En la soledad de mi habitaci�n, recordaba el revolc�n con
Antonio. Realmente era repugnante tener aquel oso encima de m� sudoroso
parti�ndome en dos trozos de aquella manera tan brutal, pero mi rajita de tan
solo recordarlo, se mojaba por momentos, que me estaba pasando? A m� aquello no
me gustaba, me repet�a a m� misma, no estaba bien y no se deber�a repetir, pero
cuando me pon�a mi nuevo tanga diminuto, no pod�a dejar de pensar en la tarde en
la que perd� el virgo en manos de aquel obseso har� ya para 3 semanas. Desde
entonces, me volv� m�s solitaria, aprovechando cada momento para masturbarme, me
met�a toda clase de objetos para consolarme y acallar mi sed de ser follada,
cualquier cosa antes que aquello, algo tendr�a que servirme, no? pero no, nada
me dejaba tan satisfecha como aquella cosota grandota que invadia mi intimidad
mas absoluta.
Desde aquel d�a, no hab�a vuelto a bajar a la piscina por no
encontrarme con Antonio el portero al que evitaba. Trataba de salir a la calle
cuando �l no estuviera de servicio para no encontr�rmelo, pero hoy bajar�a a la
piscina a darme un chapuz�n y el portero, como si no estuviera, pero estaba, en
su habit�culo de portero, poniendo el correo en los buzones, distraido, intent�
pasar sin que me viera, aunque inconscientemente, deseaba que lo hiciera. quizas
por ello, ese d�a no me puse el pareo, solo llevaba mi tanguita, pero estaba tan
caliente esos d�as que habr�a ido desnuda. En mi mente calenturienta, me
imaginaba sin ropa por las calles y todos los desconocidos se me follaban sin
piedad, ese estado hab�a propiciado Antonio en m�.
"Espera" o� tras de m�, era su voz ronca y aguardentosa, no
hab�a duda, que querr�a? que verguenza sent� al notarme h�meda con solo
hablarme! me par� en seco y tan pegado a m� que pod�a sentir su polla en estado
de erecci�n absoluto, meti� con descaro un dedo por el tanga. "Uhmmm, te siento
h�meda, peque�a, es porque echas de menos a tu portero amigo? Te veo cada tarde
meterte cosas en este agujerito e incluso has llorado de deseo, vente luego
arriba, a mi casa, anda, que vamos a jugar. Ya sabes que yo juego fuerte"Le
regal� un chorre�n de l�quido viscoso en su mano, me lo di� a lamer y cerrando
los ojos de caliente, lo chup�. Me solt� y corriendo me fu� a la piscina.
No pude dejar de pensar en el episodio anterior sin que me
mojara toda, sencillamente o me estaba volviendo loca o era una viciosa
asquerosa, demasiado para mi edad, no imagin� que la vida estaba llena de
aquellas cosas, no me apetec�a nada ir con mis amigas, hablar de chicos e ir a
las discotecas, a m� lo que me apetec�a en realidad, si me o�a a m� misma, era
revolcarme con el portero y follar con �l a todas horas, aquello me hab�a
gustado de veras, aunque no quisiera reconocerlo.
Mi madre intuy� que algo ocurr�a, yo no pod�a comer, estaba
muy nerviosa, deseando salir corriendo a casa de Antonio, yo ya no pod�a m�s.
"mami, voy a tomar el postre con las chicas"(refiri�ndome a mis amigas) "Bien,
hija, pero antes come, si no, no te vas" as� que como pude engull� el pur� de
verdura y un poco de pescado, para que mi madre me dejara libre por f�n.
Vestida con un leve vestidito de tirantes y gran escote de
alegres estampados y unas sandalitas c�modas. Debajo, llevaba un tanga blanco y
como no necesitaba sujetador, nunca lo usaba. A trav�s del telefonillo interior
avis� a Antonio que sub�a para que me viniera a buscar al ascensor, ya que para
subir a la porter�a necesitaba de una llave. Le esper� en la planta baja
nerviosa y, en cuanto se abri� la puerta y me met� en �l, comenz� a besuquearme
con aquella lengua gorda y viscosa con la que jugueteaba con mi propia lengua
sin ningun tipo de pudor. Le ofrec� mi conchita con las piernas bien abiertas,
�l se tuvo que agachar un poco, por el tama�o de su barriga para con la polla
poder resfregarme y, a�n con el pantal�n puesto, pod�a sentira vigorosa moverse
encima de m�. Me cogi� en brazos, yo con mis piernas le rodeaba su gran cintura
buscando aquel contacto tan ansiado y no par�bamos de jugar con nuestras
lenguas. De esa guisa entramos en su casa. Nada m�s entrar, me llev� al
dormitorio. la cama estaba desecha, las s�banas amarillentas pero a m� nada me
importaba, se me hab�a ido la cabeza con la calentura. Antonio tir� de mi
vestido hacia abajo, y, me ech� a un lado el tanga, descubriendo una conchita
hinchada de ganas de ser saciada y no se hizo esperar, not� su lengua gorda y
babosa abrirse paso entre las paredes de mi co�o, yo me retorc�a del placer y
gem�a despavorida, estaba al borde de correrme cuando de pronto par�. Busqu� con
mis propias manos aquella polla que tanto ansiaba y no pod�a ni abrir la
cremallera de su pantal�n, �l mismo me tuvo que ayudar. Respiraba
entrecortadamente, estaba rojo y me sonre�a "vaya, la nena hoy no dice no,
verdad? la nena quiere que su amiguito le de su regalito" dec�a esto toc�ndose
la polla de forma vulgar. Por f�n la v�, tiesa, desafiante, toda para m� y sin
dilaci�n me la met� en la boca y mam� de forma golosa. Los dedos del hombre
buscaban mi co�ito hambriento y yo me abr� a�n m�s si cabe, de piernas. Esa era
yo, una quincea�era llena de vida y esta la ten�a ante m�. Eso y no otra cosa
era lo que yo quer�a, estaba salida perdida, para aquel t�o yo no era una ni�a,
como mis padres a�n me ve�an, �l me trataba como una mujer y me daba lo que solo
una mujer puede recibir.
Se tumb� en la cama y me hizo ponerle mi co�ito en la boca,
de esta forma yo podr�a comerle la polla cuanto me diese la gana. Me encantaba
sentir aquel bocado tan magn�fico dentro de mi peque�a boquita. El me dec�a que
se la mojara entera, pero como no me cab�a en la boca, ten�a que hacer
filigranas para poder ensalivarla por todo lo largo y ancho. Mientras mi co�o lo
ten�a abierto completamente con las manos y su lengua me entraba y sal�a como si
me estuviera follando. Yo estaba por las nubes y me corr� en su boca varias
veces, pero cuando not� que su polla comenzaba a palpitar, Antonio me levant� de
encima suyo y me coloc� a m� bocarriba, abri�ndome bien las piernas que yo a mi
vez levantaba para facilitar m�s el contacto, levant� su barriga que puso encima
de la m�a y la not�, not� su polla caliente y babosa de mi boca, la notaba
resfregarme en la puerta de mi conchita y aquel contacto me hac�a vibrar de
emoci�n y gusto. Llor�, estaba avergonzada de lo que estaba haciendo, pero a la
vez me estaba corriendo viva, los orgasmos se me escapaban uno tras otro de mi
joven y aun inexperto co�o. Antonio ten�a los ojos en blanco, la boca
entreabierta y pens� que iba a desmayarse, de pronto... de pronto todo me daba
vueltas, los ojos se me voltearon y me sent� morir, por fin! por fin me la hab�a
metido! pero que gusto sent�a al tener aquel trozo de carne que me llenaba
entera y me llegaba hasta la cintura! No quer�a que ese momento se acabara jam�s
y grit�..."OH, QUE GANAS QUE TENIA" Entonces comenz� el vaiv�n y ya me qued�
pr�cticamente traspuesta. El no paraba de follarme yo como ida entre jadeos
susurraba, "m�s, m�s, dame m�s, por favor, m�s, no pares, no pares, dame m�s" y
notaba que su polla iba y ven�a mas duro y fuerte. Nunca so�� que esa sensaci�n
exisitiera, eso era lo que iba buscando, follar como es debido, y, a�n fu� mucho
mejor que la primera vez, que me pareci� mucho m�s suave en relac�on a aquellos
empujones infernales.
Pudo pasar m�s de una hora o un d�a entero, yo perd� la
noci�n del tiempo y me qued� vac�a cuando de pronto me la sac�. Me puse a
llorar, no quer�a que me la sacara a�n, Antonio como adivinando mis pensamientos
me dijo "tranquila, a�n no hemos empezado siquiera, que yo esta tarde no trabajo
y podemos jugar cuanto quieras" Me di� media vuelta y me puso a cuatro patas en
el borde de la cama. Mis tetas colgaban como campanas y, �l desde atr�s me las
pellizcaba muy fuerte, casi haci�ndome da�o. Se situ� tras de m� , de pi� en el
suelo y de pronto volv� a notar su polla en la puerta de mi raja llena de flujos
vaginales. Me agarr� a la almohada que ol�a a rancio de no lavarla, pero para m�
era como una balsa en un r�o revuelto, ya que si no me agarraba me ca�a con
aquellos vaivenes que muy pronto volv� a sentir. Cuando me meti� la polla de
nuevo, me sent� plena, as� es como deb�a estar, cuando me la sacaba estaba
vac�a, y yo no quer�a estar vac�a , queria que me llenara con aquel tronco
maravilloso que saciaba todas mis ansias.
Me foll� durante un buen rato, al tiempo que un dedo
ensalivado se abr�a paso en mi culo. Hice adem�n de quitarme, pero �l me atrajo
m�s hacia s�. "No te doler�, tranquilita, porque hoy te ir�s de aqu� hecha una
mujer" Su promesa me hizo sentir mas cachonda y le entregu� otro orgasmo m�s, el
diez mil, por lo menos, yo hab�a perdido ya la cuenta. Me sac� la polla de mi
co�o y not� el glande en mi culito, al tiempo que sus dedos �giles, me abrian el
co�o y me segu�an masturbando sin parar. Su polla grande se abri� paso de un
solo golpe en mi culo. Grit�, me doli� much�simo y lloraba de dolor, aunque mi
co�o salvajemente masturbado mitigaba gran parte de la tortura.
"Mejor as�, nena, toda de golpe, porque ahora ya no te va a
doler nada, ahora ser� un placer maravilloso" y as� fu�. Primero despacito,
suave, mov�a su polla con sabios movimientos, luego mas aprisa. Sus dedos
segu�an masturbando mi co�ito travieso y mi culo se mor�a de gusto con los
apretones de su polla con movimientos cada vez m�s r�pidos salvajes.
En una embestida brutal, sent� que el viejo me llenaba el
culo de leche, me bombeaba como si me taladrase entre jadeos, tembloroso, me
pellizcaba las tetas y el co�o intermitentemente y me corr� casi a la vez con
�l.
Me sac� la polla del culo y ca� de bruces contra la cama,
cansada y dolorida, pero feliz, saciada y plena, pero �l no acab� ah�, me meti�
la polla en la boca y pude comprobar que a�n la ten�a dura como el acero. Se
tumb� en la cama y me oblig� a sentarme encima de aquel falo inmenso siendo yo
ahora la que le follar�a. Estaba cansada, me sent�a una mu�eca rota, quer�a
descansar y se lo dije "T� has venido a ser satisfecha y no te ir�s sin saber
con quien juegas, ya te dije, que apuesto fuerte" Sin saber por qu� aquellas
palabras me pusieron cachond�sima y mov� el culo buscando mi propio placer,
buscando aquella polla que me entraba toda y casi pod�a sentir que me saldr�a
por la boca.
Le cabalgu� durante un buen rato y cuando estuve a punto de
correrme otra vez, me sent� llena de leche de nuevo, esta vez en mi rajita. Ca�
sobre �l que no paraba de besarme y de decirme "eres una diosa, maravillosa...
nena... que rica est�s" y de esta manera me qued� dulcemente dormida entre los
brazos de mi portero.