El colegio donde yo estudiaba, pertenec�a a una comunidad
religiosa muy poderosa, por lo tanto disfrut�bamos de muchos privilegios y
ten�amos acceso a muchos sitios bonitos que hac�an parte de las muchas
propiedades de la comunidad.

En esa entonces yo ten�a 11 a�os, t�mido, con cara y cuerpo
de ni�o; era bajito, delgado, y mi trasero muy redondo como el de las chicas.

Ten�a pocos amigos, entre los que estaba Jos�, un muchacho
moreno un a�o mayor que yo, extrovertido, alegre y con mas conocimientos que yo
en cosas del cuerpo y del sexo.

Nuestra inquietud, nos llev� a descubrir, que en el auditorio
del colegio, donde Mario, el Profesor de teatro organizaba una obra de teatro,
ocurr�an cosas extra�as. Escondidos, vimos como en algunos ensayos, algunos
chicos se besaban en la boca o se acariciaban escondidos detr�s de las cortinas
o en el subterr�neo bajo el escenario.

Nada pasaba a mayores, hasta que una tarde, esperamos a que
todos salieran. Bajamos, para buscar la salida, cuando escuchamos unos gemidos
tras la cortina. Nos asomamos y vimos a Carlos, un compa�ero y a Mario el
profesor desnudos. Carlos le chupaba el pene al profe. Luego, se puso en cuatro
y el profe procedio a untarse un dedo con una crema y llevarlo a la entrada del
ano de Carlos. Este gimi� mientras el profe, met�a y sacaba su dedo. Luego meti�
otro dedo, se agach� y le lami� el orificio del ano a Carlos. Se incorpor� y le
puso la cabeza en el orificio, se cogi� el pene con la mano y empez� a hacer
fuerza. El rostro de Carlos expresaba una mezcla de dolor y de gusto a la vez.
El profe se demor� en penetrarlo totalmente, ya que Carlos se quejaba mucho.
Finalmente y con suavidad, empez� a meter y sacar su tranca del trasero de
Carlos, mientras este gem�a de placer. As� estuvieron un buen rato, hasta que el
profe hizo cara de angustia y empez� a gritar; se estaba viniendo dentro de
Carlos, mientras que este se desmadejaba del placer.

El profe saco su pene y veiamos como chorreaba semen del
orificio de Carlos. Luego acost� boca abajo a Carlos que parec�a un t�tere y se
dispuso a mamarle el pene, hasta que se vino en medio de gritos de placer.
Acabado el acto, se besaron en la boca, se vistieron y salieron.

Nosotros, estabamos pasmados. Nunca hab�amos visto algo as�,
nos miramos confundidos y emocionados. Jos� me propuso que trat�ramos, yo
acced�. Bajamos, nos quitamos la ropa y nos pusimos a tocarnos el cuerpo y los
penes. El se agach�, e imitando al profe, se meti� mi pene en su boca y me puso
a temblar. Lo que sent�a era algo dif�cil de explicar, era una sensaci�n nueva,
que no entend�a, pero que me agradaba mucho.

Yo estaba tirado en el piso, mientras Jos� me mamaba el pene,
cuando de pronto veo detr�s de mi amigo al profe, que nos miraba, con cierta
sonrisa maliciosa. Quedamos parados r�pidamente, con las cabezas gachas,
asustados y colorados de la verg�enza. El profe no nos rega�o, solo nos explic�
que se le hab�a quedado el celular y nos invit� a seguir en lo que est�bamos. Me
cogi� por los hombros y me dijo que lo que hab�amos visto y lo que hac�amos era
una expresi�n de los hombres, que no deb�amos apenarnos, bajo su mano por mi
espalda y lleg� a mis caderas donde empez� a juguetear con sus dedos mientras
hablaba con nosotros. En medio de la charla, saco su crema, se unto el dedo y la
llevo a mi ano donde hizo dos pasaditas r�pidas antes de meterme el dedo; yo me
sent� que herv�a, una corriente el�ctrica me recorr�a todo el cuerpo con mucha
intensidadm mientras el met�a y sacaba, uno, dos y tres dedos. Con su otra mano,
ya hab� llevado la cabeza de Jos� a su pene, el que ahora mamaba con mucha
avidez. El profe met�a y sacaba sus dedos, mientr�s me chupaba mi pene que ya
estaba duro como una tranca.

En un momento me volteo y r�pidamente sent� como pon�a la
cabeza de su pene en mi orificio. Extra�amente como luego me explico, no sent�
mucho dolor cuando me meti� la punta. Hizo otro esfuerzo y meti� un poco ma; ah�
si sent� un poco de dolor, pero nada terrible; el fastidio era superado con
creces por el placer que sent�a.

Otro envi�n y me penetr� totalmente, sent� mas dolor, pero
igualmente, mas placer. Le dije que se quedara quieto un instante y que le
hiciera suavemente. Me hizo caso y comenz� a penetrarme con mucha suavidad,
hasta que sent� que me desmadejaba por la mezcla de sensaciones que
experimentaba. Jos�, que se hab�a situado frente a mi y hab�a introducido su
pene en mi boca, estaba muy excitado. El profe saco su pene e invit� a Jos� a
penetrarme. El profe puso su pene en mi boca mientras Jos� hizo r�pidamente me
penetraba. Este c�molo de sensaciones contribuyo a que aumentara mi excitaci�n y
a que en medio de espasmos me viniera sobre el piso. Al rato sent� como se ven�a
Jos� dentro m�o y el profe en mi boca. Yo no sent� asco, estaba en la
estratosfera y aceptaba todo lo que viniera sin mediar palabra.

Nos quedamos tendidos en el piso, jadeando, sin decir nada.

Luego de esta experiencia, vivimos muchas cosas mas; algunas
de las que espero compartir con uds. Pronto.