en la boca y empezó
a hacerme una mamada a un ritmo frenético, no me la chupaban así
desde hace mucho tiempo, y la verdad es uno de los motivos por los que
me encantan las mujeres maduras. Se levantó y se quitó la
camiseta dejando a al vista dos tetas enormes con unos pezones prominentes
que empecé a lamer, succionar y mordisquear sintiendo su dureza
y excitación ahora le tocaba disfrutar a ella se quitó los
pantalones y comencé a acariciar su coño por encima de un
bello tanga de encaje morado por el cual escapaba una mata de pelo rubio
que me puso a mil... me arrodillé y ella como pudo empezó
a frotar su monte de Venus con mi cara, el olor era embriagante, y seguidamente
me empecé a dedicar a la cara interna de sus muslos, sus labios...
su coño rezumaba flujos y yo me dediqué durante un buen rato
a hacerle una mamada a su coño como buenamente podía, intentando
hacerlo lo mejor posible pues es lo que más me gusta, no hay nada
para mi como poderle dar sexo oral a una mujer madura y ver cómo
disfruta... sus manos me acariciaban mi pelo rebelde de punta y sus gemidos
pidiéndome más que siguiese chupando y que no parase... se
dio la vuelta y con el culito en pompa le hice un beso negro espectacular
, lamiendo su ojete y penetrándola con mi lengua en él mientras
veía cómo su mano con sus uñas largas y afiladas de
color marfil se acariciaban su clítoris... después saqué
un preservativo y comencé a penetrarla allí mismo ella con
las manos apoyadas en un árbol... y comencé un mete saca
a buen ritmo suave por momentos alocado en otros. Después la metí
un dedo en el culo e intenté sodomizarla pero me dijo que no , aquí
no . Se puso en frente de mí se morreo conmigo en busca de sus flujos
y comenzó a hacerme una cubana frotándome la polla con sus
tetas hasta que la avisé de mi inminente corrida que fue a impactar
a sus tetas, su cara, su pelo y su boca tragando todo lo que podría
de aquellos cinco trallazos potentes de espeso semen caliente. Se relamió
los labios recogiendo todo lo que había en su cara, y se vistió...
diciéndome:
--- Eres un cielo... Oscar
Seguimos jugando los 7 hoyos que
nos quedaban, después me invitó a tomar un refresco en la
casa club y me propuso que fuésemos al cine y después a su
casa donde pasamos todo el fin de semana juntos pero eso os lo contaré
en otra ocasión .
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
NOTA DEL AUTOR : Me encantan las
mujeres maduras, soy un chico de Madrid de 21 años, atractivo, no
estoy mal dotado, cariñoso, caliente, morboso e imaginativo, me
gustaría recibir comentarios sobre este relato en mi dirección
de e-mail, en especial la opinión de las mujeres maduras de 35 a
70 años que lean esto y me digan si les ha gustado, escribidme mujeres
que apreciáis el morbo y el buen sexo para amistad picante y quién
sabe... ojalá me pudieseis premiar con la oportunidad de comeros
el coño y daros orgasmos increíbles. A las que respondáis
os mando mi foto.