Ella entr� sigilosamente, mientras que yo estaba entretenido
en el sof�, viendo la televisi�n. La verdad es que no la o� entrar, ella sali�
ya cambiada. Llevaba ropa deportiva, algo muy poco habitual en ella. Vino de la
habitaci�n y sin mediar palabra entro en la cocina, se sirvi� una bebida
alcoh�lica con hielo y se acerc� a m�.
Se llama Nuria y es mi esposa desde hace 6 a�os. Nuestra
relaci�n es estable y sexualmente muy placentaria. Creo que ambos conocemos bien
las posiciones y consejos del Kamasutra. Nos gusta hacerlo en sitios con cierto
riesgo de ser pillados. A veces si salimos de marcha y yo conduzco por la
ciudad, ella que est� de copiloto me saca la polla por la bragueta y me lo
acaricia para manten�rmelo tieso durante todo el recorrido, en m�s de una
ocasi�n hemos tenido que regresar porque se pas� con las caricias. A veces
fing�amos, no conocernos y en un bar de las afueras de la ciudad, yo hacia como
si mela ligase, as� delante de todos nos bes�bamos y toc�bamos aparentando
nerviosismo. Bueno somos una pareja libidinosa.
Yo sab�a que algo pasaba por la cara que Nuria pon�a, porque
siempre me daba un besito en los labios al entrar en nuestro hogar.
Nuestra relaci�n es buena, pero si tengo que reconocerlo,
Rosa una compa�era de trabajo me vuelve loco, con su metro setenta y siete, un
pelo largo a mechas rubias, sedoso, largo y unos ojazos azules enormes , igual
que sus 2 pechos voluminosos que parecen desafiar al mismo Newton. Sus aureolas
claras, grandes, suaves, rosadas y unos pezones que siendo generosos en volumen;
son muy sensibles a mis caricias.
Pues esta se�orita de cintura estrecha y piernas torneadas,
ha sido mi ruina, porque ya me he enrollado con ella de manera discreta; o al
menos eso pensaba yo, al menos en 5 ocasiones.
Lo curioso es que, por casualidad, nos vio Helena una amiga
de mi mujer salir a los 2 del chalet de ella. La muy guarra se lo cont� esta
ma�ana, cuando estaban reunidas las 4 amigas. Las dos mencionadas junto a Ana y
su inseparable amiga, amante Pura. Dicen las malas lenguas que Pura es af�n a
las f�minas y la entiendo; en cambio a Ana le gusta por igual la carne que el
pescado. Ana esta tuvo un amigo o varios a los que les dejaba secos, secos.
Tambi�n la hab�an tachado de ninf�mana en el pueblo. En estos momentos viv�an
deparadas, pero muchos d�as almorzaban juntas despu�s de entrar por la tarde en
casa de Pura.
Lo cierto es que, hablando ente ellas la guerra de Helena les
cont� a todas que nos vio salir da del chalet.
- Pere, por cierto as� me llaman, eres feliz conmigo.
Me pregunto a apelo
- Pues much�simo, tu lo sabes, le respond� yo,
Ella me acariciaba la cara y me miraba a los ojos mientras
que duramente me dijo
- Entonces porque te acuestas con la guarra de Rosa, que no
tienes una hembra, a tu lado .Se puso a llorar y enseguida me dejo, se meti�
en la cama, en nuestra cama.
Y o no tuve mas remedio que meterme en la otra ,en la de la
habitaci�n azul.
Por la ma�ana , despu�s de dar vueltas y mas vueltas en la
cama y de no poder dormir ni un instante; al menos yo. Ella estaba en la cocina
y yo me acerque a ella y con humildad le dije.
- Cari�o perdona, lo siento much�simo, pero fue un desliz, lo
siento de verdad, no quiero a nadie m�s que a ti.
Me dio un fuerte bofet�n y me dijo,
-Solo te perdonar� si eres mi sumiso durante un mes, me
tendr�s que obedecer en todo. T�malo o d�jame para siempre. Y yo acept�.
Por supuesto que se lo cont� a sus amigas y entre todas,
tramaron hacerle una buena putada, o mejor dicho vengarse de la calentona de
Rosa y para ello yo seria el se�uelo.
Nos hicieron quedar un d�a a los dos en mi casa, yo
enga��ndola en un ficticio viaje de mi mujer no tuve problemas para que
aceptase.
Ellas, las 4 estaban en la habitaci�n azul, calladitas y
nerviosa s; nosotros dos desnudos por las habitaciones de la casa. Yo le ten�a
que proponer jugar un poco al bondage. Para as�, atarla a la cama y vendarle los
ojos. Hasta que no estuvo muy caliente no accedi� al juego.
Pero en menos de media hora de preliminares y juegos y risas,
ya ataba completamente desnuda y excitada, para sentirse y con las cuatro
extremidades biaen sujetas a los barrotes de la cama.
- Qu�date en el sof� mirando, me dijo Nuria, pero te
vamos a amarrar a la butaca para que no te muevas.
La loca de Pura se hab�a recogido el pelo y empez� a besar
los pechos de Rosa y esta, sin saberlo se dejaba hacer creyendo que rea yo quien
la lam�a; y luego fue bajando y subiendo la lengua hasta que lleg� a su �rgano
vibrante. Y esta se estremeci� hasta el paroxismo.
Mientras helena m e acariciaba los pechos y me daba besos por
indicaci�n de mi esposa.
- Cali�ntate con ella carb�n, me dec�a mi mujer, bueno mi
ama absoluta, pero del puro nervio no llegaba a una erecci�n completa. Fue
cuando Ana se acerco al fest�n y con sus pechos erectos, roz� los de la sometida
y esta enseguida grito.
- Pero que co�o pasa, que me hac�is y grito llam�ndome.
No tardaron en quitarle la venda de los ojos y percatarse de la situaci�n.
Nuria me ordeno
-Cuando est�s a punto, lo tengas bien duro, vas y te la
follas delante de nosotras hasta que te corras dentro de su boca. La verdad
es me acojon� pensando en las terribles consecuencias que hubiera podido tener
la mamada.
- Procura no enga�arme. No tarde mucho en estar a100 por
las caricias de la Judas de Helena, que al desatarme me dejo libra para que le
diera la lechecita.
- Si te acercas te lo muerdo hijo de put�.me dijo la atada.
- Ja, ja, ja, Venga Pere, dale a la guarra, me dec�an
las 4 la verdad que estaba acojonado por la situaci�n y al mismo tiempo me
excitaba escenario. No tarde mucho en eyacular dentro de su tesoro. Por que las
fulanas al final, desistieron de obligarme a meterle la polla en su boca afilada
y me dejaron vaciarme y joderla como siempre.
Entre las 4 la cogieron y la ataron a la mesa de la cocina
quedando de pie, de cara a la mesa, y con los pechos apoyados en la madera.
Estuvo mirando con odio y resignaci�n hacia la ventana de aluminio que daba a la
galer�a.
Ella, doblada en �ngulo recto, con los pies atados a las
patas y los brazos sujetos a las dos delanteras. Con los pechos apoyados en el
centro de la mesa. En esa pose dejaba las nalgas, el culo y el chochito a
disposici�n de cualquiera de los 5.
Ana, que en m�s de una ocasi�n hab�a usado el cintur�n con el
dildo para penetrar a su amante, en esta ocasi�n cambiar�a de ubicaci�n. Seria
el virginal culito de Rosa el que padecer�a los 20 cm del dicho cipote.
A m�, me ataron a la cama como estuvo ella, hace un rato, as�
o�a, ve�a como la sodomizaba. Para a continuaci�n follarla vaginalmente.
- Elige que quieres fall�rtela por el culo a Rosa o que te de
a ti por el orto ja,ja . Responde. Me dijo Nuria.
- Des�tame y yo la follare como quer�is, les dije. Yo me
acerque y al ver como ca�an gotas de sangre por su maltrecho trasero, opt� en le
envestirle por la vagina.
Ellas hac�an como que no se hab�an dado cuenta y me dejaron
terminar dentro de su conchita.
Ella despegaba los pechos de la mesa y trataba in�tilmente de
desatarse.
Fueron a la nevera y la docena de huevos reci�n comprada, fue
lo que le estrellaron por el cuerdo. Ella lloraba y nos dec�a las mil perrer�as,
tanto a ellas como a m�. Tambi�n y nos amenazaba con denunciarnos, as� como con
y matarnos.
La Helena, mientras que yo me la hacia ella tomaba fotos y ni
que Ana aprovechando la inmovilidad en la mesa, le hizo una buena revisi�n
ginecol�gica mientras q u las dem�s la ensuciaban de harina.
Al pasar unas 2 horas se la ve�a mas tranquila y fue cuando
yo mismo la desat� can el consentimiento de mi ama.
- Perdona Rosa pero me ve�a obligado a hacerlo, en ese
momento est�bamos los 3 solos.
Ella sin mediar palabra se ducho muy r�pidamente, se puso la
poquita ropa que tenia a su disposici�n, su falda azul, su blusa blanquita y
unos zuecos y dejo la casa dando una fuerte portada. Hay a ver lo que me espera
a m� ahora, pues temo la venganza de Rosa y las acciones viles de mi Nuria.
Mi objetivo es aguantar este mes para que me perdone y puede
que un d�a se lo cuente�
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