Es mi primer relato as� es que espero que les guste�
Espero sus comentarios.
Era un d�a tranquilo en springfield, marge estaba en casa
como siempre. Pero algo en la Av. Siempre viva era extra�o� Ned Flanders hab�a
faltado a vender en su tienda de art�culos para zurdos. Marge supo que ese ser�a
el d�a�
Desde hac�a ya mucho tiempo, el aspecto sumiso y t�mido de
Ned provocaba en Marge las m�s acaloradas pasiones. Cuando marge era montada por
Homer, ella sol�a pensar que era su vecino, Ned, quien la penetraba y no su
esposo.
Marge salio al patio, para regar las plantas, como todas la
ma�anas sol�a hacerlo, y Ned estaba ah� del otro lado de la cerca, podando sus
arbustos con las �nicas tijeras de podar que homer no le hab�a robado.
-�Hola Ned, buen d�a!
-buenos d�as Marge!
-Ned me preguntaba si podr�as venir mas tarde a mi casa pues
tengo una fuga en la tuber�a de la cocina y no puedo hacer nada ah�.
-Claro Marge en unos minutos estoy ah�.
Marge se apresuro a entrar en la casa planeando todo para
cuando llegara Ned, esta vez lo har�a suyo pasara lo que pasara. Son� la puerta
y dej� pasar a Ned. le indic� en donde estaba la falla en la tuber�a y Ned se
meti� dentro de la gaveta de la cocina, �l llevaba un overol azul marina, que
hacia notar el buen cuerpo que hab�a conservado debajo de ese sweater verde de
santurr�n.
Mientras Ned trabajaba afanoso en la tarea que Marge la hab�a
impuesto, ella no pod�a dejar de pensar en ese cuerpo, sin pensarlo m�s, se
sent� en las piernas de Ned:
-pero Marge, �Qu� haces?
-Ned yo te deseo y vamos coger hasta que lleguen los ni�os.
-pero Marge, soy un hombre casado, adem�s atenta contra la
ley de Dios.
-si ya lo se, pero lo har�s o le dir� a Magda que intentaste
violarme.
Y con estas �ltimas palabras, Marge, bes� a Ned,
apasionadamente, como nunca hab�a sentido Ned, y le bajo en sierre del overol.
�l estaba asustado por la amenaza de Marge, pero parec�a estarlo disfrutando.
-ahora ver�s de lo que soy capaz Ned.
Sentenci� Marge, un bulto en la parte de abajo del overol de
Ned se comenzaba a apreciar, ella saca de su prisi�n a la ya empolvada
herramienta de Ned, que no era tan peque�a como ella pensaba, medir�a unos 20
cm.
no se como tu esposa puede desaprovechar esto Ned.
Ned con manos temblorosas bajo con cuidado el vestido verde
de Marge, hasta la cadera, dejando ver sus hermosos senos con ese pez�n azul,
que tanto le excitaba a Homer. Marge, se llevo a la boca el palo de Ned, que
apenas le cab�a pues era grueso, �l mov�a sus caderas como penetr�ndola por la
boca.
oh oh si Marge sigue as�, no pares eres fenomenal, eres
una putirijilla.
Si Ned soy tu putirijilla.
Ned tom� a Marge por la cadera y la subi� a la mesa de la
cocina, y mientras ella estaba sentada en la mesa Ned la com�a el co�o. Marge no
dejaba de gritar, homero nunca le hab�a comida el co�o, solo se le montaba y la
penetraba con su verga de no mas de 10cm, parec�a fue solo taladrara un pozo sin
fondo.
-oh oh oh si Ned c�meme el co�o m�s fuerte.- gem�a Marge.
Ned se puso de pie despu�s de que Marge se corri� en su boca,
y tomando su miembro, lo dirigi� hac�a la entrada de la vagina de Marge, y
comenz� a sobarlo de arriba abajo por toda la concha de Marge.
-�que esperas Ned? �Pen�trame de una vez!
- no hasta que me lo ruegues como la putirijilla que eres.
-ohohohohoh si Ned por favor soy una puta si pen�trame.
Ned de un solo tajo se la meti� todita, Marge sinti� que se
mor�a y lanz� un grito. Ella cuando estaba en la preparatoria se tiraba todo el
equipo de football, pero su co�o ya estaba desacostumbrado a tener una verga
despu�s de tantos a�os de coger con Homer.
El vaiv�n de Ned era muy constante, Marge sent�a como la
bolas de Ned chocaban contra si, y eso la excitaba m�s.
-Marge, que me corroooooooooooo!
-No Ned es muy pronto, no te puedes correr sin antes darme
por detr�s.
Ned la sac� la polla de su co�ito, ba�ado en fluidos, la puso
a cuatro patas en el piso y la enfil� la verga a su ano, la presi�n que ejerc�a
era fuerte, Marge sent�a que se part�a en dos, no pod�a m�s.
-S�camelo, s�camelo, no la aguanto!!!!!!!
-no, eres una puta, para pedir por detr�s pues te comportas
como una puta para aguantar.
Ese repentino cambio de Ned de t�mido a guarro la excitaba
m�s y m�s. Las envestidas de Ned se hicieron m�s y m�s r�pidas y con una �ltima
envestida, Ned reg� las tripas de Marge con su leche. Un poco de la misma se
cay� al suelo.
-quiero que lamas mi leche
-esta bien lamer� tu lechirijilla.
Marge lami� todo el piso que hab�a sido regado por la leche
de Ned. Los dos se vistieron y se marcharon a casa.
a ver cuando se vuelve a descomponer la ca�eria.
Muy pronto Ned, muy pronto
esa ma�ana, Marge se hab�a sentido como una mejer de nuevo,
estaba segura de que lo realizar�a cuantas veces quisiera, y fue verdad, no fue
la �ltima vez que lo hicieron muchas veces m�s, y no siempre solos� mas hombres
despertaron las pasiones ocultas de Marge