RELATO1
Todo comenz� de forma casual, en la primavera en que cumpli
los 16 a�os.
En el Instituto nos habian dado una charla sobre educaci�n
sexual y nos habian entregado un libro-folleto en el que venia una amplia
descripci�n de todo lo que nos habian explicado.
Todas las formas de practicar sexo, metodos anticonceptivos,
prevenci�n de enfermedades venereas, distintas practicas y opciones sexuales,
etc.
El libro venia profusamente ilustrado, con dibujos y
fotografias, para mejor comprensi�n.
A mi edad, todos estos temas eran apasionantes, ya que, para
un chico de 16 a�os, todo lo relativo al sexo tiene mucha importancia.
A esa edad, me excitaba con cualquier cosa y me masturbaba
con mucha frecuencia.
La charla que nos dieron y el libro, me aclararon muchas
dudas y conoc� cosas de las que no tenia la menor idea, pero algunas de estas
cosas, simplemente no las entendia o no me hacia a la idea de c�mo podian ser.
A esa edad, no solo era virgen, sino que ni siquiera habia
tocado nunca a una mujer, puesto que era bastante timido y retraido, como buen
hijo unico.
Mi madre siempre habia sido muy cari�osa conmigo, besos y
abrazos cada vez que la apetecia, cosa que a mi me encantaba, me mimaba y me
consentia mucho. Era la unica mujer, con la que no me ponia nervioso, porque yo
no la veia como una mujer.
Por aquel entonces, tenia 36 a�os, se habia casado muy joven,
a los 19 a�os, con mi padre, diez a�os mayor que ella.
Mi madre era una mujer de constituci�n peque�a, 1,55 m de
altura y 50 Kg. de peso, de buen ver, aunque no era una belleza, tenia buen tipo
y se conservaba bastante bien para su edad, a base de gimnasio y dieta rigurosa,
que nos imponia tambien a mi padre y a mi.
Yo por aquel entonces, media sobre 1,75 y pesaba en torno a
70 kg, de cuerpo atletico, debido a los distintos deportes que practicaba y a la
sana dieta que nos tenia sometidos mi madre.
Cuando mi madre descubri� el dichoso libro sobre el sexo,
supongo que lo comentaria con mi padre y de mutuo acuerdo, decidieron que fuera
ella la que abordar� el tema conmigo, ya que con ella tenia mas confianza.
Asi es que me pregunt� al respecto y yo le cont� lo de la
charla y lo del libro.
Ella me dijo, que le parecia muy bien, que hab�a "ojeado" el
libro y lo encontraba muy adecuado e instructivo, pero que si tenia alguna duda
se la planteara, a ella o a mi padre, seg�n los temas, a mi criterio.
Ella sabia perfectamente, que yo con quien mas confianza
tenia era con ella, ya que me sacaba absolutamente todo lo que queria con la
habilidad y celo propios de madre de hijo unico.
Por mi parte, lei y relei varias veces el susodicho libro,
pero habia cosas que efectivamente no acababa de comprender y ademas eran de las
que mas me interesaban.
No entendia muy bien los procesos de excitaci�n de las
mujeres, en cambio los de los hombres los tenia muy claros y ademas en nuestro
caso, cuando nos excitabamos se veia a simple vista, mientras que no alcanzaba a
comprender como se sabia cuando una mujer estaba excitada.
El libro explicaba los resultados de la excitaci�n femenina,
pero no decia nada respecto a como se podian saber estos resultados a simple
vista, que era lo que a mi me interesaba.
No me veia preguntandole semejante cosa a mi madre, pero por
otra parte, tampoco queria perder la oportunidad de enterarme al maximo sobre
los distintos aspectos de la sexualidad femenina, que tanto me apasionaban en
aquel momento, asi es que decid� hacerme el inocente y empezar por hacer a mi
madre preguntas faciles, para ver como reaccionaba y en funci�n a su actitud, ir
avanzando con preguntas mas atrevidas.
Despu�s de varios dias de darle vueltas al tema y dejando
siempre el libro visible, para que mi madre fuera consciente de la importancia
que le estaba dando al tema, decid� dar el primer paso.
Le dije a mi madre que habia decidido hacerle algunas
preguntas sobre los temas que no entendia, pero que tenia que prometerme que no
se lo iba a contar a mi padre, porque me daba mucha verg�enza, que si no era
as�, pues que preferia quedarme con las dudas.
Ella me prometi� que todo lo que hablaramos al respecto,
seria nuestro secreto.
En esto quedamos y yo le dije que le haria las preguntas,
cuando lo tuviera claro y en el momento oportuno, en lo cual ella estuvo de
acuerdo.
Por fin, se present� lo que yo consider� como el momento mas
oportuno, ya que mi padre se marchaba de viaje durante varios dias, por motivos
de trabajo, con lo que tendriamos tiempo suficiente para hablar todo lo que
quisieramos, sin ning�n problema.
Al dia siguiente de marcharse mi padre, cuando regres� a casa
por la tarde, le dije a mi madre que despu�s de cenar podriamos hablar sobre "lo
que ella ya sabia".
Mi madre me contest� que le parecia muy bien.
Todas las noches, despu�s de cenar, nos poniamos ropa comoda
y nos sentabamos en el salon a ver la televisi�n, normalmente en pijama o
similar, seg�n la epoca del a�o.
En este caso como estabamos a finales de primavera, yo me
pon�a un pijama de pateras y mangas cortas y mi madre uno de identicas
caracteristicas, pero de mujer, que tienen las calzonas mas cortas y mas
amplias.
Como no estaba mi padre, nos sentamos los dos en el sof� y
encendimos la tele, como siempre.
Mi madre inici� la conversaci�n, diciendome en un tono como
de complicidad que comenzara con mis preguntas cuando quisiera.
Yo le contest� que a pesar de que me daba mucho corte, estaba
dispuesto a hacerlo, siempre que respetara la confidencialidad, con respecto a
mi padre.
Ella me contesto en el mismo tono de complicidad que todo lo
que hablaramos seria un secreto entre los dos.
Yo por mi parte a�ad� que si alguna de mis preguntas le
resultaba violenta, pues que la dejabamos sin mas.
Ella me respondi� que se habia concienciado de que el tema
que ibamos a tratar, dada mi edad y visto el contenido del libro que nos habian
facilitado, seria escabroso, pero que estaba dispuesta a resolver todas mis
dudas, siempre y cuando ella supiera las respuestas, dado que tampoco era una
experta en sexo.
Me habia llevado el libro, como gui�n y para facilitar mis
preguntas, usando en alg�n caso las im�genes y fotografias del mismo.
La dije si le parecia bien que comenzara explicandole cuales
eran mis experiencias respecto al sexo.
Supongo que con lo cotilla que era respecto a todos mis
asuntos, este, del que hasta ahora no sabia nada, despertaba su mas absoluta
curiosidad, asi es que me apremi� para que comenzara cuanto antes.
La dije que era virgen, que no habia tenido ning�n tipo de
relaci�n con ninguna mujer, y que mi unico contacto con el sexo femenino eran
los besos y abrazos que ella me daba.
Ella, me dijo que lo de mi virginidad era normal a mi edad, y
luego en tono de broma a�adi� que al menos con los achuchones que ella me daba,
habia podido sentir el contacto con el cuerpo de una mujer�.
Yo la contest�, tambien en tono de broma, que ella no
contaba, porque era mi madre y los besos y abrazos que nos dabamos no tenian
ning�n interes sexual y a�ad� � al menos para mi�.
Ella me dijo siguiendo con la broma que efectivamente los
besos y abrazos que nos dabamos no tenian ninguna intenci�n sexual consciente
por parte de ninguno de los dos, pero que seg�n Freud, las madres eran el primer
referente sexual de los hijos, aunque en la mayoria de los casos, de forma
inconsciente.
Yo la contest� ya mas en serio que efectivamente algo de eso
habia leido en el libro. Lo buscamos y alli estaba todo lo referente al complejo
de Edipo�.
Mientras mi madre leia lo que ponia el libro al respecto, yo
comence a mirarla y creo que por primera vez, a verla como era en realidad,
primero su cara sonriente con sus labios moviendose, unos labios carnosos y
humedos, despu�s baje mi vista a sus pechos�.. sin sujetador�.. con los pezones
marcandose a traves de la fina tela de su camiseta�.. (Nunca me habia fijado en
que los pechos de mi madre tuvieran pezones), segu� con sus piernas�.. tenia
unos muslos preciosos� a traves de la fina tela de su calzona, se marcaban
claramente sus bragas�
Por un momento, perd� la nocion del tiempo y del espacio, mis
ojos se clavaban en cada parte del cuerpo de mi madre�.. mi mente estaba
traduciendo cada una de esas partes a objetos de deseo, tenia todo lo que me
atraia sexualmente de las demas mujeres y ademas estaba alli, a escasos
cent�metros de mi.
Por primera vez veia a mi madre como una mujer y ademas
�Estaba buenisima�! Casi de forma automatica not� como me excitaba y con gran
preocupaci�n, vi como un peque�o bulto comenzaba a hacerse visible en el
pantal�n de mi pijama. Instintivamente trat� de taparlo, poniendo mis manos
encima.
Mi madre me sac� de mi atontamiento, finalizando la lectura y
diciendome que las teorias de Froid a pesar que eran muy discutibles tenian un
fondo de realidad, ya que los hijos con la primera mujer y como en mi caso hasta
cierta edad, con la unica mujer que se relacinan es con su madre, por lo que en
muchos casos, son su unico referente del sexo contrario.
En el mismo capitulo del libro, yo sabia que seguia hablando
sobre el incesto, pero mi madre, al llegar a ese punto habia dejado de leer, por
lo menos en voz alta, ya que como yo me habia quedado como alelado, pues no
habia apreciado el tiempo que habia trascurrido.
Pero de alguna manera, lo que habia leido tambien afect� a mi
madre, su voz ya no era tan distendida como antes y su cara se habia puesto
seria.
Estaba claro que el contexto habia cambiado, desde luego para
mi totalmente, mi intenci�n inicial de aclarar dudas, habia dejado paso a una
nueva perspectiva, la de sacar el mayor provecho posible de la situaci�n.
Las preguntas ahora las haria con una doble intenci�n, por
una parte la de aclaraci�n y por otra la de ver la reacci�n de mi madre, el
morbo se habia convertido en mi principal objetivo.
Mi madre, con ese sexto sentido de las madres, intuy� que
algo habia cambiado y tambien de forma automatica se puso en guardia.
Cerrando el libro, dijo que nos estabamos saliendo del tema,
instandome a que comenzara a plantearle mis dudas.
Yo como si no hubiera pasado nada, segu� con el tema de mis
experiencias sexuales� la dije que me masturbaba�.
Mi madre, tratando de adoptar una actitud de normalidad, me
pregunt� que si lo hacia muy a menudo.
La contest� que si, que con bastante frecuencia.
Estaba claro que el tema habia despertado su interes, me
miraba con cara de comprensi�n y siguiendo con el tema, me pregunt� con que me
excitaba para masturbarme.
La contest� que con revistas, con paginas de Internet que
tratan temas de sexo y con mi profesora de lengua, que era mi fantasia sexual
preferida.
Como yo soy mas alto que ella, la observaba con ventaja, ya
que ella tenia que levantar un poco su cabeza cuando queria mirarme
directamente, mientras que yo la podia observar desde mi posici�n normal.
Me d� cuenta que en varias ocasiones habia dirigido su mirada
hacia mi entrepierna, donde seguian apoyada mis dos manos, tratando de ocultar
el bulto que cada vez era mayor.
Ella para dirigirse a mi de nuevo levanto su cabeza, momento
que yo aprovech� para colocarme el pene, que al ponerse duro se habia quedado
atravesado, poniendolo en posici�n normal, esto hizo que el bulto se hiciera mas
evidente, puesto que mi pene casi se salia por la parte superior de mi pijama,
dado el tama�o y grosor que estaba adquiriendo.
Mi primera reacci�n fue de nerviosismo, puesto que habia
empeorado la situaci�n, pero de pronto, de forma instintiva movi mis manos y
dej� de tratar de ocultar lo que ya no tenia remedio.
Mi madre, ajena a todo esto, me dijo en tono preocupado, que
mi profesora de lengua era una mujer casada y muy mayor para mi (La conocia muy
bien, ya que vivia en nuestra misma calle), que podia ser mi madre�.
De pronto se qued� callada, su cara se puso roja, desvio su
vista de mi cara y supongo que sin pretenderlo, la pos� sobre mi "paquete", todo
ocurrio en un instante�
En su cabeza supongo que se estaban agolpando las ideas, � me
gustaban las mujeres mayores�.. lo del complejo de Edipo y mi mas que evidente
excitaci�n�
Sin decir nada, se levant�, sali� del sal�n y se dirigi� a la
cocina, donde vi como se tomaba un baso de agua, supongo que para tranquilizarse
y ordenar sus ideas.
Yo aprovech� para levantarme y colocarme bien mi pene, que de
momento habia perdido su dureza y se habia quedado morcillon.
Cuando regres�, yo estaba sentado mirando distraidamente la
televisi�n, como si no hubiera pasado nada.
Ella se sent�, mirandome con una sonrisa un tanto forzada y
me dijo, tambien tratando de aparentar serenidad, que a mi edad todo lo que le
habia contado era normal, mir� hacia mi entrepierna y se percat� de que esta
parte tambien se habia tranquilizado, aunque seguia habiendo un perceptible
bulto.
A mi cada vez me estaba gustando mas la situaci�n, asi es que
decid� echarle un poco mas de le�a al fuego�, como sin darle ninguna
importancia, mirandola a la cara y poniendo cara de ni�o bueno, la dije que
tenia un problema con lo de la masturbaci�n, pero que me daba mucho corte
explicarselo.
Mi madre me dijo que habiamos quedado en que la iba a contar
todos mis problemas, asi es que por ella que no me preocupara, fuera lo que
fuera, que no me diera verg�enza.
Yo ya, dominando la situaci�n, la dije como en voz baja, que
no sabia si tenia fimosis y que mi pene tenia una especie de pliegue en la parte
baja del glande que tampoco sabia si era normal.
Mi madre se removi� como inquieta y su vista se fue
directamente a mi paquete, que de nuevo habia comenzado a crecer, se dio cuenta
y desvio la mirada hacia otro sitio, sin saber muy bien donde mirar.
Finalmente, me dijo que si no lo habia comparado con las
fotos del libro.
Cog� el libro y lo abr� por el capitulo en el que describian
el pene, todo estaba clarisimo y ademas los dibujos eran muy explicitos.
Yo la se�ale en uno de los dibujo a lo que me referia y ella
me dijo que eso era el frenillo y que como podia ver por el dibujo era normal.
Yo que lo que queria era meterle morbo al asunto, la contest�
que a mi no me salia el glande como en el dibujo y que me dolia mucho cuando
intentaba forzarlo.
Ella me dijo que eso si que podia ser fimosis, que tendriamos
que ir al medico para que me lo viera.
Yo en ese momento, decid� dar un paso mas y sin ning�n rodeo,
la dije que ya que estabamos, porque no me lo miraba ella, que me daba mucho
corte tener que ense�arle mi pene a un medico.
Mi madre se ech� hacia atr�s en el sof�, como sopesando mis
palabras y tard� bastante en contestarme.
Finalmente me dijo que preferia que me lo viera un
profesional, ya que ella no tenia experiencia y podia equivocarse en el
diagnostico, tratando de salirse por la tangente.
Yo insist�, pidiendoselo por favor y diciendola para tratar
de convencerla, que al fin y al cabo estabamos hablando de un problema fisico y
que ademas estaba seguro que si se tratara de cualquier otra parte de mi cuerpo
no tendria ning�n inconveniente.
Ella trat� de explicarme que no era porque fuera esa parte
del cuerpo en especial, sino porque consideraba que no tenia suficientes
conocimientos al respecto.
Yo, tratando de forzar el tema, la coaccion� diciendola que
lo que pasaba era que le daba corte verme el pene y que no podia entender su
actitud, ya que ella era la que habia insistido para que la expusiera mi
problema�
Ella visiblemente nerviosa y con su cara como un tomate, me
dijo que estaba bien, que se lo ense�ar�, pero que no podia prometerme nada al
respecto.
Yo sin mas pre�mbulos, me puse de pie delante de mi madre y
me baj� a la vez el pijama y los calzoncillos. Mi pene que en ese momento estaba
totalmente tieso, salt� como un resorte y qued� apuntando al techo, a la altura
de la cara de mi madre.
La cara de mi madre era un poema, sus ojos abiertos como
platos, su boca tambien abierta y su cara totalmente roja, incapaz de
reaccionar�.
Yo para tratar de relajar la tensa situaci�n, la dije, que
con la conversaci�n me habia excitado un poco, pero que eso era bueno, porque
asi podria apreciar mejor mi problema.
Ella balbuceando sus palabras me dijo que se habia quedado
sorprendida, tanto por mi estado de excitaci�n, como por el tama�o del pene, ya
que creia que a mi edad, seria bastante mas peque�o.
Yo para seguir relajando la situaci�n, la pregunt� como
estaba de tama�o, comparandolo con el de mi padre.
Ella ya asumida la situaci�n, me contest� que poco mas o
menos, pero que dada mi edad, me tendria que crecer algo mas, con lo que seguro
que lo llegaria a tener mas grande que el de mi padre (Lo dijo como con cierto
orgullo, por ser ella mi madre)
Yo la dije que observara mi problema, para lo cual trat� de
sacar el glande del prepucio, sin ning�n interes en forzarle, quedandolo solo
asomando un poco, sin que se viera el frenillo.
Ella, ya poniendo todo su interes, me dijo que lo forzar� un
poco mas, pero sin hacerme da�o.
Yo la dije que porque no lo intentaba ella, esperando una
negativa airada por su parte, pero lo tenia que intentar.
Mi sorpresa fue cuando mi madre, ya totalmente metida en su
personaje de experta, tomo mi pene con su mano derecha y comenz� a tratar de
sacarme el glande, mas suavemente incluso que yo lo habia echo, supongo que por
miedo a hacerme da�o.
Como no salia, subio la piel hacia arriba y volvio a bajarla
un poco mas y sigui� con este movimiento, subiendo y bajando la piel de mi pene,
lentamente�. en realidad, supongo que inconscientemente, por lo menos al
principio, me la estaba meneando y yo estaba empezando a disfrutar con este
inesperado meneo.
En cada movimiento hacia abajo, mi glande aparecia cada vez
mas, totalmente brillante e incluso ya comenzaba a verse tambien el frenillo, de
pronto mi madre, animada por el �xito y deseando conseguir su objetivo, me dijo
que no salia mas porque estaba seco y que habia que lubricarlo.
Se mojo un dedo de su mano izquierda con saliva mientras que
con la otra mano seguia meneandomela lentamente, con el dedo de su mano
izquierda esparcia saliva en la punta de mi prepucio, asi una y otra vez,
poniendo todo su empe�o, pero con mucho cuidado de no hacerme da�o.
Mi madre estaba excitada con la idea de que iba a conseguir
resolver un importante problema a su querido hijo y ya no reparaba en medios
para conseguir lo que se habia propuesto, pero tambien se estaba excitando
sexualmente, inconscientemente al principio, pero a partir de un determinado
momento el instinto sexual comenz� a actuar y mi madre empez� a darse cuenta de
la situaci�n.
Su ojos no se separaban de mi polla, que estaba apunto de
reventar y cada vez la costaba mas trabajo mojarse el dedo, puesto que su boca
se le secaba�.constantemente humedecia sus labios con la lengua y su respiraci�n
se entrecortaba�.
Yo que ya estaba haciendo verdaderos esfuerzos para no
correrme, la dije como para tratar de ayudarla en su empe�o, que porque no me lo
mojaba directamente con su lengua.
Mi madre sin decir ni una palabra al respecto, acerc� su boca
a mi polla y comenz� a ensalivarmela con la lengua�.
Aquello fue demasiado� sent� la inminencia de mi eyaculaci�n
y sin pensarmelo dos veces, sujet� con mis dos manos la cabeza de mi madre y
suavemente introduje mi polla en su boca, comenzando inmediatamente a correrme
dentro de ella.
Mi madre, consciente de lo que estaba sucediendo y ya
totalmente dominada por su instinto sexual, me comia literalmente la polla,
tragandose todo el semen que podia, mientras seguia meneandomela, ahora ya sin
contemplaciones.
Ella, que tambien debia estar teniendo un tremendo orgasmo,
chupaba y meneaba mi polla desesperadamente, me acariciaba los huevos, apretaba
mis nalgas�. Yo seguia corriendome, no se cuantos chorros lance dentro de su
boca�.
Finalmente solt� su cabeza. Ella ya sin ning�n reparo, sigui�
chupando y lamiendo mi polla un rato mas, hasta que por fin, tambien comenz� a
relajarse. Sac� mi polla de su boca y me mir� con las facciones desencajadas,
mientras el semen que no habia podido tragar, la escurria por la comisura de los
labios.
Se dej� caer hacia atr�s, con la mirada nublada, la boca
abierta, jadeando�., sus pechos subian y bajaban al ritmo de su agitada
respiraci�n�., supongo que apurando los ultimos estertores de su orgasmo.
Yo me habia quedado alli, de pie, con mi polla colgando y sin
saber que hacer, era la primera vez que me la chupaban y habia sido mi madre�..
En aquel momento mi mayor deseo hubiera sido tirarme encima
de ella, abrazarla, besarla, comerme sus pechos�. esos pechos, que con los
pezones totalmente marcados, se movian al ritmo de su agitada respiraci�n�
Pero la prudencia se impuso, me subi el pijama y los
calzoncillos, me incline y la d� un beso en su mejilla, como todas las noches,
me acerque a su oreja y le dije: - Buenas noches y gracias por todo mama, que
descanses y hasta ma�ana.
Ella sujet� mi cabeza con sus dos manos, mientras me besaba
repetidamente y con su voz entrecortada me susurro al oido: - hasta ma�ana
cari�o�.
Me met� en la cama, con la cabeza hecha un lio, al momento,
sent� como mi madre entraba en el servicio y se daba una ducha, supongo que para
relajarse.
A la ma�ana siguiente, cuando me levant� mi madre ya esta en
la cocina, asi es que despu�s de ducharme, fui a desayunar.
Como todas las ma�anas, me acerque a mi madre y la d� un
beso, diciendola: -Buenos dias mama.
Ella siempre aprovechaba ese primer beso de la ma�ana, para
darme un fuerte abrazo y comerme a besos y esta vez tambien lo hizo, lo que pasa
es que para mi y supongo que tambien para ella, aunque tratabamos de actuar con
toda normalidad, todo era distinto.
Cuando me abraz� y comenz� a besarme en la cara, yo por
primera vez sent� sus pechos presionando sobre mi pecho (Ella seguia en pijama y
sin sujetador) y al corresponder a su abrazo, mis manos presionaron en su
espalda, para conseguir un mayor contacto con sus pechos.
Otras veces yo trataba de zafarme de sus abrazos, diciendola
que me dejara en paz y que no fuera tan pesada, pero en esta ocasi�n, no solo no
hice tal cosa, sino que trat� de prolongar el abrazo y ademas comence a besarla
tambien en la cara y en el cuello, haciendo como que me la comia.
Ella finalmente y con mucha habilidad, se separ� y me sirvi�
el desayuno.
Mientras desayunaba, se sent� a mi lado y con una expresi�n
de complicidad en su cara, me dijo: - Supongo que el problema que me planteaste
ayer debi� quedar resuelto �No?
Yo sin mirarla a la cara, simulando una verg�enza que desde
luego no estaba sintiendo la contest�: - Si mama, totalmente resuelto y ademas
no se como expresarte mi agradecimiento, por tu inestimable ayuda.
Ella me contest� que todo se habia producido de una forma
natural y que desde luego de esa forma nos habiamos ahorrado una, para mi
violenta visita al medico.
Sigui� argumentando que en realidad no habiamos hecho nada
malo, pero que no obstante, tal y como habiamos acordado, todo lo ocurrido tenia
que ser nuestro secreto.
Yo le conteste que por supuesto que todo lo que habia
ocurrido seria nuestro secreto y a�ad� que igual que todo lo que trataramos
sobre el mismo tema en adelante, puesto que por mi parte tenia la intenci�n de
seguir planteandola mis dudas y mis problemas sobre el sexo, tal y como habiamos
acordado.
Ella me dijo que se alegraba de que no le diera mayor
importancia a lo que habia sucedido y de que siguiera teniendo la misma
confianza con ella, para seguirle planteando mis dudas y problemas sobre el
tema.
Asi qued� la cosa, yo me march� al colegio, como un hombre
nuevo, me sentia seguro, parecia como si mi timidez hubiera desaparecido, estaba
claro que lo sucedido con mi madre estaba afectando positivamente a mi
personalidad.
El dia trancurrio con normalidad, yo habia estado dandole
vueltas todo el dia a lo sucedido la noche anterior y no me lo acababa de creer,
mi madre me habia masturbado, me la habia chupado, me habia corrido en su boca y
por los s�ntomas y lo que habia leido en el libro, ella habia tenido tambien un
orgasmo�
Y lo mejor de todo es que aparentaba no darle ninguna
importancia, con lo que impl�citamente me estaba animando a seguir por ese
camino, como si fuera algo normal.
Pens� que habiamos iniciado un juego, con unas reglas
tacitas, que no debiamos romper, yo en mi papel de hijo ingenuo y apocado, con
mis problemas e ignorancia sobre el sexo y ella como madre experta y dispuesta a
resolver todos mis problemas con metodos expeditivos.
Ella evidentemente no iba a tomar ninguna iniciativa, por lo
menos de momento, era yo el que tenia que seguir avanzando, pero sin pasarme,
para que ella pudiera seguirme el juego con cierta comodidad, sin hacerla
sentirse violenta.
Yo tenia claro que una vez puestos y sucedido lo sucedido, lo
queria todo, queria sus pechos, acariciarlos, sobarselos, comermelos�. Queria su
co�o, tocarselo, comermelo, como habia visto en las revistas y sobre todo
meterme dentro de el� follar con mi madre� hacerlo todo con ella y ademas queria
hacer todo esto con su consentimiento y colaboraci�n.
Lo que no tenia claro era como ni por donde empezar, pens�
que despu�s de chuparmela, el conseguir sus pechos no debia ser dif�cil, asi que
opt� por empezar por ellos.
Por la noche, despu�s de cenar, cuando nos sentamos en el
salon, los dos sabiamos que teniamos una conversaci�n pendiente, asi es que,
supongo que para animarme, fue mi madre la que dirigiendose a mi en tono como de
broma, me dijo: - Bueno, si quieres podemos seguir por donde lo dejamos ayer,
porque supongo que tendr� mas dudas y problemas que plantearme.
Yo la contest� con total descaro, que dada la forma en que
habia solucionado el primer problema que la habia planteado, estaba loco por
plantearle el resto de mis problemas.
Ella se sonrojo y se puso un poco nerviosa, cre� que me habia
pasado, pero mirandome directamente a la cara, para demostrarme su
determinaci�n, me dijo: - Pues bien cuando quieras me puedes plantear el
siguiente problema.
Ella habia dicho "problema", no "pregunta", con lo que de
alguna manera me estaba facilitando o induciendo a que la plantease casos
practicos, mas que preguntas teoricas, asi es que sin pensarmelo mucho la dije
que aunque lo habia leido en el libro y visto en las revistas, no acababa de
comprender para que servian los pechos de las mujeres en las relaciones
sexuales, puesto que no les veia ning�n tipo de funci�n clara.
Ella me dijo que ejercian un gran atractivo para los hombres,
que su funci�n era puramente sicologica y que ademas estaba claro que sus pechos
ejercian una gran influencia en mi, puesto que se habia dado cuenta de la forma
que se los miraba.
Yo la dije que efectivamente sus pechos me gustaban mucho�.,
que si me dejaria tocarlos para comprobar lo que se siente.
Ella me dijo que no tenia nada de malo, que se los tocara,
que lo podia hacer para comprobar lo que me habia dicho.
Como estabamos sentados el uno al lado del otro, me volvi
hacia ella y deslice mi mano derecha por debajo de su camiseta hasta alcanzar
uno de sus pechos, lo empece a acariciar� su pezon estaba erecto� se lo
pellizque con delicadeza�.
Ella comenz� a subirse la camiseta, yo pense que era para
facilitarme el acceso, pero continu� subiendosela hasta que se la sac� por la
cabeza, echandola aun lado.
Sus dos pechos quedaron asi a mi entera disposici�n� lance mi
otra mano y comence a sobarle los dos pechos a la vez, mi madre se habia
recostado un poco para facilitarme mi labor�
De pronto me dijo que parara un momento, yo me qued� quieto,
con mis dos manos en sus pechos, ella me las separ� y me dijo: - Bueno veamos el
efecto que han tenido mis pechos en ti�.
Dirigi� su mirada hacia el enorme bulto que tenia entre mis
piernas y dijo con cierta ironia: - Como puedes observar, parece que el efecto
es evidente, supongo que ya lo tienes bastante claro.
Yo la conteste que efectivamente, tenia toda la razon, como
siempre, pero que ya que estabamos en esta situaci�n, porque no me dejaba seguir
para desahogarme, como tan amablemente habia hecho el dia anterior.
Ella me contest� que la parecia bien, pero que a ella como
era facil suponer, tambien le afectaban las caricias, que yo tenia que
comprender que esto era normal y no interpretarlo de ninguna otra manera.
Yo la contest� que lo tenia claro y que lo logico es que los
dos nos excitasemos y nos desahogasemos como habiamos hecho el dia anterior.
Ella como dandome su autorizaci�n, se recost� hacia atr�s,
ofreciendome los pechos en todo su esplendor.
La pregunt� si podia chuparselos tambien, a lo que me
contest�, que los pechos estaban a mi disposici�n para hacer con ellos lo que
mas me gustara, que lo que queria era que disfrutara al maximo, ya que ella iba
a hacer lo mismo.
Como un poseso, me lance a por su pechos y comence a
comermelos literalmente� los chupaba, los mordia, los acariciaba�.
De vez en cuando sacaba mis fauces de sus pechos y sin dejar
de manosearselos, la miraba a la cara, ella tenia los ojos entornados y jadeaba
suavemente, cuando volvia a meter mi cabeza entre sus pechos, ella me acariciaba
el pelo�
Despu�s de un largo rato de comerme sus pechos, me di cuenta
que me gustaba mirar su cara, mientras se los acariciaba, con sus ojos
entornados, sus labios entreabiertos y su respiraci�n entrecortada�.
De pronto, sent� que me iba a correr inminentemente, asi es
que sin ning�n tipo de pre�mbulo, mientras apretaba sus dos pechos con ambas
manos, me lance hacia su entreabierta boca y comence a besarla apasiandamente,
metiendola mi lengua hasta dentro, ella recibio mi lengua con la suya, mientras
que con una de sus manos apretaba mi cabeza, para que no pudiera separarme.
Yo instintivamente, saque mi mano izquierda de su pecho y
busque su mano libre, se la cog� y la met� dentro de mis calzoncillos,
inmediatamente not� como apretaba con ella mi polla y en ese mismo momento
comence a correrme�.. su mano se movia, tratando de menearmela y llenandose de
mi semen�
Sent� como su cuerpo se tensaba� deje por un momento libre su
boca y comence a comerme su cuello, mentras ella comenzaba a gemir e incluso a
soltar algun que otro grito de placer, una vez mas, los dos nos estabamos
corriendo a la vez.
Ella habia sacado mi polla fuera y seguia apretandola y
meneandola, mientras seguia soltando borbotones de semen, de pronto me apart� un
poco, con ternura, pero con decisi�n, yo me eche hacia atr�s, sin saber muy bien
lo que pasaba� ella echo su cabeza hacia delante y se metio mi babeante polla en
su boca, comenzando a chuparmela, con verdadera pasi�n�
Despu�s de un buen rato de chuparme la polla, hasta que me la
qued� totalmente limpia, se echo hacia atr�s en el sof� y los dos nos quedamos
como muertos, su cara tenia una expresi�n de relajaci�n y de satisfacci�n, se la
veia preciosa, el amor que sentia por mi madre, habia subido de grado, me d�
cuenta que me habia enamorado de ella� la amaba, la queria, la deseaba, la
necesitaba, no queria seguir jugando, queria que ella supiera cuales eran mis
sentimientos�
Pero tenia miedo a estropearlo todo, asi es que ya que los
dos aceptabamos las reglas del juego y lo estabamos jugando sin ning�n tipo de
trabas, decid� seguir por ese camino, para conseguir mis objetivos, pero tenia
que ser ya, no queria esperar mas, mi madre tenia que ser mia cuanto antes,
queria estar dentro de ella, tenia que follarmela�.
Asi es que sin darle tiempo a reaccionar, la pregunt� que si
se lo habia pasado bien, ella, todav�a con la voz entrecortada, me respondi�: -
Maravillosamente �Y tu?
Yo la respond� que en mi caso era evidente, como habria
podido comprobar por la cantidad de semen que habia expulsado y a�ad�, que en su
caso no era tan evidente.
Ella en un gesto de sinceridad total, dado el contexto en el
que estabamos, me dijo que si hubiera tocado su sexo como ella habia hecho con
el mio, que tambien lo habria notado, ya que aunque las mujeres no eyaculan como
los hombres, su sexo se lubrica con un liquido similar, llegando seg�n la fuerza
del orgasmo a salir de la vagina y mojar las bragas.
Inmediatamente la contest�, que me encantaria poder comprobar
lo que me estaba diciendo, si la parecia bien.
Ella me dijo que si y se reclin� un poco mas en el sofa, para
facilitarme el acceso.
No me lo podia creer, iba a tocarle el co�o a mi madre�
Con decisi�n, introduje mi mano derecha por dentro de sus
bragas� lo primero que toque fueron los pelos de su pubis, segui avanzando hacia
dentro hasta llegar a su co�o, apret� un poco con el dorso de mi mano en sus
bragas para separarlas y con la punta de los dedos, comence a acariciarla�.
Efectivamente todo estaba humedo� mis dedos entraban y salian en aquel
maravilloso sitio�
Mi polla se habia puesto de nuevo a cien por hora�. Mir� la
cara de mi madre y su expresi�n era maravillosa, evidentemente la estaban
gustando mis caricias.
Con voz temblorosa, me dijo, que como podia ver, estaba
bastante mojada, porque habia tenido un maravilloso orgasmo y a continuaci�n me
pregunto si me gustaba lo que estaba haciendo.
Yo la contest� que me encantaba, que si no la importaba que
siguiera acariciandola un poco mas.
Me dijo que por ella no habia ningun inconveniente, pero que
si seguia, la iba a producir otro orgasmo, ya que estaba acariciando la parte
mas sensible de una mujer.
La contest� que a mi tambien me gustaba mucho y que seguro
que volveria a correrme de nuevo.
Ella me dijo, que ya que habiamos empezado este nuevo
capitulo de nuestras clases de sexo, que deberiamos hacerlo bien, para que ambos
lo disfrutaramos al maximo y me sirviera de experiencia�.. para ello, era
necesario que ella se quitase las bragas, por lo que, dado que no queria que
mancharamos el sof�, lo mejor seria que nos fueramos a su dormitorio�
Yo no me lo podia creer, lo bien que me estaba saliendo todo�
cada vez tenia mas claro que mi madre estaba dispuesta a colaborar en todo
cuanto la planteara y llegue a la conclusi�n de que posiblemente tuviera los
mismos objetivos y la misma estrategia que yo.
La contest� que me parecia muy bien y que ademas en la cama
siempre estariamos mas comodos, para cualquier otra duda que se me pudiera
plantear.
Ella me dirigi� una mirada de complicidad, con una sonrisa,
que a mi se me antoj� de total entrega.
Nos levantamos y nos dirigimos a la habitaci�n ella desnuda
de medio cuerpo, con sus preciosos pechos al aire y yo de tan solo pensar en lo
que se me venia encima, totalmente empalmado, sin preocuparme por ello y sin
tratar de disimularlo.
Cuando llegamos a su dormitoria, ella retir� la colcha,
poniendola encima de un sillon y sin mas pre�mbulos, se despoj� de su calzona y
de sus bragas, quedandose totalmente desnuda delante de mi.
Viendo mi cara, que debia ser un poema, me dijo, que si antes
de nada, no me gustaria abrazarla desnuda, para a�adir esa experiencia a mi
repertorio sexual.
Entre incredulo y atontado, me dirig� hacia ella, para
abrazarla, pero cuando lo iba a hacer, me dijo que seria mucho mejor si yo
tambien estaba desnudo.
Como un automata, sin darme apenas cuenta de lo que estaba
haciendo, me despoje de tota mi ropa y me qued� totalmente en cuero, en ese
momento me percat� de que mi polla apuntaba directamente al techo.
Mi madre que se habia dado cuenta de mi situaci�n, se acerco
a mi y me abraz�, quedando mi polla pegada a su vientre, dado que soy mas alto
que ella.
La rodee con mis brazos y ambos comenzamos a acariciarnos, yo
la besaba en el cuello y ella a mi en el pecho, asi estuvimos un buen rato,
hasta que de pronto ambos nos miramos fijamente a los ojos y nos fundimos en un
apasionado beso en la boca.
En un momento que aflojamos nuestros labios y nuestros
cuerpos, mi madre se gir� en redondo, ofreciendome su espalda, mi polla qued�
apollada en la parte superior de su trasero y mis manos se fueron directas a sus
pechos, tenia el espejo de la coqueta delante y en el pude ver reflejada nuestra
imagen.
Mi madre tenia una cara de placer, con sus labios
entreabiertos y sus ojos entornados, mientras yo acariciaba sus pechos, de
pronto me d� cuenta que en esa posici�n, podia acceder f�cilmente a su sexo, asi
es que dirigi mi mano derecha a el, consiguiendo mi objetivo con gran facilidad.
Con mi dedo coraz�n comence a acariciar lo que supuse era su
cl�toris y dado los gemidos que comenz� a emitir mi madre, estaba claro que
habia acertado.
Metia y sacaba mi dedo en su lubricado co�o, acariciando y
frotando por todas partes.
Mi madre me confirm� entre jadeos, que eso era el cl�toris,
que se lo siguiera acariciando, puesto que ese es el sitio mas sensible de las
mujeres.
Yo por mi parte, me habia agachado un poco y habia conseguido
meter mi polla entre media de sus muslos, con lo que la veia asomar por delante,
en el espejo.
Mi madre entre gemidos me preguntaba si me gustaba yo la
decia que si, que era maravilloso.
Ella se inclin� hacia delante, apollandose en la coqueta, mis
manos quedar�n apolladas en sus caderas, no sabia muy bien que es lo que
esperaba que hiciera, pero instintivamente me separ� un poco, y mi polla se
coloc� autom�ticamente en la entrada de su co�o, me agach� un poco mas para
conseguir el angulo adecuado y sin apenas darme cuenta, mi polla comenz�
adeslizarse dentro de su lubricado co�o.
Ella para facilitarme la labor estir� su cuerpo y apret� su
culo hacia atr�s, con lo que mi polla se introdujo hasta dentro� mis test�culos
quedaron pegados a su trasero.
Mi madre peg� un grito de placer y yo, sin dar credito a lo
que estaba sucediendo, comence a correrme dentro de aquel maravilloso agujero�
apretaba con fuerza sus caderas, intentando traspasarla con mi polla�
Pasados los primeros segundos de desconcierto,
instintivamente, comence a moverme dentro de ella, al principio despacio,
acompasando el ritmo a los latidos de mi polla, que seguia bombeando semen,
despu�s mas deprisa, como si quisiera que no se acabara nunca.
Pendiente de mi mismo, hasta ese momento no me habia
percatado de que mi madre estaba gimiendo y dando verdaderos gritos de placer,
mientras tenia un maravilloso orgasmo, sent� como su co�o se contraia y
literalmente succionaba mi polla una y otra vez, yo me habia vuelto como loco,
seguia metiendo y sacando mi polla en un co�o cada vez mas dilatado y
chorreante.
Finalmente los dos nos quedamos parados, nos separamos y casi
al unisono, nos desplomamos sobre la cama, totalmente exhaustos.
Mi madre me habia ofrecido una nueva clase de sexo y la
habiamos culminado con sobresaliente.
En realidad los dos dias que duraron las clases de sexo con
mi madre, equivalieron a un master y desde entonces mi vida cambio radicalmente.