Y llego la segunda noche, mi mente ya hab�a estado pensando
muchas cosas durante el d�a, la posici�n que iba a adoptar en la cama, como la
iba a tocar mientras durmiese, que excusa iba a tener si me sorprend�a
haci�ndolo, en fin todos los pensamientos mas descabellados que me pod�an pasar
por la cabeza en ese momento.
Como de costumbre me mandaron a acostar antes, dije buenas
noches y me fui a la cama, los minutos se me hicieron eternos, hasta que por fin
sent� los pasos de mi t�a y mi madre que apagaban la televisi�n y proceder�an a
acostarse.
Lleg� al rato mi t�a, yo permanec�a despierto pero me hice el
medio dormido, mi t�a esta ves no me hablo crey�ndome dormido, solo procedi� a
desnudarse brind�ndome el mismo espect�culo de la noche anterior, el cual ahora
admire con lujo de detalles, se saco los zapatos de tac�n, procedi� a sacarse
sus anillos, aretes y collares, asumo que el maquillaje se lo sacaba en el ba�o,
se saco su blusa con unos movimientos sensual�simos que eran muy normales en
ella, pero al pensarlo ahora parec�a como si se estuviese desnudando frente a su
amante, quedo en ese momento en sost�n el cual me pude fijar era de encaje de un
color como celeste muy hermoso, luego se saco sus pantalones de tela blancos que
le quedaban apretad�simos, quedando ante mi ese hermoso calz�n tipo tanga del
mismo color que el sost�n, de esos que tienen los tirantes muy delgados y solo
crecen en el triangulo delantero y trasero, pero mi t�a adoptando las costumbres
de vestir del Brasil usaba una prenda diminuta en la parte delantera que a
minutos parec�a iba a dejar salir su bello p�bico y que marcaba terriblemente
sus labios vaginales, mostr�ndome una imagen clar�sima de su vagina, parec�a una
diosa, asumo que se depilaba cosa que mas adelante confirmar�a.
Sigui� con su espect�culo, se saco el sost�n y cayeron esas
dos enormes blancas y preciosas tetas, que a esa altura solo deseaba tocar, debo
confesar que ya no era solo curiosidad lo que sent�a sino que tambi�n nac�a en
mi un instinto sexual terrible, que me acompa�a hasta el d�a de hoy.
Yo esperaba, como la noche anterior, que se pusiese su baby
doll, pero grande fue la sorpresa que me lleve cuando mi t�a se da vuelta
dej�ndome apreciar su enorme y bronceado culo que estaba firme y parado y camina
hacia su maleta que estaba sobre un mueble la abre y saca otro calz�n, un poco
mas grande y acto seguido procede a cambiarse el que llevaba puesto por el
reci�n sacado de la maleta, yo tragaba saliva, mi expresi�n de medio dormido se
fue a la cresta mis ojos parec�a que se iban a salir, medio tapado entre las
sabanas observaba con delirio como mi t�a que de frente a mi se sacaba su tanga
y se pon�a ese calz�n mas grande. El movimiento fue r�pido, pero a m� me
parecieron siglos, baj� su tanguita que parec�a despegarse como a la fuerza de
sus labios vaginales, aparecieron ante mi esos vellitos p�bicos, depilados
dejando solo una l�nea no muy delgada pero que dejaba ver en todo su esplendor
esa vagina, con ese par de labios carnosos, que seria la causa futura de
innumerables pajas.
En ese momento alz� su mirada y vio mi rostro, yo me quise
morir, me hab�a descubierto, que rega�o me iba a llevar!!!, mis ojos dejaban ver
que lo �nico que hacia era observar a mi t�a y por mi cabeza pasaban deseos
prohibidos, pero mayor fue mi sorpresa cuando me queda mirando y me dice con voz
suave "que estas mirando picaron", y estampo una hermosa sonrisa en su rostro.
El alma me volvi� al cuerpo, acto seguido se puso su calz�n y
su baby doll y se meti� en la cama junto a m�, "buenas noches mi ni�ito" me
dijo, y me dio un beso en las mejillas que deben de haber estado no rojas sino
moradas de tanta verg�enza que hab�a sentido. Repiti� la misma rutina de la
noche anterior d�ndome la espalda, yo boca arriba sent� toda la parte posterior
de su cuerpo tocar el m�o, sent� esas nalgotas exquisitas tocar mi cuerpo y en
ese momento un movimiento instintivo me llevo a tomar mi pene y apretarlo
fuertemente, pero de forma disimulada para que no se diese cuenta mi t�a.
No sabia lo que hacia con mi mano ah�, jam�s antes lo hab�a
hecho de esa manera, pero la sensaci�n era fant�stica.
Pasaron las horas y me quede dormido, en que instante no s�,
pero me volv� a despertar con el abrazo de mi t�a, supongo que ella habr� estado
acostumbrada a dormir as� con alguna pareja que debe haber tenido en Brasil,
pero ahora estaba soltera y era yo la victima de sus fenomenales abrazos al
dormir.
Esta ves me despert�, pero no sobresaltado como la primera
noche, sino con una sensaci�n de culpa anticipada por lo que pretend�a hacer. Su
brazo izquierdo sobre mi pecho, sus tetas bien pegadas a mi brazo izquierdo y
parte de mi pecho, su vientre cerca de mi cuerpo y su pierna su deliciosa pierna
desnuda arriba de m�, apretando nuevamente mi pene que estaba duro como una
peque�a roca, mi mano rozando de nuevo su calz�n. Pero �sta ves yo quer�a probar
m�s.
Superando los nervios, tratando de que mi respiraci�n fuera
lo menos agitada posible puse mi mano derecha sobre la pierna de mi t�a, rozando
t�midamente su muslo izquierdo que estaba encima de m�, pero despu�s dando una
agarrada m�s segura al ver que mi t�a no se inmutaba, era suave, suave como la
seda y carnoso de esos que da gusto tocar.
Con mi mano izquierda, la cual rozaba su calz�n, comenc� muy
lentamente a mover mi dedo �ndice, tratando de tocar al interior del mismo pero
no me fue posible, as� que decid� tocar por encima del calz�n, sent� entonces
por primera ves en mi vida una vagina en mi mano, pase mi dedo de lado a lado
muy suavemente, tocando sus labios mayores y su rajita tratando de hacer una
m�nima presi�n sobre esta, para no despertar a mi t�a. Se le marcaba todo;
decid� entonces que quer�a tocar mas con toda la mano no solo con un dedo y
acomode mi mano no sin algo de dificultad, sent� entonces como mi mano se
depositaba casi completa en su vagina, siempre por encima del calz�n, pero pod�a
sentir su calorcito distinto al resto del cuerpo, estaba en el cielo.
Pasaron as� unos minutos y trate nuevamente de meter mi mano
por debajo del calz�n, pero hice un movimiento algo brusco lo que provoco que mi
t�a se moviese y cambiara de posici�n, d�ndose vuelta y dejando para m�
nuevamente su culo. Yo me asuste, pens� que la hab�a despertado, as� que decid�
que eso era suficiente por esa noche, me di vuelta y trate como pude de dormir a
pesar de la incomodidad que me produc�a mi pene erecto que en aquel tiempo no
ten�a ni idea como calmar y siempre pensando "ma�ana intentare tocarle algo
mas".
Y no me equivoque, pues en la tercera noche.......