La cabeza me daba vueltas y transpiraba alegr�a por cada poro
de mi piel. Despu�s de arreglarme nuevamente y verme al espejo decid� que as�
quer�a vivir. � Mariana... te agradezco todo lo que acabas de hacer por mi....
�me puedo quedar aqu�?. � Claro que si, amor, de hecho te lo iba a pedir, solo
que antes me tienes que decir hasta donde estas dispuesta a llegar, ya que para
empezar si te quieres quedar aqu�, tendr�s que trabajar como las dem�s y adem�s
tienes que prometer que tu familia no nos va a dar problemas. Nosotras te
ayudaremos a convertirte en toda una mujer, adem�s de una zorrita caliente. �Qu�
dices?. Por supuesto que acepte de inmediato pensando en todo lo que iba a
gozar.
Esa noche no llegue a dormir a mi casa, me quede con Mariana
ultimando los detalles de mi nueva vida. A la ma�ana siguiente despu�s de
desayunar bastante tarde, nos volvimos a ba�ar y ahora, aunque ella me volvi� a
ayudar a maquillarme, esta vez me fue dando tips de c�mo hacerlo y como �bamos a
salir no me maquillo demasiado, solo polvo corrector, sombra color perla en los
ojos y labial rosa. Despu�s me dio una blusa rosa que aunque escotada en la
espalda se amoldaba muy bien a mi cuerpo y con el brassier y los postizos se me
ve�a muy natural, me puse adem�s un calz�n muy coqueto con encaje de color
blanco y me acomode a mi amiguito como Mariana me hab�a ense�ado la noche
anterior y me dio una mini falda blanca que me puse despu�s de las pantimedias
transparentes y por �ltimo unas zapatillas blancas muy lindas con su broche al
tobillo que me encantaron.
Antes de salir no olvid� ponerme otra peluca que ella me
presto corta de color rubio que me dio un toque muy coqueto. Estaba excitad�sima
ya que nunca antes me hab�a aventurado a la calle con esa indumentaria, que
aunque no era en exceso llamativa pues yo sent�a que todo mundo me miraba.
Mariana me dijo que era natural y que ya me ir�a acostumbrando, tambi�n me dijo
que ese d�a ella seria quien hablar�a mientras aprend�a a modular mi voz, que
ir�amos de compras para mi nueva vida, me probar�a ropa, escoger�a zapatos y
comprar�amos mis propios accesorios y maquillaje. Nos dirigimos a la zona de
tiendas de ropa de la ciudad; yo intentaba modular mi voz mientras �bamos
platicando por la calle aunque admito que cuando pas�bamos cerca de alguna
persona yo me callaba o hablaba con un susurro.
Cuando a�n segu�amos en la zona cercana a la casa los vecinos
nos miraban con recelo y se segu�an de largo, sin embargo cuando nos alejamos
pasamos desapercibidas para las personas, excepto para los galanes que al pasar
nos piropeaban, lo cual me hacia subir el calor a la vez que me motivaba y me
daba mucha alegr�a.
Fue una sensaci�n muy distinta el realizar mis compras
acompa�ada como mujer por otra "amiga" sin tanto nervio como cuando lo hacia
mintiendo que era un regalo y al tanteo sin pod�rmelo probar, me encontraba mas
confiada y creo que me prob� toda la ropa de todas las tiendas, ja ja ja.
Compramos mucha ropa para el d�a y mucha mas para mi "trabajo" mas atrevida y
sexy, fuimos a una zapater�a en la que por fortuna y debido a que yo no tenia
pies demasiado grandes encontramos zapatillas de mi medida en todos los estilos
de las que me compre varios pares casi todas de tac�n alto en varios colores y
muy elegantes. En otra zapater�a encontramos unas mas atrevidas con plataformas
alt�simas y dos pares de botas igualmente con plataformas, unas rojas y otras
blancas que me fascinaron. Compramos tambi�n accesorios variados, maquillaje y
en una tienda especializada compramos 3 pelucas de tono distinto casta�o, rubio
y pelirrojo.
Una vez realizadas las compras y antes de volver a mi nueva
casa hicimos 2 paradas, una para comer en un restaurante al aire libre y otra,
la mas dif�cil, para recoger lo que pudiera necesitar de mi casa y hablar con
mis padres para comunicarles mi decisi�n.
Yo procuraba fijarme en mi amiga para aprender a comportarme
y desenvolverme como mujer, caminar, sentarme, mover las manos, re�r, etc de
forma que me viera mas femenina. Durante la comida charlamos sobre mi futuro,
ella me dijo que tendr�a que comenzar a usar hormonas para ir tomando una forma
mas femenina, que adem�s me ayudar�a a desarrollar mi voz y evitar�a el
desarrollo de vello al m�nimo, haci�ndome la vida mas f�cil, adem�s de que en mi
nueva vida trabajando con ellas, me aseguro ganar�a dinero suficiente para
hacerme las operaciones que quisiera y quedar como yo deseara. Mientras
platic�bamos se acerc� un chico muy buen mozo que dijo estar impresionado por mi
belleza y quer�a saber mi nombre, el suyo era Fernando. Yo me puse muy tensa y
no atinaba a hacer nada, hasta que Mariana le explic� que yo no pod�a hablar
mucho ya que tenia una infecci�n en la garganta, que mi nombre era Melissa y que
pod�a hablarme cuando quisiera anot�ndole el tel�fono de la casa en una
servilleta, yo la mire sorprendida, asustada y a la vez complacida, mientras que
Fernando le agradeci�, tomo la servilleta y se retir� con un color muy rojo en
su cara. Cuando estaba ya lejos de ah� Mariana y yo no soltamos a re�r y
comentar sobre que me hab�a parecido aquel chico, a lo que yo le dije a Mariana
que me hab�a agradado much�simo y le exprese mis dudas sobre que pasar�a cuando
descubriera mi "secretito", a lo que ella me dijo que llegado el momento yo
sabr�a que hacer. Continuamos por un rato m�s hablando de cosas de mujeres,
hasta que lleg� el momento mas negro de esa jornada; nos retiramos y nos
dirigimos a mi casa, yo estaba muy nerviosa pues aunque sabia lo que me
esperaba, la verdad no sabia como reaccionar�an mis padres al verme y menos al
saber que me iba de la casa.
Llegamos a mi casa y para no asustarlos en vez de usar mi
llave toque la puerta, Mariana estaba detr�s de mi y aunque acordamos que ella
no entrar�a a casa ella permaneci� afuera durante mi visita. Abri� mi madre
quien me pregunt� que se me ofrec�a ya que al parecer no me hab�a reconocido a
lo que respond� que era yo, su hijo. Ella se me quedo viendo y no daba cr�dito,
entre mientras ella a�n estaba en shock y cerr� la puerta tras de mi, me pare
frente a ella para que me terminara de ver y esperar su reacci�n. Mi madre
intent� articular palabras pero estas se negaban a salir de sus labios,
finalmente me bombardeo con toda clase de preguntas como: �qu� te esta
pasando?,� estas loco?,�en que fallamos?, y ya se imaginaran sabe Dios cuantas
m�s. Para ese momento Mi hermana ya estaba junto a ella sin explicarse que
estaba pasando, tambi�n ella me preguntaba que me hab�a pasado. En ese momento
yo intente comunicarles mi decisi�n, pero mi padre que acababa de salir de su
cuarto se precipit� sobre mi con la mano en alto intentando golpearme y
grit�ndome cosas como maldito joto, marica, etc., a lo que yo di un paso atr�s y
su golpe se perdi� en el aire.
Mi madre y mi Hermana consiguieron detenerlo y medio
tranquilizarlo no sin que antes me gritara que yo ya no era su hijo y que no
quer�a volver a verme en su casa, se dio media vuelta y volvi� a su cuarto. Mi
madre se solt� a llorar mientras mi hermana la intentaba tranquilizar, les dije
que iba por mis cosas pues tenia pensado comenzar una nueva vida y mi hermana me
dedic� una mirada que me hizo comprender que ella me entend�a y me apoyaba,
entre por las cosas que hab�a ido guardando con el paso del tiempo de ropa y de
mas y al verme salir mi madre comprendi� que esa decisi�n la hab�a tomado yo
mucho tiempo antes a ese d�a. Al salir mi hermana me dijo que no perdiera el
contacto que sab�a que pod�a contar con ella y que ten�a su n�mero de celular,
tambi�n me dijo que se sent�a rara de tener una hermanita en vez de un hermano y
que adem�s me ve�a mucho mejor de ni�a que de ni�o, lo cual le agradec�
much�simo, me pidi� que me cuidara y regreso al lado de mi madre mientras yo di
media vuelta y sal� de casa.
Mariana me esperaba afuera con el alma en un hilo seg�n me
dijo despu�s y de ah� nos dirigimos sin hablar a mi nueva casa, yo me sent�a muy
mal por mi madre, y por no haberle podido explicar mi sentir. Mariana finalmente
me dijo que lo peor hab�a pasado y que de ahora en adelante todo seria mas f�cil
para Melissa, yo sonre� cuando me record� el nombre que tan intempestivamente y
as� de golpe me hab�a asignado a los ojos de aquel chico y pens�ndolo un momento
decid� que me gustaba y que ser�a mi nuevo nombre.
Hab�a nacido de un parto doloroso... Melissa.