Grabando a mi hija
Este relato es pura ficci�n con alto contenido pornogr�fico y
en �l participan ni�os peque�os. Por favor no lo leas si hiere tu
susceptibilidad�
Esta historia comienza hace algunos meses, justo despu�s de
un gran operativo en el que tuve que participar. Me llamo Hans y soy polic�a, de
la divisi�n de delitos cibern�ticos. Es por eso que hace poco me toc� formar
parte de la brigada que desbarat� una extensa red de pornograf�a infantil.
Luego de largas investigaciones, detuvimos a 30 hombres,
todos ellos profesionales, quienes intercambiaban y hasta produc�an material
pornogr�fico con cientos de ni�os de diferentes edades y razas. Se incautaron
discos duros de computadores, videos, �lbumes fotogr�ficos y todo tipo de
material.
Yo me dediqu� a las detenciones, mientras que otros de mis
compa�eros clasificaron el material incautado. Al cabo de dos d�as de pesquisas
y cuando ya estaban todos los pederastas detenidos, vi en mi oficina el listado
del material pornogr�fico que se hab�a quitado a los degenerados. La lista, que
indicaba el n�mero de computador, video o �lbum en el que se encontraba cada
material, conten�a: sexo con ni�os de 3 a 5 a�os, sexo con ni�os de 5 a 8 a�os,
sexo con ni�os de 8 a 13 a�os. Penetraciones anales. Dobles penetraciones. Sexo
con ni�os y animales. Sexo con ni�os y excrementos. Violaciones a beb�s, etc.
Debo decir que a pesar de mi experiencia en casos de este
tipo, me impresion� constatar el grado de depravaci�n que mov�a a los ped�filos.
Pero algo m�s debo admitir� y es que esa lista me produjo un morbo que jam�s
pens� sentir frente a un tema como el de la pornograf�a con menores.
Soy padre de una hija que ya tiene 8 a�os y siempre he
detestado a los pederastas, sin embargo algo pas� y sent� unos deseos
irrefrenables de ver algo de todo ese material. Me tranquilic� a mi mismo
pensando que lo har�a para poder entender la magnitud del da�o que esa red
estaba causando. Pero en el fondo sab�a que era para satisfacer mi morbo.
Esper� a que todos se fueran de la oficina y me qued� s�lo yo
y un compa�ero a quien le correspond�a hacer el turno de la noche. De esa forma,
me fui al dep�sito de "pruebas", con la excusa de hacer un catastro del
material. Entr� a la habitaci�n donde estaba todo lo incautado y cerr� la
puerta. Conect� el reproductor de video y me sent� frente a �l, pensando qu� es
lo que ver�a.
La primera cinta que tom� en mis manos era una cuyo r�tulo
dec�a: "Sexo con ni�os de 4 a�os". Pero la solt�. Algo me detuvo y prefer� tomar
otra: "Sexo con ni�os de 11 a 13 a�os". La puse en el reproductor y di play. Lo
que sigui� me sobrecogi� pero me produjo la mayor excitaci�n de mi vida.
Se ve�a una habitaci�n amplia con una cama y unos muebles.
Sobre la cama, de dos plazas, hab�a una ni�a de unos 11 a�os, quiz�s un poco
m�s. Blanca, asi�tica, de ojos rasgados y facciones muy bellas, muy finas.
Estaba desnuda, y mostraba unos pechos peque�os, de pezones color miel y ar�olas
grandes. Caderas peque�as y pelo negro que le llegaba hasta la mitad de la
espalda. Estaba de rodillas sobre la cama y se ve�a que lloraba. De pronto entr�
al cuadro un hombre con la cara cubierta por un pasamonta�as. �l tambi�n estaba
desnudo y al llegar a la cama, tir� hacia delante a la ni�a, quien qued� en
cuatro patas con el culo hacia arriba. El hombre no dud� un segundo y meti� un
enorme pene que no bajar�a de los 18 cent�metros dentro del ano de la menor.
Ella daba gritos desgarradores. Pero anda hac�a detenerse al hombre. La verga
introducida hasta las profundidades rectales de la chinita la hac�an babear,
pero de dolor. Lloraba a�n m�s, trataba de soltarse, pero nada consegu�a frente
a la fuerza de su violador.
La c�mara ayudaba a mi excitaci�n, que cada vez fue creciendo
m�s, ya que se acercaba y hac�a primeros planos muy reveladores. Primero en la
cara de la ni�a. Sus ojos llenos de l�grimas, su boca con hilitos de baba entre
los labios y sus fosas nasales abri�ndose y cerr�ndose al ritmo desenfrenado de
una respiraci�n agitada se ve�an incre�bles. Luego en el ano. La c�mara captaba
cada embestida de ese pedazo de carne gordo, lleno de venas gruesas, de un color
caf� oscuro.
Estuve unos cinco minutos viendo esa culiada fenomenal hasta
que sent� ruidos y puse stop, para que no me descubrieran. Pasaron los segundos
y nadie lleg�, as� que decid� seguir, pero cambiar�a el video. Dentro de mi
pantal�n ya se marcaba un bulto interesante. Estaba erecto y sent�a grandes
deseos de masturbarme, as� que puse una nueva cinta en el reproductor y saqu� mi
pene. Lo tom� en mi mano y con ritmos cadenciosos esper� las nuevas im�genes.
Esta cinta dec�a "Oral anal a ni�as de 12 a�os".
Me prepar� para algo que seguro ser�a bueno y no me
equivoqu�. En la pantalla hab�a una ni�a de 12 a�os, morena (creo que debe haber
sido peruana o boliviana, por sus ex�ticos rasgos ind�genas). Ten�a un par de
trenzas en su cabello negro, y vest�a uniforme escolar. Era algo gordita, pero
de muy buenas formas, pechos desarrollados y grandes, como de una ni�a de 17 o
18 a�os, y sus piernas eran torneadas a pesar de lo gruesas.
Not� que la ni�a deb�a estar algo drogada quiz�s, porque se
mostraba muy cooperadora en cada cosa que le hac�an. As�, un hombre de unos
cincuenta a�os le ofreci� su pene erecto a escasa distancia de su boca y la
ni�a, arrodillada frente al tipo, lo tom� de inmediato y se lo zamp� dentro de
su boquita. Ten�a los labios muy rojos, pintados con un fuerte lapiz labial, por
lo que la tranca de su violador iba quedando rojiza. La ni�a se relam�a dando
lengua al glande rozado intenso del hombre. Y gem�a de placer cada vez que una
gota de l�quido preseminal sal�a desde el interior. Sin duda, a pesar de su
corta edad, la ni�a ten�a experiencia, porque manejaba con maestr�a el pene.
Su lengua succionaba cada vez m�s y de pronto tuvo toda la
carne del hombre dentro de s�. Debi� haberle llegado hasta la garganta y se ve�a
que as� era, porque las arcadas se repet�an constantemente, a pesar de lo cual
no dejaba de mamar.
En ese momento apareci� en escena otro hombre, de cincuenta
a�os seguramente tambi�n, quien mientras la peque�a lam�a la polla del otro, le
iba propinando fuertes nalgadas en su trasero. Mientras el segundo tipo m�s le
pegaba, ella m�s se excitaba al mamar la verga del primero. La c�mara se
trasladaba entre la mamada y las nalgas coloradas de la peque�a morenita. La
furia en los golpes del segundo tipo lo hizo adoptar una erecci�n �nica, con la
que comenz� a penetrar analmente a la ni�a. Ella comenz� a llorar. Se ve que la
mezcla entre dolor y placer que estaba sintiendo era indescriptiblemente
gratificante para su cortos 12 a�itos.
Yo en ese instante me pajeaba sin ning�n pudor y estaba a
punto de correrme, cuando me sobresalt� una voz. ES RICO ESO, NO?. Era la voz de
Manuel, mi compa�ero que hac�a turno por la noche. Entend� que me hab�a estado
observando desde hac�a rato, porque incluso portaba una c�mara con la que hab�a
grabado toda mi masturbaci�n. NO SAB�A QUE ESTABAS AQUͅ YO� S�LO ESTABA MIRANDO
EL MATERIAL� Dije avergonzado tratando de ocultar mi pene dentro del pantal�n,
pero me era imposible, porque estaba a mil y con la erecci�n demasiado dura.
Lo que pas� despu�s me marcar� para siempre. Manuel se acerc�
a mi y me propuso algo. MIRA� NO QUIERO DENUNCIARTE POR LO QUE ESTABAS HACIENDO�
YA SABES QUE TE DAR�AN DE BAJA INMEDIATAMENTE SI SUPIERAN QUE TE EXCITAS CON
ESTAS COSAS� PERO TENGO UNA IDEA QUE TE PUEDE ASEGURAR MI SILENCIO�
Yo no sab�a qu� hacer, as� que le pregunt� de qu� se trataba.
Manuel me lo aclar�. QUIERO DOS COSAS. LA PRIMERA ES QUE ME MAMES LA VERGA AHORA
MISMO, HASTA ACABAR EN TU BOCA Y LA SEGUNDA ES QUE ME TRAIGAS CADA SEMANA UN
VIDEO DE TU HIJITA DESNUDA HACIENDO CUALQUIER COSA. LO TOMAS O PIERDES TU
TRABAJO PARA SIEMPRE.
Asustado, comprend� que estaba en sus manos. Pero tambi�n
pens� en una fracci�n de segundos que lo que me estaba pasando era un regalo
ca�do del cielo. Claro, porque en el fondo Manuel no pensaba denunciarme, ya que
si lo hac�a, yo tambi�n lo har�a perder su trabajo por las cosas que me estaba
pidiendo. Pero estaba claro que ambos podr�amos pasarlo muy bien si segu�amos el
juego del chantaje. Yo hace tiempo que quer�a experimentar una relaci�n
homosexual a ra�z de unos videos de pornograf�a gay que hab�amos incautado
porque ten�an menores.
Le dije que aceptaba. As�, luego de poner otra cinta, en la
que un par de ni�os eran penetrados salvajemente por dos travestis dotad�simos,
se la comenc� a chupar. Una verga grande, lustrosa, con un buen olor a macho.
Casi diez minutos, hasta que mis cansadas mand�bulas sintieron la fuerte
descarga de semen inundando mi garganta. Exquisitos chorros de ese espeso
l�quido pegajoso chapoteaban por mi boca.
El primer paso del chantaje estaba hecho. Ahora yo deber�a
cumplir con lo dem�s. Esa noche nos despedimos y llegu� a casa pensando en lo
que hab�a hecho. Me sent�a mal, culpable, hasta sucio. Decid� darme una ducha.
Luego fui a la cama y bes� a mi esposa que, acostumbrada a mis llegadas tarde a
la casa, ya estaba dormida. Casi no pude dormir, porque en mi cabeza daba
vueltas y vueltas el hecho de que deb�a filmar a mi propia hija de 8 a�os para
darle el video a Manuel. Pens� en no hacerlo, pero eso significar�a perder la
oportunidad de disfrutar su rica verga que tanto me hab�a dado placer.
A�n con culpa, pero decidido a no perder el pene de Manuel,
al d�a siguiente volv� del trabajo m�s temprano que de costumbre, sabiendo que
mi esposa llegar�a dos horas m�s tarde desde su propio trabajo. Le dije a la
sirvienta que pod�a retirarse a su hogar, que yo me encargar�a de Sof�a, mi
hija. Y as� qued� solo con mi ni�ita. No quisiera describirla, para que no se
exciten pensando en ella, porque m�s all� de Manuel no pretendo que mi hija de 8
a�os sea objeto del deseo popular. Ojal� me entiendan. S�lo les dir� que es muy
parecida a una actriz que se llama Cristina Ricci.
Le dije a Sof�a entonces que se fuera a dar su acostumbrada
ducha nocturna, pero ella aleg� diciendo que era muy temprano. Yo le indiqu� que
sorprender�amos a su mam� cuando llegase mostr�ndole que su ni�ita ya estaba
lista para acostarse, con lo que la convenc�. Teni�ndola desnuda en la ba�era
entonces, llev� al ba�o mi c�mara filmadora y le dije que no se preocupara, que
la grabar�a para tener unos archivos de la familia y hacer lindos videos, a lo
que accedi�. Le dije que repetir�amos las grabaciones una vez cada semana para
tener muchas y que yo la recompensar�a con regalos, pero que no le contase nada
a su mam�, porque era una sorpresa. Ella estuvo encantada, le gustaban las
c�maras.
Lo que sigui�, debo admitir que me averg�enza decirlo� pero
me excit� mucho ver a mi peque�a hija moj�ndose y refreg�ndose con el jab�n
todas sus partes. Y me excitaba a�n m�s porque es una ni�a muy bien ense�ada que
cuida mucho su higiene, por lo que pasaba insistentemente su mano por su
vaginita virgen tratando de limpiarla bien.
Al final le agradec�, bes�ndola en la mejilla y ayud� a
secarla, pasando su toalla con delicadeza y excitaci�n por sus partes m�s ricas.
Sus tetitas peque�as y su entrepierna, en la que "descuidadamente", met� un dedo
al pasar.
La cost� y me fui a ver el video. Era la primera de muchas
veces en las que vi a mi hija ba��ndose, acompa�ado de Manuel y sirvi�ndome su
sabroso pene. Ahora siento culpa por todo lo que estoy haciendo, pero admito que
no puedo dejarlo� ya no puedo detenerme.