LA ESPIA (MI HERMANA).
Era verano, hacia calor y era de noche. Yo estaba tumbado en
el sof� viendo una pel�cula antigua que echaban en la televisi�n. La habitaci�n
s�lo estaba iluminada por el tono azul que emit�a la pantalla del televisor.
Aunque era ya tarde, las dos o las tres de la madrugada, no ten�a sue�o ya que
la pel�cula era muy buena. Mi hermana mayor se hab�a ido a la cama hac�a ya
varias horas, y no hab�a vuelto a salir de su habitaci�n, as� que me encontraba
como el due�o y se�or de la casa.
Es por eso que al terminar la pel�cula que estaba viendo cog�
el mando de la televisi�n y puse el canal er�tico. Mi familia tiene puesta una
clave para que mi hermana y yo no entremos en determinados canales, sin embargo,
yo me hice con la clave un d�a que sorprend� a mi padre viendo el susodicho
canal. Pero bueno, El caso es que mis padres no estaban, se hab�an ido de
vacaciones y no volver�an hasta diez d�as m�s tarde, as� que como estaba s�lo y
sab�a que nadie me iba a ver decid� masturbarme tranquilamente y disfrutar del
momento.
Con el ajetreo que suele haber en mi casa son pocas las veces
que consigo estar tranquilo para poder dedicarme a m� mismo. A�n as� prefer�
asegurarme de que nadie me iba a molestar, as� que fui hasta la habitaci�n de mi
hermana para comprobar que estaba dormida. Al llegar, abr� la puerta con cuidado
para no despertarla y mir� por la abertura. La luz que entraba por la ventana
era suficiente para vislumbrar que dorm�a, adem�s su respiraci�n acompasada
indicaba que estaba profundamente dormida. Volv� hasta el sal�n me quit� el
pantal�n que llevaba y me tumb� en el sof� s�lo con una camiseta y mis b�xer.
Cambi� de canal, introduje las cuatro cifras de la clave de acceso y ante m�
aparecieron unos anuncios en los que sal�an mujeres desnudas que te invitaban a
llamar a un n�mero de tel�fono.
Hab�an pasado apenas cinco minutos desde que hab�a
sintonizado el canal cuando aparecieron los t�tulos de una pel�cula. El t�tulo
era poco imaginativo, al igual que lo suelen ser los de este tipo de pel�culas.
Y el argumento era aun me nos imaginativo. Pero eso no importaba, los t�os somos
por lo general m�s visuales que las mujeres. En la pel�cula aparec�a una mujer
rubia bastante bien dotada, por la naturaleza y por el cirujano, que viajaba en
un tren para ver a su querida hermana que estaba hospitalizada por culpa de un
accidente de coche. En el compartimiento del tren estaban ella, un cura (este
personaje me hizo mucha gracia) y un hombre muy apuesto. No llevaban ni dos
minutos de pel�cula y ya se notaba que iban a mont�rselo el hombre y la rubia
porque no paraban de enfocar como se miraban y como el hombre miraba el escote
de la rubia. Aprovechando que el cura se durmi�, empez� la trama sexual de la
pel�cula.
Primero la rubia se levanto para coger algo que hab�a debajo
de su asiento, con lo que su culo quedaba justo a la altura de la cara del
hombre que luego me enter� que se llamaba Joe. Pues eso, que al t�o se le puso
dura, bastante m�s que a m�, que por el momento no me hab�a excitado ya que mi
af�n por ver los errores de gui�n de las pel�culas me impide concentrarme en
otras cosas. La rubia, despu�s de mucho buscar, encontr� lo que buscaba debajo
del asiento. Se sent� de nuevo, y de nuevo empezaron a mirarse. Ella sac� su
pintalabios y empez� a pintarse los labios muy sensualmente. Nuestro amigo Joe
estaba que no cab�a en el pantal�n. Cuando termino de pintarse los labios, se
puso de pies y empez� a buscar algo en una maleta que estaba justo encima del
asiento de Joe, por lo que la ten�a justo en frente suyo.
De pronto el tren freno y la rubia se cay� encima de Joe. Se
iba a levantar cuando Joe le puso las manos en los pechos y la trajo de nuevo
hacia s�. Empez� a besarla y a manosearle los pechos por encima de la ropa. Ella
se desabroch� un bot�n de la camisa y sus pechos entraron a escena. Eran
redondos y ten�a los pezones duros como piedras. Su siguiente paso fue meter su
mano bajo su falda y empezar a juguetear con su tanguita casi transparente. En
este punto fui yo el que no cab�a en el calzoncillo. Me lo quit� y me qued� s�lo
con la camiseta puesta. Fue Joe el siguiente en quitarse el pantal�n y mostrar
al mundo lo que la naturaleza le hab�a dado. S�lo dir� que la naturaleza hab�a
sido muy generosa con nuestro amigo Joe.
La rubia con cara de sorpresa al ver el enorme miembro se
acerco y empez� a chuparlo sin contemplaciones. Entonces la c�mara enfoc� al
cura que se despertaba. Mir� lo que ten�a enfrente (el culazo de la rubia, que
s�lo llevaba el tanguita rosa transparente) y despu�s de tragar saliva se subi�
la sotana y tras mostrar su tambi�n desarrollado miembro empez� a manosear el
culo de la rubia que no interrumpi� su desenfrenada succi�n del m�stil de Joe.
No estaba mal la pel�cula, a pesar del argumento. Me estaba cascando una buena
paja gracias a la rubia y sus dos amigos. Imaginaos la escena, yo en camiseta en
el sof� del sal�n de mi casa, sin ropa interior, a oscuras y viendo un canal
porno. Pues estando as� o� un ruido en el pasillo. Se me par� el coraz�n. Pens�
en mi hermana y en la verg�enza que me har�a pasar si me pillaba en aquella
situaci�n. R�pidamente cambie de canal, me puse dos cojines encima y escond� mi
calzoncillo detr�s de m�. Esper� mirando hacia la puerta pero mi hermana no
apareci�.
El coraz�n me lat�a a mil por hora y mi sentido del o�do
estaba a tope. Volv� a o�r otro ruido, pero como ahora estaba atento supe lo que
era, esta vez hab�a sido la puerta de la habitaci�n de mi hermana al cerrarse.
Eso quer�a decir que mi hermana me hab�a pillado viendo una pel�cula porno, y
era posible que incluso me hubiese visto masturb�ndome. El hecho de pensar que
mi hermana me hab�a visto masturbarme me excit� de nuevo, as� que no me import�
lo sucedido y pens� que si hab�a vuelto a la habitaci�n, lo m�s seguro es que no
volviese a salir, por lo que pod�a volver al canal de la rubia, Joe y el cura.
Volv� a marcar la clave y all� estaban otra vez, aunque hab�an cambiado de
posici�n, adem�s, hab�a un cuarto miembro, una revisora del tren que estaba
mostr�ndole a la c�mara su sexo rasurado en tri�ngulo. La escena era bastante
buena.
Las dos mujeres estaban haciendo un 69 y sus pechos chocaban
contra el estomago de la otra, era delicioso. Mientras, Joe estaba penetrando a
la revisora del tren que estaba debajo, y el cura estaba culeando a la rubia que
estaba encima. Una escena digna de la mejor paja. Y eso estaba haciendo yo,
masturbarme cuando me fije en uno de los cristales de las vitrinas que hay junto
a la tele y que reflejan la puerta del sal�n que est� justo detr�s del sof�. Se
me volvi� a parar el coraz�n cuando me pareci� ver a mi hermana reflejada. Me
volv� a fijar y all� estaba. Justo en el quicio de la puerta dispuesta a salir
de mi �ngulo de visi�n si me giraba. Mi hermana me estaba espiando mientras me
masturbaba. No me lo pod�a creer pero as� era. Cual fue mi sorpresa cuando me
fije mejor y despu�s de que el televisor emitiese una intensa luz blanca, me di
cuenta de que mi hermana ten�a su mano metida debajo del pantaloncito corto de
su pijama. Entonces se me ocurri� una idea perfecta.
Trat� de acomodarme de tal forma que mi hermana me viese
perfectamente. Si quer�a excitarse yo la iba a ayudar. Situado como estaba, mi
hermana pod�a ver perfectamente mi miembro erecto y yo pod�a verla mientras
fing�a que miraba la tele. Empec� a masajearme el pene. Mi hermana se estaba
conteniendo la respiraci�n mientras aceleraba el ritmo de su mano bajo su
pantaloncito. Segu� masturb�ndome un rato hasta que mi hermana dej� escapar un
ligero gemido que llegu� a o�r, con lo que r�pidamente desapareci� de mi �ngulo
de visi�n, seguramente hacia su habitaci�n. Hab�a ayudado a mi hermana a que se
masturbase. Era excitante. S�lo que pens�ndolo mejor, la �nica que se hab�a
beneficiado de eso era mi hermana. Por eso decid� hacer lo que hice para
conseguir mi recompensa. Esper� un buen rato junto a la puerta de la habitaci�n
de mi hermana, lo suficiente como para que se durmiese, lo cual no ser�a muy
tarde ya que seguramente estuviese cansada despu�s de lo ocurrido.
Cuando cre� que ya hab�a pasado suficiente tiempo gir� el
pomo de la puerta y empuj�. Me acerqu� hasta mi hermana y escuch� para
asegurarme de que estaba dormida. Me qued� observ�ndola. Hay estaba mi hermana,
a medio metro de distancia. Era una mujer en toda regla, ten�a dos a�os m�s que
yo y dos tetas muy bien puestas. Alguna vez me hab�a fijado en ella como mujer,
pero en el fondo era mi hermana y aquello nunca hab�a pasado de unos simples
pensamientos. Pero ahora era distinto. Estaba frente a m�, con una pierna fuera
de las sabanas y mostr�ndome su culito en pompa cubierto s�lo por su
pantaloncito y puede que por unas braguitas. Pero eso lo descubrir�a enseguida.
Tras cerciorarme de que estaba completamente dormida consegu� quitarle las
sabanas por completo. Le toqu� la rodilla y el coraz�n se me dispar� una vez
m�s. Ella ni se inmut�. Presion� un poco y consegu� situarlas boca arriba con
los brazos hacia los lados y las piernas ligeramente abiertas.
En ese momento me di cuenta de que mi hermana no estaba
dormida, se estaba haciendo la dormida pero no lo estaba. Eso quer�a decir que
aceptaba por el momento lo que estaba haciendo. Saber eso me excit� aun m�s.
Coloqu� mi mano sobre su vientre y el calor que desprendi� me result� muy
agradable. La cama era lo suficientemente grande, as� que me tumb� a su lado.
Sub� mi mano arrastrando su camiseta y llegu� hasta sus pechos. Eran firmes,
nunca cre� que podr�a manosear los pechos de mi hermana, pero hay estaba.
Acerqu� mi cara y chupe el pez�n, fue genial chuparlo mientras sab�a que
seguramente en ese momento mi hermana estar�a abriendo los ojos para mirarme.
Chup� un poco m�s y manose� la otra teta con cuidado pellizcando el pez�n. La
solt� y me levant� de la cama. Ella se gir� como si estuviese dormida volviendo
a ponerme el culo a mano. Aprovech� la situaci�n y se lo toqu�. Ten�a un culo
perfecto. La nalga me cab�a perfectamente en la mano y estaba prieta.
Met� los dedos bajo la cintura del pantal�n y comprob� que no
llevaba bragas ni tanga. Me levante, me situ� a los pies de la cama y volv� a
colocarla boca arriba. Me acerqu� a su pantaloncito y met� un dedo entre la
pernera y su pierna. Sub� poco a poco por sus muslos y sus ingles hasta llegas a
su rajita. No me lo pod�a creer. La ten�a a mi entera disposici�n y ella se
estaba dejando. Agarr� el pantal�n por la cintura y se lo baj�. Se lo quit� del
todo y lo tir�. Que vista. Un triangulito rasurado parecido al de la rubia de la
pel�cula apareci� ante m�. Le doble las rodillas para acomodarme mejor y acerque
mi cabeza hasta su rajita. Sople y no se movi�. Chup� sus ingles y tampoco se
movi�. Mord� un poco sus labios mayores y tampoco se movi�. Yo estaba
disfrutando como un loco y ella tambi�n iba a hacerlo. Chupe, chupe, chupe, lo
que quise y m�s, de arriba abajo y en remolino, ella empez� a mover las caderas
levemente. Arriba y abajo. Cuando llevaba ya un rato par�. Me puse a la altura
de su cabeza de manera que mi pene quedaba a la entrada de su vagina y mi pecho
se apoyaba sobre sus tetas desnudas.
Me acerque a su cara y le dije susurrando: "S� que est�s
despierta". Pero no abri� los ojos. As� que la bes�. No abri� la boca. "No seas
tonta, quieres esto tanto como yo". De repente con sus manos cogi� mi cabeza y
empez� a besarme de una manera que me impresion�. Separ� su cara de la m�a y sin
decir nada sonri�. Se puso encima de m� y empez� a masturbarme. "Te lo debo" me
dijo mientras me hizo una de las mejores mamadas de toda mi vida. Supongo que
era no s�lo porque mi hermana lo hac�a muy bien sino por el morbo que me daba
aquella situaci�n. Fue espectacular. Como estaba exhausto se abraz� a m� y
empez� a besarme, hasta que despu�s de un rato estuve de nuevo en acci�n. La
abrac� contra m� y met� dos dedos en su rajita, ella empez� a gemir y al ver mi
pene otra vez erecto lo agarr� y se lo meti� poco a poco. Mov�a sus caderas
lentamente, acelerando la velocidad poco a poco. Estaba a punto de correrme por
segunda vez mientras ten�a a mi hermana montada sobre m� gritando de placer.
Cuando me corr� dentro de ella permanecimos un rato abrazados
hasta que mi pene volvi� a estar fl�cido y sali� de su excitada rajita. Nos
quedamos dormidos y me despert� por la ma�ana con el cuerpo como nuevo y
abrazado a mi hermana desnuda. Durante los diez d�as que mis padres estuvieron
fuera lo hicimos a todas horas y en todos los lugares de la casa, incluso lo
hicimos en p�blico.
HASTA LA PROXIMA.
FIN.