Relato: MI ABUELA 2
Hab�an pasado algunos d�as desde que mi abuela y yo compartimos algo mas que un caf�, desde que nuestra relaci�n cruzo la frontera y dejo de ser una simple relaci�n entre abuela y nieto, apenas hab�a conseguido quitarme de la cabeza la imagen de mi abuela haciendo que me corriera dentro de su boca, y no dejaba de buscar razones para no verlo como algo malo, y no sentirme mal, sobre todo porque en poco tendr�a que ir a verla de nuevo y no quer�a ni pensar en lo que podr�a pasar.
Llego el d�a en que fui a verla, no pod�a evitar lo inevitable, tarde o temprano tendr�a que hacerlo y decid� que era el momento de hacerlo, quiz� no pasara nada, quiz� aquello fue una locura que no se volver�a a repetir, quiz� cuando llegara a su casa mi abuela ni mencionar�a el tema y aquello se fuera olvidando sin mas, con esos pensamientos llegue a su puerta y llame, me abri� y todo parec�a como siempre, con la misma simpat�a, con la mismo cari�o de siempre, aquello me tranquilizo y me convenc� de que todo era como siempre. La segu� hasta la cocina, donde ya pod�a notar el olor al caf� que acababa de hacer, me sent� en un taburete que hab�a delante de una peque�a mesa y mientras me preguntaba por la familia, iba sirviendo un par de tazas, al momento se sent� a mi lado y por un momento nos quedamos callados sin dejar de mirarnos a los ojos, por fin ella rompi� el silencio, supongo que no has dejado de pensar en lo que paso, me dijo, a mi se me hizo un peque�o nudo en la garganta, la verdad es que no abuela, no he dejado de pensar en eso y no se si estuvo bien, le dije con la voz entrecortada, mi abuela bebi� un sorbo de su caf� y mir�ndome fijamente me dijo, estuvo bien, claro que si, fue algo natural entre un hombre y una mujer, y volvi� a tomar caf�, pero tu eres mi abuela, le dije, si, me dijo, pero tambi�n soy una mujer y tu un hombre y lo que paso fue algo muy bueno, algo que no quiero que deje de pasar, que quieres decir? abuela, ahora no soy tu abuela, soy una mujer, me contesto, entonces se puso de pie, me cogi� de las manos y me hizo levantar, quedamos el uno frente al otro y sin soltar mis manos las acerco a ella, las coloco en su cintura y fue recorriendo con ellas su cuerpo, entonces pude sentir su cuerpo, las llevo a sus pechos, bajo despacio hacia su culo y all� las solt�, para que sus brazos me agarraran la cintura y me arrimaran a ella, y que nuestros cuerpos se pegaran el uno al otro, no se como lo hac�a pero yo era incapaz de resistirme a ella, era como un im�n para mi, hasta que ella se separo y hizo algo que me dejo sin aliento, poco a poco empez� a desnudarse, hasta que por primera vez pude contemplarla completamente desnuda, mis ojos se abrieron como platos al contemplar sus cuerpo, su pechos, que se mostraban en todo su esplendor, su cintura, sus piernas y aquel culo que hace unos segundos acariciaba, pero lo que mas me impresiono fue el ver su sexo, porque jamas pens� que eso jamas seria posible, pero all� lo tenia, delante de mi, ella volvi� a coger mis manos y recorri� con ellas su cuerpo, despacio, acarici�ndolo con suavidad, puede sentir la suavidad de su piel, pero yo no pod�a evitar el temblar, temblar cuando mis manos llegaron hasta su sexo, al sentir su bello rozando la palma de mi mano, al sentir sus labios, ella mov�a su mano para hacer que la m�a se moviera y as� acariciar su sexo, al principio con suavidad, pero poco a poco sus movimientos se fueron haciendo mas fuertes, apretando mi mano contra su sexo cada vez mas fuerte, sent�a como ella se iba excitando, su respiraci�n se aceleraba cada vez mas, y notaba como su co�o se humedec�a, hasta que ella solt� mi mano, ya no hac�a falta que me guiara, no se como pero yo segu�, hasta que uno de mis dedos fue introduci�ndose dentro de su co�o, ya pod�a sentir lo h�medo que estaba, me dedo se empap� de su jugo y se deslizaba con facilidad, cada vez mas r�pido, mas dentro cada vez, ella empez� a gemir, sus pechos se elevaban al mismo tiempo que su respiraci�n se aceleraba, tuvo que apoyarse en la mesa para no caerse, yo segu�a con el dedo como si de una polla se tratara, follandola, mientras que saboreaba sus pechos, chupaba aquellos pezones tan hermosos, que llenaban por completo mi boca, los mordisqueaba, los lamia, y los volv�a a chupar como si de un bebe se tratara, ella ya estaba completamente invadida por el extasis, el placer que sent�a ante lo que le estaba haciendo, no dejaba de pedir mas mas, me dec�a que no parara, que llegara hasta el final, yo no pensaba hacerlo, tambi�n estaba disfrutando con aquello, con tener sus pechos en mi boca, y su co�o, y disfrutaba oy�ndola gemir, y no pare hasta que su cuerpo se tenso y solt� un gemido que mas pareci� un grito, un grito pero de placer, el placer del orgasmo que le proporcione, pasado un momento, ella se abrazo a mi y me beso en el cuello, ha sido realmente bueno, me dijo, hac�a mucho tiempo que no viv�a esto, y te mereces una buena recompensa.
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Relato: MI ABUELA 2
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