Me llamo "Juan". Soy moreno, tengo 31 a�os, 1�80 de altura,
peso unos 85 kilos, y aunque no estoy muy musculado si soy ancho de espaldas. Me
considero un chico normal. Tengo novia desde hace 8 a�os.
Ella se llama "Laura",
Tiene 27 a�os, mide 1�65 y pesa unos 59 kilos. Es morena rizosa, con una carita
agitanada, y un cuerpo mas que aceptable, unas tetas de la talla 95, que aunque
se le caen un poco, a mi me encantan. Las caderas un poco anchas, y un culito,
con dos nalgas peque�as y redondeadas. Las piernas un poco gordas, pero poco a
poco, con ejercicio le van quedando cada vez m�s torneadas. Ella, se fue fuera a
estudiar enfermer�a, y all� conoci� a otras chicas, con las que hizo una gran
amistad. Despu�s de volver a Gij�n, que es donde vivimos, tuvo suerte y encontr�
trabajo enseguida.
Gracias a esto y a las ayudas de nuestros padres, nos pudimos
comprar un piso. Transcurridos unos tres a�os de ahorrar para el piso y los
muebles, con una situaci�n estable, reconozco que somos muy afortunados,
decidimos casarnos. Como quer�a invitar a sus amigas a la boda, aprovechando
unos d�as de vacaciones que ten�amos en com�n, decidimos ir hasta all�. Laura
avis� a sus amigas a ver si estaban disponibles esos d�as que �bamos a ir,
llegar�amos un jueves y nos marchar�amos un domingo por la tarde.
Dos de las
amigas, Sandra y Yolanda, que compart�an un piso, nos ofrecieron una habitaci�n
que les sobraba. De todas formas a Sandra no la ver�amos hasta el s�bado, ya que
ten�a un curso fuera de la ciudad. Yo estaba resignado a ir por darle el
capricho a mi novia, ya que sab�a que yo iba a ser el �nico t�o con diez
mujeres, encima enfermeras, por lo que estar�a pr�cticamente excluido de la
mayor�a de los temas de conversaci�n. Adem�s, las pocas veces que hab�a ido a
ver a mi moza, nos las hab�amos pasado casi �ntegramente en la habitaci�n de mi
hotel, y solo conoc�a a la mitad de ellas y muy por encima, y las que conoc�a no
es que fueran sexualmente atractivas, o muy gordas, o muy feas, o mari machos.
Resignado por todo lo anterior, me levante el jueves ese a
las 6 de la ma�ana y me dispuse a conducir los cerca de 600 Km. que nos
separaban de nuestro destino, mientras que la moza aprovechaba y dorm�a durante
gran parte del trayecto .Me lo tome con mucha calma parando un par de veces a
tomar caf�s y a comer por el camino, con lo que hasta las 5 de la tarde no
llegamos. All� me esperaba la primera sorpresa. Nos estaban esperando dos de las
amigas que yo no conoc�a, Yolanda y Ainoa.
Empezar� por describir a esta �ltima,
tiene la t�pica pinta de ni�a pija, rubia de bote, morena de solarium, buen
cuerpo, cara bonita, aunque demasiado pintada para mi gusto, todo ropa cara,
marcando pecho y culo, aunque lo de pija no solo se quedaba en el aspecto, sino
tambi�n en el car�cter, por lo que no me cayo demasiado bien. Yolanda en cambio
es una t�a normal, pelo negro liso, cara afilada y ojos negros, cuerpo bastante
delgado y sin pr�cticamente pecho y eso si, con un culo de esos en forma de
coraz�n, prieto y duro. No es que fuera una belleza pero no estaba nada mal,
sobre todo por su car�cter abierto y simp�tico.
Nos instalamos en el cuarto que
nos hab�an prometido y nos dieron una llave, que me quede yo. Despu�s de
ducharnos y prepararnos fuimos a cenar y a tomar algo por ah� con mas amigas,
que como no intervienen mucho en el relato no voy a describir, solo decir que
para mi gusto las mejores eran mi novia, Yolanda y Ainoa. La verdad es que no me
agobi� tanto como supon�a, gracias sobre todo a Yolanda, ya que fue ella la que
se ocupo de hablar conmigo y distraerme, ya que mi novia estaba totalmente
acaparada por las dem�s. Esa noche no llegamos a dormir hasta las 3 y media de
la madrugada, encima al d�a siguiente nos �bamos de excursi�n a conocer los
lugares mas destacados y hab�amos quedado con 3 amigas a las 8 de la ma�ana para
que nos diera tiempo. Por desgracia para m�, Yolanda no pod�a ir ya que
trabajaba.
El d�a fue francamente agobiante, encima yo conduciendo todo
el rato, aunque eso quiz� fue lo que mas me distrajo, ya que los tres cardos,
perd�n, amigas no paraban de hablar, sobre todo de cosas t�cnicas de medicina,
tema que no me atrae excesivamente. Llegamos tarde a la ciudad, ya que hab�amos
quedado otra vez para cenar e ir de marcha, por lo que tuvimos que prepararnos a
toda leche. Igual que la anterior noche, la �nica que me hac�a caso era Yolanda.
Lo cierto es que congeniamos muy bien.
A pesar de que mi novia suele ser muy
celosa, pr�cticamente esa noche solo baile con Yoli, la verdad es que parec�a
m�s mi pareja que mi propia novia. Esa noche volvimos a casa cerca de las 6 de
la ma�ana. Antes de despedirse varias de las amigas quer�an quedar al d�a
siguiente para ir de tiendas y quer�an quedar temprano. Yo estaba agotado y le
dije a mi novia que si quer�a ir ella que yo me quedar�a durmiendo y si me
despertaba dar�a una vuelta. Yoli tampoco pod�a ir con ellas porque ten�a que
resolver cosas en el trabajo. Al final quedamos en que vendr�an a buscar a mi
moza a las 10 de la ma�ana, y que cuando quisiera venir, me llamar�a por el
m�vil, ya que yo ten�a las llaves del piso.
A la ma�ana siguiente mi novia se despert� poco antes de que
llegaran a buscarla, con las prisas, hizo m�s ruido del normal y me despert�.
Ese d�a hac�a un calor insoportable, por lo que cuando se march�, me quit� el
pijama y me eche desnudo encima de las sabanas, qued�ndome dormido casi
instant�neamente. Deb�a estar so�ando algo er�tico, ya que sent� algo y al abrir
los ojos, ten�a mi polla bien tiesa, y una mano mene�ndomela suavemente. La
poseedora de esa mano me miraba sonriendo.
Morena, bajita, de aproximadamente
1,55, con una cara en la que destacaban unos labios grandes y carnosos, que
parec�an m�s haber sido hechos en el quir�fano que por la naturaleza, dada su
perfecci�n, y unos ojos color miel. Estaba perfectamente pintada y arreglada,
parec�a una de esas presentadoras de televisi�n. Levaba puesto una camiseta de
tirantes roja con generoso escote, por lo que se pod�a apreciar que gastaba un
buen par de tetas, una talla 100 pude comprobar mas tarde. Tambi�n llevaba una
minifalda vaquera que dejaba ver un par de piernas bien torneadas. Lo que se
dice una autentica bomba sexual. Era imposible no dejar de mirarla si la hubiera
visto por la calle, as� que en la situaci�n en la que estaba ya os pod�is
imaginar.
Hola, tu debes de ser Juan, - me dijo con voz suave y
cantarina,- Yo soy Sandrita.
Y me dio dos besos, sin dejar de mene�rmela suavemente. Yo
todav�a flipado por ese despertar no atine a decir nada.
Pareces un poco alelado, no. Bueno, s� como
solucionarlo.
Y gir�ndose un poco se dirigi� hacia mi polla y empez� a
chupar y humedecer el capullo. La verdad es que la t�a sab�a como poner a uno a
100. Yo medio recuperado, empec� a meterle mano entre sus piernas. Le sobe sus
muslos y sub�a hasta sus bragas, ya un poco h�medas.
Creo que tienes ganas de quitarme las bragas y comerte
mi conejito, �verdad?
Yo, sin decir una palabra, proced� a bajarle las braguitas y
subirle un poco la minifalda. Ella situ� sus piernas entre mi cabeza,
exponi�ndome un co�o jugoso y totalmente depilado. Su olor llen� mis fosas
nasales, excit�ndome aun m�s, ya que personalmente creo que no hay mejor olor
que el de un co�o mojadito. Empezamos a hacer un 69, yo comiendo y chupando y
sorbiendo todos sus jugos, explorando con mi lengua su co�o, mientras ella no
paraba de chup�rmela y lam�rmela, Al cabo de un rato para y se levanta
dici�ndome:
Un segundo, vengo ahora. Voy a buscar una gomita.
En el rato que tardo en venir me di cuenta que era la amiga
de mi novia que faltaba, Sandra. Casi sin tiempo de arrepentirme por serle
infiel a mi novia, apareci� ella con un cond�n y tirandomelo me dijo:
Vete poni�ndotelo mientras me quito la ropa.
La obedec� y cuando acabe de pon�rmelo, la mir�. Si vestida
era una bomba sexual desnuda era todo el arsenal at�mico. Por fin pude ver sus
tetas, eran grandes y redondas, totalmente naturales, ya que a pesar de que casi
estaban erguidos, no pod�an del todo con la ley de la gravedad. Sus aureolas
eran grandes y muy oscuras, coronados por dos pezones grandes y duros como
garbanzos, estando uno de ellos como partido.
Hoy tengo ganas de cabalgar un poco.- dijo sent�ndose
entre mis piernas.
Con una mano cogi� mi polla y la dirigi� hacia su co�o. Yo le
empec� a estrujar sus tetas. Cuando tuvo mi polla bien situada empez� a moverse
de arriba abajo, empal�ndose mi polla y lubricando aun mas el cond�n con sus
jugos vaginales y los restos de mi saliva, mientras que sus manos estaban
apoyadas en mi pecho, para mantener el equilibrio.
Yo, sin soltar sus tetas ni
dejar de amasarlas y pellizcarle los pezones intentaba mover mi pelvis con
movimientos circulares mientras ella aumentaba el ritmo de la penetraci�n
contrayendo y relajando sus m�sculos vaginales, caus�ndome todav�a m�s placer.
Sus gemidos empezaban a ser audibles, entre la respiraci�n entrecortada y cada
vez m�s acelerada. Sus movimientos empezaron a ser m�s violentos y espasm�dicos,
impidi�ndome a m� moverme a gusto, ella era la que controlaba la penetraci�n. La
expresi�n de su cara era de puro vicio. Los ojos entrecerrados, mordi�ndose el
labio inferior y echando de vez en cuando la cabeza atr�s y adelante. De repente
empez� a moverse cada vez mas r�pido, con movimientos espasm�dicos y cortos,
hasta que subi� hasta casi sacarla fuera y se empalo hasta el fondo
violentamente soltando un aullido y diciendo:
Siiiii, yaaaaaaaaaaa.
Agotada y derrengada se quedo tirada encima de m�, jadeando y
respirando agitadamente, convulsion�ndose un poco por el final de su orgasmo. A
los pocos segundos se quita de encima m�o y se tiende en la cama. Yo me levanto,
todav�a tieso y sin correrme, la centro en la cama y le abro las piernas.
Yo todav�a no he acabado, y quiero seguir follandote.
Le levante un poco la pelvis y le puse la almohada por a la
altura de su culo, para levantar su caderas un poco y acerque mi polla a su
depilado conejo y lentamente fui penetr�ndola. Tras su orgasmo deb�a tener el
co�o bastante sensible, ya que gem�a y se retorc�a de placer casi m�s que cuando
tuvo el orgasmo. Sus gemidos y la cara de vicio que ten�a me excitaba hasta
l�mites insospechados y fui acelerando mis penetraciones, intercalando
penetraciones r�pidas y poco profundas con otras m�s profundas.
Al poco tiempo y
con una embestida profunda, me corr�, sac�ndola y mene�ndomela un poco para
acabar con mi orgasmo. Cuando me quit� el cond�n y me levantaba para ir a
tirarlo a la basura, vi. en el quicio de la puerta mir�ndonos a Yolanda. Su cara
era una mezcla de expresiones, sorpresa, cabreo y excitaci�n. Yo me quede
sorprendido mir�ndola sin saber que decir. Con el cond�n en la mano y la polla
en estado de semierecci�n. Justo en ese momento empez� a sonar mi m�vil.
Continuara.
Espero que os haya gustado, y aguardo que me envi�is
comentarios.