Relato: jugando a los casados con mi primita carola
me llamo Juan, tengo 26 a�os, y esta maravillosa experiencia me sucedi� hace 1 a�o, y la tuve con mi prima Carola, que tan�a 11 a�itos; Carola es una ni�a muy linda, de piel morena clara y unos ojos grandes, detalles que resaltaban y se conjugaban perfectamente con ese lindo cuerpecito, Carola hacia notar en su cuerpo, un par de pechitos en desarrollo, junto con un par de nalguitas bien formaditas; en una tarde en mi casa, por azares del destino, nos quedamos solitos y empezamos a jugar a las escondidas, al final, vine a encontrarla en el cuarto de mis padres, empezamos aplaticar, y ella me pregunt� de repente �c�mo era estar casado con alguien?, le dije que a�n no me casaba, pero sab�a algunos cosas padr�simas que hacian los casados, y que si ella deseaba, yo pod�a ense�arle, "�c�mo son esas cosas?" -me pregunt�-. "bueno, te ense�o, pero tienes que hacer lo que yo te valla diciendo �ok?", "esta bien" -asent� de inmediato-, en un instante, empec� a besar sus peque�os labios, not� c�mo se resist�a, pero al momento le espet� "no tengas miedo, as� se juega", sent�a c�mo le empezaba a gustar ese juego que para ella era inocente, mientras yo me extasiaba mientras con mi lengua bat�a la suya dentro de su boquita; no tard� mucho en recorrer su piernita, desde la rodilla hasta su entrepierna, sent�a c�mo gem�a mientras acariciaba su vaginita, era una rajita lisita, sin bello, tierna como ella misma, nos recostamos sobre la cama al mismo tiempo que la despojaba de su ropa interior, sent� un cumulo de xcitaci�n al ver su peque�a rajita mientras urgaba con mis dedos el interior de su peque�a vagina, ve�a con agrado c�mo se le pon�an blancos los ojitos de la sensaci�n tan rica que experimentaba, en un momento, la llev� a arrodillarse frente a m�, y acto seguido, puse mi pene dentro de su boca mientras le ped�a que imaginara que se trataba de una paleta, lam�a una y otra vez y con esmero, tuve que hacer grandes esfuerzos para no venirme; de inmediato quise corresponderle y empec� a lamer su vulva, se retorc�a mientras gritaba "�as�, �s�, que rico, que rico!", no pude m�s y decid� que era el momento c�mbre, me puse encima de ella y empec� a empujar poco a poco mi falo entre sus piernitas, aquella ni�a de 11 a�itos me regalaba la m�s grande experiencia sexual de mi vida, era su peque�a vagina tan suave, tan rica y apretadita, que hac�a sentir un mar de emociones excitantes, al tiempo que ella gem�a sin parar, nos besabamos una y otra vez, hasta que termin� derram�ndo mi carga de leche dentro de ella, ambos terminamos extasiados en un grito de placer; debo decir que le encant� aquella experiencia, ya que seguimos "jugando" ese bello juego toda la tarde.