�Y porqu� s�? No, no pod�a bajar al sal�n y hacer lo que en
principio mi mente en aquel momento estaba pensando. No pod�a bajar e intentar
seducir a mi hermano de 16 a�os por ser el �nico hombre disponible en esos
momentos. No, ten�a que sobreponerme, ten�a que sopesar lo que me estaba pasando
�ser�a posible? �pero bueno qu� es lo que me estaba pasando!. Nunca antes hab�a
actuado de ese modo y desde luego en un solo d�a.. �cielos!. Ten�a que ordenar
todos mis pensamientos, no ten�a otro remedio que hacerlo, estaba hecha un
aut�ntico l�o. No me lo pens� dos veces, me met� de nuevo a la ducha, esta vez
con agua helada y... buffffff �qu� fr�o! Ya sab�a c�mo se sent�an los monjes
capuchinos cuando ten�an tentaciones carnales, casi de inmediato se me fue la
l�vido. Me puse una camiseta larga para dormir y me acost�, enseguida not� lo
derrengada que estaba y totalmente agotada no tard� ni veinte segundos en caer
en un profundo, reparador y placentero sue�o.

Al d�a siguiente, S�bado, me despert� pasado ya con creces el
mediod�a, hab�a dormido m�s de 12 horas y la verdad sea dicha, me encontraba
genial, genial de verdad y haciendo memoria de lo que me hab�a pasado el d�a
anterior segu�a sin dar cr�dito a los hechos. El caso es que me levant� y me
dirig� hasta la cocina para hacerme algo de caf�. Pas� por al lado de la
habitaci�n del "Cereal Kellog" y por enfrente de la de mi padre, ambos estaban
durmiendo y ten�an sus habitaciones cerradas a cal y canto. Mi hermano
seguramente se habr�a acostado alrededor de las 4 de la ma�ana cuando las
sesiones porno de los viernes hubiesen terminado y mi padre regresar�a de
trabajar sobre las 9 de la ma�ana aproximadamente. Joder vaya familia- pens�-
desde que se divorciaron mis padres hac�a ya un a�o cada uno hac�a la vida que
le daba la gana. A cada cual lo suyo, mis ideas eran claras, encontrar lo antes
posible un trabajo para poder independizarme definitivamente y no tener que
depender de nadie. Algo bastante dif�cil y complicado teniendo en cuenta una
tasa de desempleo de casi un 20% y una a�n no acabada carrera de Fisioterapia.
Un poco complicado s�, pero ya me faltaba poco muy poco. Prepar� el caf� para
que se hiciera y tal y como estaba, con una camiseta que me quedaba larga (a la
altura de medio muslo m�s o menos) de color verde y amarillo fosforito, de los
colores de la selecci�n de f�tbol brasile�a, con un 9 a la espalda, sal� al
porche a por el peri�dico que sin duda el chico de las suscripciones ya habr�a
dejado en el felpudo de delante de la puerta, con la intenci�n de chequear todas
la ofertas de empleo que vinieran en el mismo. Mi sorpresa fue may�scula,
delante de la puerta y con el gesto de casi tocar el timbre estaba Antonio, el
encantador y maduro profesor de ojos espl�ndidos y maravillosos que... �Oh Dios
pero que digo! �Si ha sido un aut�ntico hijo de puta conmigo apenas unas 24
horas antes!...

Me pas� un sobre y un paquetito dorado delicadamente envuelto
y atado con una cinta de seda azul marino. Abr� el sobre primero, all� mismo de
pie, separ�ndonos entre los dos el dintel de la puerta de entrada a la casa de
mi padre. En su interior hab�a dos billetes de 500�, el doble de lo que me hab�a
ofrecido... me qued� de piedra, al tiempo la cafetera comenz� a pitar, el caf�
estaba hecho...

Joder con el t�o, desde luego no pod�a negarse que consegu�a
lo que se propusiera desde luego. �Qu� morro!. Le serv� el caf�, me puse uno con
leche para mi y me sent� a su lado, el t�o sin pedir permiso ni nada ya hab�a
ocupado una de las sillas de la cocina...

No lo entend�a, no se si es que eran sus ojos, su tez morena,
su porte, sus modales o simplemente el pedazo de morro que le echaba el t�o, el
caso es que me ten�a completamente hechizada, a su merced, dominada a sus
designios, a sus �rdenes...

Abr� el paquetito, y en su interior ...!hab�a un min�sculo
tanga negro!, la parte delantera de este era de tela transparente que a bien
seguro dejar�a entrever lo que este pretend�a ocultar y las cintitas no eran m�s
que dos peque�os hilos que se un�an a una peque��sima blonda tejida a forma de
rosa que se ubicar�a en lo que debiera de ser el comienzo del culo y el final de
la espalda...

Me qued� totalmente helada mientras dec�a esto, no sab�a como
reaccionar. ��Me estaba proponi�ndome realmente ser su puta en mi propia casa?!
Esto era inconcebible. �C�mo pod�a atreverse el t�o a decirme eso en mi propia
casa!. Antonio continuaba con su proposici�n pero esta vez empez� a tocar una de
mis piernas mientras me hablaba subiendo de la rodilla a la zona alta de mi
muslo...

Y diciendo esto sac� la billetera y plant� encima de la mesa
otro billete de 500�. El t�o desde luego en cuanto a pasta iba sobrado. La
verdad es que no se si fue el efecto del dinero, sus caricias en mi pierna, la
forma de mirarme o que se yo...el caso es que �estaba considerando su oferta!

Tal como me estaba diciendo comenzaba a pellizcarme los
pezones por encima de la camiseta, no tardaron ni 10 segundos en quedar
perfectamente visibles a trav�s de la tela, los retorc�a ligeramente, me los
volv�a a pellizcar, hac�a c�rculos con las puntas de mis u�as en las ya
marcad�simas aureolas... y mientras le miraba, tal y como me hab�a pedido y le
ve�a como se estaba excitando por momentos y como tocaba su polla por encima del
pantal�n. De repente me orden� que separara las piernas y le ense�ara el co�o,
as� lo hice, separ� el tanga hacia uno de los lados para mostrar mi co�ito que
comenzaba una vez m�s a despertarse. Antonio se sorprendi� cuando vio el
piercing colocado en uno de los labios y tras decirme que eso confirmaba lo puta
que era lo toc� con el dedo �ndice en tanto que con su dedo medio me penetraba
el co�o. Me dijo que me quitara el tanga y la camiseta y que me quedara
completamente en pelotas, la verdad es que a esas alturas ya estaba
completamente convencida de que har�a cualquier cosa, inclusive sabiendo que en
el piso de arriba estaban mi hermano y mi padre durmiendo y que podr�an bajar en
cualquier momento, me daba igual, me daba igual todo, s�lo quer�a obedecerle y
mostrarme, iba a ser la putilla m�s agradecida que hubiera conocido a lo largo
de su vida el degenerado profesor �o era yo la degenerada? �y qu� m�s da! �me
daba igual, me daba igual todo!. Antonio segu�a masturb�ndome esta vez ya con
dos dedos en mi vagina r�tmica y r�pidamente cuando de repente me los sac� y me
dijo que me pusiera de rodillas encima de la silla y que me abriera con mis dos
manos el co�o, o� como se colocaba detr�s m�o y pens� que se bajar�a los
pantalones all� mismo y me follar�a en la cocina de mi propia casa estando mi
hermano peque�o y mi padre en el piso de arriba, pero no, no hizo de momento
nada de eso... not� como un sonido de papeles detr�s m�o y de repente me meti�
algo en la vagina empuj�ndolo inmediatamente con uno de sus dedos que por lo
largo que era deb�a de ser el dedo medio. No era algo grande, sino m�s bien algo
peque�o, algo que de repente not� como si se metiera este por sus propios medios
en mi interior. De repente me alarm� y dej� que mis manos dejaran de separar mis
intimidades, Antonio, ante mi reacci�n, me dio un fuerte azote en una de mis
nalgas...

Me los volv� a separar, no era cuesti�n de que el t�o me
siguiera pegando tan fuerte en el culo como si fuera una ni�a mal criada, me
volvi� a meter un dedo en el co�o haciendo c�rculos esta vez como queriendo
dilatar la entrada cuando me meti� otro, y otro... comenz� a follarme con los
tres muy r�pidamente y tan fuerte que mis tetas que colgaban por la postura que
ten�a adoptada iban y ven�an r�pidamente al ritmo que me marcaba su mano y a
punto estuve de caer en m�s de una ocasi�n de cabeza al suelo por las embestidas
que me estaba dando. Estuvo as� m�s de cinco minutos cuando not� que mi co�o
estaba mucho m�s lubricado y accesible que lo normal. En la cocina s�lo se o�an
en ese momento mis fuertes gemidos y los sonoros chapoteos que realizaba mi co�o
al ser follado, s�lo roto en algunos momentos por frases de aliento de Antonio:
"�Ah puta que pedazo de co�o tienes! �ahora si que est� encharcadito! jajajajaja
�ya ver�s que bien lo vas a pasar con tu profesor y cuanto dinerito vas a
ganar|!". Estaba a punto de alcanzar el orgasmo en tanto continuaba con mis
manos separ�ndome los labios de mi vulva cuando Antonio los sac� de mi interior
dej�ndome con un vac�o con el que , en ese momento, no contaba. Se puso delante
m�o y me dijo que le limpiara con mi boca la mano que la ten�a empapada de los
jugos de una zorra. La verdad es que no s�lo los dedos con los que me hab�a
penetrado estaba en aquel instante brillantes y llenos de mis jugos sino que
pr�cticamente toda la mano estaba mojada. Sin pensarlo saqu� mi lengua y comenc�
a lamer toda la mojada superficie. "Dejo su mano limpia de mis jugos para
dejarla empapada en mi saliva" pens�...

Asi que lo hice, como una ni�a obediente y carente de
voluntad, como hipnotizada, era sin duda su juguete sexual. Se dirigi� a la
nevera, la abri� y ech�ndose a re�r en cinco segundos se dio la vuelta con un
pepino en la mano. No era de los descomunales pues me gusta comprarlos lo m�s
peque�os posibles para mis ensaladas procurando que no me sobren demasiado pero
s� era uno de los m�s gruesos que ten�a, sin duda. El cabr�n lo hab�a elegido
bien, de largo no deb�a de alcanzar los 11cm pero de grosor deb�a de tener al
menos 5cm...

Tom� el pepino de sus manos y not� la frialdad de la nevera
en este. Comenc� a chuparlo lascivamente, mirando a Antonio a los ojos mientras
lo hac�a. En realidad no lo hac�a con la intenci�n de enardecerlo a�n m�s sino
con la intenci�n de quitarle a la piel del vegetal la frialdad acumulada en la
nevera. Lo chup�, lo mam� y lo templ� en toda su superficie durante al menos 3
minutos cuando Antonio ya desesperado me dijo que me lo enterrara en mi co�o de
puta. Sentada como estaba, abr� al m�ximo mis piernas, con la mano izquierda me
separ� los labios mientras que con la derecha guiaba la gruesa punta del pepino
en mi co�o y... para mi propia sorpresa, not� como mi co�o casi lo absorb�a sin
demasiada dificultad a pesar de su grosor. Fue en ese instante cuando me di
cuenta que lo que me hab�a metido antes Antonio en mi vagina hab�a sido alguna
especie de lubricante que junto con mi flujo (que no era poco) hac�a que
estuviera preparada para recibir cualquier cosa. Comenc� a moverlo al mismo
tiempo que giraba al mismo para aumentar la excitaci�n. Notaba la superficie
rugosa de este y como el vegetal me estaba proporcionando unos momentos de
placer inesperado y cercano al �xtasis pero no consegu�a nada, necesitaba m�s
estimulaci�n as� que me incorpor� de la silla y apoyando el pepino en la base de
esta comenc� a subir y a bajar por el verde tallo mientras me sobaba las tetas
con la lascivia e intenci�n de llegar al orgasmo pero este, y no sab�a el
porqu�, se resist�a en llegar. En la cocina s�lo se o�an ya gemidos m�os y los
chapoteos de mi co�o anillado al vegetal eran ya de lo m�s obscenos y sonoros
que hasta ese momento hubiese podido o�r. Continu� en esta postura, foll�ndome
sin parar, al menos durante 6 minutos pero no llegaba a alcanzar mi premio y
eso, era algo que no entend�a. Siempre hab�a sido una mujer que f�cilmente
alcanzaba el �xtasis y m�s si me lo hac�a yo misma pues sab�a cuando, c�mo y
d�nde tocarme en cada momento, sin embargo parec�a estar todo el rato al borde
de conseguirlo pero sin conseguirlo, sin alcanzarlo. Al rato Antonio se comenz�
a bajar los pantalones y sac� su pene totalmente erecto y me orden� que se lo
chupara. Era un pene normal, ni demasiado grueso ni demasiado delgado, tampoco
ni grande ni peque�o, algo dentro de lo que ya hab�a visto hasta entonces de
media. Estaba sentado en una de las sillas y sus pantalones colgaban a la altura
de la pantorrilla arrugados, me puse a cuatro patas y comenc� a comerle la
verga. El pepino le ten�a clavado en mi co�o cuando me met� completamente la
pollla de Antonio en la boca. Antonio estaba completamente excitado, me cogi� la
cabeza con ambas manos y comenz� casi brutalmente a follame la boca, pas� una de
mis manos por entre las piernas hasta alcanzar el intruso vegetal y comenc� a
moverlo tan r�pido como pude. Not� como en un par de minutos Antonio tensaba al
m�ximo sus piernas d�ndome en las rodillas con las suelas de sus zapatos y
haciendo de esta forma que me abriera m�s. De repente comenz� a temblar y a
gemir y not� como me disparaba todo su semen irremediablemente en el interior de
mi garganta. La cantidad no fue excesiva pero si me pareci� que era
tremendamente espesa. En tanto tragaba la corrida del profesor yo continuaba
foll�ndome con el pepino y not� como de repente tuve un incontrolable e inmenso
orgasmo, como varios acumulados en uno s�lo y seguidos inmediatamente de otros
m�s peque�os a modo de r�plica del primero que tuve. Me qued� completamente
desmadejada y tumbada boca abajo en el suelo de la cocina con el vegetal a�n
ocupando mi empapada vagina. Antonio se puso de pie subi�ndose los pantalones en
tanto yo permanec�a en aquella posici�n sin casi poder moverme por el
indescriptible y brutal orgasmo experimentado cuando de repente la voz de mi
hermano desde el piso de arriba me devolvi� a la realidad. Abr� mis ojos
desorbitadamente y entr� en p�nico pensando que bajar�a las escaleras y me ver�a
all� tumbada en las baldosas de la cocina tirada a los pies de un desconocido y
con un pepino metido en el co�o...

Ante esto Antonio dio una patada al tanga que estaba en el
suelo dando este a parar debajo del lavavajillas para impedir que pudiera
ponerme r�pidamente estas pero quedando un poco de ellas a�n a la vista de
alguien que pudiera acercarse. Not� como mi adolescente hermano bajaba las
escaleras hacia la cocina. O iba a por el tanga y me pillaba en pelotas con el
pepino o me pon�a r�pidamente la camiseta, ten�a que tomar una decisi�n r�pida o
ni una cosa ni a otra. Me puse r�pidamente la camiseta larga y me sent�
r�pidamente en la silla. El pepino se me meti� a�n m�s en el co�o notando como
se me met�a en toda su longitud en mi interior y como sellaba pr�cticamente la
entrada a mi gruta justo cuando mi hermano apareci� por el dintel de la
puerta...

Ante esto, "el cereal" no demasiado convencido subi� de nuevo
hasta su cuarto oyendo c�mo cerraba la puerta de su habitaci�n en tanto que yo
all�, tal y como estaba y sin moverme en absoluto, ten�a un orgasmo tras otro.
Era el delirio. Sin duda me hab�a costado un mont�n llegar pero una vez que tuve
el primero los restantes se suced�an sin remedio uno detr�s de otro. "Seguro que
en parte, lo que me ha metido Antonio en el co�o tiene gran culpa en todo el
asunto" pens�. Ante esto Antonio me miraba, encendi�ndose un cigarrillo y
sonriendo p�caramente sabiendo de antemano lo que estaba pensando en aquel
instante. Tras unos momentos, me orden� que me volviera a pellizcar los pezones
por encima de la camiseta, lo hice y parec�a que esta fuera a ser traspasada de
un momento a otro por mis mugrones, estaba sudando por todos los poros de mi
cuerpo y la camiseta se me pegaba al cuerpo como una segunda piel haciendo mi
figura a�n m�s sugerente que si estuviera totalmente desnuda y mientras el
pepino, all� abajo, segu�a haciendo de las suyas...

- Uoooohh dioooss ya bastaaa yaa es suficiente nooo?

�Joder! El capullo de mi hermano no se hab�a ido como
pens�bamos a su habitaci�n. El muy cabr�n explic� que hab�a visto muchas
pel�culas porno como para reconocer los grititos de placer de una t�a y adem�s
dijo que lo que verdaderamente le convenci� del tema era el tanga que asomaba,
delator, por debajo del lavavajillas. Antonio mientras tanto no dec�a
absolutamente nada, permanec�a tranquilo y a la expectativa mientras sonre�a
entre calada y calada. Aqu� si que estaba verdaderamente asustada pues la
expresi�n que ten�a mi hermano no era para menos, casi babeaba mirando mis
insinuantes tetas y mis marcados pezones en tanto que el puto pepino segu�a
alojado en mi co�o, parec�a que hab�a encontrado un lugar mucho m�s acogedor que
la fr�a nevera.

Fue entonces cuando de forma inesperada y tras acabar el
discursito explicativo de mi hermano este comenz� a magrearme las tetas sin
cortarse un pelo, de forma descarada y en la totalidad de toda su superficie,
por encima de la camiseta. Antonio permanec�a sentado con las piernas cruzadas
observando qu� es lo que deparar�a todo el asunto. En un momento agarr� la
camiseta y tir� de ella hac�a arriba quit�ndomela con violencia. Mis tetas ante
este movimiento saltaron libres y sugerentes, pidiendo guerra. "El cereal" fue
en ese momento cuando se dio cuenta que en la silla hab�a un charco de humedades
delatoras producidas por mis ya m�s de 12 orgasmos...

"El Cereal" me cogi� de las piernas por los tobillos elevando
de esta forma mi culo y mi co�o. El pepino ante este movimiento sali� un poco de
su inesperado escondite y se mostr� en su base al "grano de arroz" brillante y
lleno de mis jugos. Su sorpresa fue a�n m�s grande que cuando me pudo ver el
potorro depilado y perforado en uno de mis labios con el piercing, por menos no
pudo resistir la tentaci�n de sacarme un poco el pepino y moverlo en toda su
longitud durante un rato en tanto yo disfrutaba con los movimientos que mi
propio hermano imprim�a al pepino follador. Cuando se cans�, inesperadamente me
dijo que me diera la vuelta que me quer�a dar por el culo como a las zorras de
las pel�culas, la verdad es que a mi ya me daba igual todo hasta que vi el
instrumento que se gastaba "el Cereal". En menos de 48 horas hab�a visto dos
pollas enormes, la de Cevallos y ahora la de mi enigm�tico hermanito. Era una
enormidad, verdaderamente monstruosa...el capullo era realmente grande, como una
peque�a alcachofa y el resto del pene parec�a una barra de acero de lo duro que
estaba, se le marcaban todas las venas y parec�an como rotuladores de bingo de
lo gruesos e inflamados que estaban, los huevos, joder los huevos eran como dos
peras de agua... �que pedazo de huevos se marcaba el ni�ato de los cojones!
"Joder, pens� decididamente esta es m�s grande que la del tal Cevallos pero por
esos huevos". En ese instante comprend� porqu� mi hermanito estaba tan plagado
de granos, estaba en plena pubertad de explosi�n hormonal y aquellos
descomunales huevos deber�an de contener cantidades enormes de leche. Me dijo
que me pusiera en el suelo de la cocina a 4 patas y le ofreciera el culo. Con
todo el flujo que hab�a destilado mi propio co�o, el culo estaba encharcado en
mis propios fluidos. "El Cereal" apoy� su descomunal miembro en la entrada de mi
agujero posterior y sin demasiados miramientos y de una sola y bestial embestida
me meti� "la alcachofa" y de un segundo empuj�n a�n m�s fuerte que el anterior
me empal� todo su monstruoso miembro. El dolor se hizo insoportable y pareciera
que casi me fuera a desmayar cuando el muy cabr�n comenz� a bombearme el culo
con tal ferocidad y ensa�amiento que perd� el punto de apoyo que manten�a con
mis manos en el suelo y di a parar con mi cara directamente sobre las fr�as
baldosas de la cocina haciendo que mi culo se elevara a�n m�s y quedara m�s
expuesto si es que esto fuera posible. El pedazo de bestia me estaba rompiendo
el culo literalmente y sus embestidas hicieron que el pepino que a�n lo ten�a en
el co�o cayera al suelo impregnado y totalmente embadurnado de mis transparentes
y abundant�simos flujos. Antonio, ante esto no se lo pens� dos veces y
levant�ndose de la silla se arrodill� recogiendo el pepino para introduc�rmelo
de nuevo en el co�o y foll�rmelo con violencia. Al poco rato me di cuenta de que
estaba disfrutando como nunca de la brutal posesi�n y gritaba fuera de mi al
tiempo que Antonio, mientras me jod�a con el vegetal, me pellizcaba los pezones
y mi hermano me martilleaba el culo como un poseso...

Y en verdad que la cantidad de semen que me estaba echando
fue tal que comenz� a rebosar considerables cantidades de semen de mi culo,
resbalando por mis muslos y cayendo en las baldosas de la cocina en largos y
abundantes regueros hasta formar casi un peque�o charco en el suelo. Mi orgasmo
fue bestial, y no se como mis gritos no hicieron despertar a mi padre bajando de
su habitaci�n y pill�ndonos en plena follada. Mis convulsiones se sucedieron una
detr�s de otra e hicieron que perdiera totalmente mis fuerzas y me derrumbara en
el suelo totalmente despatarrada boca abajo. Los dos comenzaron a re�rse
mientras yo intentaba de alguna manera de recomponerme de mis a�n gozosos
calambres cuando "El Cereal" me dijo que limpiara todo lo que mi culo no hab�a
podido retener. Intent� levantarme para ir a por la fregona cuando Antonio me
dijo...

- No putita, no. Con la fregona no, l�mpialo con la lengua y
no dejes nada que todo quede como estaba antes, bien limpito.

Y as� lo hice. Limpi�, absorb� y tragu� todos los pastosos
restos de la corrida de mi semental hermanito del suelo mientras resbalaban m�s
cantidades de leche de mis entra�as, pareciera que no me fuera a vaciar nunca,
hasta que lo dej�, si cabe, m�s limpio de lo que antes se encontraba. No
obstante en medio de la cocina apareci� el pepino que hasta ese momento hab�a
quedado abandonado, mientras los dos pervertidos observaban sentados mis
trabajos de limpieza, completamente repleto de brillantes y pastosos flujos de
mi co�o. Vi como este qued� completamente hinchado y rojo y sin embargo nada
irritado y totalmente preparado para lo que Antonio quisiera ordenarme... No me
orden� nada m�s salvo que me comiera delante de �l y de mi hermano el pepino que
instantes antes me hab�a follado y.... lo hice, no me lo pens�. Lo hice y
disfrut� con la cara que pon�an los dos.

CONTINUAR�...

Pod�is escribirme vuestros comentarios, cr�ticas y
sugerencias a esta direcci�n:

POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO, la serie consta de 4 entregas m�s programadas.

Relatos anteriores de la serie:

La Clase de Anatom�a 1 (Mari Mar 1)

La Clase de Anatom�a 2 (Mari Mar 2)

Hu�da del Aula (Mari Mar 3)