LA ENCERRONA
Todav�a estoy confusa, por lo que me sucedi� ayer y necesito
cont�rselo a alguien. S� que la culpable de lo que pas� soy yo, por ser tan
desinhibida y lanzada, lo confieso.
Ver�is tengo 24 a�os y desde los 20 trabajo en una panader�a.
Mis jefes son dos chicos de unos 30 a�os, son primos y siempre se han portado
muy correctamente conmigo. En los �ltimos d�as, con el calor debo confesar que
me he comportado un poco provocativamente con ellos.
Quiz�s por eso ayer al entrar en el despacho para cambiarme
justo antes de marchar a casa Ferm�n entr� tras de m�, se acerc� e intent�
besarme, yo me separ� de �l y le abofete�.
�Pero que haces? � pregunt� sorprendida.
Vamos, si llevas varios d�as provoc�ndome � dijo y
sujet�ndome fuertemente por los brazos acerc� sus labios a los m�os y me bes�
con pasi�n, primero intent� resistirme, pero luego sucumb� ante sus besos.
Al separarnos Ferm�n actu� de un modo desconcertante para m�,
me cogi� por las mu�ecas y me empuj� hacia la mesa, me puso de espalda a �l y me
oblig� a inclinarme sobre la mesa. Yo estaba asustada, sobre todo al notar que
debido a la fuerza con que me ten�a cogida no pod�a volverme ni moverme. Con la
cara pegada a la mesa sent� unas manos deslizarse por mis piernas.
Lolo, �eres t�? � pregunt� pensando que era su primo, pues
intu�a que Juan no pod�a ser, ya que me sujetaba las mu�ecas a la espalda con
ambas manos.
Las manos de Lolo me bajaron las bragas. Sent� la presi�n de
un pene contra mi pierna. Ferm�n liber� mis mu�ecas y me hizo tender los brazos
sobre la mesa. Yo estaba muy nerviosa e intentaba deshacerme de �l.
Tranquila- me dijo � hoy vas a gozar de dos buenas pollas.
Empece a excitarme a pesar de sentirme un poco desconcertada
y atemorizada. Mir� por encima de mi hombro mientras me agarraba con fuerza a
los lados de la mesa y vi a Lolo unt�ndose las manos con una crema. Luego sent�
como ambos de mov�an tras de m� y unas manos empezaron a acariciar mis nalgas,
lo que hizo aumentar mi excitaci�n. Repentinamente sent� unos dedos movi�ndose
circularmente alrededor de mi ano, acarici�ndolo delicadamente y movi�ndose
hac�a mi sexo para introducirse suavemente y volver a sacarlos, lo que hizo que
mi cuerpo se estremeciera. Seguidamente la mano se desliz� por mi cuerpo hasta
alcanzar mis senos y otra mano la acompa�� sobando mis pechos. Mis pezones se
erizaron y endurecieron mientras aquellas manos los acariciaban.
Est� a punto, Lolo � dijo Ferm�n.
Nerviosa me prepar� para recibir la embestida. En aquel
instante, un dedo penetr� en mi ano. Al principio se deslizaba lentamente, pero
luego entraba y sal�a cada vez m�s r�pidamente, haci�ndome vibrar de deseo.
Repentinamente sent� como otro dedo se introduc�a en mi ano.
A continuaci�n, dos fornidas manos me cogieron por las
caderas y sent� un grueso glande rozando el exterior de mi ano y en una r�pida
embestida sent� como se abr�a paso en mi interior. Mi cuerpo empez� a moverse y
agitarse al ritmo de sus acometidas. Gir� mi cabeza y vi que era Ferm�n el que
me embest�a cada vez m�s brutalmente una y otra vez, taladr�ndome con su verga.
En medio de mi ofuscaci�n, vi que Lolo se acercaba a Ferm�n
con las manos untadas en crema, le agarr� por la cintura y le baj� el pantal�n
hasta los tobillos. Ferm�n aceler� el ritmo de sus embestidas y cuando Lolo
embadurn� las nalgas de su primo, Ferm�n lanz� un gemido de placer y me penetr�
con tanta furia que casi me levant� del suelo. Gem� asustada, ten�a ganas de
llorar, pero no pod�a. Entonces o� como Lolo se bajaba la cremallera de la
bragueta, me gir� y vi como liberaba su polla y penetraba a Ferm�n, que dej�
caer su cuerpo sobre mi espalda.
�Oh, Dios! � exclam� aun m�s asustada - �Sois gays!
M�s o menos � dijo Ferm�n c�nicamente - �Pero te gusta!
�verdad, zorra? Te gusta que te follemos los dos, as�.
No � gem� con un hilo de voz y comenc� a sollozar sintiendo
las acometidas de Lolo penetrando a Ferm�n.
Al verles joder y sentir a la vez la palpitante polla de
Ferm�n en mi ano sent� cierto morbo. Inmediatamente sent� como Lolo embest�a a
Ferm�n por �ltima vez y se corr�a. Me deshice del abrazo de Ferm�n y me gir�.
Ambos se apartaron y se sentaron sobre el sof�. Vi como se besaban en la boca,
lo que me provoc� cierto asco, as� que cog� mi ropa y mientras me vest�a les
dije:
Sois unos canallas.
Luego sal� de all� a toda prisa. Estaba asustada y no sab�a
que hacer. Creo que hoy no ir� a trabajar.