Estos son los hechos ocurridos en Septiembre de este a�o
pasado 2.004 al guaperas de mi amigo Frantz de 24 a�os con cuerpo de top model y
facciones de cara bien formadas sin aparentar musculatura y a mi de 38 siendo un
tipo normal que a pesar de esa edad me echan siempre muchos menos quiz�s por la
forma de vestir siempre sport o por mi car�cter.
Fue un S�bado por la noche en el que decidimos no salir de
marcha y quedarnos a echar unas partidas al juego de lucha The king of fighters
de Neo Geo, juego entretenido en el que sus protagonistas se dan de golpes y
patadas de lo lindo.
Sobre las 23 horas, cansados ya de jugar tantas y tantas
partidas, pues llev�bamos como cerca de dos horas delante de la pantalla
disfrutando de tan genial juego y salimos a dar una vuelta por la playa a
despejarnos y disfrutar de esa noche veraniega y calurosa tipica de esa fecha en
donde vivimos, una ciudad costera muy tranquila, apetecible y muy agradable para
el turismo.
Como nos encontramos con buena visibilidad gracias a la luz
de luna llena de esa noche no hac�a falta llevarse una linterna para alumbrar
nuestro camino ya que siendo el mismo oscuro de sobra se vislumbraba sin
problemas para seguir el paseo.
A los 400 metros de recorrido efectuados y a unos 20, 30 m�s
adelante se perfilaba un grupo de gente que cuando llegamos a su altura eran
unos chavales que aproximadamente tendr�an entre 18 a 25 a�os celebrando su
fiesta particular a base de bebidas como todos hemos hecho alguna vez que otra.
Seguimos tan tranquilamente nuestro andar hablando de
nuestras cosas y al alejarnos como unos m�s o menos 10, 11 metros de ellos nos
encontramos de que se nos abalanzan dos chavales de ese grupo hacia mi amigo
cogi�ndole por los brazos y dej�ndolo indefenso al igual que otros dos hicieron
lo mismo conmigo.
A todo esto asombrados nos quedamos sin reaccionar los
primeros minutos y mi colega empez� a preguntar: �Qu� hace�s, qu� pasa con
vosotros?
En ese momento se acerc� un tercer chaval y respondi� sin m�s
preguntando que qu� haciamos nosotros por ah� vestidos de esa forma.
(Ibamos con un pantal�n corto de deporte, de atletismo en
concreto y camiseta sin mangas, la de mi amigo ce�ida y resaltaba su escultural
cuerpo y su pantal�n dejaba ver esas piernas libre de vello, su pelo, melenita
rubia y cuidada daba la impresi�n de ser gay �no tengo nada contra ellos-) A ver
si ahora resulta que en la �poca en la que est�bamos no se puede ir as� con el
consabido calor que hac�a, me dije as� mismo. De hecho �l iba tambien as�.
Sin m�s v� c�mo ese chaval, tambien era un guaperas �l sin
mediar nada m�s le propin� una bofetada al lado izquierdo de la cara de mi amigo
Frantz con la mano derecha bien abierta, como si hubiera estudiado de c�mo
d�rsela que le hizo doblar hacia la derecha la cara. Al segundo volvi� a hacer
lo mismo con el mismo resultado y encima su agresor se estaba riendo con unas
ganas tremendas de lo que hab�a hecho.
A todo esto, incr�dulo de mi de lo que estaba pasando y mi
amigo m�s todav�a le volvi� a preguntar el porqu� de esa acci�n y acto seguido
volvi� a pegarle ese chico dos sonoras bofetadas m�s ahora en el otro lado de la
cara. Ya indignado mi colega y alterado le grit�: �claro, ahora puedes que
tienes a tus colegas delante, soltarme y ver�s lo que es bueno tu y yo s�los!
El chaval agresor y verdugo de mi amigo volvi� a reirse de lo
lindo y despu�s le coment�: Mira chaval, mira lo que es bueno.
Despu�s de esas palabras lleg� un total silencio, se dio la
vuelta y nada m�s ponerse otra vez delante de �l, "plas", otra bofetada en la
mejilla derecha, "plas" ahora en la izquierda, "plas" derecha, "plas" izquierda
y as� hasta cinco buenos bofetones.
Supongo que mi amigo tendr�a ya la cara roja, hirviendo y
marcada la palma de la mano del verdugo que le estaba atizando una soberana
paliza a hostia limpia sin ningun motivo.
Yo ya me tem�a lo peor y en busca de darle una ligera ayuda a
mi amigo le coment� al que le estaba dando esos tortazos que lo dejara ya puesto
que �l no le hab�a hecho nada.
Parece ser entonces que otro de los chicos del grupo se
acerc� a mi y ya el resto de los chavales del grupo se pusieron delante nuestra
para ver tal espect�culo, el cual sigui� ahora conmigo pero de una forma un
tanto m�s extra�a, aunque ya pasnado lo que estaba pasando no pod�a ser m�s
extra�o todav�a.
Empez� a acariciarme la cara y casualidad de que la ten�a
bien suave y afeitada porque lo hice a conciencia para as� no tener que hacerlo
tan continuamente ya que me crece vello enseguida. Parec�a que lo hubiera hecho
para la ocasi�n, �por Dios! Despu�s de esas caricias tambien y sin motivos (se
ve que quer�an pegar a alguien y casualmente coincidimos nosotros) empez� a
soltarme tales tortas de lado a lado en la cara que era lo �nico que sonaba en
ese momento, conmigo no fueron con algun espacio de tiempo como las propinadas a
mi colega, a mi me dio cerca de unas 10 sin parar.
Claro, encima que est�s cogido y no te puedes defender y
teniendo a todos sus amigos delante no podiamos hacer nada de nada.
Entre tanto exclamaban sus amigos en susurros, �qu� de
hostias se est� llevando!, �tendr� la cara roja a m�s no poder ya, y otras cosas
que ahora no recuerdo y no quiero recordar en vista de lo que tragamos aquella
fat�dica noche.
Cuando de repente par� mi amigo se deshizo de uno de los
brazos que le ten�an cogido y le dio un pu�etazo al otro chaval que le hab�a
zurrado de lo lindo, entonces ah� fue ya cuando el otro que lo ten�a cogido sin
m�s y con la mala leche que ten�an todos los del grupo y luchando mi amigo por
poder soltarse, cosa que no pudo hacer, al igual que yo puesto que vinieron m�s
c�mplices a agarrarnos no se les ocurri� m�s que la brillante idea de coger a mi
colega y atarlo de pies y manos a una silla de las que ten�an estos chicos para
sentarse a tomar sus bebidas o quiz�s para esta ocasi�n.
Ya no sab�a qu� pensar yo ante tanto colgado. Pues bien, el
chaval que recibi� ese pu�etazo empez� a cebarse con �l d�ndole m�s hostias que
a una estera. Mi amigo callado y resignado empez� a recibir de lo lindo y con el
coraje que ten�a tuvo que hacerse el duro para no desplomarse ante tanta
crueldad, porque creo que fueron m�s de 25 tortazos y bien fuertes los que
recibi� m�s los anteriores, el pobre termin� con las mejillas casi
ensangrentadas, ese efecto que se queda ojizo despu�s de una pelea a pu�etazos
como en las pel�culas, o sea, que le marcaron la cara para unas cuantas horas.
Por supuesto a mi el otro chaval tambien me hizo lo mismo
pero dici�ndome que me pusiera firmes y la cabeza alta para poder marcar esos
bofetones en mi cara. Desde luego que tuve que hacerlo porque sino creo que
hubiera sido peor aun estando suelto por los chavales que me dejaron inm�vil
porque de lo contrario se hubieran abalanzado sobre mi.
Despu�s de esos 20 minutos nos dejaron marchar y nos dijeron
que no pas�ramos por el mismo lugar para no volver a recibir tan contundente
paliza a base de bofetadas, bofetones, tortas y tortazos. Nos encontramos con
unos desalmados que se divirtieron de lo lindo y seguramente todav�a hablar�n de
lo que pas� esa noche con sus colegas.
Para colmo pasando por una calle distinta para ir a casa de
nuevo nos encontramos con otros cuatro chavales que nos dijeron: �Eeeeh,
vosotros, darnos lo que tenga�s!
Se nos ech� de nuevo lo peor imaginable, no nos lo podiamos
creer despu�s de la anterior experiencia.
Uno de los chavales vestido con pantal�n vaquero desgastado,
muy de moda actualmente y camiseta tambien sin mangas y pelo engominado con los
tipicos pendientes en las orejas, cara de guaperas tambien, (yo intu� que era el
lider) se acerc� hacia mi y exclam�: �Venga!
Le dije: Mira, ni mi amigo ni yo llevamos nada encima y
vestidos de corto no tenemos ni bolsillos.
Ante esa respuesta vuelta a lo mismo, cuatro buenos tortazos
me volv� a llevar (vaya noche m�s asquerosa).
Y a mi colega lo mismo de lo mismo, ahora el que le dio igual
que el que me solt� �stos bofetones s� ten�an un cuerpo musculoso (pens�bamos
que estos eran los vacilones buscapeleas, porque vest�an en plan pijo y nada m�s
que se les ocurre abofetear al gente).
Recibi� unas cuantas y nos fuimos bien calentitos de cara a
intentar olvidar tal noche. No quer�amos m�s que salir de tan desesperante
situaci�n, ya queriamos que nos pegaran y nos dejaran no vaya a ser que fueramos
m�s mal parados.
Y as� concluye un hecho que parece sacado del videojuego
antes comentado pero desgraciadamente no fue as�, fue tan real que aun hoy me
duele la cara de pensarlo.