LAS PANTALETAS DE MI HERMANA
Un poco antes del amanecer, como casi todos los d�as,
sigilosamente me dirig� a la recamara de ella, como siempre la puerta estaba
entreabierta lo suficiente para poder ver hacia el interior, hab�a salido de
ba�arse y a�n estaba totalmente desnuda terminando de secarse y frotando su
dorada piel con la loci�n humectante que acostumbraba usar diariamente, ella
estaba de espalda a la puerta por lo que pod�a admirar a plenitud sus amplias y
redondeadas nalgas que tanto anhelo poder gozar, su breve cintura y sus bien
moldeados muslos por la parte trasera, as� como su estilizada espalda, durante
el proceso de secado dio medio giro poniendo ante mi furtiva mirada sus enormes
y hermosos senos coronados por un peque�o pez�n rodeado de una aureola de color
rosado, su circular ombligo adornado con un arete que pende de �l, as� como la
negra y abundante vellosidad de su zona p�lvica que en un perfecto tri�ngulo
cubre la totalidad de su bajo vientre.
En tanto mi lasciva mirada recorr�a palmo a palmo su
exuberante cuerpo, de manera instintiva con una de mis manos frotaba mi
endurecido pene imaginando lo delicioso que ser�a poder disfrutar de sus
encantos corporales.
Una vez terminado el proceso de acicalamiento en su cuerpo
procedi� a vestirse coloc�ndose en primer termino un brassiere de color negro
plagado de encajes y transparencias, enseguida las diminutas pantaletas tipo
tanga que conformaban el coordinado con el sost�n en el mismo color y
caracter�sticas, luego unas pantimedias de color canela del tipo "desnuda" que
carece del calz�n tradicional de las pantimedias, prosigui� calz�ndose unas
zapatillas de altos tacones y termin� por colocarse un minivestido que dejaba al
descubierto la mitad de sus carnosos e impresionantes muslos y que ajustaba a la
perfecci�n a su cuerpo resaltando su esbelta y bien formada figura.
Mientras ella terminaba de peinarse y maquillarse, me dirig�
al ba�o para saciar mi excitaci�n masturb�ndome mientras olfateaba, besaba y
lam�a las pantaletitas que se acababa de quitar y terminar por frotarme la verga
con ellas fantaseando que estaba cogi�ndomela a ella.
Esa escultural damita que en los �ltimos a�os se ha
convertido en mi obsesi�n sexual es nada menos que mi hermanita menor, su
nombre es Roxana, actualmente tiene 21 a�os, dos menos que yo, es bajita de
estatura, apenas alcanza 1.60 Mts, delgada, de piel blanca y cabello negro,
aunque ahora lo tiene te�ido con "rayitos" rubios en diferentes tonos, aunque no
es precisamente lo que suele llamarse bonita tiene un rostro agradable, del
cuerpo si se puede decir que esta muy "sabrosa", tiene un cuerpo excelente, sus
senos son grandes y se notan muy firmes, es talla 34-C de brassiere, su cintura
esta muy bien delineada y tiene unas piernas de campeonato, lo que para mi gusto
tiene maravillosas son sus deliciosas nalgas, paraditas y redondeadas que con
mucho gusto le comer�a a besos y por ultimo su vientre es plano ya que le
encanta ejercitarse, su bajo vientre esta totalmente cubierto de tupido vello
negro, corto y ensortijado form�ndole un tri�ngulo perfecto que se extiende a su
zona vulvar rode�ndole los labios vaginales y su delicado culito, las mujeres
velludas como mi hermana me excitan sobre manera.
Esta excitante obsesi�n empez� un d�a, en que por casualidad
coincidimos en una fiesta que organiz� un amigo en com�n, al llegar lo primero
que me llam� la atenci�n fue una sabrosa "chavita" que bailaba de forma por
dem�s er�tica y se encontraba de espalda a m�, vest�a una microfalda de
mezclilla que por momentos dejaba ver una m�nima porci�n de la parte baja de sus
exquisitas nalgas, enseguida sent� como mi verga fue tomando dureza, no le
despegaba la mirada de su sensacional trasero al igual que hac�an muchos de los
presentes que no estaban bailando, as� dur� durante dos o tres canciones hasta
que dio media vuelta y pude ver que se trataba nada menos que de mi hermana.
Aunque trataba de evitar fijarme en sus bien torneados muslos
y aquellas sensacionales nalgas no pod�a evitarlo aun cuando me reprim�a a m�
mismo por tratarse de mi hermana, sin embargo mi verga no bajaba la erecci�n y
amenazaba con eyacular de un momento a otro, as� dur� toda la noche hasta que
despu�s de saludarla y recomendarle que llegara temprano a casa decid� ret�rame.
Ya en casa no deje de pensar en su apetecible cuerpo y termine por masturbarme
pensando en que me la estaba cogiendo.
Los d�as siguientes trat� de no pensar en lo que aquella
noche me hab�a sucedido, pero no tarde mucho en que esos deseos sexuales por mi
hermana volvieran a mi mente ya que viajamos con nuestros padres a pasar unos
d�as de descanso a Puerto Vallarta, as� que durante 4 d�as la estuve admirando,
casi a toda hora, en unos diminutos bikinis que usaba para broncearse y nadar,
as� como shorts recortados o peque��simas minifaldas que usaba cuando no estaba
en el mar o la alberca y con ellas lograba ver muy seguido sus pantaletitas
entre sus adorables piernas o marcadas bajo su ajustada vestimenta, durante los
d�as en que estuvimos ah� me masturbaba dos o tres veces al d�a imaginando que
pod�a gozar de su estupendo cuerpo, no obstante el remordimiento de conciencia
que sobreven�a despu�s cada eyaculaci�n.
De regreso a casa aquellos deseos carnales por mi hermana
lejos de terminar se acrecentaron convirti�ndose en una excitante obsesi�n, al
d�a siguiente del regreso, al entrar al ba�o lo primero que vi sobre la cesta de
la ropa sucia fue las diminutas pantaletas tipo tanga que mi sabrosa hermana se
acababa de quitar, de manera irrefrenable las tom� palpando la suavidad del
material con que estaba confeccionadas e instintivamente olfatee profunda y
repetidas veces el delicioso aroma intimo del que estaban impregnadas, las bes�
y lam� terminando por masturbarme frotando mi pene con tan sensuales calzoncitos
mientras fantaseaba que me estaba cogiendo a Roxana.
A partir de entonces masturbarme con sus diminutas
pantaletitas es cosa de todos los d�as, excepto cuando no se pone �stas, eso
sucede cuando usa pantyblusa ya que �sta hace las veces de pantaletas o
simplemente hay d�as en que no se pone los sensuales calzoncitos, solo se pone
las pantimedias directamente sobre la piel de su escultural cuerpo, cuando ello
sucede me masturbo ya sea con la pantyblusa o con las pantimedias que por
supuesto quedan impregnadas del estimulante aroma de su sexo y su culito.
Durante el d�a cuando ella esta en casa me la paso
deleit�ndome vi�ndole sus sabrosas piernas, me siento frente a ella y puedo
admirar casi la totalidad de sus muslos y en m�ltiples ocasiones sus
inquietantes pantaletitas al fondo de su entrepierna, en ocasiones tengo la
percepci�n de ella esta plenamente consiente de que le estoy viendo las piernas
y sus calzoncitos y que a prop�sito me da, de manera reiterada, la oportunidad
de verle su ropa interior al igual que por las ma�anas sabe perfectamente que la
estoy espiando desnudita y hace lo posible por exhib�rseme premeditadamente.
As� mismo tengo la impresi�n de que cuando tengo la verga
parada motivado por su escultural cuerpo, me mira el bulto que hace mi pene bajo
el pantal�n y que me es imposible disimular, por lo que ha habido ocasiones en
que descaradamente le dejo v�rmelo, sin embargo no estoy seguro de que eso sea
verdad.
En cierta ocasi�n me di cuenta que su novio le dio un regalo,
no le di mayor importancia, sino cuando me encontr� el paquete ya abierto en la
recamara de mi hermana y dentro de �l tres peque��simas pantaletas, muy
sensuales por cierto, por lo que se me ocurri� que yo tambi�n pod�a regalarle
algunas y con ello tratar de insinuarle el enorme deseo sexual que siento por
ella, as� que le compre tres pantaletas dos tipo tanga de encajes y una tipo
bikini totalmente transparente, todas en color negro que es su color favorito
para la ropa intima aunque tiene de todos colores y estilos la gran mayor�a son
de color negro, al d�rselas le ment� dici�ndole que las hab�a comprado para mi
novia pero como nos hab�amos disgustado prefer�a d�rselas a ella, mi hermana las
acept� con naturalidad y al parecer fueron de su agrado ya que las pone
constantemente y cada que las usa me masturbo con ellas con m�s satisfacci�n.
Por lo cual ahora estoy decidido a regalarle para Navidad
varias piezas de lencer�a lo m�s sensuales posibles, incluso ya he comprado dos
coordinados de brassiere y tanga siendo uno de ellos complementado con liguero y
para la fecha prevista espero haberle comprado cuando menos media docena de
inquietantes pantaletitas tipo tanga que son las que m�s le gusta usar. Pero
esta vez no pienso decirle mentiras simplemente se las dar� de forma directa
como regalo y depende de su reacci�n ver� que oportunidad real tengo de lograr
sus favores sexuales.
De lo que de este regalo resulte tal vez escriba una segunda
parte de este relato, en el que me encantar�a relatar de c�mo iniciamos alguna
experiencia sexual de incesto.
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