Basado en un hecho real -5-
Mi hermanita, las leoncitas y yo.
Todo comenz� como un juego, casi como todas las aventuras:
por la oportunidad y la disposici�n al juego. Yo ya era un chico del 6to. Grado
y ya hab�a cambiado mucho desde mi tragedia familiar �aunque no tan dram�tica-
de que era considerado un pervertido.
Si de dos vacaciones de verano hab�a crecido un mont�n,
ahora, en un nuevo escenario, una nueva ciudad, donde las aventuras me llamaban
con la fuerza de mis hormonas� esperaba "la grande".
Mi familia ten�a varias amistades de trabajo en la nueva
ciudad donde llegamos a vivir; ahora ir�a a una nueva escuela, nuevo vecindario,
quiz� nuevos amiguitos y amiguitas. Aunque ahora yo era supervisado, fiscalizado
y observado constantemente por mi padre, madre y hermana menor Anita. Nunca supe
a ciencia cierta qu� le coment� mi madre a mi padre; pero cada vez que �l me
ve�a, notaba un dejo de rechazo. Bueno, nunca habl� conmigo de sexo ni de "eso"
que pas� en casa de mis abuelos entre Tita y yo� y ahora, en mi nueva ciudad,
eso me frenaba a repetir mis aventuras de antes, donde hac�amos de todo con ni�o
o ni�a.
Y todo comenz� como un juego. En mi vecindario no hab�a ni�os
de mi edad (12 a�os); pero abundaban las ni�as de la edad de Anita (8 a�os) y
para abajo, hasta beb�s. Total, que lo primero, fueron amiguitas de Anita
quienes estuvieron en posibilidad de visitarnos o jugar en su casa. Eran 3
chiquitas de 6, 5 y 4 a�os. Las llam�bamos las "leoncitas" por su apellido, y
porque s�lo la mayor Clau, ten�a el pelito negro, las otras 2 nenas ten�an rizos
dorados, se llamaban Sary y Gaby. Algo que me hizo hervir la sangre desde la
primera vez que las vi fue que su com�n denominador eran las nalguitas redondas
y saltonas, como los beb�s cuando usan pa�ales abultados y se ven curiosos.
Fueron semanas y semanas de establecer una imagen inocente
ante la familia de las leoncitas, acompa�aba a mi hermana cargando sus mu�ecas,
casitas y dem�s juguetes para la casa de sus amiguitas; y yo me llevaba mi
mochila y hac�a la tarea. La mam� de las ni�as siempre recelosa se paseaba en
varias ocasiones y luego llevaba alg�n bocadillo para luego despedirnos entrada
la tarde, 7 p.m. est�bamos en casa Anita y yo. �Aburrido? Imag�nate yo�
Por m�s que intentaba bajarme la calentura a jaladas
�pijazos, pajas, pu�etas, etc.- siempre estaba bajo vigilancia: tiempo
supervisado para el escusado, ba�arme, "toc toc toc" y toda la inspiraci�n
abajo. �Te pas� alguna vez?
En la escuela, era s�lo una variante de vigilancia m�s:
monitores en el recreo, maestro estricto, llamada a la direcci�n para advertirme
que estaba en la lista negra, y que no me perdonar�an el m�s m�nimo error�
��Desde el primer mes de clases?! Lleg� a ser insoportable. En ocasiones solo me
pod�a desahogar en el ba�o de la escuela, pero los remodelaron�
Yo ya estaba al borde de un derrame seminal, con decirte que
ten�a sue�os h�medos casi cada 4 d�as, me daba temor masturbarme en casa: mi
cuarto ten�a una ventana hacia el interior y sin cortina, adem�s que llegando a
la casa, le quitaron la puerta a mi cuarto� cuando anunciaron el Big Brother,
francamente me pareci� que alguien les hab�a contado esa �poca de mi vida. �Te
recuerda algo?
Ten�a el cerebro completamente fermentado de tanta leche
atravesada. Y lleg� la oportunidad. Do�a Clau, madre amant�sima de las
leoncitas, me propuso cuidar a sus hijas por una m�dica cantidad, las siguientes
2 semanas, porque acompa�aba al esposo a 2 congresos en el extranjero. Y su
hermana �"la T�a"- ten�a que ir a clases por las tardes. Como Do�a Clau no hab�a
encontrado ni�era� y era una taca�a de lo peor, me pagar�a una miseria por el
trabajo. Y mi mente se conect� directamente con mi pr�stata y mi cerebro con mis
huevos. Lo �nico que no me gust� fue que primero iba a consultarlo con mi madre:
�Falsa alarma! Todo se arregl� incluyendo a mi hermana en el trato.
Mi madre estaba orgullosa, mi padre me ve�a con algo de
recelo y mi hermana estaba feliz: ella tendr�a amiguitas seguras todos los d�as
para jugar. Mis padres me ve�an al fin "curado".
El primer lunes, la t�a nos recibi� con un beso de despedida:
ella corr�a a su escuela vespertina, nos dejaba una merienda para m�s al rato y
otras cosillas m�s: t. v. ilimitada, m�sica y los juguetes. Me extra�� que la
t�a me besara, casi ni nos conoc�amos y el beso me alcanz� la comisura de la
boca� y de una muchacha de 16 a�os a un chamaco de 12� eso casi me hace eyacular
ah� mismo.
Antes que nada, las ni�as se fueron a jugar y me fui directo
a la rec�mara de los se�ores a rebuscar entre los cajones: condones, una
botellita de aceite para beb� en el bur� derecho. Un libro vetusto en el otro:
le� con dificultad "El Decamer�n", algo aburridos los se�ores �pens�- y me fui
al caj�n m�s alto de la c�moda en la rec�mara. Ropa de hombre, el Se�or era algo
m�s bajito de estatura que yo (en ese momento 1.65 m.) y por lo gordito, se ve�a
m�s chaparro. Y sus camisetas y truzas en el caj�n parec�an ropa de enano. Al
fondo del caj�n hab�a una pel�cula "s�per 8", me puse fren�tico, fui al foco m�s
cercano a intentar descifrar las im�genes que ten�a; pero me fue frustrante no
ver con claridad las im�genes. As� que las devolv� al caj�n; y segu� buscando.
Abr� el segundo caj�n y mi verga se par� a todo lo que daba: la ropa interior de
Do�a Clau, casi toda la ropa que dej� era blanca: pantaletotas del tipo tienda
de campa�a, bracieres tipo armadura medieval, unos fondos verde pastel;
francamente deplorable y m�s en cantidad: s�lo 13 piezas en total� �Claro que
ella se llev� todo lo mejorcito a los congresos! Era un viaje de 2 semanas.
Y en un rinc�n del caj�n encontr�, hecho bolita, un bikini
imitaci�n leopardo, que me trajo al olfato un mundo de aromas deliciosos,
tambi�n me di cuenta que ten�a rastros de sangre seca en la parte posterior�
Inmediatamente corr� directo al ba�o de la casa� �A que no adivinas qu� hice?
Pues me regres� al cuarto porque de la emoci�n dej� el calz�n de leopardo encima
de la c�moda. Bueno ya con la prenda en la mano, prosegu� a dirigirme al cuarto
de ba�o, por cierto el �nico de la casa, y ech� un vistazo a las ni�as:
simplemente no exist�an, en ese momento eran comadres tomando el t� con un
ej�rcito de mu�ecas. Menos descontrolado, me met� al ba�o, prend� la luz, puse
el "seguro" de la cerradura, me quit� el short y la trusa, me descalc� los tenis
que tra�a, observ� todo el ba�o y el anaquel que estaba sobre la caja de agua
del escusado, y en el m�s alto hab�a una caja parecida a un botiqu�n de primeros
auxilios, cremas y champ�es en el siguiente entrepa�o, montones de toallas
dobladas y rollos de papel de ba�o acomodados, y mientras: me acariciaba la
verga dura y extendida a todo lo que daba; mis cosquilleos eran deliciosos, al
igual que largas oleadas de placer pasaban de mi pene a los huevos, de los
huevos al "derri�" (esa secci�n que se encuentra entre los huevos y el ojete del
culo) y de ah� al latir de mi ano que se abr�a y cerraba de acuerdo a las
sensaciones. Era una especie de "pre orgasmo" leve y lenta, en otras palabras:
me estaba cociendo a fuego lento. �Lo has sentido alguna vez?
En aquella �poca le daba una importancia tremenda a lo que yo
llamaba "jalada gourmet" o sea: iba a disfrutar cada mil�metro de mi excitaci�n
y de mi masturbaci�n hasta el glorioso momento de eyacular: �C�mo? Creo que te
lo has imaginado�
Me sent� en la tasa, puerta cerrada, bikini en mano y a la
nariz, olor fascinante y movimiento sinuoso y constante de mi mano ensalivada:
arriba, abajo, arriba, abajo� y las im�genes de Do�a Clau vinieron a mi mente:
Se�ora de unos 28 a�os, delgada y chaparrita, como de 1.60 m. de estatura y
cuerpo regular, sin mucho pecho, pero con unas nalgas parad�simas y redonditas
como las hab�an heredado sus hijas� �Uy! �Qu� calent�n! ... Comenc� a imaginar
cada cent�metro de piel blanca de Do�a Clau, y su cabello negro azabache, as�
que la l�gica me dec�a que sus bellos p�bicos eran negros, seguramente rizados
como los cabellos de sus hijas Sary y Gaby.
Pero lo que m�s me excitaba: la sangre en la parte posterior
del bikini leopardo� Mis huevos estaban cosquille�ndome y desde mi ano, a trav�s
de mi derri� y hasta la punta de mi verga� me anunciaban la inminente
eyaculaci�n� Quise alargar mi placer y con la mano libre me apret� la bolsa del
escroto, en su ra�z, dejando ambos huevos en la bolsa y me di un jaloncito hacia
atr�s y hacia abajo (firme pero suave)� S u efecto fue de un poco de dolor, pero
con ello tambi�n baj� mi excitaci�n.
As� que me acomod� montado sobre la tasa del excusado, con
mis nalgas bien abiertas y mi ano tocando el fr�o borde de la tasa. �Doble
sensaci�n! Mientras prosegu�a a masturbarme y oler el bikini me daba toquecitos
con el borde del escusado� No dur� mucho, y me derram� salpicando la tapa y el
asiento del escusado. Mi placer dur� mucho, mucho, mucho, te dir�a que como unos
30 segundos. Todo sudoroso, con los ojitos en blanco, huevos latiendo y ano
haciendo gui�os �abrir, cerrar, abrir, cerrar- me recost� de panza sobre la caja
de agua del escusado. Suspiraba y casi llor� de placer, al fin hab�a liberado
toda la tensi�n sexual que hab�a acumulado por casi un mes y medio. �Qu� rico!
�Ah! �Al fin!
���Y que se abre la puerta de golpe!!!
Casi me cago del susto y de un brinco fenomenal me puse de
pie y a un lado de la puerta. Quien entr� como un remolino fue la chiquitina
Gaby, que sin hacer el menor gesto se baj� sus calzoncitos y se subi� al
escusado a orinar, -"�Tas orinando? �Te ba�ates?"- inocentes preguntas de Gaby.
Mientras yo hecho un nudo de nervios trataba de vestirme. �C�mo hab�a entrado si
le hab�a puesto "seguro"? Simple: no serv�a la cerradura, y al parecer, la
costumbre de la casa era entrar y salir del ba�o sin el menor recato.
Al fin y al cabo eran puras mujeres en casa y solo el Se�or.
Termin� de reflexionar mientras me pon�a mis tenis� -"�Me limpias?"- pidi� Gaby,
y con mucho cuidado y recelo tom� papel de ba�o y me acerqu� agach�ndome y ella
hizo lo mismo, hacia delante y dejando el culo en pompa, y la peque�a rajita
goteando. Pas� el papel suavemente secando la humedad. Gaby ri� un poquito y se
subi� los calzoncitos y regres� a jugar� �Uf! Cre� que ya la hab�a librado, pero
me acord� de mi hermana "ChismosAnita" y fui corriendo al cuarto donde jugaban,
con el coraz�n sali�ndoseme por la garganta� Ah� estaban todas, juegue y juegue.
Me fij� en Anita y ella ni por enterada. All� si puede respirar descansado�
Al ratito les llev� la merienda que estaba en la cocina, ya
era cosa de servir y listo. Las ni�as comieron todas las galletas, la leche, el
chocolate y las gelatinas. Un banquete de golosinas. Y entonces fue Sary la que
fue al ba�o y de ah� grit� para que yo fuera� �Qu� crees que quer�a? �Eso!, que
la limpiara. All� mi hermana Anita tambi�n fue y me dijo que no entrara porque
lo iba a decir a mi mam�. Sary volvi� a gritar que yo la limpiara, y Anita
volvi� a amenazarme.
Entonces vino Clau y le dijo a Sary que me esperara. �"En
casa siempre el mas grande limpia a los m�s chicos"- y explic� que era orden del
Se�or, as� que cuando �l estaba, �l limpiaba a las nenas, cuando Do�a Clau, ella
o luego la T�a. Entonces la l�gica dec�a que yo era el indicado y no hab�a
malicia en ello, pero Anita sab�a qu� clase de bestia era yo, por lo pasado en
casa de los abuelos con Tita, Lalo, Ruly y ella misma, pero si hubiera sabido de
todas las org�as en los edificios en construcci�n en la ciudad donde viv�amos
antes: seguro que sal�a corriendo. Bueno, Anita dijo que ella era la ni�a m�s
grande de todas: pues que ella limpiaba. Y se mete al ba�o y sal� en 2 segundos
con cara de asco. Sary hab�a estado esperando el resultado de la discusi�n y
aprovech� a cagar. Lo cual fue demasiado para Anita y me dio su autorizaci�n con
un gesto al tiempo que dec�a "Gu�cala".
Francamente si era un sacrificio entrar al ba�o, qui�n sabe
qu� hab�a comido la ni�a, ol�a a rayos. Lo primero fue bajarle al agua, lo
segundo bajar la tapa, luego el papel y despu�s poner a Sary empinadita para
limpiarla. Ah� se me par� el tiempo y el chile. S�, Sary era una nenita de 5
a�os, y lo que comento es que ella ten�a unas nalguitas redonditas, paraditas y
saltonas, adem�s que era de la misma estatura que Clau y rubia y rizada� Ojitos
color miel. �Suficiente?... Y lo m�s bonito era ver esas nalguitas salpicadas de
caca parda por el centro� parec�a un cuadro abstracto y er�tico a la vez.
Comenc� limpiando alrededor, us� otro papel para el anito y hasta le pas� las
yemas de los dedos cuando lo dej� limpiecito.
Acerqu� la nariz y lengua a la zona, sab�a saladita y a pip�
en la rajadita. Varias veces pas� mi lengua, sin ascos ni rencores, solo deseo,
gusto, saboreando cada textura, cada mil�metro y micra de piel, mucosa y
esf�nteres� y masturbarme metiendo mi mano y acariciando la glande de mi verga.
�"�Ya la limpiaste?"- pregunt� Anita tras la puerta cerrada, -"Ya casi"- y me
levant� y volv� a secar la vulvita y ano de Sary. Salimos y Anita casi nos
arrolla para usar el escusado. Y nos re�mos al verla sentarse en la tasa y hacer
un gesto de alivio.
Luego de un rato todos miramos t. v. con las inocentes
caricaturas de Tom y Jerry, y le pregunt� a Anita si iba a acusarme con mi mam�,
para mi sorpresa, dijo con mucha madurez propia de sus casi 9 a�os �"No he visto
nada feo"- y le brome� si tambi�n ella quisiera que la limpiara, pero su carota
de enojada me respondi� en silencio. Nuevamente me acalambr� de miedo� Pero mi
sorpresa fue mayor: se acerc� a mi lado, me abraz� como hermanos que �ramos (y
seguimos siendo) y me dijo al o�do� -"Aqu� s�, si no se lo dices a nadie, pero
en la casa ni lo pienses�" Y como para que le creyera que dec�a la verdad: ���Me
dio un t�mido beso en los l�bios!!!
CONTINUARA�