Hola a todos de nuevo y lamento el retraso de este nuevo
relato. Esta vez ser� yo, Ver�nica, la que os escriba. Ante todo, agradecer las
palabras de todos aquellos que os hab�is puesto en contacto con nosotros. Ya
sab�is, pod�is comentarnos lo que quer�is a nuestros correos:
y
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO.
Lo que os voy a contar ocurri� a nuestra vuelta de
vacaciones, todav�a en agosto. Mi marido y yo comentamos lo fabuloso y
excitantes que hab�an sido los 15 d�as que nos tomamos de vacaciones. As� que
coincidimos en no abandonar del todo el clima de voluptuosidad y libertad que
practicamos en Galicia. Siempre de mutuo acuerdo.
As� que un par de d�as despu�s de volver, nos fuimos a
disfrutar de la noche. Yo ya ten�a en mente lo que quer�a aquella noche. Y no
era m�s que cumplir con una de mis fantas�as sexuales, como le dije a Xavi,
quer�a disfrutar por primera vez de un semental negro. Con ello no quiero decir
que lo que busco con ello es amantes con una herramienta espectacular, solo que
sent�a cierto morbo por llevarme a la cama a un chico negro y experimentar una
especie de lado salvaje. Bueno s�, y tambi�n comprobar si el dicho acerca del
tama�o era cierto, pero a modo de curiosidad. Supongo que algunas mujeres
entender�n lo que digo.
Bueno, pues salimos y fuimos a un local en que sonaban ritmos
brasile�os. Entramos en el local y nos dimos unos meneos bailando y viendo que
tal estaba el ambiente y el personal. La verdad es que hab�a un par que cumpl�an
las expectativas que me hab�a planteado esa noche, as� que tras hablarlo con
Xavi, nos decidimos a intentarlo.
Bueno, el momento de decidirte, de acercarte a la persona en
concreto es bastante excitante. No sabes como va a salir, sientes los nervios y
la excitaci�n de estar haciendo una locura, con el coraz�n que parece que vaya a
salirme por la boca.
As� me acerqu� a la zona en donde estaban los dos (no iban en
el mismo grupo pero estaban cerca). Uno de ellos ten�a pareja (me excitan
casados, pero no delante de ella claro), as� que me lo jugu� a una sola carta.
Me puse a bailar cerca de mi objetivo. Ten�a el pelo cortado al cero, metro
noventa de estatura y bastante musculoso, llevaba una camisa negra trasparente
totalmente apretada contra sus musculos y un pantal�n de tela tambi�n negro.
Yo llevaba un top sin tirantes y sin mangas, de color beige y
apretadito a mis senos, con el ombligo y la cintura al aire y unos pantalones
rojos, bien ce�idos a mi cuerpo. Me puse a bailar cerca de �l, sola e
inmediatamente sent� su inter�s. Nuestras miradas se cruzaron un par de veces,
una sonrisa prometedora y ya lo ten�a a mi lado poni�ndose a bailar conmigo.
Empezamos a bailar, �l bailaba de maravilla, estaba para
com�rselo all� mismo. Y poco a poco nos fuimos animando, para hablar ten�amos
que acercarnos mucho, por lo que el contacto de nuestros cuerpos era tan
excitante como natural. Poco a poco nos fuimos animando. Me mov�a de manera
sensual, llevaba mis manos a mi cabeza, cruzaba una mirada de deseo con �l. Le
permit�a sus manos en mi cintura, en mi espalda... y poco a poco el roce de
nuestros cuerpos fue siendo m�s y m�s lascivo. Cada vez que entr�bamos en
contacto, bien fuese por delante o por detr�s, notaba su turbaci�n bajo los
pantalones y no ten�a problemas en que apoyase contra mi vientre o mis nalgas su
entrepierna. Est�bamos muy calientes para ese entonces.
Ya estaba dispuesta. Era mi hombre. As� que en un cambio de
canci�n, me dirig� a mi marido, que lo miraba todo desde cerca y le dije, con
una sonrisa p�cara, que estaba hecho. Trat� de ser disimulada, pero cuando volv�
a por mi semental, este, abraz�ndome me pregunt� extra�ado que quien era ese.
Bueno, la cara que puso cuando le dije que era mi marido fue de antolog�a. Me
acerc� aun m�s a �l, algo molesto y colocando una de sus manos en mi trasero,
apret�ndome contra su erecci�n me recrimin� con estas palabras m�s o menos:
- O sea, �que te he estado calentando para que ahora te
disfrute tu maridito y a m� me dejas aqu� tirado con esto (apretando su
entrepierna contra mi vientre) preparado?
Era buen chico, aun molesto, estaba a punto de dejarme ir
para que me desfogase con mi marido. Eso me encant�, no me gustan los que son
tremendamente posesivos. Le dije, entre caranto�as que mi marido era bastante
comprensivo y nada celoso. Le dije que �l nos llevar�a a mi casa y all�
podr�amos pasarlo mejor. Segu�amos apretados, con sus manos en mis nalgas. Aun
tuve que asegurarle, y luego m�s tarde mi marido, que no era tema bisexual ni
nada por el estilo. Pero estaba totalmente excitado (lo notaba apoyado en mi
vientre) y al final no puso reparos. Le cont� sin reparos que a �l le gustaba
verme con otros y no puso m�s inconvenientes.
De all� nos fuimos en nuestro coche, Xavi iba delante
conduciendo y yo me met� atr�s con mi acompa�ante, que por cierto su nombre es
Bruno y es brasile�o. Al principio hab�a un poco de conversaci�n entre los tres,
para romper el hielo, pero a medida que nos �bamos comiendo a besos, Xavi se
limit� a conducir y observar a trav�s del espejo.
Las manos de Bruno me recorr�an entera, por los muslos, las
caderas, la cintura, los pechos. Nos bes�bamos apasionadamente y mientras �l iba
baj�ndome el top yo le desabrochaba los pantalones. Sent�a curiosidad. Y la
verdad es que incluso me parece que solt� un gritito de sorpresa. En siguientes
ocasiones en que lo he hecho, el miembro, si bien grande, pod�a considerarse
normal, pero aquello...
Ni pude ni quise evitarlo, agach� mi cabeza y empec� a
bes�rsela, a pasar mi lengua por la punta y recorrer toda aquella extensi�n.
Notaba la respiraci�n de Bruno. Notaba sus manos recorrer mi cuerpo. Y empec� a
saborear lo que se me ofrec�a. Me recree en mi felaci�n durante todo el viaje, y
si no llega a ser porque mi marido nos avis� que ya hab�amos llegado al parking,
lo hubiese arrastrado hasta el orgasmo con mis labios y mi lengua.
Salimos del coche, nos arreglamos un poquito (no era cuesti�n
que alg�n vecino nos viese tal y como �bamos) y nos montamos en el ascensor de
camino al hogar. �Menudo morbo ir en el ascensor, bes�ndome y sob�ndome con
aquel chico y con mi marido al lado!
Entramos al piso como desesperados. Nos devor�bamos
mutuamente. Lo gui� directamente a la habitaci�n y all� seguimos nuestros juegos
mientras nos desnud�bamos.
Me tumb� sobre la cama e introduciendo su rostro entre mis
piernas empez� a besar y lamer mis piernas, subiendo poco a poco, empap�ndome la
piel con su saliva, eriz�ndome el vello de todo el cuerpo. Su lengua jugaba a mi
alrededor, rozaba mi sexo, lo acariciaba en un tiempo que pareci� una eternidad.
Hasta que finalmente su lengua se hundi� en m�, sabore�ndome. Maravilloso. Yo
miraba entre mis muslos y lo ve�a jugando con mi sexo y m�s atr�s, tom�ndose una
copa a mi marido, sonriente. Estaba en la gloria.
Lo dej� hacer, lo dej� arrastrarme hasta el orgasmo un par de
veces con su lengua juguetona y entonces s�, entonces not� como se iba
incorporando sobre m�. Noto su punta acariciando mi sexo mientras sus labios se
recreaban en mis pechos... not� su mano guiando a su sexo, note como entraba
poco a poco, como se abr�a paso entre mis labios.
Nos bes�bamos apasionadamente mientras sus caderas empezaron
a moverse poco a poco, r�tmicamente. Mis manos hab�an ido hasta sus gl�teos,
apret�ndolo contra m�. Me gustaba sentirlo tan cerca, tan apretado a m�. Y tan
dentro de m�.
Notaba sus caderas moverse cada vez con m�s fuerza, con m�s
frenes�... hasta que los gemidos empezaron a brotar de mi boca. Apretaba mi
vagina contra �l, disfrutando de las intensas sensaciones que me estaban
embargando y cuando �l not� que me hab�a corrido aument� su ritmo, volvi�ndome
casi loca hasta correrse, soltando en mi o�do un gemido profundo y suave.
Mmm, se qued� tumbado a mi lado. Volv� a mirar a mi marido.
Segu�a de pie, pero hab�a abandonado la copa y ahora su mano estaba aferrando su
pene, masturb�ndose. Hice el esfuerzo de zafarme del abrazo de Bruno y me dirig�
a Xavi. Nos besamos apasionadamente y mi mano sustituy� a la suya... la noche
era joven ;)
Espero que os haya gustado.
Vero