La necesidad hace que la prima se defienda de las insinuaciones y amenazas de su hermana por el procedimiento de compartir con ella la verga de su complaciente primo.
La primita aparentemente tonta e infantil, esconde un cuerpazo de diosa que hace que su primo pierda los papeles. Los dos disfrutan a muerte follando durante todo un verano.
En un momento de la fiesta de cumpleaños del chico, éste se va con su prima a una habitación donde pasan de la charla a los hechos. Y ella queda tan satisfecha que pide repetir. E incluso días más tarde invita a su primo a pasar la noche con ella.
La primita está preparándose para una fiesta y el primo la acompaña. Ella es una muñeca sensual y le vuelve loco de deseo. Terminan en un motel pasando una noche de lujuria.
Lo tiene todo y además en grandes dosis. Satisfacer a la prima, a la tía y a su amiga, ayudado por el pastor alemán, en una sola noche y con la guinda de sodomizar a la amiga y darle las últimas gotas de leche.
El papá de la chica y sus dos amigotes se ponen muy calientes observando el cuerpo en bikini de la muchacha. Por lo que, con el consentimiento y la colaboración del padre, deciden tomarla entre los tres.
El plan de los muchachos resulta a las mil maravillas y tienen ocasión de ver a sus madres enlazadas en un tórrido abrazo lésbico que disparará la señal para comenzar a follar a ambas sin tregua hasta descargarse varias veces en ellas dejándolas agotadas por los orgasmos.
Los hijos, que habían conseguido echar un polvo fabuloso con la madre, se siguen preocupando de su vida sexual. Traman un plan para continuar su relación incestuosa incorporando al grupo a un buen amigo.
Dos avispados jóvenes aprovechan que su madre duerme por efecto de los somníferos para sobarla y masturbarse. Pero luego es ella la que se resarce de su hambre de sexo con sus dos jóvenes pollas.
Los planes de los jóvenes, secundados por la muy liberal madre de uno de ellos, es conseguir que la otra madre se desnude y acceda a practicar sexo. Una labor de zapa, lenta y meticulosa y una noche se produce el milagro, regado con buen vino y ayudado por una película porno.