El edificio donde trabajo alberga una cantidad importante de
oficinas y al pendiente del orden y la seguridad se encuentra Mundo, un hombre
blanco, fornido, de 1.80 mts. aproximadamente. La relaci�n que siempre guardamos
es de respeto, seriedad y cortes�a.
Ayer s�bado regresaba yo de un servicio fuera de horario y al
llegar al edificio me encontr� con que ninguna oficina estaba iluminada. Mundo
me aclar� que todos se retiraron cuando hubo un apag�n general en el sector. Que
si yo deseaba me guardaba los documentos y rollos de material que llevaba en su
cuarto de descanso.
Como me muevo regularmente en taxi, decid� aceptar su
ofrecimiento y le acompa��. Al momento en que me inclin� a colocar mis
materiales sobre un sill�n, vi en el espejo del frente que el muy cabr�n se
acariciaba la entrepierna.
Volt�e y le dije en son de broma: �Muy caliente Mundo?. �l
sin inmutarse, sigui� su autoagasajo y me contest� que c�mo no iba a estarlo si
ten�a casi dos meses de no coger con su mujer, en sus propios t�rminos me confi�
que est� pre�ada y que el doctor le dijo que era un embarazo de alto riesgo por
lo que no deb�a atreverse a tocarla.
Yo le coment� que hab�a muchas formas de desahogarse, que
mucha gente, as�, sin se�alar g�nero, deambulaba por la calle deseosa de ser
ensartada por una verga caliente.
�l me dijo "Ah, eso s�.... y ahorita.... siendo agujero,
aunque sea de caballero. Yo le entro a todo"
Le dije que ten�a qu� retirarme, me pregunt� qu� iba yo a
hacer en ese momento y le contest� que llegar a mi casa a descansar del viaje.
En ese momento lleg� su relevo y �l me dijo: "No se vaya, estamos platicando muy
sabroso, deje vestirme y le acompa�o un trecho".
Asent� y �l, frente al otro vigilante, se despoj� de su ropa,
quedando en trusa y mostrando evidente erecci�n, colg� el uniforme en un gancho
y al hacerlo, mov�a sus brazos y su espalda fornida terminaba en un rotundo par
de nalgas antojables, a la vez que se ve�an unas gruesas y firmes piernas
sumamente peludas. Mi propia verga se endureci�. No pens� nunca antes que Mundo
llegara a excitarme de esa manera. Siempre lo hab�a visto como un elemento
necesario en el edificio.
Se visti� r�pidamente con ropa de calle, se despidi� de su
compa�ero, nos despedimos ambos y le dije que yo tomaba el taxi en la esquina.
�l me dijo que le gustar�a mucho acompa�arme, que sab�a que yo vivo solo y que
no le caer�a mal tomarse unos tragos conmigo, que de pasada se le bajar�a la
calentura, porque si llegaba as� a su casa se iba a ir sobre su se�ora.
No vi forma de quit�rmelo de encima, pas� un taxi, lo
abordamos y llegamos a mi departamento.
Entramos, me quit� el saco, afloj� mi corbata y me dirig� al
refrigerador por hielo. Le ped� que preparara unas copas con brandy y cola,
mientras me despojaba de mi camisa y pantal�n. Yo llevaba unos boxer ce�idos al
cuerpo y la abertura frontal mostraba toda la pelambre de mi pubis.
A �l no le pas� desapercibida la situaci�n porque tambi�n
not� mi erecci�n, pues mi verga palpitaba excitada inclinada hacia mi costado
derecho, como com�nmente la he llevado desde mi adolescencia. Me dijo
socarronamente: "Se me hace que no nadam�s yo estoy caliente".
No le contest�, acept� la copa que me ofrec�a y me dej� caer
en un taburete; resopl� y me quej�.... Mundo me dijo que me ve�a muy cansado,
que si quer�a me daba un masaje relajante.
Le dije que me parec�a buena idea, pero que me gustar�a darme
primero un ba�o, que quiz� con eso tendr�a. Sin decir m�s, me encamin� a mi
rec�mara con el vaso en la mano. Mundo me sigui� y me dijo que para un masaje
sabroso no hab�a mejor que hacerlo as�, transpirado y cansado, que el ba�o
podr�a darme una mejor�a aparente.
De pronto, me recost� boca abajo en la cama, �l mont� encima
de mi y empez� a mover diestramente sus manos desde mi adolorido cuello hasta la
iniciaci�n de mis nalgas.... sin pedir permiso, empez� a bajar mi boxer y dej�
mis nalgas al descubierto.
Volvi� a subir hasta el cuello y fue cuando sent� plenamente
la dureza de su verga sobre mis nalgas.
Se levant� y al preguntarle si ya era todo me dijo que no,
pero que era muy dif�cil dar un masaje si estaba vestido y diciendo y haciendo
se despoj� r�pidamente de su ropa, quedando totalmente desnudo..... mostrando
una erecci�n digna de campeonato. Su verga no era tan larga como la m�a, pero s�
gruesa, circuncidada, con una cabeza puntiaguda cuyo brillo era resultado de su
l�quido preseminal.
Subi� de nuevo como sin nada, sigui� con mi cuello y su verga
resbalaba por el canal entre mis nalgas.... de pronto me dijo:
"Me va usted a perdonar, pero tiene unas nalgas muy ricas".
Sin agregar m�s y sin esperar mi comentario, empuj� su tranca hacia mi culo y me
la dej� ir de un solo golpe.
A pesar de que no soy ning�n representante de la estrechez,
sent� un dolor lacerante.... puj� fuertemente, pero �l sigui� su empresa... se
mov�a r�tmicamente y de pronto, solt� un torrente de leche en mi interior.... el
dolor dio paso a una sensaci�n de plenitud y calor interior.
No se retir� de mi adolorido culo, por el contrario, se
repeg� lo m�s posible y sent� que su verga continuaba como un fierro, dura y
palpitante..... sigui� con sus embestidas y dos o tres minutos m�s tarde solt�
una nueva emisi�n de savia, de su verga salieron tres o cuatro dhorros calientes
m�s.
Sigui� sin salir, me bes� el cuello, la espalda, me tocaba la
cabeza, mesaba mis cabellos y volvi� a pompear dentro de mi culo hasta que una
fuerte y caliente tercera descarga me dej� el ano saturado de leche de hombre,
de un singular olor penetrante y agridulce.
Solo entonces sali� de m�. Desde luego que yo ni me acordaba
del cansancio, pero sorprendido por la cantidad de leche que expuls� le pregunt�
si siempre era as� y me dijo que ese era su problema, que era insaciable y que
su mujer se quejaba porque cada noche la pose�a de cuatro a cinco veces y �l se
quedaba con ganas.
Nos levantamos, entonces le dije que si deseaba ora copa la
preparaba, que yo iba a darme un ba�o. Obedeci�, yo estaba bajo la ducha y �l
entr�. Me pregunt� si ya me hab�a corrido, le dije que no, meti� su mano, empez�
a acariciar mi verga que pronto reaccion�.
Se meti� bajo el agua, se arrodill�, llev� mi tranca a su
boca... Dijo "Ay g�ey, est� bien gruesota", me dio una maravillosa y torpe
mamada, solt� mi semen abundante y caliente, lo jug� de su boca y luego lo
escupi�. Se levant�, de cara al chorro de agua y se enjuag�.
Salimos del ba�o, nos vestimos, le volv� a tocar la verga
sobre el pantal�n dura de nuevo. Ya no insist�. El culo me dol�a demasiado.
�l me dijo: "Nos vemos el lunes, cuando quiera vuelvo a venir
a darle masaje, pero quiero que sepa algo de m�: Yo no soy puto".
Espero sus comentarios como siempre en:
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Juli�n.